jueves, 30 de junio de 2016

Primeras impresiones tras el 26-J (y 4)

Ahora mismo sólo se pueden hacer conjeturas sobre las razones que pueden explicar lo ocurrido el domingo a Unidos Podemos y las confluencias territoriales En Comú Podems, En Marea, A la Valenciana y Units Podem Més. Esto es, la pérdida de más de un millón de votos en relación a los obtenidos el 20 de diciembre, el que no se haya producido el sorpasso al PSOE que todas las encuestas auguraban e incluso que la distancia con el PP haya acabado siendo tan elevada, cuando según las encuestas parecía que se estaba recortando. Pero, repito, sabemos poco, pues no existen estudios que permitan analizar y sacar conclusiones sobre lo que realmente ha ocurrido.

Parece evidente que ha habido un retraimiento del electorado de izquierda, en correlato con el descenso de la participación. Falta por saber quién se ha abstenido más, si el electorado de Podemos, si el de IU, si quienes accedían a votar por primera vez, si la gente joven... 


Tampoco sabemos el grado de trasvase de votos que ha habido entre partidos, que, en todo caso, se ha dado sobre todo dentro de cada bloque ideológico. Si el habido desde Ciudadanos hacia el PP parece lógico, lo que explica la bajada del primero y la subida del segundo, está por ver lo que ha ocurrido en el bloque de la izquierda. Teniendo en cuenta que el PSOE, pese a haber subido porcentualmente, ha perdido votos reales, es posible que una parte se haya derivado hacia el PP, a la vez que otra parte, quizás superior, haya recibido votos del electorado de izquierda.


Cuando la gente habla, lo que hace es echar mano de lo próximo, de lo preconcebido, de elucubraciones al uso, de lo que se dice en los medios de comunicación que suele escuchar... Por mi parte, ya en este cuaderno adelanté varias cuestiones en los días previos a las elecciones que considero que deben tenerse en cuenta. He aquí las entradas: "El socialista Iglesias, el comunista Garzón y el guay Rivera", el miércoles 22; "¡Cuidado! (el domingo y después)", el jueves 23; "Con Iglesias y Garzón, en Jerez de la Frontera", el viernes 24; "Un fin de campaña atípico", el sábado 25; y "Gran Bretaña, entre el brexit y el remain", el mismo domingo 26.


Me referí en ellos, grosso modo, a las contradicciones en la campaña de Unidos Podemos, a la utilización del miedo en la campaña  desde el poder, al valor relativo de las encuestas, a la moderación del electorado en la jornada de reflexión, al silencio de los medios de comunicación mayoritarios en torno al fin del campaña, al peso de los resultados del referéndum británico... Y todo eso confluyendo en lo principal: la extensión del miedo entre la población.


Hay, no obstante, otros aspectos que no quiero dejar al lado. Se trata de las opiniones que se vierten en los entornos más próximos, que no tienen por qué ser extrapolables, pero que pueden ayuda a entender las cosas. El día previo a a las elecciones escuché en boca de gente amiga que no iban a votar, criticando que IU se hubiera aliado con Podemos, a la vez que mostraban poca simpatía por la figura de Pablo Iglesias. En mi respuesta recordé lo ocurrido en otras ocasiones, especialmente en 2004, cuando mucha gente cambió su voto en favor del PSOE con el argumento de "parar a la derecha". Ya en diciembre pude escuchar de otra gente que habían votado a Podemos para garantizar que obtuviera un diputado, dentro, claro está, del recurrente recurso del voto útil, en el que IU parece siempre castigada. Y curiosamente, ahora que IU, como integrante de Unidos Podemos, parecía ser una alternativa política clara, resulta que ahora era vista algo así como impura.   



Lo ocurrido el domingo ha sido un freno al proceso de desintegración del sistema, desde el momento que sus dos partidos principales ha remontado moderadamente el proceso de pérdida de votos que venían sufriendo desde 2014 y que las encuestas y anunciaban desde el años anterior. En el caso del PP, rentabilizando mediante el voto útil parte del que Ciudadanos obtuvo en diciembre, y en el del PSOE, evitando ser sobrepasado por Unidos Podemos y las confluencias territoriales. 

Lo previsible es que el proceso de articulación de la izquierda prosiga, aunque está por ver cómo y, por supuesto, resolviendo las contradicciones que tienen en su conjunto y dentro de cada fuerza. La falla generacional existente, a priori, favorece a las fuerzas alternativas, pero deben seguir alimentándose de savia, algo que las movilizaciones aportan.  

Primeras impresiones tras el 26-J (3)

En esta ocasión me voy a referir a algunas comunidades, las que que quizás puedan ser consideradas políticamente más significativas. Para ello he tenido en cuenta tres aspectos: la abstención, la relación de bloques izquierda*-derecha y la de soberanistas y no soberanistas, en este caso referida a Cataluña, País Vasco y Galicia. 

Madrid


La abstención, del 25,7%, es 3,4 puntos inferior a la media del estado. Y en relación a las elecciones de diciembre de 2015 ha subido 3,5 puntos. 


Los grupos de derecha (PP y Ciudadanos) han obtenido el 57% frente al 40,8% de los de izquierda (Unidos Podemos y PSOE)La diferencia se ha ampliado más aún: si antes era de 10 puntos, ahora lo es de 16. Llama la atención el descenso de 4,9 puntos de Unidos Podemos sobre lo obtenido por Podemos y UP-IU en diciembre, que era de 26,1, a la vez que el PP ha subido 4,8 puntos. 


Andalucía


La abstención, del 31,8%, es superior en 1,6 puntos a diciembre, habiendo subido en 3,1 puntos sobre diciembre.


La suma de los grupos de izquierda sigue siendo superior a los de la derecha: 50,1% frente al 47,7%. Pero la diferencia se ha reducido desde los 11 puntos de 2015 a los 2,4 actuales, después que la izquierda haya bajado 4,4 puntos y la derecha subido 4,1. La clave de esta variación se encuentra en los 4 puntos menos de Unidos Podemos, frente a los 4,5 más de PP.


Cataluña


La abstención supera en 4,2 puntos la media del estado, siendo de las más elevadas entre las comunidades. Sobre diciembre ha sido 5,4 puntos más alta. 


Los grupos de izquierda (En Comú Podems, ERC, PSC) han superado, con casi el 58,8% de los votos, a los de derecha (CDC, PP, C's), que se han quedado, con el 38,2%, a unos 20 puntos. Hace medio año la diferencia era algo menor, concretamente de 16,5 puntos. Los grupos que más han subido han sido ERC y PP, pero mientras en el primer caso lo ha hecho a costa de CDC, en el segundo ha sido gracias a las pérdidas de C's.


La suma de los grupos soberanistas (ECP, ERC, CDC) ha sido del 56,6%, 0,8 puntos más que en diciembre. La de los grupos no soberanistas (PSC, PP, C's) se ha quedado en el 40,4%, a algo más de 16 puntos, una diferencia similar a la de diciembre.


País Vasco


La abstención, del 32,6%, ha sido 2,4 puntos más alta que la del conjunto del estado y ha subido cuatro puntos sobre diciembre.


Los grupos de izquierda (UP, PSE, EH-B) han obtenido el 56,6% de los votos, con una bajada de 2,5 puntos sobre diciembre. Los de derecha (PNV, PP, C's) se han quedado en el 41,3%, a 13,3 puntos. La distancia, sin embargo, se ha acortado en 3,1 puntos.


Los grupos soberanistas (UP, EH-B, PNV) han sumado el 67,3% de los votos y los no soberanistas (PSE, PP, C's), el 30,6%. Casi 17 puntos de diferencia, que en diciembre fueron de 18.  


Galicia


La abstención, del 30,4%, ha sido ligeramente superior a la media, habiendo aumentado en 3,4 puntos sobre diciembre.


Los grupos de izquierda (PSG, En Marea y BNG) han obtenido el 47,4% de los votos frente al 50,3% de los de derecha (PP, C's). Una situación que se ha invertido en relación a diciembre, cuando la suma de los primeros era del 50,6% y la de los segundos del 46,8%. El descenso, por un lado, de En Marea y BNG, y la subida, por otro, del PP explica este cambio.


Los grupos soberanistas (En Marea, BNG) se han quedado en el 25,1%, con 4,2 puntos menos que en diciembre. Los no soberanistas (PP. PSG, C's) han alcanzado el 72,4%, habiendo subido 4,9 puntos. La diferencia, de algo más de 47 puntos, es muy elevada, unos 9 puntos más que en diciembre. 


Comunidad Valenciana


La abstención ha estado 4,3 puntos por debajo de la media, aunque ha subido en relación a diciembre en 2,7 puntos.


Los grupos de izquierda (A la Valenciana, PSOE) han sumado el 46,5%, mientras que los de derecha han llegado al 50,9%. La diferencia de 4,4 puntos ha supuesto un vuelco en favor de la derecha, pues en diciembre estaba 0,9 puntos por debajo.


*Como ya he aclarado en otras ocasiones, el que incluya al PSOE dentro de la izquierda se debe principalmente a que su electorado participa mayoritariamente de esa adscripción. 

martes, 28 de junio de 2016

Primero los encarcela y luego acaba archivando parte de la causa

Eso es lo que acaba de hacer el juez Ismael Moreno con los dos artistas de la compañía Títeres que el pasado mes de febrero fueron detenidos bajo la acusación de apología del terrorismo, tras haber representado en la calle durante el carnaval madrileño la obra La Bruja y don Cristóbal (leer "Títeres, sátira política y libertad de expresión"). Para ello el juez ha tenido en cuenta el posicionamiento de la fiscalía, que ahora no ve motivo para considerar que hubieran cometido el citado delito, pues no ha quedado "debidamente acreditada [su] perpetración". Después del calvario padecido por el tratamiento recibido por los aparatos policial, judicial y mediático, podría pensarse que los artistas deberían de sentir ahora un gran alivio. Pero no es así, pues el juez mantiene la acusación de delito de odio, siguiendo las indicaciones de la fiscalía, y la obligación de que comparezcan periódicamente en los juzgados. 

Primeras impresiones tras el 26-J (2)

El bipartidismo

La suma de PP y PSOE ha sido de 13,3 millones de votos, lo que representa el 55,7% del total. Han ganado presencia en relación a las elecciones de diciembre: 600.000 votos y cinco puntos porcentuales más.


Izquierda y derecha


La izquierda ha conseguido 11,4 millones de votos y la derecha, 12. Porcentualmente representan el 47,6% y el 50%, respectivamente. La izquierda ha retrocedido en 1,3 millones de votos y 2,4, y la derecha ha ganado 200.000 votos y 2,5 puntos. 


Soberanismo versus no soberanismo


Los grupos que defienden el soberanismo han obtenido 6,8 millones de votos, que representan el 28,4%, mientras que los no soberanistas han conseguido 16,5 millones de votos, que representan el 65,5%. Los primeros han perdido 1,2 millones de votos y 3,6 puntos, y los segundos  se han mantenido en términos absolutos y han subido 2,5 puntos.


Mujeres y varones


Las mujeres prefieren más a PP y PSOE, principalmente a éste. Unidos Podemos y Ciudadanos tienen más apoyos entre los varones. Las diferencias se hacen más notables entre las mujeres de mayor edad, siendo menores en las que tienen edades más jóvenes. 

La brecha generacional


La gente mayor se ha decantado masivamente hacia el PP y el PSOE. La gente joven lo ha hecho más por Unidos Podemos y Ciudadanos. Grosso modo, en el primer caso se representaría como una pirámide invertida, mientras que en el segundo sería una pirámide normal. Entre la gente mayor el nivel de participación ha sido muy elevado, lo que contrasta con el mayor grado de abstención entre las edades más jóvenes.


La corrupción


En las comunidades valenciana, balear, madrileña y murciana, donde la corrupción ha estado más presente, ha ganado el PP. Lo mismo ha ocurrido en los municipios donde han gobernado los personajes más relevantes de las tramas de corrupción. En Cataluña, donde acaba de conocerse el escándalo en el que está relacionado el ministro del Interior, ese mismo partido ha aumentado en uno el número de escaños.


lunes, 27 de junio de 2016

Primeras impresiones tras el 26-J (1)

El triunfo del PP (33% de votos y 137 escaños) en las elecciones de ayer no ha sido rotundo, pero sí tiene un componente de gran importancia, pues ha sido el único partido que ha subido: 700.000 votos, 0,8 puntos porcentuales y 14 escaños. Se siente, por tanto, con más legitimidad para gobernar. 

Lo que venga a partir de ahora va a ser en parte una continuación de lo iniciado en 2009, durante el último gobierno del PSOE, e intensificado desde 2011 por el gobierno del PP. Esto es, la implementación de las medidas neoliberales y de ajuste dictadas por la troika y la pérdida de derechos sociales, a lo que se unen las dosis propias del PP en materia de restricción de libertades y su apuesta por recentralizar territorialmente el estado.


Ahora mismo cualquier combinación de gobierno pasa por el PP y con Mariano Rajoy como presidente, independientemente del grado de estabilidad que tenga, de los acuerdos que consiga y de la flexibilidad que muestre en el mantenimiento de las medidas tomadas en la anterior legislatura.

También, por otra parte, existen varias incógnitas. Mientras en el PP Rajoy y su equipo salen reforzados, en el resto de partidos habrá movimientos internos que obliguen a cambios importantes. Los habrá en en los liderazgos, en quienes presionaban sobre ellos, en las estrategias a seguir... Pero vayamos por partes.


En el PSOE Pedro Sánchez ha salido reforzado, a la vez que Susana Díaz, perdedora en su feudo de Andalucía, ha quedado debilitada. Sospecho que Sánchez utilizará contra Podemos el argumento de que el gobierno de o con el PP es el resultado de no haber apoyado el gobierno PSOE-Ciudadanos. 


En Podemos lo ocurrido va a servir a Íñigo Errejón para hacer valer su estrategia de la transversalidad y de mayor moderación. Lo que finalmente haga Pablo Iglesias está por ver, pero no sería extraño que acabara renunciando al liderazgo orgánico del partido. Todo esto derivaría en un replanteamiento del acuerdo con IU a través de Unidos Podemos.


En IU, por su parte, pese a que ha aumentado su representación, dentro de Unidos Podemos, con toda seguridad surgirán voces que pongan en entredicho la coalición y sus pormenores. No debe olvidarse que contó con, al menos, fuertes reticencias en algunos sectores y que es previsible que parte del electorado de IU se haya inhibido en la cita del domingo. 


En Ciudadanos el castigo ha sido fuerte, no tanto por las pérdidas concretas, como en haber dejado de ser una fuerza política decisiva. Se verá obligado a dejar gobernar al PP con Rajoy al frente, que era antes su principal condición para no pactar. Y están por ver los movimiento internos, no tanto que pongan en duda el liderazgo de Albert Rivera como el destino de una dirigencia y militancia muy diversa que ha llegado de aluvión.


Una de las sorpresas de lo ocurrido el domingo ha sido el apoyo que mantiene el PP pese a los numerosos casos de corrupción con que está relacionado. Sorprende que haya aumentado sus apoyos en los territorios donde la corrupción está siendo más señalada: Madrid, Comunidad Valenciana y Baleares. Y también que en Cataluña, donde se acaba de desvelar el escándalo del ministro del Interior relacionado con la investigación de dirigentes independentistas, haya aumentado en un escaño su representación. Todo un aviso, dada la trascendencia que tiene que la corrupción, lejos de penalizarse, se olvide o minimice por amplios sectores de la población. 


Llama la atención que, del conjunto de comunidades, las dos en las que no ha ganado el PP hayan sido Cataluña y País Vasco. Resulta altamente significativo porque, aun cuando los ganadores hayan sido En Comú Podems y Unidos Podemos, respectivamente, la suma de los grupos que defienden la vía de soberanista de hacer posible una consulta sobre la relación con el estado sea ampliamente mayoritaria: en Cataluña (ECP, ERC y CDC), del 63%; y en el País Vasco (UP, PNV y EH-B), del 67%.


Tengo la sensación de que España se encamina, como en otros países, hacia una deriva conservadora. Y aunque aquí el factor de la inmigración no ha sido por ahora un problema, eso no significa que no pueda serlo en un futuro. El deterioro progresivo de las condiciones sociales es un caldo de cultivo. Y a ello se une el carácter plurinacional del estado, con unas relaciones entre el todo y algunas partes en las que el papel del PP, lejos de ser positivo, es todo lo contrario.


El verano promete y me temo que el otoño puede calentarse. 

domingo, 26 de junio de 2016

Gran Bretaña, entre el brexit y el remain

¿Quiénes han votado por la salida? 

Mayores, pensionistas, personas de rentas bajas, sin empleo, gente nacida fuera de rentas bajas, medio rural, ciudades pequeñas y zonas industriales, Inglaterra y Gales, comunidad protestante de Irlanda del Norte, gente con menos estudios, votantes conservadores, nacionalistas británicos y extrema derecha...


Territorialmente, el centro.

Socialmente, las rentas más bajas.
Educacionalmente, la gente con menos estudios.
Generacionalmente, la gente mayor.
Políticamente, votantes de derecha.

¿Quiénes han votado por quedarse?

Jóvenes, personas de rentas altas, gente nacida fuera de rentas altas, Londres, Escocia y Gibraltar, comunidad católica de Irlanda del Norte, gente con más estudios, intelectuales, gente del mundo de la cultura y el espectáculo, votantes ecologistas y liberales...

Territorialmente, el centro del centro (Londres) y la periferia (salvo Gales)

Socialmente, las rentas más altas.
Educacionalmente, la gente con más estudios.
Generacionalmente, la gente joven.
Políticamente, votantes progresistas.

¿Dónde ha habido menos diferencias?


Varones y mujeres, gente de rentas medias, Irlanda del Norte, gente con estudios intermedios, votantes laboristas...


En fin...

Exaltación de la singularidad británica, quizás nostalgia de un pasado imperial, rechazo de la burocracia de la UE, recuperación de la soberanía, miedo entre la gente humilde a quienes consideran de fuera (xenofobia, racismo...). 

Un perfil que coincide con lo que en EEUU está sucediendo en torno al candidato republicano Donald Trump.

Miedo, siempre el miedo. El alimento de la reacción, del fascismo... Aviso para navegantes. 

sábado, 25 de junio de 2016

Un fin de campaña atípico

Los principales medios de comunicación -del sistema, claro- han sido unánimes en el tratamiento informativo del viernes: dejaron la campaña electoral de lado e hicieron desaparecer en la práctica la que correspondía a Unidos Podemos. Ya en días anteriores, cuando estalló el escándalo del ministro del Interior, la campaña habida dado un giro inesperado, pero con uno de los partidos contendientes, el PP, como protagonista negativo. El resultado del referéndum británico, sin embargo, ha permitido que ocurra lo que tanto se buscaba: atemorizar a la población. 

El miedo, que había sido promovido desde semanas antes por PP, PSOE y Ciudadanos ante la subida de Unidos Podemos, puede que se haya instalado en buena parte de la gente. Un miedo en forma de incertidumbre, de no saber lo que pueda ocurrir con eso de que una mayoría, aunque estrecha, haya decidido en Gran Bretaña salirse de la UE. Como si su presencia hasta ahora hubiera sido una normalidad: no se encuentra en la zona euro, tampoco en el conocido como espacio Schengen... Pero no importa, han encontrado la escusa perfecta.

Me he preguntado estos días si el hecho de que Rajoy convocara las elecciones para este domingo, tras el referéndum de marras, lo hizo porque, cualquiera que fuera su resultado, iba a favorecerle o, en todo caso, perjudicar a lo que menos quiere: una alternativa desde la izquierda. Por entonces IU estaba en alza clara y existían grandes posibilidades de que se acabara fraguando una alianza electoral con Podemos, como luego ocurrió con Unidos Podemos. Si ganaba el mantenerse, el optimismo se proyectaría desde quienes quieren que la UE siga como está, dominada por las grandes corporaciones. Si ganaba el salirse, pues la incertidumbre se instalaría en la mayoría de la gente.  

Y ahora viene la jornada de reflexión, que, por su naturaleza, conlleva moderación. Por eso se introdujo por quienes diseñaron la ley electoral allá por 1977. 

En fin, ojalá me confunda y el domingo se abra en España y sus pueblos una puerta hacia la esperanza.   

viernes, 24 de junio de 2016

Acuerdo de paz en Colombia, bilateral y definitivo

El Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC) anunciaron el pasado jueves que han llegado a un acuerdo de paz. La guerrilla, por su parte, ha decidido el abandono definitivo de las armas, lo que se completará en el plazo de medio año. 

El anuncio se hizo desde La Habana, la ciudad donde las dos partes han estado desarrollando a lo largo de los últimos cuatro años las conversaciones tendentes a conseguir la paz. Para ello han contado con la labor mediadora del gobierno cubano, cuya comportamiento, digno de elogio, ha contribuido a lo que parece de entrada un final feliz.

En el documento firmado por el gobierno colombiano y las FARC, conocido como "Comunicado Conjunto #76", se alude, además del cese de las hostilidades, a las garantías de seguridad y la lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres contra defensores de Derechos Humanos, movimientos sociales o movimientos políticos. También se hace lo propio con las garantías de seguridad, la erección de monumentos en recuerdo del conflicto, etc.


Por otro lado se contempla que la ONU desempeñe la labor de “monitoreo y verificación" de lo acordado, contando también con la ayuda de los países latinoamericanos a través de la CELAC. 

Una buena noticia que debe llamar a la reflexión en otras partes del mundo. 

Con Iglesias y Garzón, en Jerez de la Frontera

Estuve ayer en Jerez de la Frontera en el acto organizado por Unidos Podemos. La presencia de Pablo Iglesias y Alberto Garzón, la única en que han estado juntos en Andalucía, ha atraído a miles de personas de toda la provincia de Cádiz y de la colindante Sevilla. Ignoro cuánta gente pudo haberse reunido, porque la visibilidad que yo tenía era limitada y los medios de comunicación aclaran poco: miles de personas (Andalucía Información), 4.000 (El Mundo), 4.500 (Público), cerca de 5.000 (eldiario.es), multitudinario (El PaísDiario de Jerez)... Para Andalucía Información ha sido "un mitín para la Historia", pero en general se ha destacado poco en las portadas digitales o ni siquiera aparece en las de los principales diarios madrileños (El País, El Mundo, ABC, La Razón...). 

Mucha gente, en fin, entusiasta y con una gran diversidad de edades, símbolos y colores que se reunió, nos reunimos, en la Alameda Vieja de la capital del flamenco. Una mezcla de lo viejo y lo nuevo, de lo que se sigue manteniendo de otros momentos y de lo que va surgiendo en la actualidad. Banderas republicanas, andaluzas, comunistas, saharauis o elegetebés junto a muchos corazones. El rojo mezclado con el morado y salpicado de franjas blanquiverdes. Los gritos de "el pueblo unido" con los del "sí se puede". El sonido de tambores a ritmo de samba o el canto solemne del himno de Andalucía. Una comunión de gente, en fin, que escuchaba,  miraba y sentía.


Iniciaron el acto el candidato por Cádiz Santiago Gutiérrez y la candidata Noelia Vera; luego intervino Rafa Mayoral, escudero del flanco izquierdo de Pablo Iglesias; siguieron Antonio Maíllo, que de una emoción honda pasó a una mezcla de sabiduría y poesía, y Teresa Rodríguez, con el semblante y la voz de una dulce Virgen barroca andaluza pero que derrama pasión; y acabaron, potentes, Alberto Garzón y Pablo Iglesias. No fueron discursos con concesiones. En el estilo de coordinador de IU no existen, pues en su amabilidad no esconde lo que piensa. En el de Iglesias sí aparecen según las ocasiones, pero en la de ayer, en uno de los corazones de Andalucía, tocaba apelar a lo que el suyo le pedía.
   

jueves, 23 de junio de 2016

¡Cuidado...! (el domingo y después)

"¡Cuidado con las encuestas, las carga el diablo!", ha lanzado ayer Julio Anguita en un mitin en Córdoba. Un aviso para quienes se pueden confiar en exceso. Bien lo sabe él, que conoció lo ocurrido en los años noventa con IU o, hace 30 años, en el referéndum de la OTAN. Lo que puede ser no es sinónimo de que lo sea. Y lo sabremos el domingo, después que la gente acuda a depositar su voto, previo fin de campaña (hoy y mañana), que promete ser intenso, y la jornada de reflexión del sábado, que tanto modera. Ni siquiera los resultados del domingo, de ser favorables a Unidos Podemos, deben servir a priori para lanzar las campanas al vuelo. Porque, ante el escenario fragmentado que se prevé, lo que venga después es pura incertidumbre. Los pactos postelectorales están en el aire. La clave está en el PSOE, que debe decidir entre irse con o dejar hacer a la derecha y pactar con Unidos Podemos y las confluencias de Cataluña, Galicia, País Valenciano y Baleares.    

Algunas consideraciones sobre Maquiavelo y su obra


En 1991 escribí unas reflexiones sobre Nicolás Maquiavelo después de haber leído su obra más conocida, El Príncipe, y, sobre todo, algunos comentarios de la misma a través de otros autores. Ahora he decidido publicarlas las reflexiones en este cuaderno, con ligeras modificaciones de estilo, haciendo referencia la bibliografía que utilicé entonces y añadiendo alguna obra más leída posteriormente.  

Maquiavelo y su obra están inscritos en una época trascendental desde el punto de vista histórico (fines del siglo XV y principios del XVI), donde aparecen importantes novedades económicas, sociales, políticas, ideológicas o artísticas, hasta el punto de que para muchos se sientan las bases de la sociedad de nuestros días.

Sea esto último cierto o no, al menos desde una consideración categórica, de lo que no cabe duda es que Europa, y en concreto la occidental, acababa de salir de un periodo crítico (siglo XIV) tras años de hambrunas, epidemias, guerras, conflictos sociales, políticos y religiosos, etc. El sistema feudal había sufrido una crisis de la que no se recuperará, para abrirse un periodo de transición hacia otras formas sociales; la burguesía proseguía en su desarrollo y asistía a la ampliación del mundo conocido (América, sobre todo, África, Asia…); se fortalecía la tendencia a la centralización política en manos de los monarcas y un desarrollo de los primeros estados nacionales; surgía un nuevo clima ideológico, basado en una mayor consideración del hombre (el humanismo renacentista); y proseguían los problemas religiosos, ahora consecuencia de una visión más individualizada de las creencias, que dieron lugar a una nueva ruptura de la Iglesia Católica.

La obra de Maquiavelo está inserta en este mundo en cambio, donde surgió una nueva perspectiva y valoración de la autonomía del individuo. La península Itálica era, además, un zona donde esos cambios se daban de una forma más clara, a pesar de que desde el punto de vista político no se concretara en la creación de un estado nacional.

En la obra teórica de Maquiavelo  aparece en un lugar preeminente la figura del príncipe, esto es, el gobernante, que supone la encarnación de la sociedad en palabras del propio Maquiavelo, que no es otra cosa que el estado. El príncipe sería la representación de los fines que toda sociedad persigue, que se corresponden con las cualidades que aquél debe tener. Sería también el instrumento con el que se dota la sociedad para obtener sus objetivos. Las cualidades de las que tiene que estar dotado constituirían la virtú, que, de alguna manera, sintetiza la fuerza creadora del hombre, desde una visión donde el hombre no es solamente el centro o medida de las cosas (humanismo), sino desde una consideración del orden natural como conjunto de relaciones sociales e individuales, regido por unas nuevas leyes determinadas y perennes.

La idea del príncipe virtuoso y por encima de la ley (“donde no hay un tribunal a quien reclamar”) fue utilizada posteriormente, en el siglo XVII,  por los teóricos del absolutismo político, pero, eso sí, con contenidos diferentes.

Para Maquiavelo el concepto de fortuna estaría reflejando los condicionantes externos que actúan sobre la sociedad y el príncipe. Estos condicionantes son producto de la acción del hombre, que para Maquiavelo no es bueno por naturaleza ni tiene por qué serlo. Así, por ejemplo, el poder, la riqueza, la comodidad, etc. serían fuerzas que mueven al hombre y que pueden actuar como lastres contra el bien común. El buen príncipe sabría adaptarse a dichas adversidades (la fortuna) y sabría hacer un uso adecuado de sus cualidades (la virtú), determinando su obra.

Otro concepto que cobra importancia en Maquiavelo es el de la apariencia, que, de una forma explícita o implícita, anuncia claramente el concepto de razón de estado. Ésta, sintetizada en su archiconocida frase “el fin justifica los medios”, supondría un esfuerzo en la búsqueda de la racionalidad en la práctica del poder político. Aquí se encuentra, quizás, el punto principal de controversia en la valoración de su obra. Dado que el príncipe representaría los fines y el instrumento del que se dota la sociedad para conseguirlos, la manera más efectiva de conseguirlo sería el darle los instrumentos más eficaces, incluso si están en contra de lo establecido.

Esta posición sería más de indiferencia (amoralidad) y supondría la mejor manera de minar la influencia que la Iglesia Católica tenía en esa época en el seno de la sociedad. Frente a la omnipresencia de esa institución en todos los ámbitos, bien fueran individuales o colectivos, Maquiavelo defendía la autonomía de lo civil, un ámbito que consideraba anterior. Reflejaría, de esta manera, una visión de la historia que, estando dentro de un orden natural, estaría regida por leyes eternas. Y la Iglesia, en su historicidad, nacería en un momento de ese proceso temporal, no siendo, pues, una realidad eterna.

Aparte de las aportaciones y reflexiones teóricas antes referidas (razón de estado, infalibilidad del príncipe, separación Iglesia-estado, etc.), la obra de Maquiavelo también estaría en el origen de ese peligro subyacente mediante el cual, frente a los intereses de los individuos y de la sociedad, se levanta una “razón de estado” que, independientemente de su naturaleza, incluso de clase, puede acabar con la libertad y dignidad del hombre.


Bibliografía de referencia


Bartolomé, José Carlos. (2001). "Estado moderno y constitucionalidad", en José Luis Colomer (coor.), Introducción a la política. Madrid, Laberinto. 

Carreras, Francisco de (1986). "Maquiavelo", en Autoria Varia, El pensamiento filosófico. Barcelona, Salvat.
García Cotarelo, Ramón y Paniagua Soto, Juan Luis (comps.) (1990). Introducción a la Ciencia Política. Madrid, UNED.
Maquiavelo, Nicolás (1973). El príncipe (Comentado por Napoléon Bonaparte). Madrid, Espasa-Calpe.
Maquiavelo, Nicolás (1999). El príncipe. Madrid, Unidad Editorial.
Robinson, Dave (2006). Filosofía Política para principiantes. Buenos Aires, Era Naciente.
Romano, Ruggiero y Tenenti, Alberto (1978). Los fundamentos del mundo moderno. Madrid, Siglo XXI.

(Imagen: detalle de la estatua de Niccoló Macchiavelli en la Galería Uffizi de Florencia)

miércoles, 22 de junio de 2016

El escándalo del ministro Fernández Díaz contra el independentismo catalán

Ha saltado otro escándalo: se ha revelado la grabación de una entrevista del ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, con el director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, donde tratan el asunto de investigar  a dirigentes de CDC y ERC con el fin de recabar información para poder incriminarlos en algún delito. Y las reacciones, claro está, no se han hecho esperar.

El ministro -sí, el mismo que, por ejemplo, recibió a Rodrigo Rato en su oficina- está echando balones fuera, sintiéndose víctima de una conspiración y rechazando dimitir. El jefe de gobierno ha dicho que no sabía nada, pero ve normal lo que se ha hecho. El director de la OFC ha declarado que él no ha grabado nada y ha responsabilizado al PSC de la filtración. Y en medios conservadores como ABC o La Razón parece que el escándalo no existe.


Por otro lado, Oriol Junqueras, líder de ERC, considera lo ocurrido como un ataque a la libertad. El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha hablado de un Gal mediático contra Cataluña y a la vez ha pedido la dimisión del ministro. Lo mismo, esto  último, que han hecho Pablo Iglesias, Pedro Sánchez y hasta Albert Rivera. 


¿Influirá el escándalo en los resultados del domingo? Me temo que poco. Quizás en Cataluña le afecte al PP en favor de Ciudadanos. Pero en el resto del estado, estando de por medio un territorio maldito, primará en el electorado conservador su catalanofobia. De momento.

El socialista Iglesias, el comunista Garzón y el guay Rivera

El otro día Pablo Iglesias se soltó que Podemos representa la socialdemocracia. Ante la reacción de varios dirigentes del PSOE y las preguntas desde medios periodísticos, ha acabado precisando que el siente socialista, apostillando que "como Allende". Desde los medios de comunicación menos (o anti) podemitas se le está recordando que no hace mucho se declaraba comunista, por lo que la calificación de chaquetero no ha estado ausente ni en dichos medios ni en dirigentes del PSOE.

Y precisamente el candidato del este Partido, Pedro Sánchez, en respuesta a lo que de hecho ha considerado una intromisión en el mundo de la socialdemocracia, ha apelado a que se respete a "los comunistas de corazón", a la vez que Susana Díaz ha recordado la figura de Santiago Carrillo. No debemos olvidar que buena parte del carrillismo se pasó en su día en bloque al PSOE, por lo que no ha estado mal asesorada.

En diciembre pasado Aníbal Malvar, en el diario Público, calificó a Alberto Garzón de "el último comunista vivo", haciendo con ello una metáfora de una ideología que se resiste a desaparecer. Estos días el propio Garzón ha criticado que desde los medios de comunicación conservadores y liberales se le trate ahora de distinta manera que cuando se presentó como candidato de UP-IU en diciembre, donde no se le echaba en cara que fuera comunista. Garzón, como en su día Julio Anguita, siempre se ha declarado como tal, incluso durante la actual campaña electoral. También ha aclarado lo que son evidencias: que en IU no todo el mundo es comunista y que en Unidos Podemos hay comunistas. Y punto.

Es cierto que los vaivenes de Iglesias en su autoidentificación ideológica son llamativos. El último responde a una táctica electoral destinada a recabar votos entre el electorado del PSOE. Un tacticismo que ha sido característico de Podemos desde el primer momento, donde se sigue manteniendo la pugna entre el alma de izquierdas y la de la transversalidad. Donde se ha pasado de la radicalidad de las elecciones europeas de 2014 a la moderación progresiva del discurso. O donde se despreció a IU para ser ahora una aliada electoral.

Que Iglesias se sienta socialdemocracia o socialista como Allende, es su problema. Un problema, eso sí, por donde le están haciendo cosquillas. Aunque creo que sólo eso, porque quienes han decidido votar a Unidos Podemos, donde también hay comunistas que no se avergüenzan de serlo, no van a variar su voto por ello. Como tampoco lo hará mucha gente joven, a quien en general esas cosas le van poco. 

Sigo pensando que en estas elecciones hay mucho -no todo, claro- de generacional. E Iglesias representa para mucha gente, sobre todo la joven, lo nuevo desde una perspectiva corriente, progresista, popular -no del PP, por supuesto- y de sensación de incertidumbre vital. También lo representa Garzón, que incluso resulta más simpático. Y para la gente joven que se siente elitista, (neo)liberal y con un futuro resuelto, ya tienen a Albert Rivera, una especie de chico guay.  

Es lo que hay, dejando al lado a Mariano y su mundo, y a la carcundia que rodea a Pedro.

martes, 21 de junio de 2016

Movilización internacional en solidaridad con las personas refugiadas


Varias decenas de ciudades españolas fueron escenario ayer de actos de solidaridad con las personas refugiadas. Se hicieron eco del llamamiento internacional lanzado por ACNUR, organismo ligado a la ONU que desarrolla ayuda a las personas refugiadas, y en cada país por las distintas asociaciones ligadas en cualquiera de sus formas a los derechos humanos. 

En España han sido miles de personas las que han participado en las movilizaciones, si bien de una forma desigual según las ciudades: unas 9.000 en Barcelona, 2.000 en Madrid... Aquí, en Barbate, la concentración acogió a alrededor de un centenar de personas, que fueron convocadas por la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (APDHA) y en la que se desplegó una pancarta alusiva a una "Europa abierta y solidaria".

El llamamiento internacional está alertando del riesgo inmediato de muerte de miles de personas -en su mayoría niños, niñas y mujeres-, dadas las duras condiciones que están sufriendo. Un riesgo que, aun siendo menor, no deja de afectar a cientos de miles de personas, obligadas a salir de sus lugares de origen y con grandes dificultades para poder desplazarse y ser acogidas en otros países.

Sabida es la situación que están viviendo en las fronteras orientales de Europa las personas que, procedentes de Asia y África, buscan refugio en nuestro continente. Sabida es también la actitud que están mostrando las autoridades europeas y las de los distintos países, con una mezcla de pasividad y de vulneración de los derechos humanos. 

Nuestro país es uno de los que está teniendo una actitud más dañina, incumpliendo incluso de una manera flagrante los compromisos adquiridos en la recepción de personas refugiadas, cuando participando de su identificación con figuras delictivas, un argumento muy extendido en los medios xenófobos y de extrema derecha. Precisamente ayer el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se refirió al hecho de haber rechazado a personas vinculadas al yihaidismo, justificando el retraso en el cumplimiento de sus compromisos y dando a entender que existe un riesgo para la seguridad.   

Las movilizaciones de ayer han buscado "generar la presión necesaria para obligar a las autoridades de la Unión Europea y España a un cambio de rumbo en las políticas migratorias, de fronteras y asilo que sean respetuosas con los derechos humanos", como ha indicado la APDHA en su llamamiento. En el mismo se denuncia el cuestionamiento del derecho de asilo, lo que conlleva consecuencias muy graves, como las 2.859 personas fallecidas intentando alcanzar suelo europeo; que, siguiendo el Missing Migrants Project, de las 3.570 personas migrantes fallecidas en el mundo hasta mediados de este año, el 80% corresponda a quienes han intentando llegar a Europa; o que "más de un millón de personas ingresaron de forma irregular en suelo europeo durante 2015", según datos de la Organización Internacional para las Migraciones.

En el caso de nuestro país la APDHA denuncia "el intento de legalización de las devoluciones en caliente en las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla o la falta de acceso de  potenciales refugiados subsaharianos a las oficinas de asilo situadas en ambas plazas bajo soberanía española".
   

lunes, 20 de junio de 2016

Muere Arif Jaradat, palestino con síndrome de Down acribillado por la espalda

Arif Jaradat, un joven palestino de 21 años, ha muerto ayer como consecuencia de los disparos que recibió por la espalda hace mes y medio. Uno más entre las más de 200 personas de origen palestino muertas desde octubre pasado a manos de las fuerzas militares israelíes y de habitantes de las colonias de ocupación que se siguen instalando en Cisjordania. 

Arif Jaradat vivía en la ciudad de Sair, al sur de Cisjordania, y tenía síndrome de Down. Una muestra más del comportamiento de un estado racista, que ha impregnado en la sociedad israelí una idea deshumanizadora de la población palestina, a cuyos habitantes se les ve como objetivos militares y por ello susceptibles de eliminación. La perversidad del sionismo, una ideología racista. 

domingo, 19 de junio de 2016

A una semana del 26-J

Queda una semana para las elecciones generales y las espadas siguen en alto.

Los sondeos

Todos los sondeos de las últimas semanas coinciden en varias cosas: a) ningún grupo conseguiría mayoría absoluta; b) el orden en votos y escaños sería PP, UP, PSOE y C’s; c) el sorpasso de UP al PSOE parece un hecho; d) el bloque de UP+PSOE (entre 45,5 y 46,9%) superaría al de PP-C’s (entre 43 y 45,6%) en votos y casi siempre en escaños, con la única excepción del sondeo publicado hoy por El Español (45,6% para la derecha y 44,4% para la izquierda); e) en algunos sondeos la suma de escaños está próxima a una hipotética mayoría absoluta entre UP+PSOE; f) en general existe un lento avance de UP, recortando la distancia con el PP…

La encuesta del CIS es la que da mayor número de escaños a la suma de UP y PSOE, con 46,8%, a la vez que sitúa una diferencia de hasta tres puntos con respecto a PP y C’s. Los dos sondeos publicados por eldiario.es y el último de El País y el Electómetro coinciden con el CIS. Curiosamente el publicado hoy por El Español concede una ventaja de 1,2 puntos a PP y C’s, no sólo en contra del resto de sondeos, sino del anterior propio, donde daba una ventaja de 2,8 puntos a UP+PSOE.

La horquilla de votos del PP se sitúa entre el 27,9% y el 30,5%, estando, pues, en torno al 28,7% que obtuvo en diciembre pasado. Ligeras variaciones que reflejan una elevada estabilidad en los apoyos.

UP ha experimentado un avance si sumamos los resultados de Podemos y UP-IU de diciembre, que fueron del 24,4%. En casi todos los sondeos UP supera dicha suma, con una horquilla que va del 44,3 al 46,5%. Resulta evidente que el riesgo de que la coalición no sumara, como en algunos sectores de Podemos se creía (Errejón, por ejemplo), no se está cumpliendo, dándose incluso una mejoría moderada.    

El PSOE está sufriendo para mantener el 22% obtenido en diciembre. En todos los sondeos le dan una bajada, que en algún caso podría llegar al 20%. Sólo dos lo sitúan en el 22 y el 22,1%.
 
Ciudadanos, por último, también subiría, siendo el que más lo haría en términos absolutos (hasta 3 puntos) y relativos (hasta un 21,6%). No obstante, los sondeos de los últimos días están tendiendo a limitar ese crecimiento entre 1 y 1,5 puntos.

Estrategias electorales

Desde el primer momento cada grupo ha marcado una orientación clara en su discurso y en cuanto a sus adversarios, sean principales o secundarios.

PP y UP han buscado polarizar la campaña, como la mejor manera de remarcar ser los referentes de su bloque político y rentabilizar así los votos en sus flancos inmediatos. El PP se ha centrado en dos cosas: lanzar un mensaje de miedo con respecto a UP (comunismo, extrema izquierda, inestabilidad…) y sobredimensionar los logros de su gobierno. Defiende insistentemente que debe gobernar el grupo más votado, pero  no rechaza una coalición pequeña, con C’S, o grande, con el PSOE.

UP, por su parte, ve al PP como el enemigo a batir, incluyendo también a C’s en la medida que es considerado como la marca blanca del primero. Con respecto al PSOE está evitando la confrontación, a la vez que le ofrece una colaboración postelectoral para aplicar un programa de gobierno con medidas progresistas.

PSOE y C’s han tendido a criticar por igual a esos dos polos, que califican como extremos, dotándolos de caracterizaciones diferentes. Coinciden en identificar al PP con la continuidad de una política que ha resultado en gran medida errónea  y con la corrupción. A su vez,  rechazan de plano a Mariano Rajoy.

El PSOE está haciendo mucho hincapié en identificar a UP como el grupo que impidió un gobierno presidido por Pedro Sánchez con el apoyo de C’s y, a la vez, que el PP dejara de gobernar. Implícitamente ha recurrido al mensaje de la pinza, que tan eficaz fue en los años noventa.

C’s ha centrado sus ataques a UP en la misma línea que el PP, aunque con una mayor insistencia en algunos aspectos de la política exterior, como Venezuela y Grecia. Y en cuanto a un posible gobierno de futuro, defiende el reformismo, la moderación, el centro político…, un lenguaje que le permitiría estar con el PSOE e incluso con un PP renovado y sin Rajoy.

Los cambios de los últimos días

Mientras que PP, PSOE y C’s están redoblando sus esfuerzos insistiendo en las líneas marcadas en los primeros momentos, las principales novedades están viniendo de UP y, dentro de la coalición, especialmente de Podemos. En el debate a cuatro del lunes se vio con toda claridad entre los tres primeros y sólo en parte en UP, que dejó vislumbrar una mayor apuesta por la moderación.

Que en la boca de Iglesias hayan salido expresiones  como “ser socialdemócratas”, “Zapatero ha sido el mejor presidente de la democracia”, “somos los únicos que defendemos el sistema” o “Maduro no ha hecho las cosas bien como debía” no es algo que resulte baladí. Responden a un salto cualitativo: dinamitar al PSOE, hurgando en sus heridas internas y atrayendo al electorado que, sintiéndose de izquierdas, no quiere un gobierno de gran coalición en cualquiera de sus formas.

Desde luego que las declaraciones de Jordi Sevilla no han ayudado al PSOE, en la medida que deja abierta esa puerta. ¿Acaso el grupo que concite más apoyos sería la suma de PSOE y C’s, que según los sondeos se vería reducida en relación a diciembre? Y sobre la mención a Zapatero por parte de Iglesias tampoco han ayudado ni el silencio de Pedro Sánchez ni las palabras de Susana Díaz. Y lo peor es que los sondeos que se siguen publicando no apuntan a ninguna recuperación del PSOE, a la vez que siguen dejando a su líder como una persona cada vez más irrelevante, más allá de concitar menos rechazos que Rajoy o Iglesias.

En el caso del PP, por último, parece que se está reforzando el recurso de apelar al voto útil entre el electorado de la derecha. Teniendo en cuenta que el votante del C’s procede en mayor medida del PP, el partido de Albert Rivera podría resentirse. Otra cosa es no perder de vista que C’s tiene sus apoyos en mayor medida entre la gente joven, lo que en principio chocaría con las intenciones del PP.

¿Qué puede ocurrir?

Parece evidente que PP y UP se están disputando la primacía electoral. Y aunque el PP sigue manteniéndola, UP está recortando moderadamente las distancias. Están por ver los resultados de los nuevos cambios en su estrategia electoral, que le permitiría aumentar los apoyos en detrimento del PSOE y desde potenciales abstencionistas. También está por ver si la bipolarización de la campaña afectaría a C’s, después de la apelación del PP al voto útil.

Los sondeos publicados están marcando un mapa político como se ha descrito antes, pero faltan por conocer los sondeos que cada grupo ha elaborado y que, de alguna manera, están incidiendo en los cambios en las estrategias electorales de última hora. Lo iremos viendo en los próximos días. Y la cosa promete ser interesante.     

viernes, 17 de junio de 2016

Alberto Garzón, la derecha y el heteropatriarcado

El atentado de Orlando sigue levantando ampollas. No sólo por su dimensión cuantitativa, que parece que conlleva la condena (casi) unánime), sino por lo que tiene de valor en un contexto de ideología androcéntrica, basada en el sistema patriarcal, y homófoba, que supone el odio hacia aquello que sale de la norma de la heterosexualidad. 

Ya dediqué el otro día una entrada en este cuaderno sobre lo ocurrido hace una semana en la capital de Florida, relacionando el fundamentalismo religioso y la extrema derecha, donde la homofobia, que fue el motivo principal de la acción de Orlando, es uno de sus nexos. Que en medios de la derecha y la extrema derecha occidentales (fui cuidadoso el otro día en delimitar la amplitud, pero me quedé conscientemente corto) se haya buscado identificar el atentado con el islam, no deja de ser una forma de ocultar la realidad, para lo que se ha recurrido a fijar el foco de atención en el que es el nuevo enemigo de nuestros días.

Pero el motivo de esta entrada tiene que ver con los ataques que desde los medios de comunicación y las redes sociales conservadoras, cuando no reaccionarias, están lanzando contra Alberto Garzón, que ha relacionado el atentado de Orlando con el heteropatriarcado. En su ignorancia esos medios y redes califican al coordinador federal de IU de tonto o ridículo, entre otras lindezas. Digo ignorancia, porque manifiestan un desconocimiento de la realidad y de la conceptualización que se hace de la misma en medios académicos y del propio activismo LTBT. 

No es algo nuevo. Desde amplios sectores del entorno político-ideológico conservador y reaccionario se ha negado siempre el feminismo, del que se rechaza lo que tiene de igualitario y al que se sigue anteponiendo como concepto el machismo. Se rechaza desde esos sectores, así mismo, la perspectiva de género, lo que ha llevado a renombrados jerarcas de la Iglesia Católica a identificarla como una ideología perversa o que llevó a Ciudadanos -considerada la derecha civilizada- en las pasadas elecciones a negar una ley contra la violencia sufrida por las mujeres. Y por supuesto no faltan ni la homofobia y la transfobia, que siguen siendo motivo de ataques permanentes. 

La negación de derechos tales como la igualdad entre las personas y la diversidad en la orientación y la identidad sexuales no deja de ser el caldo de cultivo que alimenta tanta violencia desatada contra las mujeres y las personas homosexuales o transexuales. Una violencia que adquiere formas diversas (física, psicológica, cultural...), así como grados que van desde lo más pequeño (las microviolencias) hasta matanzas como la del otro día. 

La movilización de la derecha política y su adláteres sigue su curso. Y un asunto aparentemente ajeno, como lo ocurrido en Orlando, está siendo utilizado para atacar a quienes han puesto las cosas en su sitio, como ha hecho Alberto Garzón, que definió ne toda su dimensión el suceso.   

martes, 14 de junio de 2016

Matanza de Orlando: del fundamentalismo religioso a la extrema derecha

En los medios de comunicación de extrema derecha, derecha extrema o similares españoles se está diciendo que la matanza cometida en Orlando no tiene que ver con que en EEUU exista libertad de tenencia de armas, sino con la propia religión islámica, a la que consideran por naturaleza maligna. Venían a criticar a las palabras lanzadas por el presidente Obama tras conocer lo ocurrido. La matanza fue obra de Omar Mateen, un ciudadano estadounidense del que se dice que se trataba de un "lobo solitario" vinculado ideológicamente al fundamentalismo islámico. 

Es cierto que el fundamentalismo islámico en cualquiera de sus formas lleva tiempo atentando en algunos países occidentales (EEUU, España, Reino Unido, Francia, Bélgica...). Pero también lo es que el objetivo de Omar Mateen era muy claro y explícito: la comunidad homosexual. En la visión que se tiene del mundo por parte de amplios sectores islamistas la homosexualidad es considerada como una perversión de la naturaleza humana. Lo que supone que es inmoral y debe ser objeto de castigo. Una idea que es compartida por amplios sectores de otras religiones, como la católica. 

No hace muchos días el arzobispo de Valencia, monseñor Cañizares, volvió a lanzar duros ataques morales contra la ideología de género, que considera contraria a la naturaleza y, por supuesto, a la ley divina. Llegó incluso a considerarla como más peligrosa que otras ideologías del siglo XX, sin decir cuáles, pero me imagino que refiriéndose al comunismo y al nazismo. Y dentro de la ideología de género Cañizares incluye "el imperio gay y ciertas ideologías feministas".

Él discurso islamófobo es común entre los grupos de extrema derecha europeos y el candidato republicano a la presidencia de EEUU, Donald Trump. La homofobia es común entre los sectores más intransigentes de algunas religiones, que coinciden, a su vez, con los grupos de extrema derecha. 

Demasiadas coincidencias, ¿no? 

lunes, 13 de junio de 2016

Juan José y Genoveva, una amistad desde Bretaña






















Hace once años conocí a Juan José y Geneviève. Formábamos parte de un grupo de amigos y amigas que nos dedicamos durante un año a recorrer distintos lugares de la provincia de Cádiz, con algunas escapadas a otras provincias cercanas de Andalucía. Pateábamos caminos, a veces agrestes, y aprovechábamos para degustar la cultura culinaria que nos ofrecía cada lugar. Juan José y Geneviève viven en Francia, en la ciudad de Brest, el extremo más occidental de la península de Bretaña. Pero llevan años yendo y viniendo a Barbate a pasar algunas temporadas en busca de la suavidad de su clima y, como les gusta decir, de la amabilidad de sus gentes.

Brest es la capital occidental de una región bella, de cultura ancestral y en parte misteriosa. Y una ciudad donde se divisa la inmensidad del océano en la plenitud de su bravura, rodeada de espléndidos acantilados graníticos y por cuyas costas, por el norte y por el sur, se diseminan pequeñas ciudades y pueblos que a lo largo del tiempo han hecho del mar su vocación. 

Geneviève es francesa, pero la llamamos Genoveva, castellanizando así su nombre para hacer más fácil su pronunciación. Originaria de Saint-Germain-en-Laye, una pequeña ciudad próxima a París, siendo estudiante acabó recalando en Rennes, la capital oriental de Bretaña, donde estaba estudiando Juan José. Éste nació como tal, aun cuando en Francia se le conozca como Jean. Y es que lo hizo en España, en Santander. Fue en un momento malo, porque muy de niño, en julio de 1937, tuvo que huir del país con destino a Francia junto con su madre Sabina y su abuela también Sabina, cuando las tropas fascistas, después de haber tomado Vizcaya, prosiguieron su camino hacia la provincia cántabra. Su padre, al que llamaban Pepín y era oficial del Ejército Popular republicano, hubo de permanecer un mes más en España, hasta que se vio obligado a huir al país vecino.

Juan José me ha ido contando con detenimiento las vicisitudes que pasaron él y sus progenitores por esos años. Como la salida desde el puerto de Santander en un barco que les llevó a Saint Nazaire junto a centenares de personas, en su mayoría vascas. O su recorrido en ferrocarril por varios departamentos franceses y el reparto en pequeños grupos que se iba haciendo en cada estación. Y en una de ellas, en la pequeña ciudad de Mayenne, del departamento del mismo nombre situado entre Rennes y Le Mans, les correspondió bajar a las dos Sabinas con el pequeño Juan José. Allí permaneció durante su niñez y adolescencia, hasta que a mediados de los cincuenta marchó a la cercana Rennes para iniciarse en sus estudios universitarios.

Su padre, por su parte, hubo de pasar lo suyo desde que llegó a Francia. Fue en París donde se le informó en la embajada española de la situación de su familia. Y cuando parecía que podía reiniciar su vida junto a ella, aunque fuera alejado de su patria, como le ocurrió a tanta gente forzada al exilio, se encontró con que lo que llegó fue aún peor. Enrolado en la Legión Extranjera francesa al inicio de la Segunda Guerra Mundial, allá por 1939, y prisionero del ejército alemán cuando Francia fue ocupada en junio de 1940, evitó ser deportado a los campos de concentración que prepararon para quienes el fascismo alemán consideraba indeseables.

Aunque Juan José no tiene recuerdos de la guerra española más allá de lo que le fueron contando en casa, sí los tiene propios de la contienda bélica mundial. Y entre los horrores sufridos su mente tiene retenido el bombardeo angloamericano que sufrió la población de Mayenne en junio de 1944, en los días previos al comienzo del desembarco de Normandía. Pero lo que vino después, ya acabada la guerra, pertenece a otro momento.

Fue el año pasado cuando Juan José me habló de una de las peripecias por las que pasó, concretamente la relacionada con el barco que les llevó desde el puerto de Santander al de Saint Nazaire. Sabe que su salida de España tuvo lugar el primer domingo de julio, que fue el día 4. Y sabe también que dicho barco era el Sarastone, de bandera británica, cuyo capitán se llamaba John Jones, que a su vez llevó a cabo labores de evacuación de personas refugiadas hacia Francia. El mismo barco  que acabó siendo hundido en plena guerra mundial por un avión alemán frente a las costas de Huelva. En todo caso tiene motivos suficientes para haber mostrado interés por saber algo más de lo ocurrido.  

Juan José cuenta con la ventaja de conocer el diario que el capitán Jones escribió durante ese tiempo. Por él ha sabido muchas cosas, como, por ejemplo, que en cierta ocasión el Sarastone fue retenido por las autoridades francesas en el puerto de Burdeos bajo la sospecha de portar armas y que los trabajadores del puerto presionaron para que pudiera salir y proseguir así con sus actividades al margen de las propiamente comerciales.

Indagando por la red he podido ir conociendo algunas cosas más del Sarastone*. La prensa de Huelva le da dedicado algunos artículos y he localizado un breve escrito de un hijo de John Jones donde da cuenta de algunos párrafos del diario de su padre*. Se trataba de un barco perteneciente a una compañía británica ubicada en el País de Gales que se dedicaba al transporte de minerales desde algunas zonas mineras españolas, como Asturias y Huelva, hacia la isla. El hecho de que en algunos momentos de la guerra española también se dedicara a la evacuación de personas refugiadas, resulta entre curioso y sorprendente, teniendo en cuenta el papel poco amistoso que el gobierno británico mantuvo en relación al republicano. Hay constancia de que esa tarea solidaria no fue fácil, porque el acoso de varios buques de la marina fascista estuvo a punto de impedirlo en más de una ocasión de no ser por la ayuda prestada por otros buques de la marina republicana e incluso de la británica.  

El que el Sarastone se hubiera dedicado a realizar actividades comerciales con el gobierno republicano y hasta labores humanitarias no debió de gustar a las autoridades fascistas españolas, por lo que pasó a formar parte de una especie de lista negra. Y quizás así se explique el destino que sufrió años después, junto con otro carguero británico, el 29 de octubre de 1941, cuando un avión alemán, alertado por los servicios de espionaje español e italiano, los atacó frente a las costas de Mazagón. El Sarastone se llevó la peor parte, porque acabó hundiéndose en el fondo del mar. Con él lo hizo su capitán John Herbert, que había sucedido a John Jones por haberse retirado.

Juan José y Genoveva forman una pareja encantadora. No se han separado desde que tomaron la decisión de compartir sus vidas hace más de medio siglo. En 1966 recalaron en Brest, donde trabajaron como enseñantes hasta su jubilación. Y allí siguen, alternando su vida con algunas estancias en Barbate, después de haber dejado atrás una aventura atrevida que les llevó a recorrer los mares en su modesto velero.

Desde que nos conocemos, rara es la estancia en Barbate en que no encontramos la ocasión para vernos y pasar en compañía de amigos y amigas unos ratos agradables, disfrutando de manjares de la tierra y caldos de cualquier otro lugar, pero, sobre todo, charlando sobre lo divino y lo humano. Hace dos o tres años Felisa y yo tuvimos la suerte de recibir un precioso regalo: una acuarela, pintada por el propio Juan José, de un paisaje marino de su tierra bretona de adopción. Una muestra más de amistad. 

* En 1996 se publicó el libro Espías y neutrales: Huelva en la II Guerra Mundial, donde su autor, Jesús Ramírez Copeiro del Villar, trata sobre lo acontecido en torno al Sarastone. En los últimos años varios diarios de Huelva han informado sobre el hecho, como el huelva24.com en septiembre de 2011 o el huelvabuenasnoticias.com en octubre de 2014, entre otros. También he podido localizar por la red un artículo de  Charles Jones, titulado "Running Franco's blockade: captain John Jones, Aberarth, and the S.S. Sarastone" / "Rompiendo el bloqueo de Franco: capitán John Jones, Aberath y el S.S. Sarastone", en el http://welshjournals.llgc.org.uk, donde cuenta las peripecias protagonizadas por su padre basándose en el diario que escribió.