domingo, 29 de junio de 2014

Francisco, acerca de "los comunistas"

El papa Francisco no para en sus declaraciones sorprendentes. Y no precisamente por mostrarse como una persona rancia o asentada en la tradición oscura y estrecha de la institución que representa. En una entrevista al periódico Il Messaggero ha hecho alusión a la gente comunista en estos términos. "Los comunistas nos han robado la bandera. La bandera de los pobres es cristiana (...). Los comunistas dicen que todo esto [la pobreza] es algo comunista. Sí, claro, ¿cómo no?... Pero veinte siglos después [de la escritura del Evangelio]. Cuando ellos hablan, nosotros podríamos decirles: ¡Pero si sois cristianos!".

Con sus palabras resulta evidente que ha sido la Iglesia y buena parte de sus gentes quienes se han separado del principio evangélico que proclaman acerca de la humildad y la solidaridad. No se trata de discutir acerca de la naturaleza religiosa del comunismo o de negar a las religiones su presencia en la sociedad. Se trata de coadyuvar por un mundo mejor y antitético con los principios que rigen las sociedades clasistas. 

Buena decisión sobre Alberto Garzón

El Consejo Político Federal de IU ha designado a Alberto Garzón como secretario de Proceso Constituyente y Convergencia. Un reto tanto para la persona como para la organización. Una tarea compleja, pero que abre expectativas muy interesantes no sólo para IU, sino para el conjunto de la izquierda social y política, y, ente todo, para amplios sectores de la sociedad. La crisis política actual en España requiere plantearse retos atrevidos que permitan avanzar hacia la transformación en una dirección contraria al modelo neoliberal y con él, el de los intereses del bloque de poder que lo sustenta.

Supongo que la tarea que le ha encomendado IU está relacionada con la búsqueda mancomunada entre la izquierda de una identidad política que se adapte a la nueva realidad cambiante. Desde hace un tiempo en IU y determinados sectores sociales y políticos se viene hablando de la apertura de un proceso político constituyente. Uno de los pilares es la república, algo que se ha reactivado tras la abdicación de Juan Carlos I. Una república que contenga, de partida, su naturaleza democrática desde el principio de la electividad y revocabilidad en todas las instancias políticas, eliminando todo componente de privilegio tanto hereditario como adquirido por la manipulación de grupos cerrados. Una república que contenga un modelo de desarrollo económico equilibrado en lo social y en lo ecológico, defendiendo lo público frente a lo privado, y en contra del modelo neoliberal. Una república también que incorpore aspiraciones políticas y sociales igualitarias y de colaboración entre las personas, ampliando los derechos sociales y políticos.

Alberto Garzón es joven, bastante para lo que predomina en el mundo de la "alta política". Está muy bien formado y además en un campo, la Economía, que permite entender muy bien las claves del mundo actual. Se ha mostrado muy fructífero en su labor creativa, como autor o coautor -en colaboración con intelectuales sólidos como Vicenç Navarro y Juan Torres- de varios libros  y artículos. Desde muy joven ha estado involucrado en la vida política como militante comunista y activista de movimientos sociales, incluido el movimiento 15-M. Todo esto le ha llevado a ser elegido diputado por Málaga en 2011. Sus buenas dotes de comunicador han hecho que sea una persona conocida y con un prestigio en alza. 

La apuesta, de partida, es buena. Pero requiere que vaya acompañada del convencimiento general de la militancia de IU y de una progresiva renovación de personas en los diferentes órganos de dirección. Y con la conciencia siempre de que ningún grupo político es un fin en sí mismo.  

miércoles, 25 de junio de 2014

Una dimisión obligada

Willy Meyer ha dimitido como eurodiputado de IU. La razón es muy clara: ha contravenido el código ético de IU al haber suscrito un fondo de pensiones privado que opera en una sociedad de inversión de capital variable con sede en Luxemburgo. Él mismo ha declarado esta mañana que “en IU tenemos una oposición rotunda a una arquitectura financiera que intenta evitar que las empresas tributen a Hacienda”. Al error cometido, impropio en una formación de izquierdas, le ha seguido una postura que le honra. Lo siento por IU, que le van a llover por todos los lados. Pero la reacción habida en la organización y por el propio Meyer ha sido ejemplar.

sábado, 21 de junio de 2014

Ha muerto Nazario Aguado

He leído estos días que Nazario Aguado ha muerto. Dirigente del PTE (hasta 1975, PCEi), fue uno de los cuatro miembros que conformaron durante algunos años el buró político del partido y tras su unificación en 1977 con el PCU paso a ser uno de los seis del comité ejecutivo. Fue muy conocido durante los años de la transición, porque le correspondió ser la cara pública del PTE como interlocutor en los organismos políticos unitarios que se fueron formando desde 1974 por los grupos opuestos a la dictadura: Junta Democrática, Coordinación Democrática y Plataforma de Organizaciones Democráticas. Por eso en mayo de 1976 fue detenido y encarcelado junto con otros representantes de Coordinación Democrática. Como candidato a las elecciones, lideró en 1977 la lista del Frente Democrático de Izquierdas -todavía con el PTE ilegalizado- en Burgos y en 1979, la de Madrid, ya como PTE. Tras la unificación en junio con la ORT, que dio lugar al Partido de los Trabajadores, fue uno de los cuatro componentes de la presidencia colegiada. 

Vi dos veces a Aguado. Una, cuando visitó Salamanca en febrero de 1979 durante la campaña de las elecciones generales del 1 de marzo. Tras el mitin estuvo tomando una cerveza con un grupo de militantes en un bar de la ciudad, departiendo opiniones e impresiones. La otra, un año más tarde en Madrid, durante la asamblea de militantes que puso fin al PTE tras el fracaso de la unificación con la ORT. Después, todo fueron referencias por otras personas o rumores. Recuerdo el episodio que protagonizó en el Congreso desde la tribuna de gente invitada lanzando unas octavillas y gritando "esto es una farsa". Ahora he sabido que dos o tres años después fue condenado a no acercarse a la capital por un tiempo. También recuerdo que en los primeros años de los ochenta oímos que había vuelto a su Palencia natal y que se había reintegrado en la enseñanza, profesión que había abandonado por los imperativos de la vida clandestina. Hace unos años supe por la red que era dirigente del sindicato de enseñanza de CCOO en Palencia y de una controversia que tuvo con el delegado provincial de Educación. 

Cuando conocí la noticia de su fallecimiento he podido leer cosas que ya sabía de él y otras más, sobre todo de su vida tras el abandono de la militancia en un grupo político concreto. He leído, así, en palabras del concejal de IU en Palencia, que en cierta ocasión le confesó que no habiendo sido nunca militante de ese grupo, parecía que públicamente se le identificaba con él. También, que fue un profesor muy apreciado por su alumnado. He sabido que sobrevivió pocos meses a su madre, a quien había estado cuidando desde años. Incluso que llegó a viajar hasta Sevilla para despedirse de su amigo Eladio García Castro, antiguo secretario general del PTE, conocedor ya de la proximidad de su muerte ante el avance del tumor maligno que le dio la estocada.

Con Nazario Aguado se va una parte -muy digna- de la lucha por las libertades en este país, la misma que ha sido secuestrada por personajes que lo único que hicieron fue vampirizarla. Aunque había nacido en una cuna con recursos, puso su esfuerzo personal en la lucha por la clase obrera y por la gente más desfavorecida. Lejos ya de la intensidad con que vivió la vida política desde finales de los sesenta y a lo largo de los setenta, después siempre supo estar en el mismo sitio. Al fin y al cabo, fue un militante de la vida, la forma que tuvo Mario Benedetti de definir el compromiso político y social solidario.

(Fotografía: pertenece al archivo de los hermanos Vallejo Llamas y fue tomada en febrero de 1979 durante la visita de Nazario Aguado a Salamanca con motivo de la campaña electoral)

miércoles, 18 de junio de 2014

Beiras lanza un reto a la izquierda

Me ha gustado la entrevista a Xosé Manuel Beiras que ayer salió en Público. El político gallego destila una gran lucidez, que deriva no sólo de su inteligencia, sino de la capacidad que tiene para saber leer el signo de los tiempos. A lo largo de la misma hace un repaso de la actual coyuntura política que no tiene desperdicio. De todo lo hablado me voy a detener en dos aspectos. 

Siendo un político nacionalista, Beiras ha sabido desde su actual grupo político, Anova, impulsar alianzas entre nacionalistas y federalistas, como es el caso de Esquerda Unida, desde un criterio común: la izquierda social. Esto no supone para él que ningún grupo pierda su identidad, sino todo lo contrario, y permite crear un referente común. La Alternativa Galega de Esquerda (AGE) fue su plasmación para las elecciones gallegas de 2012, que tuvo como fruto unos resultados muy satisfactorios, al alcanzar el 14% de los votos y superar incluso al BNG. 

Recientemente Beiras ha sido el valedor de que esa alianza se mantuviera en las elecciones europeas, pese a las fuertes reticencias que tuvo en algunos sectores de su partido. El resultado ha sido que una componente de Anova ha salido elegida como parlamentaria europea, y, además, formará parte del grupo Izquierda Unitaria Europea (GUE-NGL), donde también se encuentran IU y Podemos.

Se muestra muy crítico con el sectarismo que existe en la izquierda, aludiendo también a aquellos grupos que ven incompatible las alianzas entre nacionalistas y federalistas, como ocurre con el BNG. Defiende por ello una mayor flexibilidad y realismo, y para corroborarlo se refiere precisamente a la decisión tomada por el representante de Los Pueblos Deciden, que es miembro de Bildu, que ha decidido integrarse en el grupo de Izquierda Unitaria Europea.

Todo esto lo resume en una frase, que a la vez es un llamamiento a la unidad: "ante una agresión de los fascismos y el capital financiero que se está dando en toda Europa y que maneja y manipula a las clases medias y trabajadoras, hay que señalar un punto de encuentro que sería: hay que terminar con las políticas austericidas, hay que terminar con las políticas ultraliberales, hay que terminar con esta forma de hacer política en la que los gobiernos gobiernan contra la ciudadanía".

El otro aspecto que quiero destacar es la situación creada en torno a la abdicación del rey. Y aquí de nuevo se muestra más que claro: la decisión tomada ha sido forzada por unas circunstancia políticas que se están volviendo adversas para los partidos del sistema. Sobre esto dice: "lo cogieron [al rey] por el cuello y le dijeron que había llegado el momento. Incluso la preparación de su comparecencia en televisión fue una chapuza total y absoluta. Existe el dato de que tuvieron que grabarlo dos veces porque rompió a llorar en medio de la primera. El rey fue forzado y uno de los impulsores fue Felipe González". No es Beiras una persona que tenga pelos en la lengua y de ahí lo rotundo de sus manifestaciones, incluyendo la apostilla que hace de González: "Fue un traidor en la transición y vuelve a serlo ahora".

Parece claro que las declaraciones hechas por el que fue jefe de gobierno entre 1982 y 1996 durante la campaña electoral, acerca de un gobierno de concentración PP-PSOE "si el país lo necesita", no resultaron una metedura de pata. En realidad fueron un anuncio de lo que ahora se está viendo en el asunto de la corona. Lo que siga, ya lo veremos.      

sábado, 14 de junio de 2014

El parlamentario del PSOE y la memoria republicana

El Parlamento de Andalucía votó ayer una propuesta de IU para solicitar al gobierno la convocatoria de un referéndum sobre "el modelo de estado". Las intervenciones de Ignacio García, diputado por Cádiz, marcaron sentido de dicha propuesta, que desde IU, como otros grupos políticos y movimientos sociales se inscribe dentro de la apertura de un nuevo proceso constituyente. 

García también expuso su contenido, que debe ser respuesta a las inquietudes de importantes sociales que demandan, además de la república, un nuevo modelo de organización territorial, la defensa de los derechos y de los servicios públicos, la aplicación de principios como la equidad, la sostenibilidad y igualdad de género, la transparencia y la ética de quienes administran lo público, la función social de la riqueza y la propiedad, con una mención especial al derecho a la vivienda.

PSOE y PP votaron lo mismo, es decir, rechazaron la propuesta de IU. Votaron en la misma dirección y con los mismos argumentos del miércoles en el Congreso, durante la votación de la ley orgánica sobre la abdicación de Juan Carlos como rey. PP y PSOE, juntos, como tantas veces y en asuntos de máxima trascendencia. Con un argumento, el del consenso constitucional, repetido hasta la saciedad. Y con referencias, muchas veces, peregrinas. Como la del portavoz del PSOE, Mario Jiménez, que dijo: "Los que murieron por la República no se merecen este debate de pin y de camiseta”. ¿No será lo contrario?

Coca Cola: una victoria, por ahora, de la lucha obrera

La corporación Coca Cola ha sufrido un serio contratiempo. No me atrevo a decir todavía que ha sido un varapalo, porque quedan más cosas que dilucidar. Pero la sentencia de la sala de lo social de la Audiencia Nacional ha sido, por ahora, muy clara: primero, declarar nulo el despido de más de mil trabajadores y trabajadoras -800, efectivos-, que ha provocado el cierre consiguiente de cuatro fábricas (Madrid, Mallorca, Alicante y Asturias); segundo, obligar a la readmisión en sus puestos de trabajo y el abono de los salarios no percibidos;  y además, censurar a la empresa por los motivos esgrimidos para presentar el ERE y por sus prácticas de esquirolaje.

Para los tiempos que corren, todo un logro. Y a ello no ha sido ajena la lucha de los trabajadores y las trabajadoras. Decidida. Haciendo gala de lo que ha sido históricamente la práctica del movimiento obrero.

He leído en Público lo siguiente: “El abogado de Coca-Cola Iberian Partners en este despido colectivo fracasado es Iván Gayarre, socio de Sagardoy Abogados y que fue el abogado jefe en materia social de la Abogacía del Estado. La ‘boutique' Sagardoy Abogados está especializada en Derecho del Trabajo y fue la principal asesora del Gobierno de Mariano Rajoy en la reforma laboral de 2012. Con ellos colaboró el despacho Cuatrecasas y Equipo Económico, la consultora fundada por Cristóbal Montoro a su salida del Gobierno de José María Aznar. Montoro se desligó de su empresa al acceder al ministerio de Economía, pero su director de Gabinete de la etapa aznariana, Francisco Piedras Camacho, firmó el informe técnico utilizado en el despido colectivo de las embotelladoras de Coca-Cola”.

Es una cita larga, pero, de ser cierta, muy reveladora de lo que está ocurriendo. Las relaciones entre grandes corporaciones y los gobiernos -en este caso el español-, con los despachos jurídicos al servicio de las primeras y y determinados cuerpos del funcionariado como nexo para desarrollar legislaciones retrógradas bajo el manto del neolibersalismo. Sorprende -por qué negarlo- que haya sido la Audiencia Nacional -eso sí, una sala específica: la de lo social- la que, de momento, haya parado la aplicación de esa legislación, al haber detectado serias vulneraciones de la legalidad.    

Repito: la sentencia de la Audiencia Nacional es alentadora, pero  está todavía por ver el alcance. También el de la lucha, muy valiente, de los trabajadores y las trabajadoras. Falta por saber si está en la línea que ha permitido que la clase obrera construyera a lo largo de dos siglos su autoestima como clase social –su conciencia de clase- y conquistara tantos logros sociales. Ahora la empresa seguirá pleiteando. Y cuidado con ello, porque es un terreno muy resbaladizo, por no decir peligroso. La lucha social necesita de esfuerzo y también de inteligencia.

Adelante, pues.

miércoles, 11 de junio de 2014

El desembarco de Normandía: a vueltas con la tergiversación histórica

Estamos de aniversario: hace 70 años, concretamente el día 6 de junio, se inició el desembarco de Normandía. Dramático aniversario. Y tergiversado acontecimiento. Para la historiografía occidental dominante, el momento decisivo, es decir, el inicio de una contraofensiva aliada protagonizada, en mayor medida, por tropas británicas y estadounidenses que abrirían la liberación de Francia, primero, Bélgica y Países Bajos, después, y la rendición de Alemania, finalmente. Para mucha gente lo ocurrido está reflejado en el mundo del cine realizado en Hollywood. El día más largo y tantas otras películas serían las crónicas de lo que acabaría siendo un paseo triunfal. Pero ¿fue así realmente en toda su dimensión? 

Un poco de historia

En 1941 una buena parte del el mundo estaba dominada por las conocidas como potencias del Eje: Alemania y Japón, y en un plano mucho menos destacado, Italia. Pero en ese año se sucedieron dos ataques de gran envergadura e importancia: en junio se inició la "operación Barbarroja", que supuso la invasión alemana de la URSS; y en diciembre tuvo ligar el episodio de Pearl Harbour, en las islas Hawai, con la aviación japonesa atacando a la principal base de EEUU en el Pacífico. Como consecuencia la situación bélica quedó totalmente alterada, lo que acabaría en poco tiempo marcando el signo de la guerra.

Alemania buscaba en la URSS el control de sus cuantiosos recursos naturales. Y esos objetivos parecía que iban a cumplirse desde el primer momento, toda vez que sus tropas llegaron rápidamente a las proximidades de Leningrado y Moscú, a la vez que ocuparon Ucrania. En la batalla de Stalingrado, sin embargo, iniciada en el verano de 1942, acabó siendo un serio contratiempo en los planes alemanes, convirtiéndose en el inicio de su declive tras la contraofensiva soviética en noviembre.

En el Pacífico, por su parte, se desarrolló una amplia e intensa guerra aeronaval entre EEUU y Japón, que, como estaba ocurriendo en el continente europeo, también se fue tornando dificultosa para Japón. Las victorias estadounidenses en el mar Coral y Midway lo corroboraron.

Más cerca, en el norte África, se desarrolló un tercer escenario bélico que también acabó mal para las potencias del Eje, especialmente Alemania. La derrota en El Alamein, en otoño, de las divisiones alemanas del Africa Corps frente a las británicas puso fin a su aventura por controlar la ruta mediterránea y diezmar el imperio colonial británico.

Las derrotas de las potencias del Eje durante 1942 abrieron un escenario muy diferente, de manera que a partir de 1943 la iniciativa pasó a los países que acabaron aliándose para combatir al enemigo: EEUU, Gran Bretaña y la URSS. Fue el año en que se sucedió una serie de contraofensivas, abriendo tres frentes en Europa (oriental, Balcanes y occidental), acabando con la presencia alemana en África y ampliando el campo de batalla en el Pacífico hacia el sureste asiático. En todas las zonas ocupadas se desarrolló, además, una la lucha guerrillera, que causó un hostigamiento permanente a las tropas alemanas, japonesas e italianas.

Eso fue el motivo para que Alemania y Japón, con una Italia pronto en fuera de juego, empezaran a resentirse del esfuerzo por mantener sus posiciones. Y aquí el papel jugado por EEUU y la URSS resultó muy importante, a la vez que diferenciado. EEUU contó con la ventaja de ver su territorio alejado del conflicto, por lo que mantuvo su territorio y su maquinaria productiva intactas, lo que le permitió incluso fortalecer la recuperación económica que habían empezado a notar a finales de los años treinta. La URSS, por su parte, empezó a beneficiarse del funcionamiento de la industria al este de los Urales, que apartó los recursos necesarios para hacer frente a la maquinaria de guerra alemana.

En julio de 1943 se produjo el desembarco norteamericano en Sicilia, a la vez que Mussolini era derrocado tras una conspiración del alto mando militar, con el general Badoglio al frente. Si bien la intervención alemana permitió que el dictador italiano pudiera formar una efímera república fascista en el norte de Italia, este país dejó de aportar la poca ayuda que hasta ese momento había dado.

En el frente oriental la situación resultó más decisiva. La batalla de Kursk en julio fue la llave principal para que la URSS acabara  recuperando Ucrania, lo que fue simultaneado por otras operaciones en la misma línea meridiana hacia el norte. El intento de contención del avance soviético hizo que cada vez fuera mayor el esfuerzo bélico alemán, por lo que el coste económico y humano se tornó elevadísimo por las dos partes. En los Balcanes las fuerzas guerrilleras, especialmente las  dirigidas por Tito y controladas por los comunistas, no dejaron de hostigar la presencia alemana.

A finales de este año tuvo lugar también la Conferencia de Teherán, donde por primera vez los representantes de las tres potencias aliadas se sentaron juntos para coordinar las acciones de guerra y plantear sus reivindicaciones tras el fin de la guerra. La URSS puso de relieve su intenso esfuerzo bélico, cuyo resultado era que se estaba llevando la mayor parte de las víctimas y de la destrucción material, razón por la que pidió, una vez más, la apertura de un frente occidental más decidido.

En 1944 prosiguieron los avances del ejército soviético, que en el verano ya había recuperado sus fronteras y se puso a las puertas de Varsovia. No tener en cuenta este hecho sería, además de injusto, no poder entender la realidad, pues fue el factor principal del éxito en el mes de junio del avance estadounidense en Italia y la toma de Roma, y del desembarco estadounidense y británico en las costas de Normandía.

A partir del 6 de junio en pocas semanas liberaron Francia, con la toma de París en agosto, y Bélgica, situándose en la frontera de Alemania. Pero no fueron las únicas fuerzas que actuaron. Ya desde 1941 el maquis francés, con una importante presencia española, había organizado una fuerte resistencia que fue en aumento y acabó participando en el avance anglo-americano. Las tropas aliadas occidentales llevaron a cabo paralelamente bombardeos masivos contra varias ciudades alemanas (Dresde o Leipzig quedaron destruidas).

En los Balcanes Tito tomó Belgrado. Y en el Pacífico EEUU siguió llevando la iniciativa frente a Japón con una estrategia de control de puntos clave, basándose en su superioridad aérea.

En abril de 1945 las tropas soviéticas, al mando del general Zukov, entraron en Berlín. Hitler cedió el mando al almirante Doenitz y en los primeros días  de mayo se firmó la capitulación. En Asia EEUU ocupó la isla de Okinawa en abril y con el lanzamiento de las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki los días 6 y 9 de agosto forzó la capitulación definitiva de Japón.

Un balance

A la hora de hacer un balance de la destrucción humana y material nos enfrentamos con una gran disparidad en los datos, en gran parte por lo difícil de la tarea,  pero también por su manipulación e, incluso, el ocultamiento consciente. Nadie ha puesto hasta ahora en duda que  la URSS fue el país que más víctimas y mayor destrucción tuvo. Tampoco que hubo países más pequeños (como Polonia o Lituania, entre otros) que en términos relativos sufrieron más. En el caso de Alemania resulta obvio que tuvo que pagar un fuerte tributo por su osadía expansionista. En todo caso muy superior al de las dos potencias occidentales, esto es, EEUU y Gran Bretaña.

Y aquí es donde viene la tergiversación histórica, desde el momento en que de hecho se resalta la actuación de estos países, especialmente en Europa, a la vez que se oculta, como una forma descarada de minusvaloración, el papel jugado por la URSS.

El historiador ruso Guennadi Bordiugov [1] escribió el año pasado un artículo en el que hace un balance, cuyos datos resultan demoledores, dando una idea del esfuerzo bélico de cada uno de los contendientes: “Según cálculos de hoy en día, el Ejército Rojo derrotó en el frente oriental 674 divisiones (508 de la Wehrmacht y 166 aliados de la Wehrmacht). El ejército anglo-norteamericano en África del Norte se enfrentó de 1941 a 1943 a entre 9 y 20 divisiones, en Italia de 1943 a 1945 fueron entre 7 y 26 divisiones y en Europa Occidental, después de que se abriera el frente occidental en 1944, entre 56 y 75 divisiones”. Añade otros datos que complementan su balance, como que en el frente oriental las pérdidas alemanas alcanzaron el 73% del total y que estas bajas fueron cuatro veces más altas que en los frentes donde actuaron los aliados occidentales; que el número de divisiones alemanas o de sus aliados derrotadas en el frente oriental fue de 607 frente a las 176 de los otros frentes europeos; o que en el frente oriental la Wehrmacht perdió el 70% de todos los aviones durante la guerra, el 75% de los tanques y el 74% de la artillería. 

Recientemente se ha vuelto a publicar un artículo del periodista Rafael Poch [2] donde redunda en esos datos, que cualitativamente no son muy diferentes, aportando algunos muy reveladores: “En las playas de Normandía se registraron 10.000 muertos aliados, 4.300 de ellos británicos y canadienses y 6.000 americanos. En las grandes batallas del este, los muertos se contaban en centenares de miles. En la batalla de Moscú participaron unos 3 millones de soldados y 2.000 tanques. La URSS utilizó allí la mitad de su ejército, Alemania una tercera parte. En El Alemein, una batalla importante del otro frente, los alemanes disponían entre 60.000 y 70.000 soldados”.

¿Qué más se puede añadir?




[1] Bordiugov, Guennadi (2013). “Las cifras de la victoria frente a la máquina de guerra nazi”, en Rusia hoy, 24 de junio. 

[2] Poch, Rafael (2014). “Aniversario en la vieja Europa: otra vez Normandía”, en
La Vanguardia, 5 de junio, publicado con anterioridad en Diario de Pekín el 4 de junio de 2004.

martes, 10 de junio de 2014

Gracias a Tercera Información

El diario digital Tercera Información ha publicado esta tarde el artículo mío "Unas elecciones europeas sustanciosas"Días pasados fue saliendo en este cuaderno en tres entradas, concretamente el 28 de mayo, el 1 de junio y el 7 de junio, estando dedicadas, respectivamente, a España, la Unión Europea y Andalucía. Para esta ocasión lo he fundido en un solo artículo, he hecho unos pequeños retoques y he alterado el orden de análisis, desde el ámbito más amplio de la UE hasta el más pequeño, el andaluz. Me alegro que Tercera Información lo haya publicado y he de reconocer, además, la celeridad con la que lo ha hecho. 

domingo, 8 de junio de 2014

Éxito de la cadena humana vasca por la autodeterminación

Esta mañana se ha formado en Euskal Herría una cadena humana pidiendo el derecho del pueblo vasco a decidir su futuro. Ha sido organizada por la plataforma Gure Esku Dago (Está en Nuestra Mano), que ha resumido los objetivos marcados en el lema "Somos una nación, tenemos derecho a decidir, es la hora de los ciudadanos y ciudadanas". 

La participación ha sido de decenas de miles de personas y según fuentes de la organización se habría superado el número de cien mil que han unido así los 123 kilómetros que separan las localidades de Durango, en Vizcaya, y Pamplona, en Navarra. Precisamente por las características de la movilización, dada la dimensión del recorrido, se espera recibir más datos, que podrían elevar los ya ofrecidos. Pese a todo, se considera que ha sido un éxito, tanto por su desarrollo como por haber estado por encima de las previsiones iniciales en cuanto al número de participantes, que se habían cifrado en 50.000. 

El acto ha contado con el apoyo de numerosos grupos políticos, sociales, sindicales y culturales. Entre los grupos políticos, además de los que conforman la izquierda abertzale, han sido apoyada por Podemos y Ezker Batua/Berdeak, junto con el sindicato CGT, pero no así por Ezker Anitza/Izquierda Plural, referente de IU en la comunidad vasca, e Izquierda Unida de Navarra. A título personal han asistido dirigentes del PNV, CCOO e incluso PSE-PSOE. 

sábado, 7 de junio de 2014

Unas elecciones europeas sustanciosas. 3, Andalucía

El PSOE ha ganado en Andalucía: 35,1%, superando en casi diez puntos al PP, que se ha quedado en el 25,9%.

Los grupos a la izquierda del PSOE que han obtenido representación en la eurocámara (IP/IU, Podemos, Primavera de los Pueblos/Equo) han sumado el 20%, por lo que el conjunto de la izquierda ha alcanzado el 55%.


Los grupos de la derecha (PP, UPyD, C's y Vox) han obtenido el 36%.


El Partido Andalucista se ha quedado en un raquítico 1,7%. 


El bloque de la izquierda, pues, ha sido claro ganador sobre el de la derecha, con una diferencia de casi veinte puntos.


Las provincias


En siete provincias ha ganado el PSOE y el bloque de la izquierda, con números que superan claramente el 50% de los votos en el último caso.

Almería ha sido la excepción, donde el PP (35,1%) ha sido el partido más votado, si bien por bloques ha habido un empate (47,1%).  


El PSOE ha obtenido los mejores resultados en Jaén (42,8%) y Huelva (41,3%), mientras que los peores, en torno al 30%, han sido los de Málaga y Cádiz.


Los grupos a su izquierda han superado el 20% en Cádiz, Málaga, Sevilla y Córdoba, mientras que en Almería y Jaén, con los peores resultados, han estado ligeramente por encima del 14%.  


En el conjunto de la izquierda destacan Sevilla, Huelva y Jaén (en torno al 58%), siendo Almería (47,1%) y Málaga (51,3%) donde ha tenido peores resultados.


El PP sólo ha superado su media andaluza en Almería, Córdoba y Granada, y el conjunto de la derecha lo ha hecho en Almería, Cádiz, Granada y Málaga.  


Las ciudades más pobladas


El PSOE ha ganado en 22 de las 35 ciudades mayores de 40.000 habitantes, el PP lo ha hecho en 12 y en una (San Fernando) han empatado los dos partidos. 


El PSOE ha obtenido sus mejores resultados en Utrera (45,6%), estando el resto de ciudades por debajo del 40%. 


En el PP destaca El Ejido (44,7%) y ha superado el 30% en Almería, Roquetas, Jaén, Fuengirola, Torremolinos, Córdoba y Granada. 


El conjunto de la izquierda, a su vez, se ha hecho con la mayoría en 27 ciudades y la derecha, en 8. 


La izquierda ha superado la barrera del 50% en 18 y en otras 3 está por encima del 60% en Puerto Real (65,8%), Sanlúcar de Barrameda (62,6%) y Utrera (60,6%).


La derecha ha superado la mitad de los votos en El Ejido (54,4%), Roquetas (61%) y Granada (51,2%), y se ha acercado en Almería, Jaén, Fuengirola y Torremolinos. 


Entre las capitales de provincia el PP ha sido el grupo más votado en 5 (Almería, Cádiz, Córdoba, Granada y Jaén), mientras que el PSOE lo ha sido en las 3 restantes (Huelva, Málaga y Sevilla).

Por bloques, la izquierda ha ganado en 5 capitales, añadiendo Cádiz y Córdoba, que son las que pierde la derecha.


Entre las 10 ciudades más pobladas el PSOE ha ganado en 6 (Sevilla, Málaga, Jerez de la Frontera, Huelva, Marbella y Dos Hermanas) y el PP en 4 (Córdoba, Granada, Almería y Cádiz).


Por bloques, la izquierda ha ganado en 8, añadiendo Córdoba y Cádiz, que son las que ha perdido la derecha.


La recuperación del PSOE


El PSOE ha recuperado la hegemonía en la comunidad, después de los traspiés sufridos entre 2011 y 2012 en las elecciones municipales, generales y autonómicas.


En esta ocasión se ha erigido en la fuerza política más votada en 7 provincias, en 6 de las 10 ciudades más pobladas y en 22 de las 35 ciudades con más de 40.000 habitantes. A ello hay que unir unos resultados rotundos en el medio rural, donde se puede decir que en la mayor parte de los pueblos y las pequeñas ciudades ha arrasado. 


No obstante, con algo más de la tercera parte de los votos estaría todavía lejos de poder obtener una mayoría absoluta en la comunidad que le permitiera gobernar en solitario. Tampoco los resultados del PA (que con el 1,7% quedaría otra vez fuera del parlamento) le podrían dar el apoyo necesario para gobernar en coalición, como ocurrió entre 1996 y 2004.  


El fracaso del PP y de la derecha


El PP, por el contrario, ha sido el gran derrotado, perdiendo la posición de liderazgo conseguida entre 2011 y 2012. A ello hay que unir que el resto de grupos de derecha no ha compensado esa bajada, por lo que el PP y el conjunto de la derecha han quedado relegados a un papel secundario, con serio peligros de volver a fracasar en los siguientes comicios.


La provincia de Almería es donde el PP y, por extensión, la derecha ha obtenido mejores resultados: ha ganado en las 5 ciudades mayores, 3 de las cuales están entre las 35 mayores de Andalucía (Almería, Roquetas y El Ejido). En las otras ciudades y en el medio rural, sin embargo, el PSOE, sobre todo, y el resto de grupos de izquierda han conseguido neutralizar esa ventaja hasta igualar los resultados.

En la provincia de Málaga llama la atención la mayor presencia del PP y la derecha en los municipios costeros, destacando Fuengirola, Torremolinos y Rincón de la Victoria, donde el PP es el grupo más votado y el conjunto de la derecha, también.
  
Entre las capitales de provincia el PP ha ganado en Almería, Granada, Jaén, Córdoba y Cádiz, y en las tres primeras lo ha hecho también la derecha.

La subida de IP/IU y Podemos

Los grupos más a la izquierda (IP/IU, Podemos y también, aunque en menor medida, Primavera de los pueblos/Equo) han superado al PSOE en 3 de las ciudades más pobladas, que son Cádiz (28,1%: 6,5 puntos por encima), Córdoba (25,1%: 3), El Puerto de Santa María (24,9%: 4) y Puerto Real (35,8%: 6); han quedado a poca distancia en Málaga (23,2%: dos puntos por debajo), Benalmádena (22,9%: 0,6) y Rincón de la Victoria (21,5%: 0,7); y han quedado en el mismo nivel en San Fernando (24%). 


En otras ciudades, aunque la diferencia ha sido claramente favorable al PSOE, la suma de los grupos a su izquierda ha superado el 20%: Jerez de la Frontera (24,3%). Algeciras (22,7%), Chiclana (20,2%), Sanlúcar de Barrameda (29,2%), Huelva (20,4%), Linares (20,5%), Estepona (20%), Mijas (20,5%), Sevilla (21%), Alcalá de Guadaíra (21,4%), Dos Hermanas (24,4%) y Mairena del Alfarafe (25,4%).


En la competencia entre IP/IU y Podemos, la primera ha tendido a obtener mejores resultados: en el total de Andalucía (4,5 puntos de diferencia); en las 8 provincias; en 5 capitales: Almería, Granada, Córdoba, Málaga y Huelva; en 8 de las 10 ciudades mayores: las anteriores más El Puerto de Santa María, Marbella y Dos Hermanas; y en 25 de las 35 más pobladas. 


Podemos, por su parte, ha superado a IP/IU en 4 de las ciudades más pobladas: las gaditanas Cádiz, Algeciras, Puerto Real y San Fernando. Y en otras 5 los dos grupos han tenido resultados similares: Jerez de la Frontera, Jaén, Sevilla, Alcalá de Guadaíra y Mairena del Aljarafe.  


En las ciudades pequeñas y el medio rural IP/IU ha sido claramente superior a Podemos en casi todos los casos. No debemos olvidar que entre el conjunto de las fuerzas políticas IP/IU ha sido la más votada en 15 municipios y en 106 ha quedado en segunda posición, en todos los casos correspondiendo con ciudades pequeñas y pueblos. 


Entre los pueblos con mayoría de IP/IU destacan los emblemáticos Marinaleda (72,7%), Trebujena (57,7%), Torredonjimeno (51,2%) o El Coronil (38,5%). Y entre los municipios donde ha sido la segunda fuerza se encuentran Sanlúcar de Barrameda, Los Palacios y Villafranca, Santiponce, Morón, La Rinconada, Conil, Medina Sidonia, La Algaba, Puebla de Cazalla, Jódar o Pinos Puente, entre otros.


El mundo jornalero ha aportado a IP/IU un significativo número de votos. En algunas zonas, además, tiene relación con la pertenencia de la Candidatura Unitaria de Trabajadores (CUT) a IU, que a su vez tiene una importante influencia en el SAT-SOC y desde él, en numerosos pueblos del sur de Sevilla, norte de Cádiz y Málaga, y oeste de Córdoba.

Lo legal no es siempre democrático

Cuando se oye hablar a la dirigencia del PP y el PSOE, así como a los medios de comunicación del sistema, en asuntos como la consulta a la ciudadanía en asuntos importantes, como la relación de Cataluña con España o, más recientemente, sobre la monarquía o la república, salen al unísono con un argumento: no es legal, porque no lo contempla la Constitución. Incluso el fiscal general del estado ha llegado a decir, en un exceso de celo legalista y fidelidad monárquica, que lo que la Constitución no contempla, no existe. Hace unos meses la presidenta de la Junta de Andalucía expuso el mismo argumento cuando tomó la decisión de retirar las competencias en Vivienda a la consejera de IU. Según esto, pues, la legalidad o el imperio de la ley -algo que han retomado algunos voceros del PP, recuperando así una expresión muy del gusto del franquismo- está por encima de todo, algo que nos repiten continuamente.

Pues bien, hete aquí que la decisión de Juan Carlos I de abdicar en favor de su hijo Felipe está trayendo algún quebradero de cabeza a quienes se sienten en la obligación de certificar la operación. Uno de los problemas es el de buscar la fórmula para aforar al futuro exrey, pues esa posibilidad no está contemplada en la carta magna española. Y, claro, no proteger a una persona que ha resultado inviolable hasta ahora podría significar un grave riesgo. 

Otro de los problemas deriva de algo que en algunos medios juristas no se entiende: la necesidad de elaborar una ley orgánica para que quede aprobada la abdicación del monarca, ya en funciones, y la sucesión por su hijo. Por ello se está hablando de chapuza o, más concretamente, de chapuza exprés. Veámoslo.

Según se dice en esos medios, lo que ha sido una decisión personal no puede convertirse en otra por parte de las Cortes, por muy parlamentaria que sea la institución bicameral. En el proyecto de ley orgánica que está elaborando el gobierno para su presentación posterior en el Congreso y el Senado, se están exponiendo motivos que no se basan en la Constitución, sino en precedentes constitucionales del siglo XIX (los textos de 1845, 1859 y 1875) y "con variaciones de otros precedentes". Es decir, se quiere justificar la abdicación desde el pasado, pero se olvida uno más reciente, al que se refieren como el etéreo "otros precedentes", que no son otros que los derivados de la relación de Juan Carlos con el franquismo, cuando juró los Principios Generales del Movimiento tanto en su aceptación como sucesor del Generalísimo, en 1969, como en su coronación como rey, en 1975. 

Pero hay más y es ahora el Senado el que se ha involucrado en el juego de despropósitos. Resulta que la mesa de esta institución ha convocado para el día 19 de junio un pleno con el fin de tratar la ley orgánica que -previsiblemente- aprobará el Congreso el día 11. Es más, hasta el reglamento de la cámara lo dice con claridad en su artículo 129: "Cuando la naturaleza de un proyecto o de una proposición de ley, remitidos por el Congreso de los Diputados, lo aconseje, o su simplicidad de formulación lo permita, el Pleno de la Cámara, a propuesta de la Mesa, oída la Junta de Portavoces, podrá acordar que se tramite directamente y en lectura única". ¿Y dónde está el documento legal para que se haya convocado un pleno? Es decir, que se ha hecho una convocatoria sobre algo que todavía no existe. ¿Es eso legal? 

Está claro que lo de las legalidades se utiliza según convenga. Para alguna gente, partidos o medios de comunicación sólo sirve para negar realidades y con ello, negar derechos y más democracia. Pedir que la ciudadanía catalana se exprese sobre su relación con el conjunto del estado o que la ciudadanía española haga lo propio sobre si prefiere que la jefatura del estado se base en el privilegio de una familia o tenga carácter electivo, se considera que están fuera de la legalidad. Enfrentan a ésta a lo que no dejan de ser actos democráticos supremos. Se llenan la boca de la palabra legalidad y la equiparan a democracia. Pero lo que en realidad están haciendo es mostrar su faceta antidemocrática.    

martes, 3 de junio de 2014

¿Qué está ocurriendo en el PSOE?

Las últimas elecciones han sumido al PSOE en una mayor desesperación. La sangría de votos que se inició en las municipales y autonómicas de 2011 no se ha detenido. La mejoría en Andalucía y Extremadura resulta insuficiente. Está dejando de ser el referente de una parte de la izquierda que incluso le votaba con las narices tapadas. Ya no tiene las cohortes de periodistas que le adulaban y le hacían el juego para destruir cualquier conato de alternativa por su izquierda. La cúpula dirigente, sin embargo, se ha enrocado en un continuismo que está provocando la desesperación e incluso la exasperación de buena parte de la militancia. Felipe González ha vuelto a salir a la palestra para marcar territorio. Como un hombre clave del sistema mencionó en plena campaña lo de la gran coalición. Y aunque lo desmintió después con la boca chica, ante la reacción de la candidata y consciente del perjuicio electoral, ha vuelto a la carga una vez finalizada. La dirección del partido está buscando la fórmula para controlar a quien haya de liderarlo. Han tenido que ceder a su pretensión inicial de convocar un congreso que eligiera al nuevo secretario general, desechando así las tan prometidas primarias. Se han centrado en la figura de Susana Díaz para evitar salidas que puedan considerar extemporáneas. Sí, la actual presidenta de la Junta de Andalucía, que no tuvo empacho en retirar las competencias a la consejera de Vivienda cuando vio a dónde podía llevar su gestión tras lo ocurrido con la Corrala Utopía sevillana. En la militancia, sin embargo, mucha gente quiere cambios. Parece que quieren algo más que caras nuevas. Perciben mejor que su cúpula que la sociedad va por otro lado. Que se está acabando el sistema del 78 y que el felipismo, su mejor adalid, ya es tiempo pasado. Ayer se pudieron ver banderas del PSOE en las concentraciones republicanas, demandando un referéndum constituyente. Aquí, en la de Barbate, había miembros del partido y de las juventudes. Enric Sopena, director El Plural, felipista en los tiempos de esplendor y hasta prácticamente ayer, ha sacado un artículo que no tiene desperdicio: ¿Cómo defender a los reyes que surgen de la biología y no de las urnas?. En él hace un repaso a la actual crisis, desechando la monarquía por obsoleta, y al final escribe una frase lapidaria dirigida a Rubalcaba y su equipo: "da la impresión, una vez más, de que el PSOE es un partido dinástico y no obrero".

lunes, 2 de junio de 2014

La abdicación: ¿por qué?

El rey Juan Carlos I ha abdicado. Teniendo en cuenta que a principios de año dijo que no lo iba hacer, lo que corresponde ahora es saber por qué ha cambiado de idea. Llama la atención que haya sido a los pocos días de las elecciones europeas, en las que PSOE y PP, los dos pilares parlamentarios principales sobre los que se sustenta la monarquía y el sistema político levantado durante la Transición, no han llegado al 50% de los votos depositados y sobre el total del electorado se han quedado en torno al 20%. El PSOE, por su parte, está conociendo una crisis muy grave. No olvidemos que quizás haya sido el partido más decisivo a la hora de mantener la monarquía. De esas filas salió la fórmula del juancarlismo, que ha pretendido ser una forma de accidentalismo monárquico. El felipismo tuvo en ello uno de sus fundamentos. Y Rubalcaba es el hombre que mejor representaba esa continuidad. Otro de los pilares del sistema, la Cataluña autonómica de CiU y el PSC, está derrumbándose, desde el momento en que el soberanismo se ha hecho mayoritario entre los grupos políticos y la sociedad catalana. En el País Vasco las cosas también han cambiado. El cambio estratégico en la izquierda abertzale y el fin de la lucha armada de ETA ha alterado el escenario político. El mapa político vasco está transformándose poco a poco y con ello la agenda política. Hace unos el Parlamento Vasco ha hecho una proclamación por la soberanía.

Por otro lado, no debemos olvidar que la popularidad de la monarquía, según los datos del CIS, ha ido bajando progresivamente con el tiempo hasta situarse en la actualidad con los 3,7 puntos sobre 10. A ello no son ajenos dos escándalos que saltaron a la opinión pública hace un par de años: los casos de corrupción en los que están relacionados su yerno Iñaki Urdangarín y su hija Elena de Borbón, y el asunto de la caza de elefantes en Botswana y la compañía de la tal Corina. Junto a ello, la imagen que viene dando desde que está siendo operado una vez tras otra no le favorece, en la medida que aparece como un monarca limitado física y hasta mentalmente. 

Juan Carlos I contó con la ayuda de varios aparatos poderosos: EEUU, el ejército, las finanzas, los partidos del sistema y los medios de comunicación. La imagen de timonel de la Transición y del salvador en el golpe de estado del 23 de febrero de 1981 ha sido escrupulosamente cuidada, cuando no distorsionada, durante décadas, hasta el punto que por ello se le han perdonado numerosos y variados asuntos turbios, desde los líos de faldas hasta los financieros. No sabemos de su fortuna, pero sí de los tejemanejes y demás eventos que se ha traído con personas muy allegadas que, en algunos casos, han tenido que traspasar el otro lado de las rejas (los Prado y Colón de Carvajal, De la rosa, Conde, Díaz Ferrán...) y, cómo no, con sus amigos los emires del Golfo. Pese a ello, con el paso del tiempo se ha ido relajando la protección de su imagen. El libro reciente de Pilar Urbano sobre Adolfo Suárez es un buen ejemplo de cómo su figura se está desacralizando incluso entre quienes participaron en la construcción de la campana de cristal que la protegía.

Con la abdicación puede que se esté buscando un recambio en la figura de su hijo Felipe como una forma de dotar a la institución monárquica de una imagen más moderna y rejuvenecida. Una forma de poner freno a una sangría. Peor el futuro nuevo rey -¿lo será?- tiene, de partida, dos obstáculos: no dispone de la legitimidad de la que fue conferido su padre y cuenta con una opinión pública que ve cada vez más la institución que encarna como un anacronismo.

¿Supone todo esto el principio del fin del sistema político levantado durante la Transición y basado en la Constitución de 1978?  Mucha gente, por el momento, está en la calle mostrando su anhelo por la Tercera República. Está por ver.
          

Concentraciones por la Tercera República

No sé cuánta gente habrá ahora en la calle en pro de la Tercera República. La abdicación de Juan Carlos I en la figura de su hijo Felipe ha abierto un pulso político. Los medios de comunicación del sistema están llenando las pantallas, las ondas y las páginas escritas de panegíricos del hasta ahora último rey borbón. En los medios alternativos y las redes sociales se está haciendo un llamamiento para la movilización ciudadana. Por la red estoy siguiendo en la televisión de Público la retransmisión en directo de la concentración de la Puerta del Sol. La misma que el 14 de abril conoció en 1931 la proclamación de la Segunda República. Hay mucha gente. Cada vez más. ¿Hasta cuándo? Son cientos, si no miles, las convocatorias hechas por distintos pueblos y ciudades del país. Son miles y miles de personas, y habrá que ver cuántas más pueden estar en la calle mostrando un anhelo democrático. Hace media hora he regresado de la que ha tenido lugar en Barbate, donde medio centenar de personas nos hemos congregado frente al ayuntamiento. Gente variada, jóvenes y menos jóvenes, caras conocidas y otras desconocidas para mí, donde no han faltado simpatizantes y militantes de IU, de las Juventudes Socialistas, del PSOE -sí, de ese partido: ¿por qué?- o del PA. Ha habido banderas tricolores, se ha leído un manifiesto y se ha pedido un referéndum. No ha faltado la guardia civil, que ha merodeado por el lugar tomando notas y haciendo llamadas. Puede que se esté abriendo un nuevo tiempo político y hasta histórico. Todo se verá, pero la gente tiene ganas de acabar con un anacronismo y con él, un sistema, el del 78, que parece que se está agotando. La Tercera puede llegar. 

domingo, 1 de junio de 2014

Unas elecciones europeas sustanciosas. 2, Unión Europea

Los resultados de las elecciones europeas del domingo pueden abordarse desde diferentes perspectivas: desde la izquierda hasta la derecha; desde el total europeo hasta los resultados dentro de cada país; desde los grupos más votados hasta los menos; desde los que han perdido votos hasta los que los han ganado; desde los que quieren alguna forma de construcción europea hasta los que si no la niegan, se muestra al menos escépticos; desde los que defienden el actual modelo neoliberal hasta los que ofrecen otro modelo alternativo... 

La participación

La gente que ha acudido a las urnas ha sido el 43,1% del electorado, similar a hace cinco años e inferior a las anteriores. No obstante, los niveles han variado por países. Los más elevados han sido los de Bélgica y Luxemburgo, llegando al 90%, y Malta, con más del 79%. Entre el 50 y el 60% se han situado Dinamarca, Irlanda, Italia y Grecia. Entre el 40 y el 50%, siempre superando la media europea, han estado Alemania, Francia, España, Suecia, Austria, Finlandia, Chipre y Letonia. El resto no ha llegado al 40%, con mínimos en Polonia (22,7%), Eslovenia (21%), República Checa (19,5%) y Eslovaquia (13%). 

Las diferencia territoriales han sido, pues, importantes: en los países orientales la participación ha sido bastante menor que en los occidentales y meridionales; y en los del norte, mayor que en los del sur. En general se ha votado más en la Europa más rica que en la más pobre. Y en cuanto a los países más afectados por los rescates, sólo Grecia ha conocido un incremento en el número de votantes   

Los grupos del Parlamento Europeo

El Partido Popular Europeo, formado por grupos democristianos, ha sido el más votado con el 28,5% de los votos. Le ha seguido el Partido de los Socialistas Europeos, integrado por los socialdemócratas, con el 25,4%. En un segundo nivel se encuentran con el 8,5% los liberales, que forman la Alianza de Demócratas y Liberales por Europa; con el 6,9%, los verdes y nacionalistas de izquierda, dentro de Los Verdes/ Alianza Libre Europea; con el 6,1%, Conservadores y Reformistas Europeos; y con el 6%, los socialistas radicales y comunistas (6%), que forman Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica.  

El resto de los grupos tiene una mayor complejidad en su catalogación: antieuropeístas, euroescépticos, euroescépticos xenófobos, populistas de derecha, fascistas, nazis e incluso grupos de difícil caracterización. De todo ellos, de momento, existen dos grupos parlamentarios con nombre propio, si bien a la espera de que en cada uno acaben ubicándose los distintos grupos nacionales. Uno es la Europa de la Libertad y la Democracia, nucleado en torno al UKIP británico y el DF danés. El otro es la Alianza Europea por la Libertades, que tiene como principal referente al FN francés y tiene ya como integrantes al VVD holandés, la Liga Norte italiana, el FPO austriaco o el VB belga. Fuera quedarían, por ahora, grupos como Amanecer Dorado griego o el NPD alemán, cuya ideología nazi parece que asusta a los grupos anteriores. 

Los grupos ganadores en cada país

El Partido Popular Europeo ha ganado en 13 países: Alemania, Austria, Chipre, Irlanda, República Checa, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Hungría, Letonia, Luxemburgo Polonia. Los socialdemócratas, en 5: Italia, Malta, Portugal, Suecia y Rumanía. Los liberales, en otros 5: Bélgica, Finlandia, Países Bajos, Estonia y Lituania. Los verdes, en Bélgica, empatados prácticamente con los liberales. Los socialistas radicales y comunistas han ganado en Grecia a través Syriza (26,5%), a lo que habría que sumar el Partido Comunista (6,1%). Por último, el Frente Nacional ha ganado en Francia, el UKIP lo ha hecho en el Reino Unido y en Dinamarca, el DF.

El reparto territorial por grandes zonas

Europa Occidental: los democristianos han ganado en en Alemania, Austria, Luxemburgo e Irlanda; los socialdemócratas, en Suecia; los liberales, en Bélgica, Países Bajos y Finlandia; los verdes, ex aequo con los liberales, en Bélgica; y los euroescépticos, en Francia, Reino Unido y Dinamarca.

Europa del Sur: los socialdemócratas son los grupos más votados, siendo primeros en Italia, Malta y Portugal; los socialistas radicales y comunistas han ganado en Grecia; y los democristianos, en Chipre.

Europa del Este: los democristianos han resultado claros vencedores, siendo primeros en República Checa, Hungría, Polonia, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia y Letonia; los socialdemócratas sólo han ganado en Rumanía; y los liberales, en Lituania.  

Izquierda y derecha

Los grupos de la derecha europeísta han sido los más votados: democristianos, liberales y conservadores suman el 43,1% de los votos y 324 escaños. 

La izquierda, repartida entre socialdemócratas, verdes y nacionalistas de izquierda, y socialistas radicales y comunistas, ha obtenido el 38,3% de los votos y 288 escaños. 

Los otros grupos de derecha, fundamentalmente de la extrema en cualquiera de sus variantes, han conseguido el 18,1% de los votos y 139 escaños. 

La suma de todos los grupos de derecha es del 61,7% y 463 escaños. Forman, pues, una clara mayoría.

Los grupos europeístas, tanto de derecha como de izquierda, suman el 68,5% y 515 escaños. También forman una clara mayoría.

La izquierda más crítica de verdes, nacionalistas de izquierda, socialistas radicales y comunistas se han quedado en un 13%. La izquierda más radical, en un pobre 6%.

Reparto territorial de izquierda y derecha 

Los democristianos han ganado abrumadoramente en los países que antes pertenecían al bloque soviético: en nueve países de once. En los países occidentales han ganado en cuatro, es decir, en la mitad. Peor les ha ido en la Europa del Sur, donde sólo han triunfado en un país pequeño: Chipre.

Los liberales han sido primeros en tres países occidentales y en uno oriental, teniendo una presencia poco relevante en el sur.

Los socialdemócratas han obtenido sus mejores resultados en el sur, pese a la debacle griega: tres países de cinco. En las otras dos zonas se ha tenido que conformar con el primer puesto en Suecia y Rumanía, quizás los dos extremos en cuanto renta per capita.

Los verdes han tenido cierto éxito en los países occidentales, mientras que en el los del este y sur apenas han obtenido representación. En países como Bélgica, Suecia o Austria han conseguido sus mejores resultados, pero nunca superando el 16% de los votos.

La izquierda más radical tiene en la Europa del sur su espacio más influyente. Además de Grecia, donde Syriza y Partido Comunista, por separado, han sumado la tercera parte de los votos, destacan Chipre (26,6%), España (18%, con la suma de IP/IU y Podemos) y Portugal (17,3%, con la suma de CDU/PCP y Bloco de Esquerda), quedando Italia con unos resultados pobres (4%), aunque mejores de lo inicialmente esperados. En los países occidentales merece destacarse el caso de Irlanda (17%), con el Sin Fein, al que habría que unir los obtenidos en Irlanda del Norte (24,1%), donde ha sido la fuerza más votada. En un nivel más bajo están Dinamarca (10,9%), Países Bajos (9,6%), Alemania (7,5%), Suecia (6,3%) y Francia (6,3%). En los países orientales sólo en la República Checa (11%) obtienen representación y con un nivel aceptable de votos.  

La extrema derecha ha cosechado un importante avance: mayor, en Europa occidental; algo menor, en la oriental; y escaso, en el sur, salvo Grecia, donde destaca el filonazi Amanecer Dorado. En algunos países ha obtenido resultados muy buenos: Reino Unido (26,8%), Dinamarca (26%) y Francia (25%), donde han sido las fuerzas más votadas. Por debajo han estado en Austria (19,5%), Hungría (14,7%), Lituania (14,3%), Letonia (14%), Finlandia (12,9%), Países Bajos (11,9%), Grecia (9,4%). Y más discretos, en Italia (6,2%), Bélgica (4,1%). En Alemania destaca el fuerte crecimiento de un partido euroescéptico, el AfD (7%), y la entrada en la eurocámara del nazi NPD.

¿Quién ha ganado en realidad?

Se puede hablar, de entrada, de tres claros ganadores, aunque el sentido de cada uno pueda resultar diferente:

   *el conjunto de la derecha (la europeísta y la más extrema), con el 61,6%;
   *el conjunto de grupos europeístas defensores del sistema (democristianos, socialdemócratas, liberales y conservadores), con el 62,4%;
   *el Partido Popular Europeo, democristiano, con el 28,5%.

No debe despreciarse: 

   *el avance de la extrema derecha, que ha ganado en tres países (Reino Unido, Francia y Dinamarca) y en su conjunto se sitúa casi en el 20%;
   *y el avance de la izquierda más radical, aunque en diferente grado, en los países afectados por los rescates: Grecia, Irlanda, Portugal y España.

El futuro de la UE puede resultar aún más negro de lo que ya existe. El predominio de los grupos políticos que la llevan dirigiendo desde su creación y que han protagonizado hasta ahora la toma de decisiones económicas de carácter neoliberal, auguran más de lo mismo. Ahora, además, con el añadido del crecimiento de la extrema derecha, que presiona más en aquellos aspectos que afectan a los sectores más desfavorecidos, pero dividiéndolos desde el componente xenófobo y/o racista. 

La elevada abstención, superior al 50%, se puede interpretar de muchas maneras. Y más teniendo en cuenta que ha afectado más a los países del este. Se puede hablar de desafección hacia la UE y/o hacia quienes gobiernan en cada país. La clave está en saber detectar la sensibilidad política de quienes han optado por no acudir a las urnas.   

En todo caso no se atisba por ahora un avance importante de los grupos alternativos que ofrecen un modelo social basado en la igualdad, la cooperación, lo público, los derechos humanos, el respeto al medio ambiente... 

Hace algo más de un mes me referí en este cuaderno, en base a varias encuestas preelectorales, a un panorama desalentador en Europa. Parece que las elecciones del domingo lo han certificado. Está claro que queda, pues, mucho por hacer.