El segundo patio que se ha acondicionado recientemente en la Casa de la Memoria La Sauceda está dedicado a la Memoria Poética de la II República. Consta de varios paneles, en los que se reproducen los retratos que el brillante y original artista sanroqueño Andrés Vázquez de Sola realizó sobre escritores y escritoras que vivieron esos años, y que durante la guerra y lo que le siguió sufrieron los rigores, en distintas formas, del fascismo. Junto a cada retrato se ha añadido una breve semblanza y un texto literario.
En su mayoría, poetas. Así, pueden contemplarse a Rafael Alberti, Vicente Aleixandre, Dámaso Alonso, José Bergamín, el algecireño José Luis Cano, Luis Cernuda, León Felipe, Federico García Lorca, Miguel Hernández, Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Emilio Prados.
Pero no solamente. Están también el novelista Max Aub; el polifacético Francisco Ayala (narrador, ensayista, periodista...); el dramaturgo de la postguerra Antonio Buero Vallejo; el periodista cubano Pablo de la Torriente Brau; o el también polifacético Miguel de Unamuno (ensayista, novelista, poeta...). No falta dos mujeres: María Teresa León y María Zambrano. La primera, autora de cuentos, teatro, relatos o poesía. Y la segunda, filósofa y también poeta.
El texto seleccionado de María Teresa León, un fragmento de su autobiografía Memoria de la melancolía (1963), sintetiza con emoción y una excelente prosa el espíritu que se respira en el patio:
"Porque todos los desterrados de España tenemos los ojos abiertos a los sueños. León Felipe aseguró que nos habíamos llevado la canción en los labios secos y fruncidos, callados y tristes. Yo creo que nos hemos llevado la ley que hace al hombre vivir en común, la ley de la vida diaria, hermosa verdad transitoria. Nos la llevamos sin saberlo, prendida en los trajes, en los hombros, entre los dedos de las manos… Somos hombres y mujeres obedientes a otra ley y a otra justicia que nada tenemos que ver con lo que vino y se enseñoreó de nuestro solar, de nuestros ríos, de nuestra tierra, de nuestras ciudades. No sé si se darán cuenta los que quedaron por allá, o nacieron después de quienes somos los desterrados de España. Nosotros somos ellos, lo que ellos serán cuando se restablezca la verdad de la libertad. Nosotros somos la aurora que están esperando".



























