Estuve hablando el otro día con un amigo sobre Catalunya. Fue de improviso y durante poco tiempo. Es cierto que desde hace un tiempo está enviándome sus opiniones u otras ajenas sobre el tema, y no hace mucho me emplazó a hablar tranquilamente. La razón: las discrepancias que tenemos. Él es de izquierdas, pero se manifiesta como un unionista. Como ocurre con frecuencia, hace uso de argumentos donde abundan los tópicos, se extrapolan situaciones concretas o se falsean realidades. No falta, como le ocurre a tanta gente, el echar mano de argumentos que provienen de la tradición centralista española, que el fascismo reelaboró y aplicó desde la Guerra Civil a lo largo de cuatro décadas.
Intenté defender como punto de partida lo que para mí es la clave del problema: el derecho de autodeterminación, que sólo consiste en votar para que la gente se exprese si quiere ser o no parte del estado español. Pero, pese a mis intentos, no hubo manera de que fuera así.
A lo largo de la conversación mi amigo se refirió a muchas otras cosas. He aquí algunos ejemplos: la incongruencia de ser de izquierdas e independentista (separatista dijo en alguna ocasión); lo inaceptable que le resulta que Cataluña pueda independizarse; la negación de represión del catalán o el mallorquín durante la dictadura; el adoctrinamiento independentista en los colegios; la consideración como de paletos el hacer del catalán el idioma vehicular en los centros educativos o en los nombres de los rótulos públicos, teniendo una lengua tan universal como el español; el apoyo al independentismo por la extrema derecha europea...
Intenté, como pude, matizar o rechazar tópicos o lo que considero que son incongruencias, pero me resultó imposible, en parte, es verdad, por falta de tiempo.
Pero entre todo lo hablado, hay una cosa que me llamó la atención, porque es muy corriente en los medios de comunicación del sistema. Me refiero a lo relativo a la consulta celebrada el 1 de octubre. Por supuesto que la consideraba ilegal y falta de garantías, cuando no la vino a calificar de una chapuza. Pero no tuvo en cuenta, sin embargo, que se hizo como se hizo porque en ningún momento hubo voluntad por parte del gobierno por llegar a un acuerdo. El rechazo a cualquier tipo de consulta lo han repetido insistentemente el gobierno, el PP y Ciudadanos, y estos días, contestando a Pedro Sánchez sobre el acuerdo de palabra que hubo sobre la reforma de la Constitución en el tema territorial, lo ha vuelto reiterar el propio Mariano Rajoy. Según ha declarado sólo se comprometió a "hablar", pero nunca sobre lo que pueda suponer la ruptura de España.
En algunos medios de comunicación hay periodistas que defienden lo del referéndum pactado. Desde ahí han criticado lo ocurrido desde que el Parlament aprobó en verano las leyes de transitoriedad y de referéndum, hasta la consulta del 1 de octubre y la posterior declaración de independencia. Pero no tienen en cuenta la cerrazón del gobierno y de quienes le han apoyado y lo siguen haciendo ahora.
No voy a entrar en profundidad en el momento actual. Por un lado, con una parte del govern en la cárcel, la otra parte, junto al president, en Bruselas y dos dirigentes de la ANC y OC también en la cárcel. Y por otro, en plena campaña electoral. El escenario, como se dice ahora, ha cambiado. Porque, en efecto, la acción de la justicia y la aplicación del artículo 155 han golpeado duramente al procés y ha obligado a sus actores a un replanteamiento táctico.
Tampoco voy a referirme en profundidad a los orígenes de la situación actual, en los que el PP resulta clave. Su anticatalanismo visceral, su recurso ante el Tribunal Constitucional sobre el Estatut de 2006 (aprobado por el Parlament y el Congreso, y refrendado en referéndum en Catalunya), la sentencia de dicho tribunal (retrasada hasta que se consiguió una mayoría conservadora, previas maniobras del PP para que así fuera), su actitud a partir de 2011, cuando recuperó el gobierno y el control absoluto del Congreso, etc., son elementos primordiales que ayudan a explicarla.
Reconozco que en todo lo que llevo escribiendo sobre el tema en mi cuaderno, que es mucho, no me he referido a los errores cometidos por quienes han dirigido el procés o a las contradicciones que existen entre sus integrantes. La razón principal es que, partiendo de mi defensa del derecho de autodeterminación, también defiendo el derecho que tienen a hacer lo que han hecho. Entre otras cosas porque se han visto abocados a ello.
Otra cosa es manifestar por mi parte qué me gustaría que ocurriera. Esto es, si prefiero a Catalunya dentro o fuera de España. Prefiero lo primero, pero siempre que sus gentes lo hayan decidido libremente. Y entiendo el malestar que existe en buena parte de la población por el comportamiento del PP (malestar creciente, al menos hasta hace poco), que ha sido la base de que haya aumentado el número de personas que quieran independizarse.
Espero que mi amigo me haya entendido. Lo invito a que lea mis entradas de los últimos meses sobre Catalunya. También, por qué no, el artículo que escribí en 2013, con el título "A propósito de 'España y Cataluña: trescientos años de historia', de Josep Fontana", que publicó Rebelión y del que también, claro, hice lo propio en este cuaderno.
Post scriptum
He hablado con mi amigo esta mañana y me ha pedido que rectifique una de las afirmaciones que había puesto en su boca. Concretamente la relativa a que considerar el catalán como el idioma vehicular en los centros educativos sea una paletada. Retiro, pues, lo escrito por mi parte en ese aspecto.
(Imagen: cartel de Joan Miró, 1977)
Historia, política, sociología, arte, música, geografía, literatura, pensamiento...
miércoles, 29 de noviembre de 2017
martes, 28 de noviembre de 2017
Me sumo a la campaña #YoSoyRonin47
Hace unos días salió la noticia acerca de los comentarios violentos que en una red social formada por policías municipales de Madrid lanzaban contra la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, varios miembros de su gobierno municipal, dirigentes de grupos de izquierda, alguna presentadora de televisión, e incluso inmigrantes y personas LGTB. Se hacía uso de un lenguaje donde se mezclaba la xenofobia, racismo, homofobia, misoginia, sexismo, nazismo, anticatalanismo, apología de Franco...
Todo un cúmulo de despropósitos que pudimos conocer gracias a la publicación de dichos mensajes por parte de un policía municipal, afiliado a CCOO, lo que supuso que fuera acosado y amenazado. Y, además, atacado desde diversos sindicatos corporativistas, que han considerado que su publicación ha vulnerado la privacidad de quienes forman parte del grupo de la red social.
Ayer se inició una campaña de apoyo al agente policial, con el mensaje #YoSoyRonin47, lanzada por CCOO (el único sindicato que lo ha defendido públicamente) y con el apoyo de familiares y amistades.
Por mi parte invito a que se difunda la campaña. No deja de ser una forma más de intentar frenar el fascismo que está creciendo.
Todo un cúmulo de despropósitos que pudimos conocer gracias a la publicación de dichos mensajes por parte de un policía municipal, afiliado a CCOO, lo que supuso que fuera acosado y amenazado. Y, además, atacado desde diversos sindicatos corporativistas, que han considerado que su publicación ha vulnerado la privacidad de quienes forman parte del grupo de la red social.
Ayer se inició una campaña de apoyo al agente policial, con el mensaje #YoSoyRonin47, lanzada por CCOO (el único sindicato que lo ha defendido públicamente) y con el apoyo de familiares y amistades.
Por mi parte invito a que se difunda la campaña. No deja de ser una forma más de intentar frenar el fascismo que está creciendo.
El cartel con la imagen del arcángel Gabriel: una polémica con claros tintes homófobos y de ignorancia
El artista Manuel Peña ha sido el ganador del concurso de carteles organizado por la Asociación de Belenistas de Sevilla con motivo de la Navidad de este año. Sin embargo, su obra, en la que aparece el arcángel Gabriel desnudo sujetando entre sus manos una Giralda
iluminada de la cual sale una azucena, está siendo motivo de burlas, llegando a atribuirse el premio como producto de la presión del "lobby gay". Se considera que el rostro del arcángel es afeminado, que el desnudo está cargado de sensualidad o que las plumas destacan en demasía, lo que resulta impropio para una imagen de naturaleza religiosa.
Basar el rechazo a ese tipo de argumentos, me resulta curioso, por no referirme precisamente al carácter homófobo que contienen. Suponen, además, una clara manifestación de ignorancia, ajena a la realidad del mundo del arte en la tradición católica. En su diversidad a lo largo del tiempo, en determinados momentos ha dado lugar a manifestaciones muy relevantes donde el desnudo o la sensualidad han estado presentes.
Para el caso que nos ocupa, no debe olvidarse que los elementos que contienen la obra ganadora no están exentos de un claro simbolismo religioso, entroncado con la tradición iconográfica católica. Veamos algunos ejemplos.
De entrada, el tema que recoge es el momento bíblico en que Gabriel anuncia a María que va a ser concebida por el Espíritu Santo, siendo, así, el origen de la fiesta de la Navidad tal como se celebra desde algunos siglos en el mundo cristiano. En la intención del autor se encuentra hacer un homenaje a la escuela sevillana barroca de pintura, de la que se celebra el cuarto centenario de su inicio, y en especial al artista Bartolomé Esteban Murillo. Precisamente en esta escuela el realismo constituye uno de sus rasgos más destacados. Que haga uso del desnudo o de un rostro tan afeminado o, quizás más, andrógino no deja de ser algo que ha caracterizado con frecuencia a la representación de ese tipo de seres, incluyendo a los trabajos del propio Murillo. En el caso de la azucena, dicha flor ha estado relacionada con la virginidad, razón por la que es portada por el arcángel Gabriel.
Dicho esto, me vienen a la memoria algunas obras del mundo del arte donde aparecen figuras religiosas cuya representación contiene una carga sensual más que llamativa: "San Juan Bautista", de Leonardo da Vinci; "María Magdalena", de Tiziano; un fragmento de la obra "Resurrección de Cristo", de El Greco; la escultura "Éxtasis de Santa Teresa", de Bernini; o el ángel del grupo escultórico "La Oración del Huerto", de Salzillo.
Podría continuar, pero aquí me quedo. Al menos, por ahora. Y es que el tema da para largo.
Previsiones de cara a las elecciones catalanas del 21 de diciembre
Llevamos bastantes encuestas sobre la intención de voto en Catalunya, a veces aderezadas con la postura ante la convocatoria de un referéndum de autodeterminación o ante la propia opción en caso de que éste se convocara.
Desde que hace casi un mes el gobierno decidió aplicar el artículo 155 y convocar elecciones autonómicas, se han sucedido más encuestas todavía, en esta ocasión partiendo de la presentación por separado de las tres fuerzas independentistas, dos de las cuales (ERC y el PdeCat, ahora como JxCat) concurrieron en 2015 como JxSí.
En varios medios y páginas electrónicas se han ofrecido resúmenes de todas ellas, incluyendo promedios y la misma evolución cronológica. Hoy lo ha hecho La Vanguardia, cuya información me va a servir de referencia para el desarrollo de esta entrada.
Varias son las conclusiones que pueden extraerse teniendo en cuenta a cada una de las fuerzas políticas por separado:
1) Apenas habría variaciones en el orden, salvo la disputa por el tercer puesto entre PSC y JxCat, casi siempre en favor del primero.
2) La fuerza más votada en todos los casos sería ERC, si bien con una horquilla aproximada entre el 23 al 31%.
3) Le seguiría Ciudadanos, con una horquilla entre el 14 y el 22,5%, con fuerte incremento sobre 2015 aprovechando su mayor firmeza en la lucha contra el independentismo.
4) Las previsiones del PSC, sobre el 15% y una horquilla entre el 12 y el 18%, serían una incógnita, dado el factor que supone el acuerdo con lo que queda de la antigua UDC y el balance entre las posibles sumas y restas de ambos electorados.
5) En el caso de JxCat sus previsiones, con un promedio cercano al 13%, tienden a ir mejorando, teniendo en cuenta la confección de su candidatura, más centrada en Carles Puigdemont, con cierta distancia de su partido PdeCat y el haberse confeccionado desde una perspectiva unitaria.
6) CeC-P tendría unos resultados bastante modestos, con un promedio algo inferior al 10%, en general en la línea de las elecciones autonómicas de hace dos años y siempre por debajo de los resultados obtenidos en las generales de 2015 y 2016, en las que fue con diferencia la primera fuerza.
7) El PP tendría unos resultados muy pobres, en casi todos los casos como penúltima fuerza y entre el 5 y el 11%, con pérdida de votos en favor de Ciudadanos.
8) La CUP quedaría en todos los casos la última, con un promedio del 6% y una pérdida de apoyos en torno al 3%.
En la combinación de fuerzas, agrupándolas según bloques y variables, la cosa quedaría de la siguiente manera:
1) El bloque independentista (ERC+JxCat+CUP) sumaría de promedio el 44,9%, alrededor de tres puntos menos que en 2015.
2) El bloque unionista y/o constitucionalista (PSC+C's+PP), el 42,2%, esto es, tres puntos más que en 2015.
3) El bloque soberanista y/o partidario del referéndum (independentistas+CeC-P), el 53,9%, que serían 3 puntos menos que en 2015.
4) El federalismo, encarnado por CeC-P, sería, con menos del 10%, el gran perdedor, atrapado entre los dos bloques identitarios (independentista y unionista).
5) Los grupos de izquierda y centro-izquierda (ERC+CUP+CeC-P+PSC) sumarían el 55,7%.
6) Los grupos de izquierda con un carácter más alternativo (CUP+CeC-P), el 15%, algo menos del 2% que en 2015.
7) Y los grupos de derecha (JxCat+C's+PP), el 40,4%.
En definitiva, todo está muy abierto, pues los resultados de las encuestas están reflejando tres cosas:
1) Un aumento de la participación, lo que podría favorecer a los grupos unionistas, dada una tradición de inhibición en este tipo de elecciones entre el electorado con mayor sentimiento más españolista, lo que se estaría traduciendo en el ligero aumento en el apoyo a estos grupos
2) Una escasa volatilidad del voto entre los bloques identitarios, con electorados fieles a los postulados que llevan defendiendo desde los últimos años.
3) Una mayor volatilidad del voto dentro de cada uno de esos bloques, principalmente entre ERC y JxCat, por un lado, y entre los tres grupos que conforman el bloque unionista, por otro, especialmente dependiendo de cómo se resuelva la incógnita del PSC.
Desde que hace casi un mes el gobierno decidió aplicar el artículo 155 y convocar elecciones autonómicas, se han sucedido más encuestas todavía, en esta ocasión partiendo de la presentación por separado de las tres fuerzas independentistas, dos de las cuales (ERC y el PdeCat, ahora como JxCat) concurrieron en 2015 como JxSí.
En varios medios y páginas electrónicas se han ofrecido resúmenes de todas ellas, incluyendo promedios y la misma evolución cronológica. Hoy lo ha hecho La Vanguardia, cuya información me va a servir de referencia para el desarrollo de esta entrada.
Varias son las conclusiones que pueden extraerse teniendo en cuenta a cada una de las fuerzas políticas por separado:
1) Apenas habría variaciones en el orden, salvo la disputa por el tercer puesto entre PSC y JxCat, casi siempre en favor del primero.
2) La fuerza más votada en todos los casos sería ERC, si bien con una horquilla aproximada entre el 23 al 31%.
3) Le seguiría Ciudadanos, con una horquilla entre el 14 y el 22,5%, con fuerte incremento sobre 2015 aprovechando su mayor firmeza en la lucha contra el independentismo.
4) Las previsiones del PSC, sobre el 15% y una horquilla entre el 12 y el 18%, serían una incógnita, dado el factor que supone el acuerdo con lo que queda de la antigua UDC y el balance entre las posibles sumas y restas de ambos electorados.
5) En el caso de JxCat sus previsiones, con un promedio cercano al 13%, tienden a ir mejorando, teniendo en cuenta la confección de su candidatura, más centrada en Carles Puigdemont, con cierta distancia de su partido PdeCat y el haberse confeccionado desde una perspectiva unitaria.
6) CeC-P tendría unos resultados bastante modestos, con un promedio algo inferior al 10%, en general en la línea de las elecciones autonómicas de hace dos años y siempre por debajo de los resultados obtenidos en las generales de 2015 y 2016, en las que fue con diferencia la primera fuerza.
7) El PP tendría unos resultados muy pobres, en casi todos los casos como penúltima fuerza y entre el 5 y el 11%, con pérdida de votos en favor de Ciudadanos.
8) La CUP quedaría en todos los casos la última, con un promedio del 6% y una pérdida de apoyos en torno al 3%.
En la combinación de fuerzas, agrupándolas según bloques y variables, la cosa quedaría de la siguiente manera:
1) El bloque independentista (ERC+JxCat+CUP) sumaría de promedio el 44,9%, alrededor de tres puntos menos que en 2015.
2) El bloque unionista y/o constitucionalista (PSC+C's+PP), el 42,2%, esto es, tres puntos más que en 2015.
3) El bloque soberanista y/o partidario del referéndum (independentistas+CeC-P), el 53,9%, que serían 3 puntos menos que en 2015.
4) El federalismo, encarnado por CeC-P, sería, con menos del 10%, el gran perdedor, atrapado entre los dos bloques identitarios (independentista y unionista).
5) Los grupos de izquierda y centro-izquierda (ERC+CUP+CeC-P+PSC) sumarían el 55,7%.
6) Los grupos de izquierda con un carácter más alternativo (CUP+CeC-P), el 15%, algo menos del 2% que en 2015.
7) Y los grupos de derecha (JxCat+C's+PP), el 40,4%.
1) Un aumento de la participación, lo que podría favorecer a los grupos unionistas, dada una tradición de inhibición en este tipo de elecciones entre el electorado con mayor sentimiento más españolista, lo que se estaría traduciendo en el ligero aumento en el apoyo a estos grupos
2) Una escasa volatilidad del voto entre los bloques identitarios, con electorados fieles a los postulados que llevan defendiendo desde los últimos años.
3) Una mayor volatilidad del voto dentro de cada uno de esos bloques, principalmente entre ERC y JxCat, por un lado, y entre los tres grupos que conforman el bloque unionista, por otro, especialmente dependiendo de cómo se resuelva la incógnita del PSC.
lunes, 27 de noviembre de 2017
Más sobre la situación de la salud en EEUU: la creciente mortalidad materna
Que el sistema sanitario de EEUU es muy desigual, es cierto. Que los sectores sociales más humildes, donde abundan más las minorías raciales, son los más vulnerables, tampoco cabe duda. Que en sistema predominan los intereses de las grandes corporaciones privadas de la medicina y la farmacia, resulta evidente. Que los indicadores demográficos como la mortalidad infantil, la materna durante el parto o la esperanza de vida, donde se observa el grado de bienestar de los países, están por debajo de la mayor parte de los países europeos e incluso de la vecina Cuba, es también constatable. Que las estadísticas oficiales fallan estrepitosamente, consecuencia del abandono sistémico de la salud por el estado, es algo que quizás conozcamos menos, pero es real.
Acabo de leer el artículo "La verdadera tasa de mortalidad materna en EEUU", de Benjamin Mateus. Lo ha publicado traducido Rebelión desde la fuente original en inglés wsws.org. Los datos que reflejan la gráfica* son muy elocuentes: el aumento de la mortalidad materna desde 2004, que en el caso del estado de Texas resulta escandaloso. A ello hay que unir el recorte en recursos humanos sanitarios, en este caso en obstetricia y y ginecología, por lo que se prevé que siga incrementándose.
En un estudio del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades se dicen cosas como ésta: "En términos generales [se ha concluido] que la TMM ajustada para 48 estados y [Washington] DC era 18.8 en 2000 y aumentó a 23.8 en 2014, un aumento del 26.6 %. Estos datos se basaban en 7.269 muertes maternas y 46.722.133 bebés nacidos vivos en los años intermedios. Un 20 % del aumento observado en el aumento no ajustado se debió a un aumento real de la mortalidad materna y un 79.9 % a una mejora de la verificación".
*Tasas de mortalidad materna para 48 estados de Estados Unidos, Washington DC (48+DC), Texas (TX) y California (CA), a partir de datos publicados por Colegio de Obstetricias y Ginecólogos estadounidense y TMM del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Acabo de leer el artículo "La verdadera tasa de mortalidad materna en EEUU", de Benjamin Mateus. Lo ha publicado traducido Rebelión desde la fuente original en inglés wsws.org. Los datos que reflejan la gráfica* son muy elocuentes: el aumento de la mortalidad materna desde 2004, que en el caso del estado de Texas resulta escandaloso. A ello hay que unir el recorte en recursos humanos sanitarios, en este caso en obstetricia y y ginecología, por lo que se prevé que siga incrementándose.
En un estudio del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades se dicen cosas como ésta: "En términos generales [se ha concluido] que la TMM ajustada para 48 estados y [Washington] DC era 18.8 en 2000 y aumentó a 23.8 en 2014, un aumento del 26.6 %. Estos datos se basaban en 7.269 muertes maternas y 46.722.133 bebés nacidos vivos en los años intermedios. Un 20 % del aumento observado en el aumento no ajustado se debió a un aumento real de la mortalidad materna y un 79.9 % a una mejora de la verificación".
*Tasas de mortalidad materna para 48 estados de Estados Unidos, Washington DC (48+DC), Texas (TX) y California (CA), a partir de datos publicados por Colegio de Obstetricias y Ginecólogos estadounidense y TMM del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
domingo, 26 de noviembre de 2017
Alberto Ruiz-Gallardón, otra figura del capitalismo corrupto, derrochador y de amiguetes
Hasta 2011, cuando fue nombrado por Mariano Rajoy ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón había pasado por ser el rostro amable y hasta progre del PP. Sí, no exagero. Llegó por ello a ser odiado por los sectores más ultras de la derecha, hasta el punto de haber sufrido la presión de su principal rival en el partido en Madrid, Esperanza Aguirre (que presumía de liberal), y unas durísimas críticas desde los medios más carcas, con Federico Jiménez Losantos a la cabeza, que llegó a perder un juicio por injurias.
Gallardón, se decía, era el candidato del grupo PRISA (vamos, de El País, la cadena SER, el Canal Plus...), que siempre ha presumido de ser la expresión del centrismo político. De ahí su apoyo al Felipe González socio-liberal, al José Mª Aznar pactista con los nacionalistas... y en Madrid al Gallardón progre desde la presidencia de la Comunidad, primero, y desde la alcaldía de la capital, después.
Su figura resulta curiosa. Hijo de un opositor monárquico al franquismo (esto es, ligth), José María Ruiz Gallardón (sí, sin guión, que éste ha sido cosa del hijo), que pronto se afilió a la Alianza Popular de Fraga y sus ministros franquistas, se casó con la hija de otro ministro, fiel franquista hasta su muerte: José Utrera Molina. Tanto fue así, que se dice que en cierta ocasión dijo que "el que de verdad es de derechas es mi hijo".
Como ocurre mucho en los medios conservadores, el hijo se inclinó por el mundo del alto funcionariado del estado, en su caso en la judicatura como fiscal. También se introdujo en la política, siendo elegido concejal en Madrid en 1983. Y cuatro años después fue nombrado por Fraga sorprendentemente secretario general de AP. Fue el momento de la primera crisis del partido, después de la derrota electoral de 1986 y de que Jorge Verstringe, que había lanzado duras diatribas contra su antiguo mentor, acabase dimitiendo del cargo. Joven, como también lo fue Verstringe en su día, Gallardón se erigió ya en una de las figuras
fuertes del partido, si bien en diferentes funciones, como veremos.
Tras la transmutación de AP en PP allá por 1989, cerrando así la crisis abierta tres años antes, Gallardón se centró en Madrid. En 1995, en plena crisis del felipismo, alcanzó por mayoría absoluta la presidencia de la Comunidad, que revalidó en 1999. Luego pasó al Ayuntamiento, donde hizo lo propio en 2003, 2007 y 2011. Curiosamente en 2003 su partido, que presentaba como candidata a la presidencia de la Comunidad a Esperanza Aguirre, no consiguió la mayoría absoluta, produciéndose el conocido como tamayazo, cuando dos tránsfugas del PSOE decidieron no apoyar la investidura del candidato de su partido, Rafael Simancas, y el consiguiente gobierno de coalición pactado entre PSOE e IU.
Gallardón estaba en la cima de su gloria por su capacidad de ganar por goleada y hacerlo en las elecciones posteriores. Mientras tanto, su compañera y rival Aguirre tuvo que hacerlo inicialmente mediante la maniobra sucia del tamayazo. Si ya entonces todo resultó sospechoso, lo que hoy en día sabemos de la corrupción del PP madrileño, con los Granados, González y cia, lo ha certificado.
El momento de gloria, en efecto, con un grupo de comunicación volcado en su figura, el triunfador, el hombre capaz de gobernar desde un centrismo que hacía posible que el electorado de la derecha y buena parte del de centro-izquierda, anteriormente votante del PSOE, lo apoyaran con el orgullo de hacer de Madrid la primera metrópoli española. Y algo más. El aluvión de construcción de infraestructuras de todo tipo lo demostraba: vías de comunicación, viviendas, instalaciones deportivas... Su proyecto estrella para los habitantes de la ciudad fue el de la M-30 y su soterramiento. Y la apertura internacional, el lanzamiento hacia la aventura olímpica. Y para todo ello no ahorró nada. Como la burbuja estaba en su apogeo, parecía que el mundo era jauja. Más que nunca, se visibilizaba el triunfo del neoliberalismo. En Madrid, con la figura centrista de Gallardón, y en el gobierno central, con la del feliz José Luis Rodríguez Zapatero, capaz de engatusar por su izquierda a buena parte del electorado que hizo de la "zeja" su emblema.
En 2011 su nombramiento como ministro resultó lógico: fue un premio a su entrega al partido y, quizás, para él la antesala de lo que con el tiempo pudiera acabar siendo su sustituto. Méritos y experiencia no le faltaban. Si embargo, su paso por el ministerio de Justicia fue, una decepción para quienes habían hecho de él el ejemplo del centrismo. Como si volviera sus orígenes juveniles de ser más de derechas que su padre, fue beligerante con la ley de matrimonio igualitario, introdujo las tasas judiciales, buscó acabar con la ley del aborto aprobada unos años antes, defendió al presidente del Consejo del Poder Judicial en un caso de malversación de fondos, concedió indultos más que controvertidos... Eso le llevó a ser uno de los ministros más impopulares, por lo que se vio forzado a dimitir.
Retirado de la política, parecía estar al margen de los escándalos que han ido saliendo a la luz en los últimos años: los casos Gürtel, Púnica y Lezo, y los personajes Granados, González o la propia Aguirre. En los últimos meses, sin embargo, su nombre empezó a mencionarse, no tanto por su relación directa con los mismos, como por el modelo de gestión que había llevado a cabo. Esto es, despilfarro, pelotazos, concesiones... e ilegalidades.
Hace un par de días eldiario.es ha publicado un artículo de Fátima Caballero muy esclarecedor: "Así endeudó Gallardón a Madrid con la M30: sobrecostes, pago de trabajos norealizados y modelo de gestión 'ruinoso'". Entre tantas cosas, se vuelve a poner de relieve la la ilegalidad de las obras de la M-30, así como el ocultamiento en su día de información a IU, impulsora de la denuncia. Por medio estaba un tal Manuel Moix, por entonces fiscal jefe de Madrid y tan preferido por los González, Zaplana y demás para su nombramiento como fiscal anticorrupción, que no vio delito en lo que acabó siéndolo.
Así las cosas, parece que otra figura del PP se va derrumbando. Le salva, por ahora, eso de no llevárselo fresco, como ha hecho tanta de gente de su partido. En este país todavía hay quienes se salvan, pese a haber saqueado las arcas públicas en favor de las empresas privadas. Eso no parece delito, porque la ley, hecha por ese tipo de personas, no lo contempla. Quienes defienden el modelo de capitalismo que en nombre de la doctrina neoliberal abomina del estado como ente de redistribución de rentas, pero que alimenta a amiguetes que pululan en empresas de todo tipo. El modelo favorecedor desde las corporaciones de la construcción y las obras públicas, de la sanidad, de la gestión del agua o de las finanzas hasta los amiguetes del partido o los centros religiosos de enseñanza.
Y Gallardón, como uno de sus exponentes.
Gallardón, se decía, era el candidato del grupo PRISA (vamos, de El País, la cadena SER, el Canal Plus...), que siempre ha presumido de ser la expresión del centrismo político. De ahí su apoyo al Felipe González socio-liberal, al José Mª Aznar pactista con los nacionalistas... y en Madrid al Gallardón progre desde la presidencia de la Comunidad, primero, y desde la alcaldía de la capital, después.
Su figura resulta curiosa. Hijo de un opositor monárquico al franquismo (esto es, ligth), José María Ruiz Gallardón (sí, sin guión, que éste ha sido cosa del hijo), que pronto se afilió a la Alianza Popular de Fraga y sus ministros franquistas, se casó con la hija de otro ministro, fiel franquista hasta su muerte: José Utrera Molina. Tanto fue así, que se dice que en cierta ocasión dijo que "el que de verdad es de derechas es mi hijo".
Como ocurre mucho en los medios conservadores, el hijo se inclinó por el mundo del alto funcionariado del estado, en su caso en la judicatura como fiscal. También se introdujo en la política, siendo elegido concejal en Madrid en 1983. Y cuatro años después fue nombrado por Fraga sorprendentemente secretario general de AP. Fue el momento de la primera crisis del partido, después de la derrota electoral de 1986 y de que Jorge Verstringe, que había lanzado duras diatribas contra su antiguo mentor, acabase dimitiendo del cargo. Joven, como también lo fue Verstringe en su día, Gallardón se erigió ya en una de las figuras
fuertes del partido, si bien en diferentes funciones, como veremos.
Tras la transmutación de AP en PP allá por 1989, cerrando así la crisis abierta tres años antes, Gallardón se centró en Madrid. En 1995, en plena crisis del felipismo, alcanzó por mayoría absoluta la presidencia de la Comunidad, que revalidó en 1999. Luego pasó al Ayuntamiento, donde hizo lo propio en 2003, 2007 y 2011. Curiosamente en 2003 su partido, que presentaba como candidata a la presidencia de la Comunidad a Esperanza Aguirre, no consiguió la mayoría absoluta, produciéndose el conocido como tamayazo, cuando dos tránsfugas del PSOE decidieron no apoyar la investidura del candidato de su partido, Rafael Simancas, y el consiguiente gobierno de coalición pactado entre PSOE e IU.
Gallardón estaba en la cima de su gloria por su capacidad de ganar por goleada y hacerlo en las elecciones posteriores. Mientras tanto, su compañera y rival Aguirre tuvo que hacerlo inicialmente mediante la maniobra sucia del tamayazo. Si ya entonces todo resultó sospechoso, lo que hoy en día sabemos de la corrupción del PP madrileño, con los Granados, González y cia, lo ha certificado.
El momento de gloria, en efecto, con un grupo de comunicación volcado en su figura, el triunfador, el hombre capaz de gobernar desde un centrismo que hacía posible que el electorado de la derecha y buena parte del de centro-izquierda, anteriormente votante del PSOE, lo apoyaran con el orgullo de hacer de Madrid la primera metrópoli española. Y algo más. El aluvión de construcción de infraestructuras de todo tipo lo demostraba: vías de comunicación, viviendas, instalaciones deportivas... Su proyecto estrella para los habitantes de la ciudad fue el de la M-30 y su soterramiento. Y la apertura internacional, el lanzamiento hacia la aventura olímpica. Y para todo ello no ahorró nada. Como la burbuja estaba en su apogeo, parecía que el mundo era jauja. Más que nunca, se visibilizaba el triunfo del neoliberalismo. En Madrid, con la figura centrista de Gallardón, y en el gobierno central, con la del feliz José Luis Rodríguez Zapatero, capaz de engatusar por su izquierda a buena parte del electorado que hizo de la "zeja" su emblema.
En 2011 su nombramiento como ministro resultó lógico: fue un premio a su entrega al partido y, quizás, para él la antesala de lo que con el tiempo pudiera acabar siendo su sustituto. Méritos y experiencia no le faltaban. Si embargo, su paso por el ministerio de Justicia fue, una decepción para quienes habían hecho de él el ejemplo del centrismo. Como si volviera sus orígenes juveniles de ser más de derechas que su padre, fue beligerante con la ley de matrimonio igualitario, introdujo las tasas judiciales, buscó acabar con la ley del aborto aprobada unos años antes, defendió al presidente del Consejo del Poder Judicial en un caso de malversación de fondos, concedió indultos más que controvertidos... Eso le llevó a ser uno de los ministros más impopulares, por lo que se vio forzado a dimitir.
Retirado de la política, parecía estar al margen de los escándalos que han ido saliendo a la luz en los últimos años: los casos Gürtel, Púnica y Lezo, y los personajes Granados, González o la propia Aguirre. En los últimos meses, sin embargo, su nombre empezó a mencionarse, no tanto por su relación directa con los mismos, como por el modelo de gestión que había llevado a cabo. Esto es, despilfarro, pelotazos, concesiones... e ilegalidades.
Hace un par de días eldiario.es ha publicado un artículo de Fátima Caballero muy esclarecedor: "Así endeudó Gallardón a Madrid con la M30: sobrecostes, pago de trabajos norealizados y modelo de gestión 'ruinoso'". Entre tantas cosas, se vuelve a poner de relieve la la ilegalidad de las obras de la M-30, así como el ocultamiento en su día de información a IU, impulsora de la denuncia. Por medio estaba un tal Manuel Moix, por entonces fiscal jefe de Madrid y tan preferido por los González, Zaplana y demás para su nombramiento como fiscal anticorrupción, que no vio delito en lo que acabó siéndolo.
Así las cosas, parece que otra figura del PP se va derrumbando. Le salva, por ahora, eso de no llevárselo fresco, como ha hecho tanta de gente de su partido. En este país todavía hay quienes se salvan, pese a haber saqueado las arcas públicas en favor de las empresas privadas. Eso no parece delito, porque la ley, hecha por ese tipo de personas, no lo contempla. Quienes defienden el modelo de capitalismo que en nombre de la doctrina neoliberal abomina del estado como ente de redistribución de rentas, pero que alimenta a amiguetes que pululan en empresas de todo tipo. El modelo favorecedor desde las corporaciones de la construcción y las obras públicas, de la sanidad, de la gestión del agua o de las finanzas hasta los amiguetes del partido o los centros religiosos de enseñanza.
Y Gallardón, como uno de sus exponentes.
sábado, 25 de noviembre de 2017
50 mujeres asesinadas por violencia de género (a 25 de noviembre)
En lo que llevamos de año han sido asesinadas en España por violencia de género 50 mujeres, a las que hay que unir 5 menores, hijos o hijas de esas mujeres, que han sido también víctimas de la acción violenta del agresor (ibasque.com).
El mapa muestra el lugar donde se han cometido los asesinatos de las mujeres, llamando la atención que en las dos provincias más pobladas haya habido 16: 10, en Madrid (20%); y 6, en Barcelona (12%); que las cinco provincias del ángulo sureste sumen 13 (26%); o que en tres provincias de Castilla-La Mancha se haya alcanzado el número de 6 (12%).
El año arrancó con los dos primeros meses fatídicos: 17 mujeres asesinadas (34%) y un bebé, que lo había sido con la expresión "Te voy a dar donde más te duele". El primer semestre, a su vez, sumó 35 asesinatos de mujeres (70%), y los de 3 hijas y dos hijos.
Post scriptum
Acabo de leer que ayer fue asesinada en Vinarós (Castellón) otra mujer. Ya van, pues, 51.
El mapa muestra el lugar donde se han cometido los asesinatos de las mujeres, llamando la atención que en las dos provincias más pobladas haya habido 16: 10, en Madrid (20%); y 6, en Barcelona (12%); que las cinco provincias del ángulo sureste sumen 13 (26%); o que en tres provincias de Castilla-La Mancha se haya alcanzado el número de 6 (12%).
El año arrancó con los dos primeros meses fatídicos: 17 mujeres asesinadas (34%) y un bebé, que lo había sido con la expresión "Te voy a dar donde más te duele". El primer semestre, a su vez, sumó 35 asesinatos de mujeres (70%), y los de 3 hijas y dos hijos.
Post scriptum
Acabo de leer que ayer fue asesinada en Vinarós (Castellón) otra mujer. Ya van, pues, 51.
El PSOE de Sánchez, engañado
Se quejaba ayer Margarita Robles, portavoz del PSOE en el Congreso, que el gobierno no haya consultado a su partido el nombramiento del nuevo Fiscal General del Estado. Días pasados el PP negó que la comisión territorial del Congreso, formada a instancias del PSOE tras su apoyo a la aplicación del artículo 155, fuera a tratar la reforma de la Constitución. Ayer también Público se refirió al "secuestro" que la Mesa del Congreso, controlada por PP y Ciudadanos, está llevando a cabo con más de 30 leyes, con las que no están de acuerdo.
Resulta evidente que PP y Ciudadanos están muy compenetrados. También, que juntos suman una cuasi mayoría en el pleno de la cámara baja, que sí lo es en la Mesa, donde se cocina el día a día de los temas a tratar. Y que ambos partidos, pese a que pugnan soterradamente de cara a futuras confrontaciones electorales, han arrinconado al tercer socio del 155.
El PSOE quizás se sienta engañado después del esfuerzo hecho hace un mes para apoyar al gobierno. Una postura que calificó como de responsabilidad, de sentido de estado. Está buscando en ellos su rédito electoral, aprovechando la gran ola de nacionalismo español que se ha levantado como consecuencia del procés catalán. Las elecciones del próximo 21 de diciembre se han convertido en su prioridad. Y creen haber encontrado un nuevo nicho de votos en el pacto con lo que fue la antigua Unió Democrática de Catalunya. Una fórmula coyuntural de transversalidad entre socialistas y nacionalistas moderados no independentistas. No debemos olvidar que UDC fue, dentro de la coalición CiU, el partido más a la derecha y la mejor expresión de la burguesía catalanista.
Varias apuestas que podrán salir o no. Una, más lejana, la de hacer del Congreso una cámara de oposición a un gobierno en minoría, se ha quedado en humo. Como le ha ocurrido a su propuesta estrella de reforma constitucional al unísono de la aplicación del 155. Ahora falta por ver lo que pueda ocurrir el 21 de diciembre.
Lo que sí parece claro es que al PSOE de Pedro Sánchez, quien apostó por otras cosas en las primarias pasadas, lo han engañado. Sí, el señor Mariano y su junior Albert.
Resulta evidente que PP y Ciudadanos están muy compenetrados. También, que juntos suman una cuasi mayoría en el pleno de la cámara baja, que sí lo es en la Mesa, donde se cocina el día a día de los temas a tratar. Y que ambos partidos, pese a que pugnan soterradamente de cara a futuras confrontaciones electorales, han arrinconado al tercer socio del 155.
El PSOE quizás se sienta engañado después del esfuerzo hecho hace un mes para apoyar al gobierno. Una postura que calificó como de responsabilidad, de sentido de estado. Está buscando en ellos su rédito electoral, aprovechando la gran ola de nacionalismo español que se ha levantado como consecuencia del procés catalán. Las elecciones del próximo 21 de diciembre se han convertido en su prioridad. Y creen haber encontrado un nuevo nicho de votos en el pacto con lo que fue la antigua Unió Democrática de Catalunya. Una fórmula coyuntural de transversalidad entre socialistas y nacionalistas moderados no independentistas. No debemos olvidar que UDC fue, dentro de la coalición CiU, el partido más a la derecha y la mejor expresión de la burguesía catalanista.
Varias apuestas que podrán salir o no. Una, más lejana, la de hacer del Congreso una cámara de oposición a un gobierno en minoría, se ha quedado en humo. Como le ha ocurrido a su propuesta estrella de reforma constitucional al unísono de la aplicación del 155. Ahora falta por ver lo que pueda ocurrir el 21 de diciembre.
Lo que sí parece claro es que al PSOE de Pedro Sánchez, quien apostó por otras cosas en las primarias pasadas, lo han engañado. Sí, el señor Mariano y su junior Albert.
jueves, 23 de noviembre de 2017
A propósito de lo que fue la trasera de mi casa (desde "Una mirada" )
Me
han mandado unas imágenes de la trasera de la casa de mis ancestros familiares.
La trasera, sí, como la llamábamos. Un espacio ancho con dos hileras de árboles
que le aportaban un verdor sano y, en cierta medida, bello. Un espacio donde se
podían oír los cantos de los pájaros y las voces de los niños cuando jugábamos.
Estos días la están transformando. Pero para mal. Y todo con el objetivo de
convertirla en zona de aparcamiento para coches a costa de destruir los
árboles que llevaban décadas allí plantados.
Los
árboles son vida y destruirlos sólo puede contribuir a lo contrario. Poco a poco
muchas ciudades van perdiendo sus espacios naturales, aun cuando, como en
el caso de nuestra trasera, sean pequeños. Han transformado un rincón modesto,
pero rico en los árboles que lo poblaban y lo que fue parta mí un tesoro de
recuerdos.
Hace siete años publiqué en este cuaderno un pequeño relato que escribí en 1980 y que titulé "Una mirada". En él expresaba lo que sentía mirando por la ventana de mi cuarto de estudio, lo que en casa llamábamos el despacho. Aunque repita su publicación, pretendo que sirva de recuerdo de algo que fue y ya no es. Y también denuncia del arboricidio que tantas veces cometen quienes administran ciudades a costa del bienestar de la gente.
Una mirada
Es la tarde. Desde esta ventana estoy divisando el horizonte de naturaleza que poco a poco va desapareciendo. Aquí, al lado, las acacias, los negrillos y los ailantos; al fondo, junto al río, los chopos; y más allá, ascendiendo por los Montalvos, no llego a distinguir los árboles. La tierra seca, amarilla, ayer surcada por los surcos del arado, hoy está baldía por el paso del tiempo y va cediendo su lugar a los bloques de ladrillos rojos que poco a poco levantan. Un horizonte austero es el que diviso, que con el tiempo se va transformado. Un horizonte tejido de antenas que se levantan y entrecruzan, formando una malla de metales y ondas.
Las ramas de las acacias, los negrillos y los ailantos, que se mueven guiadas por el viento, me llevan a un pasado inocente...
-Gallo, gallina, gallo, gallina, gallo…
Y las voces, los gritos, los balones, los escondites, los daos, el pico-zorro-zaina, el dólar, la rueda del tío Repique, los guardias y ladrones, los platillos, las bolas, los clavos… Todo va quedando en el recuerdo. Una infancia verdadera, que fue vida, vida alegre y espontánea.
Hoy me conformo con estos niños que oigo gritar y veo jugar cada día.
(5-9-1980)
(La primera imagen es de Víctor Montero Rico).
lunes, 20 de noviembre de 2017
Maza, Blesa y Barberá: tres muertes repentinas en un año de gente que sabía mucho
Hace dos días murió José Manuel Maza, Fiscal General del Estado, artífice de la inculpación de miembros del govern, la Mesa del Parlament y sendos dirigentes de la ANC y OC. Ocurrió en Buenos Aires, de repente, en menos de 24 horas desde que fue hospitalizado por una infección generalizada. Se decía que estaba grave, pero que su vida no corría peligro. Desde el primer momento se han mostrado muchas prisas para que el cadáver sea repatriado, sin que, al parecer, se le vaya a hacer una autopsia. Miembros del gobierno y los medios de comunicación del sistema están vanagloriando su trayectoria y sus últimas actuaciones. Méritos había hecho para que así fuera. Pero se han olvidado que hace unos meses fue repudiado por el Congreso, salvo por el grupo parlamentario del PP, tras su defensa a ultranza del fiscal anticorrupción, Manuel Moix.
Hace un año murió Rita Barberá. También, de repente, por un paro cardíaco. La exacaldesa de Valencia, tras su derrota en las elecciones municipales de 2015, después de 24 en el puesto, y el cerco que se estrechaba sobre ella por la corrupción generalizada de su partido, había caído en desgracia. Forzada a cesar en su militancia, se la veía sola en su escaño del Senado y eran llamativas las espantadas de su gente para no dejarse fotografiar con ella. Fue en su día clave para que Mariano Rajoy siguiera como presidente del PP, cuando más de uno y una se la estaban preparando.
Este verano murió Miguel Blesa. De repente, de suicidio. El amigo de José Mª Aznar que llegó a la presidencia de Bankia. Una de las entidades financieras más corruptas, que hizo de las preferentes una forma de estafa sobre personas mayores y de las tarjetas negras a la cúpula de su entidad un sello propio.
En un año, tres muertes repentinas. De gente importante. Vinculadas de una forma u otra al PP. Dos de las personas fallecidas, ligadas de una forma u otra a las administraciones del estado. Dos, a las tramas de corrupción con el PP de por medio para beneficiarse como tal partido o para hacerlo personalmente. Útiles en algún momento, en distintas facetas, aunque dos de ellas hubieran sido ya desechadas. Gente que sabía mucho. O más que mucho.
Hace un año murió Rita Barberá. También, de repente, por un paro cardíaco. La exacaldesa de Valencia, tras su derrota en las elecciones municipales de 2015, después de 24 en el puesto, y el cerco que se estrechaba sobre ella por la corrupción generalizada de su partido, había caído en desgracia. Forzada a cesar en su militancia, se la veía sola en su escaño del Senado y eran llamativas las espantadas de su gente para no dejarse fotografiar con ella. Fue en su día clave para que Mariano Rajoy siguiera como presidente del PP, cuando más de uno y una se la estaban preparando.
Este verano murió Miguel Blesa. De repente, de suicidio. El amigo de José Mª Aznar que llegó a la presidencia de Bankia. Una de las entidades financieras más corruptas, que hizo de las preferentes una forma de estafa sobre personas mayores y de las tarjetas negras a la cúpula de su entidad un sello propio.
En un año, tres muertes repentinas. De gente importante. Vinculadas de una forma u otra al PP. Dos de las personas fallecidas, ligadas de una forma u otra a las administraciones del estado. Dos, a las tramas de corrupción con el PP de por medio para beneficiarse como tal partido o para hacerlo personalmente. Útiles en algún momento, en distintas facetas, aunque dos de ellas hubieran sido ya desechadas. Gente que sabía mucho. O más que mucho.
domingo, 19 de noviembre de 2017
Víctima del robo de bebés, ahora condenada tras sus acusaciones
Que durante el régimen franquista hubo una trama de robo de bebés, no hay duda. Que tuvo sus orígenes desde el primer momento, también. En esos primeros años las víctimas fueron mujeres represaliadas -rojas, como se las llamaba despectivamente-, a las que les quitaban sus bebés bajo diferentes excusas, como su muerte, haber encontrado una familia de bien... Con el paso de los años, cuando la represión se fue moderando, se empezó a echar mano de otras mujeres, casi siempre humildes y en muchos casos marcadas por estigmas sociales del momento, como ser madres solteras, prostitutas... La trama prosiguió tras la muerte del dictador e incluso en los años ochenta.
Mucho se ha hablado de las complicidades, que resultaron clave y fueron múltiples: de entrada, familias con posibles, en su mayoría adeptas al régimen; luego, médicos, que tenían que dar el visto bueno profesional; y monjas, como enfermeras o lo que fuera, que aportaban su sangre fría en nombre de Dios; no faltaron funcionarios sin escrúpulos de los registros y quien se necesitara. Y, por supuesto, sin que faltara el dinero, que era mucho. Porque se trataba de un negocio con pingües beneficios para quienes intermediaban. Hace unos años, en 2012, ya escribí dos entradas sobre el tema ("Prevaricar..., ¿qué es eso?"; y "La monja imputada en el robo de bebés"), donde me extendí algo más en sus pormenores.
Estos días ha saltado una noticia relacionada con uno de esos robos. María Serrano Velázquez lo cuenta con claridad en Público. Se trata concretamente de una víctima de los robos, Ascensión López, que interpuso en su día una querella contra una monja, tía adoptiva suya y presunta autora de una de las firmas documentales, como responsable de la tramitación de su adopción. El problema ha venido porque el juez no admitió como pruebas documentales las diferentes partidas de nacimiento que se elaboraron por entrar dentro de lo que se considera prescrito. Por esa razón fue condenada el año pasado a indemnizar a la monja y pagar una multa: 40.000 y 3.000 euros, respectivamente. El gobierno denegó su indulto y ahora Ascensión, una mujer humilde, en situación de desempleo y con dos hijos a cargo, ha de pagar penalmente, con el riesgo de ir a la cárcel si no deposita el dinero.
Mucho se ha hablado de las complicidades, que resultaron clave y fueron múltiples: de entrada, familias con posibles, en su mayoría adeptas al régimen; luego, médicos, que tenían que dar el visto bueno profesional; y monjas, como enfermeras o lo que fuera, que aportaban su sangre fría en nombre de Dios; no faltaron funcionarios sin escrúpulos de los registros y quien se necesitara. Y, por supuesto, sin que faltara el dinero, que era mucho. Porque se trataba de un negocio con pingües beneficios para quienes intermediaban. Hace unos años, en 2012, ya escribí dos entradas sobre el tema ("Prevaricar..., ¿qué es eso?"; y "La monja imputada en el robo de bebés"), donde me extendí algo más en sus pormenores.
Estos días ha saltado una noticia relacionada con uno de esos robos. María Serrano Velázquez lo cuenta con claridad en Público. Se trata concretamente de una víctima de los robos, Ascensión López, que interpuso en su día una querella contra una monja, tía adoptiva suya y presunta autora de una de las firmas documentales, como responsable de la tramitación de su adopción. El problema ha venido porque el juez no admitió como pruebas documentales las diferentes partidas de nacimiento que se elaboraron por entrar dentro de lo que se considera prescrito. Por esa razón fue condenada el año pasado a indemnizar a la monja y pagar una multa: 40.000 y 3.000 euros, respectivamente. El gobierno denegó su indulto y ahora Ascensión, una mujer humilde, en situación de desempleo y con dos hijos a cargo, ha de pagar penalmente, con el riesgo de ir a la cárcel si no deposita el dinero.
jueves, 16 de noviembre de 2017
Montoro busca desacreditar la buena gestión económica del ayuntamiento de Madrid
El ministro
de Hacienda ha decidido intervenir el ayuntamiento de Madrid. La razón, el
incumplimiento de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad
Financiera. Mediante esa ley se obliga a reducir los gastos de las
administraciones públicas para desviarlos hacia el pago de la deuda externa,
que fue el objetivo por el que se reformó en 2011 la Constitución en su
artículo 135. Esto es, garantizar el pago de dicha deuda a los bancos privados
de países como Alemania o Francia.
Hace unos
días La marea publicó un artículo de Eduardo Garzón, “¿Cuál es el verdaderomotivo que lleva a Montoro a intervenir las cuentas del Ayuntamiento de Madrid?”,
que merece la pena leerlo, porque es muy esclarecedor de lo que está
ocurriendo.
Para mucha
gente existe un contrasentido en la decisión tomada por Cristóbal Montoro, dado
que en los dos años de gobierno el ayuntamiento madrileño, gobernado por Ahora Madrid,
ha rebajado la deuda en un 40%, ha obtenido un superávit en el último ejercicio
de 1.000 millones de euros y, además, ha aumentado las inversiones en el doble
y el gasto social en tres cuartas partes. Un verdadero ejercicio de gestión
económica orientada al saneamiento, la eficacia y el bienestar social de la mayoría. Un buen hacer del concejal Carlos Sánchez Mato, de IU, concejal responsable del área económica, para quien "el
dinero de la gente, ese dinero que los ayuntamientos han recaudado de los
impuestos que esa gente paga, se destine a sus necesidades, a las sociales y a
las de inversión".
Pero un mal ejemplo para muchas administraciones públicas, en buena parte en
manos de los grupos políticos de derecha, que están saneando poco sus arcas y se
están centrando en reducir los gastos sociales. Y, por supuesto, la constatación de la gestión elitista, antisocial y derrochadora que los gobiernos del PP en Madrid habían puesto en práctica en los años anteriores.
¿Cuál es el problema entonces? La clave está en el aumento de las inversiones y el gasto
social. En efecto, porque de no haberse hecho así, habría sido mayor la
cantidad de dinero disponible para destinarlo al pago de la deuda exterior. Y
es que los dineros del ayuntamiento de la capital del estado son muy golosos.
Como ha señalado el propio Eduardo Garzón, “cuanto más superávit tenga el
Ayuntamiento de Madrid, más déficit público puede tener la administración
central que gestiona Montoro. Esto es así porque Bruselas no mira las cuentas
de cada una de las administraciones sino que mira las cuentas del conjunto de
ellas. El superávit de Madrid sirve para maquillar las maltrechas cuentas de
Montoro”.
Y de paso sirve
también para cortar cualquier buena práctica que ponga en duda el modelo
económico por el que se rige el gobierno.
Una manada violadora, demasiadas manadas sueltas
Un espacio cerrado, como escenario: el portal de un edificio. Una violación, como expresión suprema de dominio: en grupo. En manada, como se autodenominaban. Una forma de sometimiento sin escapatoria. De indefensión absoluta para la víctima. No faltaron imágenes grabadas por los agresores. Tampoco la publicación de la hazaña a través de las redes sociales entre sus amigotes. La propia policía percibió que las víctima estaba en estado de choque. ¡Y encima se le buscan las cosquillas a la víctima sobre la veracidad de lo ocurrido!
La estrategia de defensa está resultando muy atrevida. Se basa en que hubo consentimiento de la víctima. Incluso, yendo más allá, algunos de los acusados han pagado un detective privado para probar que su vida posterior ha sido normal. El todo o nada. Invirtiendo lo ocurrido. La víctima, criminalizada. Los acusados, víctimas.
¿Y los medios de comunicación? Me refiero a esos que hacen de las noticias una mercancía. Donde aparecen esos tipos que crean una opinión cargada de misoginia y homofobia, la ideología androcéntrica del poder heteropatriarcal. Tipos que dudan, cuando no justifican ("Acoso, agresión sexual y violación: entre la denuncia y la justificación"). Que trivializan. Lo último, que yo sepa, lo de un tal Nacho Abad en un programa de una cadena televisiva conocida preguntando a la gente "¿Creéis que fue una violación o sexo consentido?".
Una manada que violó a una chica indefensa. Y muchas manadas que siguen actuando de otra manera para que la violencia sexual contra las mujeres y la violencia de género sigan campando por sus anchas. Demasiadas manadas. Un signo más de los tiempos que estamos viviendo.
La estrategia de defensa está resultando muy atrevida. Se basa en que hubo consentimiento de la víctima. Incluso, yendo más allá, algunos de los acusados han pagado un detective privado para probar que su vida posterior ha sido normal. El todo o nada. Invirtiendo lo ocurrido. La víctima, criminalizada. Los acusados, víctimas.
¿Y los medios de comunicación? Me refiero a esos que hacen de las noticias una mercancía. Donde aparecen esos tipos que crean una opinión cargada de misoginia y homofobia, la ideología androcéntrica del poder heteropatriarcal. Tipos que dudan, cuando no justifican ("Acoso, agresión sexual y violación: entre la denuncia y la justificación"). Que trivializan. Lo último, que yo sepa, lo de un tal Nacho Abad en un programa de una cadena televisiva conocida preguntando a la gente "¿Creéis que fue una violación o sexo consentido?".
Una manada que violó a una chica indefensa. Y muchas manadas que siguen actuando de otra manera para que la violencia sexual contra las mujeres y la violencia de género sigan campando por sus anchas. Demasiadas manadas. Un signo más de los tiempos que estamos viviendo.
miércoles, 15 de noviembre de 2017
España, un país de pandereta
La investidura de Mariano Rajoy como jefe de gobierno, con el apoyo directo de Ciudadanos y el indirecto del PSOE, fue justificada hace un año en base a dos motivos: para dar estabilidad política; y para poder controlar desde el Congreso al gobierno. Lo primero sí se ha dado en cierta medida, pero lo segundo ha resultado un chasco. Es el gobierno el que lleva la iniciativa, ayudado en gran medida por Ciudadanos, que en ocasiones, como está ocurriendo con la situación de Catalunya, lo supera por la derecha. El PSOE, por su parte, con frecuencia ha acabado apoyando al gobierno, siempre, eso sí, apuntando algún matiz que lo diferencie. Es verdad que el Congreso ha tomado iniciativas para derogar algunas medidas tomadas por el gobierno en la anterior legislatura o para formar algunas comisiones sobre temas de mayor o menor relevancia, pero al final las primeras las acaba dejando en suspenso y las segundas se quedan empantanadas.
El caso es que el gobierno sigue fuerte. Aun cuando disponga de una minoría parlamentaria en el Congreso, siempre encuentra un salvavidas en Ciudadanos o el PSOE. Y en el caso del Senado, donde dispone de mayoría absoluta, hasta encuentra el apoyo de sus socios de hecho en asuntos tan importantes como la aprobación del artículo 155 o el CETA, esto es, el acuerdo de libre comercio de la UE con Canadá.
El que los presupuestos no se aprueben, no importa, porque se prorrogan los anteriores, que tienen el sello del PP. Con ello se acompañan los recortes en educación, sanidad o dependencia. El que se siga incrementando la deuda externa no parece importar mucho, pues, en todo caso, hay garantía de seguir pagándola tras la reforma en su día del artículo 135. Que el dinero prestado a las entidades bancarias se haya perdido, tampoco importa. Como tampoco lo parece que se siga vaciando la caja de la Seguridad Social. La mayoría de quienes reciben las pensiones, aun cuando vayan mermando, se siente más segura votando al partido del gobierno o al PSOE, uno de los que le apoyan en lo fundamental. Y hasta la reforma la laboral, creadora de empleos precarios en duración, salarios y condiciones laborales, ha acabado consolidándose, cada vez más aceptada como un mal menor.
Y junto a todo esto, la corrupción del PP. La habida y la existente. La que se está dilucidando en los tribunales y la oculta. De la que sabemos cada vez más, pero que sigue pasando desapercibida o se minimiza por mucha gente.
Este es el país en el que vivimos. Ése del que se canta tanto eso del "¡Que viva España!". El país de pandereta, como apuntó hace algo más de un siglo Antonio Machado.
(Imagen: viñeta de Kalvellido)
El caso es que el gobierno sigue fuerte. Aun cuando disponga de una minoría parlamentaria en el Congreso, siempre encuentra un salvavidas en Ciudadanos o el PSOE. Y en el caso del Senado, donde dispone de mayoría absoluta, hasta encuentra el apoyo de sus socios de hecho en asuntos tan importantes como la aprobación del artículo 155 o el CETA, esto es, el acuerdo de libre comercio de la UE con Canadá.
El que los presupuestos no se aprueben, no importa, porque se prorrogan los anteriores, que tienen el sello del PP. Con ello se acompañan los recortes en educación, sanidad o dependencia. El que se siga incrementando la deuda externa no parece importar mucho, pues, en todo caso, hay garantía de seguir pagándola tras la reforma en su día del artículo 135. Que el dinero prestado a las entidades bancarias se haya perdido, tampoco importa. Como tampoco lo parece que se siga vaciando la caja de la Seguridad Social. La mayoría de quienes reciben las pensiones, aun cuando vayan mermando, se siente más segura votando al partido del gobierno o al PSOE, uno de los que le apoyan en lo fundamental. Y hasta la reforma la laboral, creadora de empleos precarios en duración, salarios y condiciones laborales, ha acabado consolidándose, cada vez más aceptada como un mal menor.
Y junto a todo esto, la corrupción del PP. La habida y la existente. La que se está dilucidando en los tribunales y la oculta. De la que sabemos cada vez más, pero que sigue pasando desapercibida o se minimiza por mucha gente.
Este es el país en el que vivimos. Ése del que se canta tanto eso del "¡Que viva España!". El país de pandereta, como apuntó hace algo más de un siglo Antonio Machado.
(Imagen: viñeta de Kalvellido)
martes, 14 de noviembre de 2017
Manifestaciones y manifestantes en Catalunya (según los medios)
Barcelona ha sido escenario de dos manifestaciones unionistas los días 9 y 29 de octubre. Sus organizadores y los medios afines han dado un número de asistentes en cada una en torno al millón. En la última incluso se ha llegado a aumentarlo a 1,2 millones y en algún caso, dos millones. Para la Guardia Urbana, sin embargo, los datos han sido muy distintos en las dos manifestaciones, cuantificando la asistencia en torno a 350.000. Curiosamente no se han publicado fotografías aéreas, más allá de planos generales, lo que podría dar una pista sobre la afluencia y dilucidar quién ha tenido razón.
El sábado hubo en la capital catalana una nueva manifestación, esta vez organizada por los grupos independentistas para reclamar la libertad de los miembros del govern y los líderes de la Asamblea Nacional Catalana y Omnium Cultural. Los datos ofrecidos por la Guardia Urbana han sido de 750.000 asistentes, cosa que parte de los medios de comunicación unionistas han dado por válidos, salvo algunos bien escorados a la derecha, que se han referido a miles. En cualquier caso, las portadas de los medios escritos son bastante elocuentes, minimizando la dimensión del acto.
De esta manifestación sí se dispone de fotos aéreas, como puede verse. Las hay también de
las reiteradas movilizaciones convocadas por el entorno independentista. Repito, este tipo de fotos permite acercarse a la afluencia real de manifestantes, lo que, a su vez, indica las diferencias que ha habido entre unas y otras de distinto signo.
Pude ver el sábado, a través de la red la retransmisión emitida por La Vanguardia, el momento final de la manifestación de Barcelona. La puesta en escena fue brillante. Y emotiva, al menos para quienes se sintieran identificados o identificadas con el motivo del acto. En él fueron apareciendo los cantos de "L'estaca" de Lluis Llach o "Qué volen aquesta gent?" de María del Mar Bonet; las interpretaciones orquestales de "Els segadors" o "El cant dels ocells"; la construcción de un castell humano; o las intervenciones de familiares de las personas detenidas.
Y una confesión de última hora: esta entrada la escribí el domingo. No la publiqué porque la consideré reiterativa sobre el tema catalán. Sin embargo, la lluvia de noticias de todo tipo y desde diferentes perspectivas me sigue llegando. Lógico, claro. Pero es cada vez me rechina ese nacionalismo españolista casposo y cada vez con tintes más fascistas. Ese que hace gala gritando eso de "yo soy español, español, español..."; bailando a los sones del "¡que viva España!" de Manolo Escobar; cantando un himno (monárquico) con su famosa letra del "o o o o...". Y eso sin olvidarme de las banderas del águila, los saludos fascistas o el canto del “Cara al sol”, cada vez más frecuentes. En fin, para qué seguir.En fin. para qué seguir.
(Imagen superior: fragmento de un montaje fotográfico de Christian González en Público); imagen inferior: fotografía publicada a través de las redes sociales)
domingo, 12 de noviembre de 2017
El asalto al Palacio de Invierno, un siglo después
Lo ocurrido el 7 de noviembre de 1917 marcó el fin de una época y el inicio de otra. Dos años después lo narró John Reed en sus Diez días que estremecieron el mundo (Madrid, Akal, 1982 / Barcelona, Diario Público, 2009) o en 1927, en el décimo aniversario, lo reflejó Sergei Eisenstein en su película Octubre. Un periodista norteamericano, Reed, que fue testigo de los hechos, que fue informando de los hechos en el momento a través de varios diarios de su país y que acabó haciendo de su célebre libro una crónica documentada de la revolución más trascendente del siglo XX. Y un cineasta, Eisenstein, que, ya genio en la creación del naciente cine mediante el montaje de imágenes y la expresividad de personajes, hizo del acontecimiento un relato épico que acabó convirtiéndose en un mito.
Leí el otro día una entrevista a la historiadora rusa Yulia Kantor, publicada en la revista Sin Permiso, donde cuenta cómo cayó el Palacio de Invierno, antiguo palacio de los zares y en ese momento sede del gobierno provisional surgido en febrero de 1917. Documentada en aspectos antes no escritos, publicados o investigados, nos muestra un asalto que adquirió una forma en parte distinta a la que se ha contado. Siendo la sede del gobierno provisional, también lo era de un hospital abierto ante las necesidades de la guerra. Un gobierno moribundo, porque la rebelión popular, imparable, iba minando su autoridad. Por eso se dejaron detener los pocos miembros que quedaban, como también la guarnición de defensa apenas hizo nada para detener el asalto. Al final, fuera de la toma del poder por el Soviet de Petrogrado, controlado por el Partido Bolchevique, "el Palacio de Invierno tuvo mejor suerte que el de Versalles durante la Revolución Francesa, más bien salió bien librado de los acontecimientos de 1917".
Las imágenes de Octubre nos ha ofrecido un momento de masas asaltando el Palacio de Invierno. En el fondo esas imágenes no han sido sino una metáfora de lo sucedido: unas masas, formadas por amplios sectores del campesinado, la clase obrera industrial y los soldados combatientes, que estaban movilizadas en las calles de las ciudades y pueblos de lo que fue el Imperio Ruso, reuniéndose para tomar discutir y decisiones, y para poner fin a un mundo que las había sojuzgado.
(Imagen: fotograma de la película Octubre, de Sergei Eisenstein)
Leí el otro día una entrevista a la historiadora rusa Yulia Kantor, publicada en la revista Sin Permiso, donde cuenta cómo cayó el Palacio de Invierno, antiguo palacio de los zares y en ese momento sede del gobierno provisional surgido en febrero de 1917. Documentada en aspectos antes no escritos, publicados o investigados, nos muestra un asalto que adquirió una forma en parte distinta a la que se ha contado. Siendo la sede del gobierno provisional, también lo era de un hospital abierto ante las necesidades de la guerra. Un gobierno moribundo, porque la rebelión popular, imparable, iba minando su autoridad. Por eso se dejaron detener los pocos miembros que quedaban, como también la guarnición de defensa apenas hizo nada para detener el asalto. Al final, fuera de la toma del poder por el Soviet de Petrogrado, controlado por el Partido Bolchevique, "el Palacio de Invierno tuvo mejor suerte que el de Versalles durante la Revolución Francesa, más bien salió bien librado de los acontecimientos de 1917".
Las imágenes de Octubre nos ha ofrecido un momento de masas asaltando el Palacio de Invierno. En el fondo esas imágenes no han sido sino una metáfora de lo sucedido: unas masas, formadas por amplios sectores del campesinado, la clase obrera industrial y los soldados combatientes, que estaban movilizadas en las calles de las ciudades y pueblos de lo que fue el Imperio Ruso, reuniéndose para tomar discutir y decisiones, y para poner fin a un mundo que las había sojuzgado.
(Imagen: fotograma de la película Octubre, de Sergei Eisenstein)
Los Sucesos de Casas Viejas, un libro de Salustiano Gutiérrez Baena
Ayer asistí a la presentación del libro de Salustiano Gutiérrez Baena Los Sucesos de Casas Viejas. Crónica de una derrota (Benalup-Casas Viejas, Beceuve, 2017). Tuvo lugar en el Teatro Municipal de Benalup-Casas Viejas y, de entrada, se caracterizó por dos cosas: la gran cantidad de público que asistió, lo cual muestra el interés que suscita el tema, tanto en el municipio como en otras partes; y la escenificación, en forma de coloquio a cuatro, fuera de las recurrentes disertaciones de quien hace la presentación protocolaria y quien protagoniza el acto.
Pero lo más importante fue el libro en sí, su contenido, lo que se cuenta en él, la forma de hacerlo, el enfoque metodológico, el objetivo principal... Todo eso es lo que fue saliendo en el coloquio entablado entre el editor de hecho, Francisco Alberto Sánchez Mazo; el compañero de trabajo y autor del Epílogo, José González Benítez; un historiador referente del anarquismo, José Luis Gutiérrez Molina; y el propio autor, Salustiano Gutiérrez Baena.
El libro trata de los Sucesos (con mayúscula, sí) acaecidos en enero de 1933 en Casas Viejas. Muy conocidos como tal acontecimiento, pero menos en sus detalles y, ante todo, como resaltó el autor, en lo que hubo antes y lo que vino después. Y es que para él sólo podemos entender en profundidad lo ocurrido si nos vamos a las causas, que prefiere llamarlas antecedentes, y consideramos las consecuencias, que prefiere llamarlas consecuentes. Si nos retrotraemos al siglo XIX y la conformación de un régimen político hecho a la medida de quienes detentaban la propiedad, que en buena parte del campo andaluz lo era de latifundistas; y seguimos, tras lo ocurrido en 1933, con el golpe militar de 1936, la guerra que le sucedió y la dictadura implacable subsiguiente. Siempre con el campesinado humilde, pero digno, como realidad sufriente. Por todo eso los Sucesos en sí ocupan poco espacio (entre una quinta y una sexta parte, dijo).
Es Salustiano un hombre alejado de la erudición, como reconoce en su libro y lo hizo en el acto. Por eso ha presentado su trabajo principalmente en forma de textos, en muchos casos reproduciendo las voces de sus protagonistas. En su mayor parte, víctimas, pero también, verdugos. O responsables o como se les quiera llamar. En todo caso el resultado es muy interesante, porque no le falta rigor, sino todo lo contrario. Está basado en un acopio de información, muy variada, que bebe de varias fuentes: las consultadas por él mismo en archivos, como, por ejemplo, el de Medina Sidonia, relativos a la estructura de la propiedad de la tierra o del poder municipal; en recursos prestados por historiadores, como el propio Gutiérrez Molina, tan valiosos para los sumarios represivos durante y después de la guerra; en los materiales recopilados por Jerome Mintz y aportados por su familia; en la gran cantidad de testimonios orales recogidos por él y por otras personas; en la también gran cantidad de imágenes de origen fotográfico recopilados, muy ricos en personajes; en la información aportada por los alumnos y las alumnas del IES Casas Viejas, donde trabaja desde 1992; en la consulta de obras bibliográficas y electrónicas; en la indagación en el mundo de la literatura, el periodismo o el cine, tan ricos en el tratamiento del tema...
No he podido leer todavía el libro en su totalidad, evidentemente, salvo el Prólogo de Gutiérrez Molina y el Epílogo de González Benítez; o, de él mismo, la Presentación, la Introducción, lo referido a la documentación o alguno de los personajes, como Francisco Estudillo Orellana, que acabó llegando a Barbate, logró rehacer su vida y donde finalmente murió. Pese a lo voluminoso del libro (800 páginas), acabaré devorándolo pronto y con gusto. Porque lo merece.
Enhorabuena, pues, a Salustiano.
Pero lo más importante fue el libro en sí, su contenido, lo que se cuenta en él, la forma de hacerlo, el enfoque metodológico, el objetivo principal... Todo eso es lo que fue saliendo en el coloquio entablado entre el editor de hecho, Francisco Alberto Sánchez Mazo; el compañero de trabajo y autor del Epílogo, José González Benítez; un historiador referente del anarquismo, José Luis Gutiérrez Molina; y el propio autor, Salustiano Gutiérrez Baena.
El libro trata de los Sucesos (con mayúscula, sí) acaecidos en enero de 1933 en Casas Viejas. Muy conocidos como tal acontecimiento, pero menos en sus detalles y, ante todo, como resaltó el autor, en lo que hubo antes y lo que vino después. Y es que para él sólo podemos entender en profundidad lo ocurrido si nos vamos a las causas, que prefiere llamarlas antecedentes, y consideramos las consecuencias, que prefiere llamarlas consecuentes. Si nos retrotraemos al siglo XIX y la conformación de un régimen político hecho a la medida de quienes detentaban la propiedad, que en buena parte del campo andaluz lo era de latifundistas; y seguimos, tras lo ocurrido en 1933, con el golpe militar de 1936, la guerra que le sucedió y la dictadura implacable subsiguiente. Siempre con el campesinado humilde, pero digno, como realidad sufriente. Por todo eso los Sucesos en sí ocupan poco espacio (entre una quinta y una sexta parte, dijo).
Es Salustiano un hombre alejado de la erudición, como reconoce en su libro y lo hizo en el acto. Por eso ha presentado su trabajo principalmente en forma de textos, en muchos casos reproduciendo las voces de sus protagonistas. En su mayor parte, víctimas, pero también, verdugos. O responsables o como se les quiera llamar. En todo caso el resultado es muy interesante, porque no le falta rigor, sino todo lo contrario. Está basado en un acopio de información, muy variada, que bebe de varias fuentes: las consultadas por él mismo en archivos, como, por ejemplo, el de Medina Sidonia, relativos a la estructura de la propiedad de la tierra o del poder municipal; en recursos prestados por historiadores, como el propio Gutiérrez Molina, tan valiosos para los sumarios represivos durante y después de la guerra; en los materiales recopilados por Jerome Mintz y aportados por su familia; en la gran cantidad de testimonios orales recogidos por él y por otras personas; en la también gran cantidad de imágenes de origen fotográfico recopilados, muy ricos en personajes; en la información aportada por los alumnos y las alumnas del IES Casas Viejas, donde trabaja desde 1992; en la consulta de obras bibliográficas y electrónicas; en la indagación en el mundo de la literatura, el periodismo o el cine, tan ricos en el tratamiento del tema...
No he podido leer todavía el libro en su totalidad, evidentemente, salvo el Prólogo de Gutiérrez Molina y el Epílogo de González Benítez; o, de él mismo, la Presentación, la Introducción, lo referido a la documentación o alguno de los personajes, como Francisco Estudillo Orellana, que acabó llegando a Barbate, logró rehacer su vida y donde finalmente murió. Pese a lo voluminoso del libro (800 páginas), acabaré devorándolo pronto y con gusto. Porque lo merece.
Enhorabuena, pues, a Salustiano.
viernes, 10 de noviembre de 2017
Acoso, agresión sexual y violación: entre la denuncia y la justificación
Están saliendo a la luz casos de acosos sufridos por mujeres del mundo del cine. Denuncias directas que provienen sobre todo de EEUU. Menos, por ahora, en otros países. Tímidas, en el nuestro. Casos que ponen de manifiesto una especie de tributo de la carne a pagar, sí o sí, a quienes hacen valer su poder sobre las mujeres. Productores, directores o actores de primera fila que consideran lícito obtener algún tipo de servicio gratis a cambio de permitir una vía libre para que puedan proseguir la carrera profesional. Gente como Harvey Wenstein, un depredador sexual que ha hecho a su antojo lo que ha querido. Origen
de la campaña #MeToo (“Yo, también”).
El acoso, la agresión sexual y la violación, como formas. Nada nuevo, perfectamente comparable con lo existente en otros ámbitos de la sociedad. Una manifestación más del poder heteropatriarcal. Una más, porque existen otras muchas, y entre ellas, el maltrato y hasta el asesinato. Llevamos cuatro en lo que va de mes y a lo largo del año, que se sepa, medio centenar.
Un poder, el heteropatriarcal, que tiene voz directa en los medios de comunicación de este país en el que vivimos, especialmente en determinados programas de televisión y radio. Para negar la veracidad de buena parte de las denuncias de violencia de género, para justificar casos de violencia directa, para jalear el acoso como un acto de libertad, para denominar las denuncias como fascistas, para insultar a las feministas como nazis... Son los Salvador Sostres, Alfonso Ussía, Javier Cárdenas, Bertín Osborne, Federico Jiménez Losantos, Carlos Herrera, Alfonso Rojo... Voceros de la misoginia, el sexismo y la homofobia. Expresión del machismo hispano. Y también, de la reacción política.
El acoso, la agresión sexual y la violación, como formas. Nada nuevo, perfectamente comparable con lo existente en otros ámbitos de la sociedad. Una manifestación más del poder heteropatriarcal. Una más, porque existen otras muchas, y entre ellas, el maltrato y hasta el asesinato. Llevamos cuatro en lo que va de mes y a lo largo del año, que se sepa, medio centenar.
Un poder, el heteropatriarcal, que tiene voz directa en los medios de comunicación de este país en el que vivimos, especialmente en determinados programas de televisión y radio. Para negar la veracidad de buena parte de las denuncias de violencia de género, para justificar casos de violencia directa, para jalear el acoso como un acto de libertad, para denominar las denuncias como fascistas, para insultar a las feministas como nazis... Son los Salvador Sostres, Alfonso Ussía, Javier Cárdenas, Bertín Osborne, Federico Jiménez Losantos, Carlos Herrera, Alfonso Rojo... Voceros de la misoginia, el sexismo y la homofobia. Expresión del machismo hispano. Y también, de la reacción política.
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