La
provincia de Salamanca ha sido durante varias décadas la principal productora
de mineral de uranio en nuestro país, que permitía el suministro de parte del material necesario
para el funcionamiento de las centrales nucleares. La empresa encargada de esa
actividad era ENUSA, que acabó cerrando las minas situadas en varios términos
municipales del sudoeste de la provincia cuando su rentabilidad hizo
innecesaria la explotación.
Esto
no fue óbice para que la empresa Berkeley comprara los derechos de explotación
a ENUSA, algo que resulta altamente sospechoso, como Ecologistas en Acción ha
denunciado: “esta mina parece ser un proceso especulativo que nos está saliendo
demasiado caro. Se está jugando con el futuro de toda una comarca".
Desde
distintos ámbitos provinciales, como la plataforma Stop Uranio, se ha criticado la actuación de la Junta de Castilla y León, controlada desde hace décadas por
el PP. Su visto bueno a la declaración de impacto ambiental ha supuesto que ese
tipo de actuaciones extractivas suponga un riesgo para el patrimonio natural de
la zona y, dado su carácter, para la propia salud de los habitantes. Si lo primero afecta a las especies vegetales y
faunísticas, además de suponer un fuerte impacto visual, remover miles de toneladas de
suelo supone también liberar cantidades de radiación superiores a lo normal.
Según
informa Ecologistas en Acción, entre las emisiones que dan lugar este tipo de
explotaciones se encuentran el “polvo de
mineral de uranio y de gas radón”. Lo que conlleva, como tantas veces se ha
destacado desde medios antinucleares, el aumento de determinadas enfermedades,
tales como la leucemia o distintos tipos de cáncer. A ello se añade las consecuencias negativas para actividades tradicionales como la ganadería y la agricultura, e incluso los baños termales ubicados en el municipio de Retortillo.
Es necesario denunciar este tipo de actividades, así como a las instituciones que lo permiten, sean cuales sean sus formas. Frenar la destrucción de especies muy valiosas y, en especial, de las encinas, que conforman la base del ecosistema de la provincia.
Es necesario denunciar este tipo de actividades, así como a las instituciones que lo permiten, sean cuales sean sus formas. Frenar la destrucción de especies muy valiosas y, en especial, de las encinas, que conforman la base del ecosistema de la provincia.
(Imagen: obtenida de El blog de Jesús, https://jesusenlared.blogspot.com.es/2017_02_01_archive.html)