Se quejaba ayer Margarita Robles, portavoz del PSOE en el Congreso, que el gobierno no haya consultado a su partido el nombramiento del nuevo Fiscal General del Estado. Días pasados el PP negó que la comisión territorial del Congreso, formada a instancias del PSOE tras su apoyo a la aplicación del artículo 155, fuera a tratar la reforma de la Constitución. Ayer también Público se refirió al "secuestro" que la Mesa del Congreso, controlada por PP y Ciudadanos, está llevando a cabo con más de 30 leyes, con las que no están de acuerdo.
Resulta evidente que PP y Ciudadanos están muy compenetrados. También, que juntos suman una cuasi mayoría en el pleno de la cámara baja, que sí lo es en la Mesa, donde se cocina el día a día de los temas a tratar. Y que ambos partidos, pese a que pugnan soterradamente de cara a futuras confrontaciones electorales, han arrinconado al tercer socio del 155.
El PSOE quizás se sienta engañado después del esfuerzo hecho hace un mes para apoyar al gobierno. Una postura que calificó como de responsabilidad, de sentido de estado. Está buscando en ellos su rédito electoral, aprovechando la gran ola de nacionalismo español que se ha levantado como consecuencia del procés catalán. Las elecciones del próximo 21 de diciembre se han convertido en su prioridad. Y creen haber encontrado un nuevo nicho de votos en el pacto con lo que fue la antigua Unió Democrática de Catalunya. Una fórmula coyuntural de transversalidad entre socialistas y nacionalistas moderados no independentistas. No debemos olvidar que UDC fue, dentro de la coalición CiU, el partido más a la derecha y la mejor expresión de la burguesía catalanista.
Varias apuestas que podrán salir o no. Una, más lejana, la de hacer del Congreso una cámara de oposición a un gobierno en minoría, se ha quedado en humo. Como le ha ocurrido a su propuesta estrella de reforma constitucional al unísono de la aplicación del 155. Ahora falta por ver lo que pueda ocurrir el 21 de diciembre.
Lo que sí parece claro es que al PSOE de Pedro Sánchez, quien apostó por otras cosas en las primarias pasadas, lo han engañado. Sí, el señor Mariano y su junior Albert.