Perteneció a
la primera generación de saharauis que lucharon desde principios de los setenta
por la descolonización del Sáhara Occidental, cuando era una colonia española,
creando el Frente Polisario, expresión del movimiento de liberación saharaui. La
misma generación que desde finales de 1975 mantuvo la lucha contra Marruecos y
Mauritania, que ocuparon el territorio saharaui tras el ignominioso acuerdo
tripartito firmado en noviembre con esos dos países y el gobierno español de
entonces.
La ocupación
marroquí y mauritana no fue óbice para que en 1976 se proclamara la RASD, con
Abdelaziz como presidente. La obligada huida de buena parte de la población
saharaui hacia la zona de Tinduf, en el oeste de Argelia, hizo que las instituciones
de la república se establecieran en el exilio, continuando hasta nuestros días.
El Frente
Polisario, por su parte, mantuvo una guerra abierta contra los ejércitos
ocupantes, cuyo elevado coste obligó a Mauritania a abandonar el Sáhara en 1979.
Aunque Marruecos acabó por controlar la mayor del territorio, el límite más
oriental se convirtió en un espacio inestable, hasta el punto que levantó un vasto
muro.
Desde que
en 1991 se declaró el alto el fuego entre el Frente Polisario y Marruecos,
Abdelaziz ha sido el principal impulsor de la vía pacífica que permita que se
lleve a efecto la convocatoria del referéndum de autodeterminación. Algo que,
sin embargo, el gobierno marroquí está incumpliendo en contra de las
indicaciones de la ONU. Este organismo ha hecho sucesivos pronunciamientos para
que Marruecos ponga fin a la ocupación y son permanentes las denuncias por
parte de diversos organismos internacionales sobre las violaciones de los
derechos humanos llevadas a cabo hacia la población saharaui que permanece en el
territorio occidental.