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viernes, 16 de febrero de 2024

Isabel Díaz Ayuso o la banalización de la muerte


Son conocidas las instrucciones dadas por la consejería de Salud madrileña durante el confinamiento por la pandemia del covid-19, prohibiendo el traslado desde las residencias de personas mayores a los hospitales públicos, no así hacia los centros privados. Son los conocidos como "protocolos de la vergüenza", que llevaron al consejero de Asuntos Sociales, Alberto Reyero, a denunciarlos e incluso dimitir. Los mismos protocolos que ocasionaron más de siete mil muertes en las residencias de mayores, dando lugar a una sobremortalidad. Manuela Bergerot, de Más Madrid, volvió a denunciar ayer lo ocurrido durante la sesión de la Asamblea de Madrid, después que el gobierno madrileño se siga negando a hacer públicas las actas elaboradas durante esas semanas por la Policía Local. Y la respuesta de la presidenta de la Comunidad de Madrid fue muy clara: "Cuando una persona mayor estaba gravemente enferma con el covid, con la carga viral que había entonces no se salvaba en ningún sitio". Lo dicho: una forma de banalizar la muerte.  

jueves, 6 de enero de 2022

La cordura de Alberto Garzón en torno al consumo de carne, pese a la demagogia desatada en su contra

Que a Alberto Garzón se la tienen jurada desde la derechona en su conjunto, no cabe la menor duda. De momento no están pudiendo con Yolanda Díaz, pero ya encontrarán o, más bien, se inventarán la ocasión. Miembros del Gobierno de coalición, lo son de Unidas Podemos, por lo que de partida tienen todas las papeletas para tener que sufrir duros y permanentes ataques.

Pero sigamos con el ministro de Consumo, que, una semana después de que se publicara una entrevista suya en The Guardian, ha vuelto a ser objeto de  una burda y malintencionada manipulación por lo que dijo. El punto de partida ha estado en Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, que tiene la vista puesta en las elecciones autonómicas del mes de febrero. Y la excusa, de nuevo, la producción y el consumo de carne. 

Ya en el verano pasado Alberto Garzón sufrió una malvada campaña cuando defendió el consumo moderado de carne, aduciendo para ello criterios científicos. Se lleva muchos años advirtiendo de las secuelas que tiene sobre el medio ambiente la producción ganadera intensiva y sobre la salud, al generar enfermedades cardiovasculares, sobre todo la que tiene mayor contenido en grasas. Al margen de las esperadas diatribas de la derechona y del sector de la ganadería industrial, flaco favor le hizo el presidente del Gobierno cuando soltó la ocurrencia del "chuletón y, a ser posible, poco hecho". La polémica, sin embargo, se fue calmando, entre otras cosas porque Garzón estaba cargado de razón y no le faltaron apoyos desde diversos ámbitos (profesionales de la salud, la ciencia o el ecologismo), sin contar las recomendaciones lanzadas por organismos internacionales, tales como la OMS o la propia UE. Al poco, incluso, se difundió una campaña desde el ministerio de Consumo bajo el lema "Menos carne. Más vida", que desde la racionalidad y sosiego aportó más claridad.

Y en esta ocasión, ¿cómo se ha concretado el ataque? Veamos. En una de las preguntas que le hizo el periodista a Garzón, concretamente la relativa a cómo iba a cambiar el apoyo de los ganaderos y  la mentalidad de la gente, su respuesta (traducida del original en inglés) fue muy clara:


Todo eso Fernández Mañueco lo resumió en lo siguiente: "Garzón afirma en The Guardian que España exporta carne de mala calidad de animales maltratados". Y se quedó tan pancho, porque el objetivo estaba claro: en primer lugar, contentar al sector de la ganadería industrial; luego, hacer demagogia, destinada al conjunto del sector agroganadero castellano-leonés, tradicionalmente conservador; y, por último, aprovechar para dirigirse a Pedro Sánchez, conminándole a destituir a Garzón, y de paso abrir una crisis en el Gobierno. Tres en uno.

Pero la cosa no ha quedado ahí, porque la reacción desde el PSOE, como ya ocurriera en el verano, no ha sido digna de ejemplo. En esta ocasión no ha sido Pedro Sánchez el que ha salido al paso, sino dos ministras: la portavoz, Isabel Rodríguez, y la de Educación, Pilar Alegría, quienes han matizado que lo de Garzón se trata de una opinión personal, no del ejecutivo. A ellas se han sumado los presidentes de Castilla-La Mancha y Aragón, y algunos más.

Tenemos, pues, al PSOE de nuevo con las suyas. Buscando quizás arrancar algún voto entre esa buena parte de la población castellano-leonesa que, bajo el influjo de ese cóctel hecho a base de patria, bandera, religión y un toque de carne, vota inmisericordemente por la derechona.

Por lo que uno está viendo, si en la primavera pasada Isabel Díaz Ayuso hizo de las cañas de cerveza la idea fuerza, versión cañí, de su campaña electoral, me temo que el hijo del falangista, magistrado y alto funcionario provincial del régimen franquista va a hacer lo propio con cualquiera de las variantes de carne... de origen animal.   

Y para acabar, dejo para la reflexión otra de las cosas que el propio Alberto  Garzón, el único que ha aportado cordura en medio de esta vorágine de palabrería barata, dijo en su entrevista al diario británico, refiriéndose al debate habido durante el verano pasado: "Las organizaciones de la sociedad civil y las asociaciones de ecologistas, pediatras, médicos y nutricionistas han salido a defendernos hasta el final. (...) Creo que eso nos ayudó a ganar el debate, porque el tema se discutió durante tres días en todos los informativos y en los bares". 

martes, 23 de noviembre de 2021

Hacia un perfil de quienes son antivacunas, partiendo de los datos del CIS

El barómetro del CIS correspondiente al mes de noviembre aporta unos datos  interesantes sobre la vacunación del COVID-19. Son muchas las preguntas efectuadas, a lo que suma las distintas variables y el cruce entre ellas. Por mi parte he seleccionado algunas de las preguntas, sin perder de vista ninguna de las variables. 

De entrada conviene destacar el elevado nivel de vacunación que se da entre las personas mayores de edad: el 94'9%, un número que supera en algo más de cuatro puntos a los datos que da el ministerio de Sanidad. Y en cuanto a las personas no vacunadas, representan según el sondeo el 4'8%.

No debemos perder de vista el carácter de los estudios del CIS, que sólo contemplan a la población mayor de edad, por lo que quienes tienen menos de 18 años no han entrado en el sondeo. Según los datos del propio ministerio de Sanidad la vacunación entre los 12 y los 19 años es del 84% con la pauta completa y algo superior en quienes tienen una dosis. 

Las respuestas por variables

Sexo/género. Las diferencias son mínimas, correspondiendo las vacunaciones en un 94'2% a los varones y el 95'5% a mujeres. En relación a quienes no lo han hecho, las diferencias son mayores: los varones, con el 5'5%, superan la media; y las mujeres, con el 4'1, están por debajo.   

Grupos de edad. Están por debajo de la media (94'9%) sólo dos grupos: 25-34 años, con el 91'3%; y 35-44, con el 92'9%. Entre las personas no vacunadas, por encima de la media de rechazo a la vacunación (57'8%) se encuentran todos los grupos a partir de 35 años, destacando el de 55-64 con un 74'9%.

Tamaño de municipios. Llama la atención la homogeneidad existente en las respuestas en todos los grupos, desde los de tamaño más pequeño (menores de 2.000 habitantes) hasta los que superan el millón de habitantes. Todos se sitúan en torno la media y tienen variaciones mínimas. Están ligeramente por debajo de la media de vacunación (94'9%) sólo dos grupos: de 10.001 a 50.000, 94'4%; y de 400.001 a 1 millón, 94'2%.

Nivel de estudios. Sólo se sitúan algo por debajo de la media de vacunación (94'9%) dos grupos: la 2ª etapa de secundaria, 93'9%; y la FP, 91'6%. En cuanto al rechazo a vacunarse por parte de las personas que no  lo han hecho, superan la media (57'8%): quienes tienen estudios primarios, 69'9%; han cursado la 2ª etapa de secundaria, 62'2%; y tienen estudios superiores, 60'8%.

Grupos socioeconómicos. Aquí hay grandes variaciones entre los distintos grupos. Se encuentran por debajo de la media de vacunación (94'9%): quienes ostentan puestos de dirección o gerencia, 90%; trabajadores/as de servicios y propietario/as de pequeños comercios, 91'7%; agricultores/as y trabajadores/as agropecuarios/as, 87'8%; oficiales/as y artesanos/as, 86'9%; operadores/as de máquinas, 85%; trabadores/as domésticos/as, 94%; y parados/as, 91'8%. En cuando a las personas que no están vacunadas, superan la media de rechazo a hacerlo (57'8%): operadores/as de máquinas, 63'9%; profesionales, científicos/as, e intelectuales, 75%; y agricultores/as y trabajadores/as agropecuarios/as, 83'7%. 

Posicionamiento político. El nivel de vacunación se encuentra por debajo de la media (94'9%) quienes votaron en 2019 a los siguientes grupos: la CUP, 76'5%; Vox, 89%; PNV, 89'9%; y ERC, 91'2%%. Diferentes son las respuestas entre las personas no vacunadas a la hora de estar dispuestas a hacerlo; entre  las que no lo harían (57'8%), superan la media: En Comú Podem y EH-B, 100%; Ciudadanos, 76'2%; CUP, 75%; y Vox, 72'3%.

Autoubicación ideológica. En una escala de 1 a 10 (de más a la izquierda a más a la derecha) están por debajo de la media de vacunación (94'9%) las personas que se autoubican en la derecha: nivel 7, 94'2%; 8, 90'1%; 9, 90'4%; y 10, 91'3%). Entre quienes no están vacunadas, por encima del rechazo a hacerlo (57'8%) se encuentran: nivel 1, 65'1%; 2, 58'9%; 5, 58'3%; 7, 73'6%; 8, 60'1%; y 10, 62%.  

Creencias religiosas. Sólo el grupo de creencias religiosas no católicas se sitúa, con el 78'1%, por debajo de la media de vacunación (94'9%). Y en el caso del rechazo a vacunarse por parte de quienes no lo han hecho todavía, se encuentran por encima de la media (57'8%): católicos/as no practicantes, 60'2%; y agnósticos/s y ateos/as, 65'9. 

Algunas conclusiones

1. El nivel de vacunación, teniendo en cuenta que en todos los grupos políticos es alto, es mayor entre las personas situadas en los campos de la izquierda y el centro que en el de la derecha. Por grupos destacan, por estar por debajo: Vox y el PNV, por la derecha; y la CUP y ERC, por la izquierda. Esto se mantiene en cuanto a la autoubicación ideológica, como ocurre sobre todo entre las personas que lo hacen a partir del nivel 7.

2. Entre las personas que se abstuvieron en las últimas elecciones de 2019  llama la atención que representen, con el 9'5%, el mayor porcentaje de no haberse vacunado.   

3. Tanto por grupos de edad como por nivel de estudios, quienes no llegan a la media no lo están a mucha distancia. Ocurre con las personas entre 35 y 54 años y con quienes tienen estudios intermedios (2ª etapa de secundaria y FP). 

4. Son bastantes los grupos socioeconómicos que se sitúan por debajo de la media, lo que quizás esté relacionado con una combinación de factores como que haya mayor presencia de autónomos/as, precariedad laboral e inmigrantes. Destacan en mayor medida: agricultores/as y trabajadores/as agropecuarios/as; oficiales/as y artesanos/as; y operadores/as de máquinas.

5. En la variable de creencias religiosas llama la atención que sólo sea el grupo de creyentes de otras religiones el que se sitúe por debajo de la media, que lo hace, además, a bastante distancia. 

6. La variable relativa al tamaño de los municipios refleja una gran homogeneidad, situándose con escasas diferencias en torno a la media.

7. En cuanto a las personas que se niegan a vacunarse, se da una mayor diversidad en casi todas las variables.

8. Por grupos políticos son varios los que se sitúan a la izquierda y en mayor medida a la extrema izquierda: ECP, EH-B y la CUP; también se encuentra Ciudadanos; y no falta tampoco Vox. Lo primero se corresponde con que se da más en los niveles de autoubicación ideológica 1, sobre todo, y 2; lo segundo, con el nivel 5, que está en el centro-centro; y lo tercero, con los niveles 7, sobre todo, 8 y 10, propios de la derecha y la extrema derecha.  

9. En la variable socioeconómica llama la atención el rechazo en tres de los grupos. Dos, en en bastante mayor medida: operadores/as de máquinas; y profesionales, científicos/as, e intelectuales. Y el tercero, el de agricultores/as y trabajadores/as agropecuarios/as.

10. En el resto de variables destacan en mayor medida: el grupo de 55-64 años; quienes tienen sólo estudios primarios; y quienes se consideran agnósticos/s y ateos/as.

Y ya para acabar, a la hora de buscar el perfil de quienes rechazan las vacunas, ¿hay que acudir principalmente a las personas que votan a la derecha, sobre todo a la más extrema, y a quienes son abstencionistas; y, por otro lado, a quienes tienen entre 25 y 44 años? Por lo expuesto, eso más que parece.

sábado, 17 de julio de 2021

“Menos carne. Más vida”: una campaña cargada de razones por el bien de la salud personal y del planeta

El ministro de Consumo, Alberto Garzón, es el protagonista de un vídeo que forma parte de una campaña lanzada por su ministerio con el título “Menos carne. Másvida”. Se hace eco de las recomendaciones que llevan haciendo desde hace años diversos organismos de salud y de medioambiente, tanto internacionales como españoles, sobre la necesidad de la reducción del consumo de carne en nuestra dieta diaria.

Sentado, con un semblante tranquilo y situado dentro del Jardín Botánico madrileño, a lo largo de seis minutos que dura el vídeo, Garzón va desarrollando  el contenido de su mensaje. Al principio nos advierte con estas palabras: "Estoy preocupado por la salud de nuestra planeta"; para luego ir desentrañando las razones por las que las dice.

La realidad es que en nuestro país hay un consumo excesivo de carne. Estamos a la cabeza de los países de la Unión Europea, más que doblando, con un kilo de carne semanal, lo recomendado por la OMS, que es de 200 a 500 gramos. Eso afecta, especialmente en el caso de las carnes rojas y las procesadas, a nuestra salud personal en forma de enfermedades coronarias o diabetes, entre otras… Y también afecta a la salud del planeta, contribuyendo al efecto invernadero o la desertificación. Por eso vuelve a advertirnos a modo de denuncia: "Sin planeta no tenemos vida, sin planeta no tenemos salarios, sin planeta no hay economía y nos lo estamos cargando".

La campaña tiene como objetivo sensibilizar a la población y contribuir a la creación de hábitos de vida saludables. En ningún momento intenta decir que no hay que consumir carne. Tampoco pretende perjudicar al sector ganadero. Otra cosa es que se posiciona contra el modelo de explotación y producción industrial de carne. Todo lo que dice está basado en criterios científicos. Lo que hace, en fin, es un llamamiento a la responsabilidad, individual, familiar y comunitaria.

El  vídeo está tratado con una mezcla de racionalidad en el discurso y de sosiego en la forma de transmitirlo por parte del ministro. Lo que, conociendo la personalidad de Alberto Garzón, concuerda perfectamente. Es así como se pueden entender estas palabras: "No pretendo echar la bronca a nadie, sino reflexionar antes de que el problema se convierta en crónico".

viernes, 9 de julio de 2021

Consumo de carne: la razón de Alberto Garzón frente a la sinrazón del PSOE y el PP

Como era de esperar, en el PP han salido en tromba para criticar la polémica surgida ayer sobre el consumo de carne. Y más allá de la esperable apelación a eso de "quién eres tú para decirme lo que tengo que hacer" o de ser un episodio más del "gobierno socialcomunista", los argumentos que han dado ponen de manifiesto una ignorancia supina sobre la realidad. 

Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, con Pablo Casado, que, entre otras cosas (o sandeces),  se ha referido al derecho a comer carne que tienen las personas con mayor vulnerabilidad alimentaria. Dicho así, podría considerarse que entre esas personas existen dificultades para acceder a la ingesta de proteínas y especialmente las de procedencia animal. Se trata de un argumento falso y falaz. Se sabe de la correlación existente, en mayor medida entre los grupos de edad más jóvenes, entre la obesidad y el consumo de alimentos con ingredientes animales que son de baja calidad nutritiva y tienen un exceso de grasas.

Por otro lado, en el PSOE y en alguna integrante del Gobierno de ese partido siguen sin enterarse de qué va la cosa, más allá de querer evitar las críticas procedentes de los sectores ganadero y cárnico. Así, la ministra de Sanidad se ha referido a la necesidad de hacer propuestas en positivo, como si lo dicho ayer por Alberto Garzón acerca de la dieta mediterránea no lo fuera. Mientras que la portavoz del Gobierno ha intentado echar balones fuera sobre la polémica surgida en el seno del propio órgano ejecutivo.   

No han tenido en cuenta, sin embargo, las recomendaciones que sobre el consumo excesivo de carne han realizado organismos como la Organización Mundial de la Salud, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Fondo Mundial de Investigación contra el Cáncer, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición o la Fundación Española de la Nutrición. Como tampoco lo han hecho a las advertencias de los  grupos ecologistas, que llevan muchos años poniendo el foco en el actual modelo de obtención de ese tipo de alimentos como uno de los causantes del efecto invernadero. Desde Greenpeace se ha tachado de irresponsable la alusión de Pedro Sánchez a lo del chuletón a punto". Y por parte de Ecologistas en Acción se ha señalado directamente a la ganadería industrial como el problema.  

Lo que se pretende desde el ministerio de Consumo no es algo ajeno a lo que en su día firmaron el PSOE y Unidas Podemos en el acuerdo de gobierno. A lo largo de su texto hay varias e importantes alusiones a aspectos como la seguridad alimentaria, la lucha contra la comida basura, la sostenibilidad agroalimentaria o el desarrollo de hábitos saludables. Incluso hace un par de meses el propio presidente del Gobierno, durante la presentación de la estrategia España 2050, hizo referencia, entre otras propuestas, a la progresiva reducción del consumo de carne.   

Pretender negar esas evidencias no es otra cosa que agravar la situación en sus vertientes de salud pública y de futuro del planeta. Si por parte de quienes tienen relación con el PSOE se ha hecho un ejercicio de irresponsabilidad, lo que corresponde a la dirigencia del PP supone una aberración más entre tantas.

jueves, 8 de julio de 2021

¡Ay, Sánchez, te has pasado con el chuletón!

Lo que 
esta mañana ha dicho sobre el consumo de carne Alberto Garzón, ministro de Consumo, tiene una lógica aplastante. Se basa en criterios científicos: nutritivos, sanitarios, ecológicos... Ha apuntado, además, que la dieta mediterránea, una de las más saludables, deber ser nuestro horizonte. También, según datos de la FAO, que somos el país europeo que más carne consume. Pero eso no ha gustado a mucha gente. Primero, al propio Pedro Sánchez, que encima se ha querido hacer el gracioso con lo del "chuletón a punto". Luego, al corifeo de cargos públicos de su partido o aledaños.. Sí, los Planas, Page, Revilla... Y, claro está, a los directivos del sector cárnico, que ven peligrar su negocio. Pues nada, don Pedro, cómase su chuletón, pero no se trata de eso, sino de tener más seriedad en asuntos serios y no hacerle el juego a quienes ya sabe. Si no, al tiempo. ¡Vaya patinazo!

jueves, 29 de abril de 2021

El hospital Zendal, una "granja de pollos" por valor de 153 millones de euros

Lo primero, como ha aparecido hoy en el diario Público, lo ha dicho Beatriz de Vicente, una conocida criminóloga que colabora con un programa de la cadena de televisión La Sexta y afectada por el covid-19. Lo segundo lo he añadido yo. Lo primero es una reiteración de lo que tantas personas, pacientes del famoso hospital madrileño, en esta ocasión con el añadido de una calificación que, no por curiosa y hasta original, denota una triste realidad: el despilfarro de millones de euros para construir un hospital nuevo a costa de desatender los ya existentes, mal aprovechados en sus instalaciones y mal dotados de personal. Es la plasmación del "neoliberalismo a la madrileña", llevado a su máxima expresión por la actual presidenta de la Comunidad. Esto es, el destino de cuantiosas sumas de dinero público para que las empresas encargadas de construir infraestructuras, dotarlas de servicios y mobiliario y gestionarlas se lleven sus partes correspondientes, con sobrecostes incluidos, mientras se merman los presupuestos en materia sanitaria. Y encima, siguen votando a esa señora..., la presidenta, claro. El "voto a la madrileña", una variante del trumpismo.

viernes, 25 de diciembre de 2020

Vacuna sí, vacuna no, según la encuesta del CIS

El barómetro del CIS del mes de diciembre aporta una información sobre la pandemia del covid-19 y, más concretamente, sobre la posición ante la vacuna. Ha pasado bastante desapercibida en los medios de comunicación, pese a que resulta bastante interesante. Nos acerca al conocimiento de cómo es percibida entre la población, atendiendo a variables como el sexo, la edad, el tamaño del municipio, el nivel de estudios, la identificación subjetiva de clase, la autoubicación ideológica y el grupo político por el que se vota.

Las opciones ante la pregunta formulada no son sólo el sí o el no, sino que también se presentan otras, dentro de lo afirmativo y a modo de matizaciones, como que tenga garantías o sea fiable, el origen, se dé información suficiente o se aconseje por las autoridades, el personal sanitario o el mundo científico. 

Posicionamiento general. El sí explícito a la vacuna (40'5%) supera con claridad al no (28%), lo que se amplía con las otras opciones favorables (23'6%), hasta alcanzar la suma total del 64'1%. 

Sexo. Los varones (44%) se muestran más partidarios que las mujeres (34'3%); a su vez, éstas (30'5%) la rechazan más que los varones (25'3%); por último, la suma de todas las opciones favorables es superior en los varones (68'9%) que en las mujeres (60'7%).

Edad. Las personas de 45 ó más años optan claramente por el sí (entre el 41'1% y el 45'3%, éstos últimos de quienes tienen 65 ó más años), así como el grupo entre 18 y 24 años (35'2%); entre quienes tienen 25 y 44 años el no supera al sí; otra cosa es la suma de las opciones favorables, que superan en todos los grupos de edad al no; resulta llamativo el grupo de 25-34 años, donde el no (40'8%) supera, y con claridad, al sí (32'3%), siendo además el menos receptivo a la vacuna (53'5%), 11'4 puntos por debajo de la media; los grupos más favorables son el de 55-64 (65'6%) y el de 65 ó más años (69'9%).    

Tamaño del municipio. En todos los casos el sí supera al no; la mayor receptividad a la vacuna, explícitamente o sumando las diversas opciones afirmativas, se encuentra en los municipios entre 50.001 y 100.000 habitantes (43'8 y 65'7%, respectivamente) y 101.000 y 400.000 (41'8 y 66'2%%); en general se da una gran homogeneidad, tanto en el sí explícito (oscila entre el 39'1y el 43'8%) como en la suma de respuestas favorables (entre el 62'4% y el 66'2%). 

Nivel de estudios. De nuevo en todos los grupos el sí supera al no; la diferencia es mayor entre quienes no tienen estudios (49'9 y 17'5%, respectivamente) y tienen estudios primarios (40'5% y 18'4%); el mayor nivel de rechazo se da en el grupo con estudios secundarios de nivel 2 (29'9%) y en el de formación profesional (32'5%); en la suma de todas las respuestas favorables, la mayor receptividad se da entre quienes no tienen estudios (68%), y tienen estudios primarios (65'4%) y superiores (67'3%); y la menor, en los grupos con estudios de secundaria de nivel 1 (61%) y formación profesional (59'8%). 

Clase social subjetiva. En todos los grupos sociales el sí explícito supera al no, con un máximo en la clase alta/media alta (45'4%), media/media (41'9%) y trabajadora (44'1%); en gran medida se mantiene cuando se suman todas las opciones favorables, aunque el nivel de la clase trabajadora (62'3%) se sitúa por debajo de la media; por otro lado, la menor receptividad hacia la vacuna se encuentra en la clase baja/pobre, donde la suma de opciones favorables se sitúa 6'5 puntos por debajo de la media (58'6%). 

Autoubicación ideológica. En la suma de todas las opciones favorables se da una clara correlación, según la escala de 1 a 10, de izquierda a derecha: cuando más a la izquierda, mayor receptividad hacia la vacuna (por encima del 70'5%, con un máximo del 74'1% entre quienes se sitúan en el 2); y cuanto más a la derecha, menor (49'3% en quienes se sitúan en el 10); el sí explícito supera al no explícito en todos los casos, salvo en el nivel 7 (35'2% de rechazos frente al 34'3% de síes) y, sobre todo, en el 10 (41'7%y 33'2%, respectivamente).  

Voto a grupos políticos. En general, es más receptivo hacia la vacuna el electorado que vota a los grupos de izquierda y, sobre todo, al PSOE (sí, 51'6%; suma de opciones favorables, 75'2%), Unidas Podemos (51'4 y 73'1%) y EC-UP Galicia (48'8 y 81'3%); también lo es el electorado del PNV (57'1 y 74'3%) y CC-NC (50 y 83'3%); en el caso de la derecha españolista, el sí supera al no tanto en el electorado del PP (37'7 y 62'7% frente al 28'9%) como en el de Ciudadanos (38'6 y 62'9% frente al 32'9%); el grupo favorito de quienes se oponen a la vacuna es Vox, donde el rechazo (49'6%) supera, duplicándolo, al sí (24'8%) e incluso a todas las opciones favorables (39'7%); en el caso de la CUP, el rechazo (37'6%) supera por un estrecho margen al sí explícito (36'5%), no así al conjunto de opciones favorables (62'3%). 

martes, 3 de noviembre de 2020

Se aprueba un decreto para combatir la ludopatía entre la gente joven

El gobierno ha aprobado esta mañana, por iniciativa del ministerio de Consumo, el real decreto de comunicaciones comerciales de las actividades de juego. Supone una  iniciativa muy importante que tiene como objetivo limitar la publicidad sobre apuestas y juegos de azar, y combatir la ludopatía, uno de los problemas derivados de ese tipo de actividades, que está afectando gravemente a determinados segmentos de población.

El decreto va a entrar en funcionamiento a partir de mañana mismo y conllevará, de entrada, la limitación de la publicidad audiovisual, que quedará relegada a la franja horaria entre la una y las cinco de la madrugada. El resto de las medidas se irá aplicando a lo largo de los meses siguientes hasta el mes de agosto de 2021, teniendo en cuenta las dificultades derivadas de los contratos publicitarios suscritos entre las empresas de apuestas y juegos de azar, de un lado, y los medios de comunicación, internet, clubes deportivos y personajes con relevancia social.

Entre otras medidas, el 1 de abril concluirán las campañas publicitarias con personajes de relevancia; el 1 de mayo se hará lo propio con los bonos promocionales y la regulación de la publicidad en internet; y el 30 de agosto quedarán derogados los contratos con los clubes deportivos,  que afectará a la publicidad en sus camisetas y equipaciones.

La presión de las empresas del sector para evitar un decreto de esa naturaleza ha sido grande, a la que se ha unido buena parte de los medios de comunicación, que han hecho de este tipo de publicidad una jugosa fuente de beneficios.

No debemos olvidar que en las actividades de este sector subyacen dos grandes problemas. Uno es el de la ludopatía, que al estar catalogada como una enfermedad, supone un problema de salud pública. Afecta especialmente a la gente más joven y residente en los barrios con rentas más bajas, donde el paro y las escasas perspectivas laborales se constituyen como un caldo de cultivo para su desarrollo. El crecimiento tan desmesurado habido en los últimos años ha hecho que nuestro país se encuentre a la cabeza de esa enfermedad entre la población adolescente y de primera juventud.

Por otro lado, como segundo problema, este sector es una fuente de blanqueo y evasión de capitales, ya que buena parte de sus empresas tienen su sede en paraísos fiscales.

La iniciativa llevada a cabo por ministerio que tiene al frente a Alberto Garzón es un primer paso, pero necesario y e importante, porque marca un camino que contribuye a la construcción de una sociedad más saludable. 

Post data

Para ampliar la información recomiendo la entrevista a Alberto Garzón en el  programa 24 horas de Radio Nacional, que fue emitida ayer por la noche. Así mismo, el artículo aparecido en Cuarto Poder, titulado "Las claves del decreto ley que regula publicidad de apuestas y juegos 'online'".

domingo, 21 de junio de 2020

Sumarse a la campaña Premio Nobel de la Paz para la Brigada Médica Internacional Cubana

Me he sumado a la Campaña para el Premio Nobel a Cuba, que promueve la nominación de la Brigada Médica Internacional Cubana "Henry Reeve" para recibir el Premio Nobel de la Paz 2021. Una iniciativa que me parece justa  por el significado solidario que contiene. 

Cuba tiene una larga trayectoria de participación en misiones sanitarias por distintos países del mundo, en especial los más pobres y aquellos que, siéndolo, han sufrido algún tipo de catástrofe grave. Dispone para ello no sólo de su vocación de cooperación internacionalista, sino de un capital humano sólidamente preparado para intervenir allí donde se le demanda. El sector biosanitario cubano está en la vanguardia mundial de la investigación y su aplicación, pese a los obstáculos derivados del bloqueo económico que ejerce el gobierno de EEUU, que dificulta, entre otras cosas, la adquisición de los insumos necesarios para poder desarrollar en plenitud su potencial.

Como consecuencia de la pandemia mundial provocada por la covid-19 el gobierno cubano se ha puesto a disposición de aquellos países que necesiten de su cooperación. Y allí donde ha sido requerida se ha trasladado la Brigada Médica Internacional Cubana "Henry Reeve". El propio intelectual estadounidense Noam Chomsky ha llegado a declarar: "Cuba es el único país que ha mostrado un genuino internacionalismo durante la crisis del coronavirus".   

Por otro lado, no está de más denunciar los intentos llevados a cabo por el gobierno de EEUU para desacreditar la labor llevada a cabo los y las profesionales de la sanidad cubana. Ha llegado a lanzar una campaña que, entre otras cosas, califica dicha labor humanitaria como "tráfico de personas". También está presionando a los distintos gobiernos para que rechacen la ayuda y, a la vez, está boicoteando la campaña para la nominación al Premio Nobel de la Brigada Médica Internacional. Con el fin de contrarrestarlo, se ha lanzado la iniciativa #CubaSalvaVidas, #CubaPorLaVida.

Invito a adherirse a la campaña Nobel Peace Prize for Cuban Doctors/Premio Nobel de la Paz para los Doctores Cubanos. Se lo merecen.

domingo, 14 de junio de 2020

EEUU: la otra cara del considerado como paraíso de la libertad

Llevamos varias semanas bajo el impacto de la muerte/asesinato de George Lloyd y su repercusión en buena parte de la sociedad estadounidense y también en el mundo. Ya sabemos que no fue un caso aislado, sino expresión estructural de un sistema que entiende la violencia como forma de sumisión de la gente más débil. 

Pues bien, esta mañana he leído en el diario As una noticia que pone de manifiesto, una vez más, la crueldad del sistema preponderante en EEUU. En esta ocasión en un asunto de otra naturaleza, relacionado con la salud pública y la sanidad. 

Un enfermo de covid-19 de 70 años de edad, tras 62 días ingresado en un hospital -privado, por supuesto- de la ciudad de Seattle, en el estado de Washington, ha recibido una factura de 1,1 millones de dólares (alrededor 675.000 euros) por la atención médica recibida, en la que sólo el coste de la habitación era de casi 10.000 dólares diarios (5.865 euros). Al parecer no ha de pagar todo el importe, sino una parte, dado que el seguro medicare, un programa sostenido con fondos públicos, se hará cargo del resto. 

Si eso resulta de por sí sorprendente desde la perspectiva europea, hay otro aspecto que agrava el caso: el sentimiento de culpa del afectado. Ya en el primer momento le dijo a su esposa que era un gasto que no podían permitirse y finalmente, tras su salida del hospital, manifestó: "me siento culpable por sobrevivir. Hay una sensación de '¿por qué yo?'. Mirar el increíble costo de todo se suma a la culpa por sobrevivir".

Sí, ése es el país considerado paraíso de la libertad y de la opulencia. Incapaz de prestar atención a un derecho humano fundamental: el de la salud. Y lo que es peor, que buena parte de quienes viven en él no tengan la conciencia social de que los derechos son parte de una visión de la vida basada en la solidaridad humana. Ajena, pues, al individualismo capitalista.

Post scriptum

Me acaba de contestar mi amiga María José con el enlace de una noticia aparecida en el periódico La Vanguardia el pasado 5 de junio: "Muere el cámara español afincado en Estados Unidos". Más de lo mismo. 

domingo, 10 de mayo de 2020

El modelo neoliberal de la sanidad madrileña, al desnudo

La revista digital Contexto ha publicado el reportaje "¿Quién manda en la privatizada sanidad madrileña?"elaborado por Gorka Castillo y Miguel Mora. Con gran precisión en los detalles, pero atendiendo sobre todo a su naturaleza  neoliberal, los dos periodistas ponen al descubierto el modelo sanitario implantado en la Comunidad de Madrid, gobernada desde hace tres décadas por el PP y especialmente desde que Esperanza Aguirre accedió a la presidencia de la institución. 

Dicho a la manera cervantino-quijotesca, en el escrito no han dejado títere con cabeza,  aunque, de momento, las cabezas de esos títeres sigan, por desgracia, indemnes. Aparecen, entre otras, de las de José Mª Aznar, Esperanza Aguirre, Isabel Díaz Ayuso, Juan Miguel Villar Mir o Florentino Pérez. Aparecen también grupos empresariales españoles, como ACS/Florentino Pérez, OHL/Villar Mir o Sacyr, y extranjeros, que actúan mamando de los fondos públicos para luego apropiarse de pingües beneficios a costa de la salud de la gente, cuando no participando de un continuum de compra-ventas especulativas. Y sin olvidarnos de las operaciones de lavado de imagen que a base de donaciones realizan empresas como El Corte Inglés, Orange, la Fundación Amancio Ortega, el Real Madrid, Repsol, el BBVA, Telefónica, Iberdrola... 

Por cierto, un inciso sobre una de esas cabezas: en la misma revista se publica hoy mismo un artículo, escrito por Eoghan Gilmartin, cuyo título es muy revelador de lo que está ocurriendo: "Así capitaneó el presidente del Real Madrid la catástrofe de las residencias".

¿Y cómo está afectando todo esto a la gente, incluyendo la actual situación de pandemia? Pues desgraciadamente de una forma incuestionablemente muy grave, como ha expuesto Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública: “Madrid es la única comunidad del mundo que después de abrir once hospitales tiene menos camas disponibles por habitante que antes de su inauguración. Ayuso lo sabe y la prueba es que, en el momento álgido de la epidemia, el ejército tuvo que abrir una instalación muy precaria, sin UCIs, en una feria de exposiciones”.

Se trata de un reportaje extenso, del que recomiendo su lectura, pues la salud -y nunca mejor dicho- nos va en ello. No obstante, como he hecho en otras ocasiones, he entresacado algunos de los párrafos, que presento a continuación:   

Se trata de un sector inmune a las punzadas de las crisis: tiene asegurada la clientela, los enfermos; vive de la financiación autonómica, se beneficia de las listas de espera en una sanidad pública desmantelada, y está en constante revalorización gracias a su componente especulativo y a los recortes de material y de las condiciones laborales.

(…)

“La colaboración público-privada de la que tanto habla Díaz Ayuso es propaganda, publicidad. Sólo el 10% de los ingresos hospitalarios por coronavirus se derivaron al sector privado mientras todos veíamos que las urgencias y las UCIs del Gregorio Marañón, La Paz, etcétera, estaban colapsadas”, señala Sánchez Bayle.

(…)

El modelo (…) nace en los felices tiempos inmobiliarios de José María Aznar. En 2003, cinco de las diez empresas constructoras con mayor capitalización bursátil de Europa eran españolas. Todas ellas han entrado en el sector sanitario para diversificar riesgos y ampliar mercados. ACS sigue a la cabeza y dirige guarderías, servicios de limpieza y restauración de hospitales, residencias para mujeres y personas sin hogar, centros de día para personas discapacitadas.

(…)

[Para] Guillén del Barrio, enfermero de urgencias del Hospital la Paz y delegado sindical del Movimiento Asambleario de Trabajadores-as de Sanidad (MATS), “el hospital del IFEMA es la muestra de un fracaso, del descalabro de un modelo que sólo ha beneficiado a fondos de capital y empresas de infraestructuras”, asegura.

(…)

Según el informe de la Fundación IDIS, la patronal del sector español, el peso del gasto sanitario privado sobre el gasto sanitario total es uno de los más elevados (28,8%) de Europa, por encima de la media de la OCDE (26,5%), muy por encima de países como Holanda (19,0%) y Francia (17,1%) y casi duplicando el de Alemania (15,4%).

(…)

En el mercado de la sanidad privada madrileña conviven ilustres constructores españoles que adoran los paraísos fiscales, grandes grupos sanitarios extranjeros y fondos buitre. Sacyr vendió su 49% de los hospitales de Coslada y Parla a un fondo de inversión del Lloyds Bank que luego compró el de Arganda. Florentino Pérez construyó el Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda a cambio de gestionarlo, antes de venderlo a otro fondo, éste holandés, llamado DIF Capital Partners, que poco tiempo después lo traspasó por 300 millones de euros al gigante financiero Brookfield, socio preferente del presidente del Real Madrid en sus inversiones por España, Europa y Latinoamérica.

(…)

[Para Rosa Medel, diputada de Unidas Podemos],  “se han empleado tres tipos de privatizaciones” (…). La más común es la que se conoce en España como concesiones de obra pública en sanidad [PFI] y afecta por ejemplo a los centros de Majadahonda, Coslada y Arganda.

También al Infanta Leonor de Vallecas, que estará en manos del holandés DIF Capital Partners hasta 2035; al Hospital del Tajo de Aranjuez, construido bajo el mandato de Aguirre en 2007 y hoy gestionado por Assignia Infraestructuras, de la que fue asesor el controvertido ex consejero madrileño de sanidad, Manuel Lamela, quien, como Aguirre, está investigado en el caso Púnica.

Finalmente, está el Infanta Sofía de San Sebastián de los Reyes, construido y gestionado por Acciona, una de las empresas españolas de referencia en los sectores de infraestructuras y energías renovables. Rosa Medel calcula que todas estas operaciones “han costado a la ciudadanía entre 7 y 8 veces más de lo que hubiera supuesto su construcción y gestión pública”.

Otro patrón de privatización seguido en Madrid es la fórmula de la colaboración público-privada (CPP), [donde] los servicios son gestionados por empresas privadas con contratos de explotación de 30 años, lo que supone un sobrecoste anual para las arcas públicas cercano al 15%.

Es el caso de los hospitales de Valdemoro, Torrejón, el de Collado Villalba y el de Móstoles-Rey Juan Carlos, un complejo de 94.000 m2 que supuso un negocio redondo para la constructora OHL, propiedad del marqués de Villar Mir, buen amigo del rey emérito y símbolo de las puertas giratorias del franquismo a la Transición y la democracia.

Pero si hay un modelo sofisticado para ganar dinero ese es, sin duda, el que se aplicó en la Fundación Jiménez Díaz –donde ingresaron Aguirre y su marido para ser tratados de la covid-19–, cuya gestión se concedió a la empresa IDC Salud, que hoy opera bajo la marca Quirón Salud (...), el holding que mejor resume el auge, la burbuja y el pelotazo que ha vivido la sanidad privada en España durante los últimos 20 años. Fue fundada en Zaragoza a mediados de los años 50 por el médico Publio Cordón (…), [y en 2014] el fondo británico CVC Capital Partners compró el 61% de la compañía a otro fondo, Doughty Hanson, por 1.500 millones de euros. Antes (…) CVC había comprado para Quirón cuatro grupos hospitalarios más, entre ellos las dos clínicas Ruber de Madrid por 150 millones de euros, y cuatro sociedades de prevención: Muprespa, MC Mutual, Mutua Universal y Fremap, por unos 180 millones de euros. A finales de 2016, CVC liquidó su parte –embolsándose unas plusvalías de al menos 2.600 millones en dos años– a la multinacional alemana Fresenius, por un total de 5.760 millones de euros.

(...)

Según los trabajadores, “existe una posición ventajosa para los hospitales que Quirón Salud tiene en la Comunidad de Madrid, que deriva de los Pliegos y Convenios que firmó con la Consejería de Sanidad (…). Para ello se centralizaron y privatizaron las citas sanitarias en un único Centro de Atención Personalizada (CAP), el conocido como Call Center. Desde el mismo se desvían consultas, pruebas e intervenciones de pacientes a los hospitales privados, (…) terminando en los hospitales de gestión privada como el HGV, el Rey Juan Carlos, la Fundación Jiménez Díaz o el Hospital de Valdemoro. Cuatro hospitales que casualmente tienen un mismo dueño, Quirón Salud / Fresenius”. (...) Irónicamente, Fresenius, que es hoy el principal operador sanitario de España, tiene un pasado tan poco edificante como el de otras multinacionales alemanas. En 2017 fue colocada en el ojo del huracán de la justicia de EE.UU.

(…)

[Para] Pedro Ramiro, coordinador del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) e investigador sobre la relación entre el neoliberalismo y la pobreza,  [un ejemplo de legitimación del modelo neoliberal puesto es marcha se encuentra] en  “la publicidad que hacen de las donaciones de materiales y equipos sanitarios que realizan corporaciones como El Corte Inglés, Orange, la Fundación Amancio Ortega, el Real Madrid, Repsol, el BBVA, Telefónica, Iberdrola, etc. (…) Una estrategia para blanquear la imagen de un negocio al que la pandemia ha situado contra las cuerdas. El paradigma son las residencias de mayores, intervenidas por el Gobierno después de que la ministra de Defensa y numerosos testigos y familiares describieran lo que sucedía como un espanto.

(…)

Y hay más casos, la mayoría reportados en instalaciones cedidas por el Gobierno autonómico a fondos buitre y a la crema del sector de infraestructuras español. Junto al suculento negocio, el rastro de víctimas es estremecedor: al menos 5.860 muertos, por el momento. La Fiscalía está investigando a más de sesenta residencias privadas o concertadas en Madrid por homicidio imprudente y otros delitos.

domingo, 3 de mayo de 2020

Ignacio Ramonet y su artículo “La pandemia y el sistema-mundo”

La edición del mes de mayo de Le Monde diplomatique en español ha publicado un extenso artículo de Ignacio Ramonet, que fue hasta pocos años director de la revista. Titulado “La pandemia y el sistema-mundo”, se ha publicado simultáneamente en otras publicaciones: Le Monde diplomatique Edición Cono Sur El Diplo (Buenos Aires), Le Monde diplomatique Edición Chilena (Santiago de Chile), NODAL (Argentina), La Jornada (México), Cubadebate (Cuba) y Mémoire des luttes (Francia).

A  lo largo del artículo Ramonet analiza con detalle los distintos aspectos que contienen la realidad de la pandemia global que estamos sufriendo. Desde los propiamente epidemiológicos y sanitarios hasta sus causas, en las que se encuentra el modelo económico dominante de capitalismo neoliberal. No debemos olvidar que las políticas implementadas por los gobiernos de las potencias occidentales y de buena parte de otros países han supuesto recortes en los gastos de salud. Como tampoco debemos perder de vista la responsabilidad de los gobiernos de esas potencias, que se han mostrado pasivos a la hora de tomar medidas ante las advertencias desde hace años por parte de la comunidad científica de una posible crisis sanitaria global. O la responsabilidad que han tenido en la tardanza para tomar medidas cuando la crisis estuvo presente. Y eso sin contar la actitud de los Trump, Johnson, Balsonaro u Orbán, y sobre los que Ramonet no le ha temblado la mano en decir: "Quizás, cuando se derrote al coronavirus, algunos responsables tendrán que rendir cuentas ante una justicia semejante al Tribunal de Nuremberg".

No se ha olvidado de otra cosas, como reconocer la labor altruista y solidaria que está desarrollando Cuba, cercada económicamente desde hace décadas por los diferentes gobiernos de EEUU, pero que ha sido capaz de haberse convertido en "una superpotencia médica  con más de 30.000 médicos y enfermeros desplegados en 66 naciones". Algo que se sigue silenciando por parte de la mayor parte de los medios de comunicación. Tampoco se ha olvidado del ejemplo dado por los gobiernos de Islandia o Nueva Zelanda. O del de  Venezuela, donde el presidente "Nicolás Maduro ha sido, en Suramérica, el líder que más pronto entendió cómo actuar drásticamente frente al patógeno" y haber posibilitado que su país sea el país menos afectado del continente.

Y nos advierte de cosas. Como que "Lo que parecía distópico y propio de dictaduras de ciencia ficción se ha vuelto ‘normal’". O no pecar de inocentes y seguir peleando, porque "los poderes dominantes, por mucho que se hayan tambaleado, se esforzarán por retomar el control".

Dada su extensión, he optado por entresacar algunos fragmentos del artículo, independientemente de que se pueda leer en su totalidad, cosa que recomiendo por ser un buen ejercicio de información, y reflexión, frente a la desinformación, cuando no expansión de noticias falsas.  


A estas alturas, ya nadie ignora que la pandemia no es sólo una crisis sanitaria. Es lo que las ciencias sociales califican de “hecho social total”, en el sentido de que convulsiona el conjunto de las relaciones sociales, y conmociona a la totalidad de los actores, de las instituciones y de los valores.

(…)

Lo que parecía distópico y propio de dictaduras de ciencia ficción se ha vuelto ‘normal’. Se multa a la gente por salir de su casa a estirar las piernas, o por pasear su perro. Aceptamos que nuestro móvil nos vigile y nos denuncie a las autoridades. Y se está proponiendo que quien salga a la calle sin su teléfono sea sancionado y castigado con prisión.

(...)

existe un amplio acuerdo entre los investigadores internacionales  para reconocer que este nuevo germen ha surgido del mismo modo que otros anteriormente: saltando de un animal a los seres humanos… Murciélagos, pájaros y varios mamíferos (en particular los cerdos) albergan naturalmente múltiples coronavirus. En los humanos, hay siete tipos de coronavirus conocidos que pueden infectarnos. Cuatro de ellos causan diversas variedades del resfriado común. Y otros tres, de aparición reciente, producen trastornos mucho más letales como el síndrome respiratorio agudo y grave (SARS), emergido en 2002; el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS), surgido en 2012; y por último esta nueva enfermedad, la covid-19, causada por el SARS-CoV-2, cuyo primer brote se detectó, como ya dijimos, en el mercado de mariscos de Wuhan en diciembre de 2019.

(…)

El más importante quizás de estos análisis fue presentado, en noviembre de 2008, por el National Intelligence Council (NIC), la oficina de anticipación geopolítica de la CIA, que publicó para la Casa Blanca un informe titulado “Global Trends 2025: A Transformed World”. Este documento resultaba de la puesta en común –revisada por las agencias de inteligencia de Estados Unidos– de estudios elaborados por unos dos mil quinientos expertos independientes de universidades de unos treinta y cinco países de Europa, China, la India, África, América Latina, mundo árabe-musulmán, etc.

Con insólito sentido de anticipación, el documento confidencial anunciaba, para antes de 2025, “la aparición de una enfermedad respiratoria humana nueva, altamente transmisible y virulenta para la cual no existen contramedidas adecuadas, y que se podría convertir en una pandemia global”.

(…)

Lo que está realmente en causa es el modelo de producción que lleva decenios saqueando la naturaleza y modificando el clima. Desde hace lustros, los militantes ecologistas vienen advirtiendo que la destrucción humana de la biodiversidad está creando las condiciones objetivas para que nuevos virus y nuevas enfermedades aparezcan: “La deforestación, la apertura de nuevas carreteras, la minería y la caza son actividades implicadas en el desencadenamiento de diferentes epidemias –explica, por ejemplo, Alex Richter-Boix, doctor en biología y especialista en cambio climático– Diversos virus y otros patógenos se encuentran en los animales salvajes. Cuando las actividades humanas entran en contacto con la fauna salvaje, un patógeno puede saltar e infectar animales domésticos y de ahí saltar de nuevo a los humanos; o directamente de un animal salvaje a los humanos (…) Murciélagos, primates e incluso caracoles pueden tener enfermedades que, en un momento dado, cuando alteramos sus hábitats naturales, pueden saltar a los humanos”.

(…)

la espectacular supremacía tecnológica de la que tanto nos ufanábamos, con nuestros teléfonos inteligentes de última generación, los drones futuristas, los robots de ciencia ficción y las biotecnologías innovadoras han servido de poco, como ya lo hemos dicho, a la hora de contener el primer impacto de la marea pandémica. Para tres objetivos urgentísimos –desinfectarnos las manos, confeccionar mascarillas y frenar el avance del virus–, la humanidad ha tenido que recurrir a productos y a técnicas viejos de varios siglos atrás. Respectivamente: el jabón, descubierto por los romanos antes de nuestra era; la máquina de coser, inventada por Thomas Saint en Londres hacia 1790; y, sobre todo, la ciencia del confinamiento y del aislamiento social, afinada en Europa contra decenas de oleadas de pestes sucesivas desde el siglo V… ¡Qué lección de humildad!

(…)

las personas mayores constituyen el grupo con mayor índice de mortalidad. Ignoramos por qué. Algunos fanáticos ultraliberales no han tardado en reclamar sin tapujos la eliminación maltusiana de los más débiles. Un vice-gobernador, en Estados Unidos, declaró: “Los abuelos deberían sacrificarse y dejarse morir para salvar la economía”. En esa misma vena aniquiladora, el analista neoliberal del canal estadounidense CNBC, Rick Santelli reclamó un ‘darwinismo sanitario’ y pidió “inocular el virus a toda la población. Eso sólo aceleraría el curso inevitable… Pero los mercados se estabilizarían”. En Holanda, donde el primer ministro ultraliberal Mark Rutte apuesta también por la “inmunidad de rebaño”, el jefe de epidemiología del Centro Médico de la Universidad de Leiden, Frits Rosendaal, declaró que “no se deben admitir en las UCI a personas demasiado viejas o demasiado débiles” .

(…)

La pandemia también tiene sus héroes y sus mártires. Y en esta pelea, los guerreros que han subido a primera línea, a los puestos de avanzada a afrontar el letal SARS-CoV-2 han sido los médicos, las enfermeras, el personal auxiliar y otros trabajadores de la salud convertidos en protagonistas involuntarios, conquistando elogios y aplausos desde los balcones, las plazas y las calles de ciudades de todo el mundo. Casi todos ellos funcionarios públicos, para quienes la salud de la población no es una mercancía sino una necesidad básica, un derecho humano.

(…)

Al respecto, un pequeño país, también digno de admiración, se ha distinguido por su altruismo y generosidad. Se trata de Cuba. Sitiada y bloqueada desde hace sesenta años por Estados Unidos y sometida además por Washington a brutales medidas coercitivas unilaterales, la isla fue la primera en acudir en ayuda de China cuando estalló esta pandemia. Desde entonces las autoridades cubanas no han cesado de enviar brigadas de médicos y personal sanitario a combatir la covid-19 a una veintena de países, respondiendo a las solicitaciones angustiadas de sus Gobiernos. Entre ellos tres de la rica Europa: Italia, Francia y Andorra. Estas Brigadas Internacionales de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias existen desde los años 1960.

(…)

Los grandes medios silencian la solidaridad médica de Cuba mientras realizan una cobertura universal y permanente de la pandemia como nunca se había visto. Durante meses, sin respiro, los principales medios de todo el planeta nos han hablado de un único tema: el coronavirus. Sobreinformación a la potencia mil. Un fenómeno coral, hipermediático, de semejante envergadura global no había ocurrido jamás. Ni cuando cayó el Muro de Berlín, ni con los atentados de las torres gemelas de Nueva York…

Al mismo tiempo estamos asistiendo a una guerra feroz entre diversas facciones para imponer un relato dominante sobre esta crisis. Lo que provoca una auténtica epidemia de fake news y de posverdades. La OMS ha definido este fenómeno como infodemia, pandemia de info-falsedades.

(...)

se cierne la perspectiva de un desastre económico sin parangón. Nunca se había visto la economía de todo el planeta frenar en seco. Los territorios más afectados –por ahora– por la covid-19 son China y Asia del este, Europa y Estados Unidos, o sea el triángulo central del desarrollo mundial. Millones de empresas, grandes y pequeñas, se hallan en crisis, cerradas, al borde de la quiebra. Varios centenares de millones de trabajadores han perdido su empleo, total o parcialmente… Como en tantas ocasiones anteriores, los asalariados peor remunerados y las pequeñas empresas pagarán el precio más alto. Quinientos millones de personas podrían ser arrastradas de nuevo a la pobreza. Esta crisis económica, de alcance planetario, no tiene precedentes y superará en profundidad y duración a la de 1929. También excede en gravedad a la crisis financiera de 2008.

(…)

La mayoría de los Gobiernos han defraudado. Zarandeados como nunca en tiempos de paz no han sabido estar a la altura del descomunal desafío. Ni asumir una de sus principales competencias constitucionales: la responsabilidad de proteger a su población. Abundan los ejemplos (…). Johnson, [primer ministro de Reino Unido]  apostó al principio por la teoría de la “inmunidad de rebaño”, dejando que la población británica se infectase… (…) Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, [sigue] exhibiendo una actitud negacionista y califican con risitas la pandemia asesina de “gripecita sin importancia”… Quizás, cuando se derrote al coronavirus, algunos responsables tendrán que rendir cuentas ante una justicia semejante al Tribunal de Nuremberg… (…) Donald Trump (…) se ha ganado, por su pésima gestión, la distinción de “peor presidente estadounidense de todos los tiempos”. Para él y para unos cuantos más, el nuevo coronavirus ha actuado como una suerte de Principio de Peter, despojándolos de sus máscaras, dejando al desnudo su impostura y su estrepitoso nivel de incompetencia…

(…)

“Muchos expertos consideran que Islandia y Nueva Zelanda, junto con Corea del Sur, son las naciones que mejor han enfrentado la pandemia. Pero hay que añadir el caso de Venezuela. Aunque los medios dominantes internacionales se nieguen a admitirlo, el presidente Nicolás Maduro ha sido, en Suramérica, el líder que más pronto entendió cómo actuar drásticamente frente al patógeno. Gracias a la batería de medidas (confinamiento, cierre de fronteras, pesquisaje voluntarista casa por casa, hospitalización de todos los positivos) decididas por su Gobierno –y a pesar del ilegal bloqueo económico, financiero y comercial impuesto por Estados Unidos, y de las amenazas militares –, Venezuela ha podido evitar los errores cometidos en Italia, en España o en Estados Unidos y salvar cientos de vidas. El “método Venezuela” ha resultado ser uno de los más eficaces del mundo.

(…)

Muchos líderes autoritarios han sido lentos y torpes frente al coronavirus, decepcionaron, disimularon informaciones o mintieron: por ejemplo, Donald Trump en Estados Unidos, Viktor Orbán en Hungría, Jair Bolsonaro en Brasil, Rodrigo Duterte en Filipinas, Narendra Modi en la India, Jeanine Áñez en Bolivia, etc..

(…)

Y un virus, por perturbador que sea, no sustituye a una revolución… No podemos pecar de inocentes. Las luchas sociales seguirán siendo indispensables. Como dice el historiador británico Neal Ascherson: “Después de la pandemia, el nuevo mundo no surgirá por arte de magia. Habrá que pelear por él”. Porque, pasado el susto, los poderes dominantes, por mucho que se hayan tambaleado, se esforzarán por retomar el control. Con mayor violencia, si cabe. Tratarán de hacernos regresar a la vieja ‘normalidad’. O sea, al Estado de las desigualdades permanentes.

sábado, 14 de marzo de 2020

En el inicio de la cuarentena colectiva, con el COVID 19 de fondo

Me preguntaba el otro día mi amigo Cabeza sobre mi opinión con el coronavirus, dado que no le he dedicado ninguna entrada. Podría pensarse que estoy en estado de confusión por ello. No creo que lo esté más allá de lo que puede estarlo cualquier persona, fuera de inhibiciones o de histerias. Estoy centrado, por lo demás, en una tarea de investigación histórica que me tiene absorbido la mayor parte de mi tiempo. A veces, agobiado, pero sobre todo esperanzado por que el resultado final sea provechoso.

Volviendo a lo del coronavirus, cuyo nombre oficial es COVID 19, no he dejado de buscar la información que considero creíble y fiable. Y como ejemplo, el artículo que acabo de leer antes de empezar a escribir esta entrada: "En aguas desconocidas", de Rafael Poch de Feliu. Evito en lo posible la gran cantidad de mensajes que se están transmitiendo por las redes sociales. Suponen una inflación de noticias que se repiten muchas veces y que en buena parte de los casos poco ayudan a entender lo que está pasando. 

En el intento por despejarme de mi tarea investigadora, me vienen a la cabeza cosas que voy hablando o pensando cada día. Cosas como el origen del dichoso virus y el porqué de que haya sido en China. O el error del gobierno de no haber advertido que las movilizaciones del 8 de marzo eran una imprudencia. O la actitud de los dirigentes deportivos, más pendientes del negocio que de la salud. O la reacción de esa gente que, como un antiguo jefe de gobierno, está "huyendo" de los lugares más afectados y que me hace recordar al trato que damos a quienes se desplazan de los países más pobres o en conflicto. O la necesidad de los sistemas públicos  de salud, los únicos que pueden garantizar que las cosas salgan bien para todo el mundo.  O ese mensaje que ha lanzado uno de los dirigentes de Vox que está recargando sus "anticuerpos españoles" para hacer frente a los "malditos virus chinos"... Y tantas más cosas.

Esta mañana di mi último paseo, antes del confinamiento preventivo, cuando fui (con Charo, Felisa y Perico) por la Breña en busca de espárragos y que, deliciosos, acabamos de cenar en casa. Por lo demás, intento seguir las indicaciones que nos están dando para ayudar a que la cosa no vaya a más. Evitaré salir a la calle, fuera de lo necesario. Confiaré en que todo pase cuanto antes. Y esperaré que de la experiencia se imponga la solidaridad entre las personas sobre el egoísmo de quienes dominan el mundo.