Estos días se ha hablado mucho sobre la influencia que ha tenido la abstención en las elecciones andaluzas, centrándose de una manera especial en el PSOE y Adelante Andalucía. El Mundo nos ofrece hoy un reportaje sobre la transferencia de voto entre los grupos contendientes, incluyendo la que ha habido hacia la abstención. Unos datos interesantes, que, a falta de un contraste con otros estudios demoscópicos, ayudan a ir comprendiendo mejor lo ocurrido.
Sobre esto último puede apreciarse que, en efecto, la inhibición electoral ha sido una cosa que ha afectado en una mayor medida, y de forma decisiva, al PSOE y a Adelante Andalucía. En este último caso, desde los votos que recibieron Podemos e IU por separado en 2015: casi 300.000 de la primera y 115.000 de la segunda, una prueba evidente de la desconfianza que ha habido en el electorado de ambas formaciones. En el PSOE, por su parte, la abstención habría afectado a 254.000 votantes de 2015. Datos de las tres fuerzas políticas que contrastan con los de los partidos de la derecha, que habrían sumado sólo unas 67.000 abstenciones.
Otra cosa es la transferencia de votos habida entre partidos y la encuesta ofrece una información también muy interesante. Y aquí el caso de Adelante Andalucía resulta altamente sorprendente. De entrada habría perdido más votos en la abstención, unos 413.000, que recibido votos desde Podemos (233.000) e IU (124.000), que habrían sumado sólo 357.000. En el balance con el PSOE habría resultado beneficiado en 72.000 votos.
Este último partido ha tenido un balance negativo con Ciudadanos de casi 90.000, lo que, aun no siendo muy llamativo, coincide con la pérdida de voto del centro político en favor del partido que parece que se ha aprovechado mejor que otros.
El fenómeno Vox es fundamentalmente un voto procedente del PP, pero no de una forma tan decisiva como se creía: 178.000, que supondrían casi la mitad (45%) de los recibidos por el partido de la extrema derecha. El resto de votos provendrían de Ciudadanos (15%), la abstención (10%), Podemos (7%), PSOE (6,5%), IU (1,3%)... La procedencia de la derecha (60%) parece clara sobre la de la izquierda (15%), pero falta por conocer de una forma más concreta el perfil de ese votante.