Historia, política, sociología, arte, música, geografía, literatura, pensamiento...
miércoles, 28 de febrero de 2024
martes, 27 de febrero de 2024
lunes, 19 de febrero de 2024
Elecciones gallegas: nueva victoria del PP, fuerte crecimiento del BNG y debacle del PSdeG y Sumar
Los resultados de las elecciones gallegas han sido claros: el PP ha vuelto a ganar por mayoría absoluta. Ha sido apoyado por 700.000 personas (47,4% de los votos) y ha conseguido 40 escaños, dos por encima de la mayoría absoluta, pero dos menos que hace cuatro años. Nada que decir, más allá que, basándose en los sondeos últimos, se había extendido la idea de que la cosa iba a estar más reñida sobre las previsiones iniciales, cuando Alfonso Rueda adelante en casi medio años las elecciones. Y, en efecto, se preveían unos resultados apretados, dentro de una competencia entre el PP por sí solo y el conjunto de los grupos izquierda. Pero lo que ha habido está claro y, de paso, ha dado aires a un Alberto Núñez Feijoo que veía como su sueño podía esfumarse.
Es cierto que el PP ha retrocedido algo, pero sigue siendo el partido más votado en Galicia. En la práctica no ha dejado de ser el único de la derecha, dado que Vox, con sus 32.500 votos (2'2%) apenas saca rendimiento por estas tierras, y Democracia Orensana, con 15.300 votos (1%) y un escaño, no es otra cosa que un fenómeno provincial, si no local.
Pero la clave para entender estas elecciones ha estado, en mayor medida, en lo ocurrido con los grupos de izquierda. Para este análisis voy a utilizar como referencia lo ocurrido hace un año y, más concretamente, en las elecciones generales de julio. Eso nos va a permitir tener como perspectiva una coyuntura política distinta a la de 2020, cuando estábamos en plena pandemia y no existían las circunstancias de una derecha, con Vox en potencial crecimiento, que parecía que iba a obtener la mayoría absoluta en el ámbito general del estado.
De entrada, en su conjunto, apenas ha habido grandes variaciones en el número total de votos de cada bloque. El de la derecha ha obtenido 748.000, que suponen unos 30.000 menos que en las generales de 2023. El PP ha mantenido casi milimétricamente los apoyos, a los que hay que añadir los 15.300 obtenidos por Democracia Orensana. Vox, por el contrario, ha perdido 45.000 votos, que suponen un 60% menos en relación a 2023.
En el caso del bloque de la izquierda las pérdidas han sido superiores: 100.000 votos. Pero repartidos entre los grupos es donde se perciben cambios importantes. El PSdeG, que obtuvo 479.000 votos en 2023, se ha dejado por el camino 272.000, es decir, que ha sufrido una bajada cercana al 60%, A ello hay que añadir la pérdida de 6 escaños en el Parlamento gallego, desde los 15 en 2020 a los 9 actuales. Sumar ha pasado de 176.000 (11%) a 28.200 votos (1'9%), lo que supone, nada más y nada menos, la pérdida de 5 de cada 6 votos. Podemos, en fin, apenas ha conseguido 3.800.
Todo lo contrario ha ocurrido con el BNG, que ha conocido un fuerte crecimiento en el número de apoyos y se ha convertido, con 25 escaños, en la segunda fuerza política parlamentaria. Sus 467.000 votos (31'6% de votantes) representan un incremento en 315.000 sobre 2023, que, dicho de otra forma, supone haber multiplicado por tres los 152.000 votos de las generales de 2023.
¿Cómo puede explicarse lo ocurrido? Para el PP, partido hegemónico de la derecha, parece que todo sigue igual desde 1982, salvo los paréntesis entre 1987-1990 y 2005-2009, con socialistas al frente de la Xunta, en el último periodo en coalición con el BNG. El PP es un partido que ha sabido enraizarse, ante todo, en el medio rural y que no ha perdido su ligazón con la cultura gallega, funcionando a modo de un partido regionalista conservador. Contradicciones aparte, el mapa electoral por municipios se tiñe de azul una elección tras otra, teniendo en casi todos ellos al PP como primera fuerza.
Otra cosa es si el PP en solitario es capaz de hacer frente a lo que los grupos de izquierda, en conjunto o cada cual por su parte, puedan hacer. En las municipales, por ejemplo, el PSdeG ha sido capaz de hacerse, según cada momento, con alcaldías como las de La Coruña o Vigo. El BNG lleva años gobernando en Pontevedra. La alianza de grupos de izquierda estatal (EU, Podemos...) y sectores del nacionalismo (Anova) consiguieron en 2015 las alcaldías de La Coruña, Santiago y Ferrol.
En las actuales elecciones el BNG se ha erigido en el principal grupo del bloque de la izquierda. Ha sabido aprovecharse de los problemas del PSdeG, carente de liderazgo desde que en 2009 perdió el gobierno de la Xunta, y de la división entre los grupos a su izquierda. En éstos, primero, con la ruptura de lo que fue E Marea/Unidas Podemos con Anova, que se concretó en julio pasado cuando Sumar se presentó como el referente de ese espacio de la izquierda y que ha culminado hace unos meses cuando Anova formalizó su acuerdo con el BNG. Luego han estado los desacuerdos de Podemos con Sumar, que supusieron a finales de año la salida en el ámbito estatal de los primeros y, semanas después, de su presentación en solitario en la elecciones gallegas. Sin olvidar los problemas en la estructuración organizativa de Sumar.
Ante este panorama no resulta extraño que, entre buena parte del electorado de los grupos de izquierda, la desorientación o el hartazgo les haya llevado a depositar su confianza en el BNG o se hayan inhibido a la hora de acudir a las urnas. En el primero de los casos, ya hemos visto las pérdidas de votos por parte de PSdeG y de Sumar. Y sobre lo segundo, ¿cómo se explica la pérdida de 100.000 votos en relación a julio de 2023, cuando el bloque de la derecha sólo lo ha hecho en 30.000? Y aún más, ¿por qué en las generales de 2023 el bloque de la izquierda obtuvo 807.000 votos, superando en 31.000 al de la derecha, mientras que en las autonómicas del domingo se ha quedado en 40.000 votos por debajo?
No se puede perder de vista el sistema electoral, claramente favorable para las provincias de Lugo y Orense, donde el PP obtiene mejores resultados. Tampoco, la idiosincrasia de la derecha gallega, que es capaz de centralizar el voto en un solo partido, esto es, el PP. ¿Cómo esto último? Aunando el nacionalismo español con el regionalismo gallego. Esto, que no entra en colisión con el marco establecido en el estado de las autonomías, sí ha impedido que otras opciones claramente centralistas, como Ciudadanos y, sobre todo Vox, hayan tenido problemas para obtener el correspondiente rédito político. Y si se le une, además, el manejo de los medios de comunicación gallegos, públicos o privados, la cosa se entiende mejor. De esta manera, el PP ofrece a buena parte de la población una imagen de estabilidad política capaz de soportar situaciones difíciles, como el deterioro de la sanidad pública, el despoblamiento del medio rural, el vertido de pellets en las costas...
Aun con todo eso, lo que debemos tener en cuenta es que Galicia, lejos de ser uno paraíso político de la derecha, es una realidad más compleja. El bloque de la izquierda sumó más votos que el de la derecha en las municipales de 2023: al menos el 46'5% frente al 38'5% del PP. Lo mismo ocurrió en las generales: 50'5% frente al 48'3%. Es cierto, no son grandes diferencias, pero lo que no pueden hacer los grupos de izquierda, con sus errores, es regalarle las cosas a la derecha y darle alas para que se extienda al conjunto del estado.
viernes, 16 de febrero de 2024
Isabel Díaz Ayuso o la banalización de la muerte
Son conocidas las instrucciones dadas por la consejería de Salud madrileña durante el confinamiento por la pandemia del covid-19, prohibiendo el traslado desde las residencias de personas mayores a los hospitales públicos, no así hacia los centros privados. Son los conocidos como "protocolos de la vergüenza", que llevaron al consejero de Asuntos Sociales, Alberto Reyero, a denunciarlos e incluso dimitir. Los mismos protocolos que ocasionaron más de siete mil muertes en las residencias de mayores, dando lugar a una sobremortalidad. Manuela Bergerot, de Más Madrid, volvió a denunciar ayer lo ocurrido durante la sesión de la Asamblea de Madrid, después que el gobierno madrileño se siga negando a hacer públicas las actas elaboradas durante esas semanas por la Policía Local. Y la respuesta de la presidenta de la Comunidad de Madrid fue muy clara: "Cuando
una persona mayor estaba gravemente enferma con el covid, con la carga viral
que había entonces no se salvaba en ningún sitio". Lo dicho: una forma de banalizar la muerte.
miércoles, 14 de febrero de 2024
Afrodita iluminada
pero
tu cuerpo desprende una sensualidad contenida.
Naciste
con el nombre de Afrodita,
para
tornar después a la Venus luminosa,
presente
durante las noches al alba.
Te
han representado siempre como la más bella
y por
eso tu embrujo seduce a quien se acerca.
De ti
se han inventado mil historias
-de
celos, de desencuentros, de peleas…-
y hasta
han llevado tu morada a la boca de un volcán.
Tu
figura, pintada o esculpida,
se la
han disputado, hasta sublimarla, los mejores artistas.
Muchos
han mostrado tu desnudez con recato
y
tantos otros lo han hecho en toda su plenitud.
Hay
quien se acordó de tu nacimiento
y te
retrató llegando del mar sobre una concha,
empujada
por Céfiro y recibida por la Primavera.
Está
ese genio que -pudoroso, acaso temeroso o virtuoso-,
jugó
con el mito y la realidad,
situándote
vuelta de espaldas,
pero
sin olvidarse de tu cara,
que,
aun difusa, quedó reflejada en un espejo.
Se
dice también que eres la que, desde una ventana,
apareces
en medio de un bombardeo,
portando
una vela con tu mano derecha
y alertando
sobre la destrucción de la vida.
En
cierta ocasión te hicimos posar para retratarte
y te
situamos sobre una silla.
No sé
qué fue de lo que hicieron los otros
-¿lo recuerdas, hermano?-,
tan
sólo lo que mis ojos vieron.
Dejé de
lado ese tinte de bronce simulado que tenías
para
iluminarte con trazos encendidos.
Y ahora
puedo contemplar el contorno de tu silueta
y los
colores que te recubren.
sábado, 10 de febrero de 2024
El muerto y otros relatos, de Francisco Rodríguez Apolo
El jueves pasado se presentó el libro El muerto y otros relatos (Diversidad Literaria, 2023), de Francisco Rodríguez Apolo. El acto tuvo lugar en la Peña Flamenca de Barbate, en el que participaron, además del propio autor, Francisco Malia Sánchez y Sergio Román. La intervención de Rodríguez Apolo, breve, estuvo centrada en la reivindicación de la creación literaria, llamándome la atención unas palabras en las que comparó la escritura como una forma de pintar, esculpir y construir palabras. Paco Malia, que se ha prestado a prologar el libro, hizo un ameno recorrido de la vida y labor literaria del autor, con recuerdos personales compartidos desde los años de juventud. El acto concluyó con la lectura/interpretación del relato "El muerto", el mismo que da título al libro, y que corrió a cargo de Sergio Román. Fue un momento divertido en el que pudimos degustar a la vez el estilo narrativo del autor y las dotes interpretativas del relator, dejando patente, dentro de un humor entre simpático y sarcástico, la parte de realidad de la que se ha extraído el contenido.
jueves, 8 de febrero de 2024
lunes, 5 de febrero de 2024
El próximo 9 de febrero presentaré en Vejer el libro Fascismo y represión en Barbate...
Será la sexta de las presentaciones que se han hecho, desde que en noviembre de 2021 saliera la primera edición. Concretamente se han llevado a cabo en Barbate, Zahara de los Atunes, Conil, Cádiz y San Ambrosio, a las que hay que unir la próxima en Vejer.
Teniendo en cuenta que Barbate formó parte del municipio de Vejer hasta 1938, la interrelación existente entre los dos municipios es más que evidente. Tanto en lo concerniente a bastantes de las personas que fueron, de una manera u otra, represaliadas, como por el papel que jugaron las autoridades locales durante esos años. A ello hay que añadir que hubo personas represaliadas con vecindad en Vejer que durante la dictadura acabaron trasladando su residencia a Barbate o que, ya durante la Transición, realizaron ante el Ayuntamiento barbateño algunas gestiones de cara a obtener una pensión de viudedad. Y, por supuesto, no podemos perder de vista un acontecimiento decisivo en la historia de ambos municipios, como fue la segregación político-administrativa por parte de Barbate, acaecida en marzo de 1938.
domingo, 4 de febrero de 2024
Inaugurado en Salamanca un monumento dedicado a los brigadistas internacionales
Salamanca fue ayer escenario de un acto de justicia histórica. Se procedió a inaugurar un pequeño monumento que recuerda a los brigadistas internacionales, que se ha situado en la Ronda de Sancti Spiritus. Concretamente en lo que, con el inicio de la Guerra Española, se volvió a convertir en una prisión, dentro de lo que había sido el convento de las Comendadoras de Santiago. El acto y la colocación del monolito, con la placa correspondiente, ha sido iniciativa de la Asociación Salamanca, Memoria y Justicia, que ha contado con la colaboración del Ayuntamiento de Salamanca.
Y allí estuvo presente en todo momento, con entusiasmo, nuestra hermana Chari, que hizo de reportera familiar con sus fotografías y con sus mensajes. Primero, desde el balcón de su casa y luego, en el mismo lugar del acto. Siguiendo, así, la senda de otro hermano, Seve, tan activo a través de la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales y llevando sin cesar la memoria de los héroes que llegaron desde otros países, a veces surcando los océanos, para defender a España del fascismo. Y precisamente sobre la colaboración del Ayuntamiento de Salamanca, con gobierno del PP, mi hermana ha destacado la actitud positiva mostrada por el concejal que estuvo presente en el acto, Fernando Rodríguez, quien hizo un reconocimiento público de los brigadistas internacionales y de los españoles presos en los campos de concentración nazis, y se mostró partidario de que ese espacio lleve su nombre, atendiendo al requerimiento hecho por la Asociación Salamanca, Memoria y Justicia.
Estos días he recordado en mi familia las alusiones que nuestro padre me hizo sobre la presencia de brigadistas en Salamanca, algunos de los cuales coincidieron con él durante su estancia en lo que fue en su día el Hospital Provincial. Fueron 148 que estuvieron recluidos en la cárcel de las Comendadoras.
Entre las intervenciones habidas durante el acto, el escritor salmantino Ángel González Quesada leyó un largo poema titulado "Nos miran", que reza así:
Si una ciudad dibuja sus venas cardinales
y sus puntos de fuga en la memoria,
habremos de mirar desde todos los nortes
a todos los pasados.
Si hay prodigios y esquinas y lugares y citas
en esta ciudad que es centro y margen,
esta Salamanca de brillo olvidadizo,
donde negamos luz a lo que somos,
a pesar de la amnesia
tendremos que decir de los espejos:
por eso recordamos.
Hoy dejamos grabada la caricia profunda
el tributo mejor de la memoria
en estos muros secos que miraron un día
otras pupilas vivas:
las de los brigadistas que hoy nos miran
desde estos ventanales que ahora mismo nos llaman
nos reclaman…
Nuestra lealtad que vale un universo,
la nuestra la mejor la más fraterna
quiere inundar de rostros el corazón del tiempo
de quienes todavía
aquí están remuriendo hilo tras hilo…
así que recordamos:
brigadistas del sol y de la niebla,
vasijas que en la sed de nuestra noche
bautizabais el día
cuando lo oscuro nos colmaba de diablo y pesadilla;
a vosotros, puñados de lealtad y pan caliente
hombres de mil lugares y de una sola pieza,
aventados, capaces, inasibles y presos,
prisioneros como cada palabra
que quisiera hoy liberaros
a vosotros, brigadistas
del empeño de nuestra esperanza
que hoy todavía
vuestro aliento susurra en mitad de la cueva
de un corazón, el nuestro, que quiere desataros
de tanta deslealtad, de tanto olvido…
Si tal vez nunca os merecimos
vosotros merecéis nuestra memoria,
si os quedasteis sin manos por amasar el pan del
porvenir,
sin ojos por curar nuestra ceguera, sin la vida
por este oxígeno que hoy mismo respiramos…;
también legasteis vuestro nombre
al vórtice posible de nuestra libertad,
y en un trazo de amor incandescente
fuisteis y sois volcanes vivos de consuelo.
Más allá de fusiles y trincheras
de obuses y de arengas, de uniformes,
banderas, entorchados, generales
y de imposibles autos de fe,
el valor de vivir por una causa nuestra
de morir por nuestros pecados
merece la lealtad interminable:
ésta que hoy intentamos
brigadistas...
Hoy convertimos la memoria en un gesto,
recordamos sin nombre vuestra imagen, y sin número
vuestra inmensidad.
Las Brigadas Internacionales, cuya mención acerca
al corazón el pulso del abrazo
aquí, en Salamanca, febreriza y oscura año tras
año,
donde miraron ellos estos muros
cual miramos ahora sus cuerpos invisibles que nos
miran
y en cada destello de la historia
en cada rayo de luz en cada esquina
brillará para siempre
esta sencilla dádiva del agradecimiento
que en este otro febrero
dona la ciudad a la memoria.
Y hoy dejamos aquí para los ojos
para que el tiempo crezca y no se acabe
para el ajuar de la memoria y el viaje de los años
para todos ellos que nos siguen mirando
esta inscripción más suya que de nosotros
esta tardía justicia, esta caricia apenas
que les nombra, brigadistas internacionales,
hombres de la libertad, lengua de lo que evocamos:
salud, camaradas.
sábado, 3 de febrero de 2024
Más sobre el asesinato de Manuel Abel Romero, el maestro de Zahara de los Atunes: dónde y cuándo fue detenido
Hace unos días me puse en contacto con Francisco Javier Hernández Navarro, autor, junto a Santiago Moreno Tello, de Vejer recupera su memoria (Cádiz, Servicio
de Publicaciones de la Diputación de Cádiz, 2011). Años atrás, algo más de una década, hablé un par de veces con él y, entre los temas tratados, salió lo referente al asesinato de Manuel Abel Romero, maestro de Zahara de los Atunes y originario de la pedanía sanluqueña de Bonanza. Me dijo entonces que había conseguido hablar con algunos familiares suyos, pero ahí quedó la cosa. No volví a hablar con él, hasta el pasado jueves, cuando, gracias a la intermediación de Santiago, le hice una llamada telefónica.
Y fue muy fructífera, porque su generosidad llegó al extremo de facilitarme varias fotografías de Manuel Abel Romero, el contenido de la conversación que en 2012 mantuvo con María Teresa, una de las hermanas, y el correo electrónico de una sobrina. Una información muy valiosa que, unida a la que ya aporté en mi libro Fascismo y represión en Barbate durante la guerra y la postguerra (Cádiz, Mancomunidad de La Janda/Diputación de Cádiz, 2021 y 2023)*, me va a permitir que sea el punto de partida de un artículo más extenso sobre el que fuera maestro de Zahara de los Atunes. Ya sabíamos que fue asesinado durante el "verano caliente del 36", lo que fue reconocido por la autoridades del momento como consecuencia de haberse aplicado el bando de guerra, y que, además, sufrió un proceso de depuración post mortem que concluyó con su bajada del escalafón y separación del cuerpo de magisterio.
Para esta ocasión sólo voy a aportar una novedad, que tiene que ver con el lugar y la fecha posibles de su asesinato. Precisamente días antes, en una conversación mantenida con Antonio Aragón Fernández, estuve hablando de su caso, indicando por mi parte que, dado el periodo vacacional como maestro y el momento en que ocurrió el golpe militar, lo más normal es que Manuel Abel Romero no se encontrara en Zahara de los Atunes, sino en su localidad de origen, esto es, Bonanza. Por otra parte, tampoco existen testimonios en dicha localidad, y menos en Barbate, sobre pormenores de su muerte.
María Teresa era una de las dos hermanas de Manuel que le estuvieron acompañando durante su estancia en Zahara de las Atunes. Y entre lo que le dijo a Francisco Javier Hernández Navarro estuvo que a mediados de julio regresaron a Bonanza, es decir, poco antes del golpe militar. Y así fue como narró el momento y las circunstancias de la detención:
"El golpe
nos cogió en casa y no salíamos a la calle. En agosto, el 22, a la hora de comer,
llamó a la puerta un carabinero de Vejer, que le llamaban “el Choco", acompañado de un guardia civil, y preguntaron por mi hermano diciendo que
tenía que venir con ellos por parte del gobernador de Cádiz para hacerle unas
preguntas".
Días después comunicaron a la familia que lo habían matado en "Árbol Gordo”, en el término municipal de Puerto Real, un lugar que, como ha matizado Hernández Navarro, se trataría más bien de Pino Gordo. Situado en el entorno de las Canteras, fue donde se perpetraron numerosas ejecuciones extrajudiciales durante esos meses.
Sabemos, pues, que Manuel Abel Romero fue detenido con toda probabilidad el 22 de agosto de 1936 en su domicilio de Bonanza, localidad perteneciente al municipio de Sanlúcar de Barrameda. Su muerte pudo haberse producido el mismo día, teniendo en cuenta la forma expeditiva con la que actuaban las patrullas represivas, formadas principalmente por falangistas. En cuanto al sitio donde ocurrió, la información dada por María Teresa resulta muy coherente. Otra cosa es el lugar de enterramiento. Por ahora sigue desaparecido, pero existe la posibilidad de que sus restos mortales puedan ser identificados a través de las muestras genéticas que pueda aportar algún familiar.
Por ahora, el nombre de Manuel Abel Romero aparece escrito en el monumento que se ha levantado en Sanlúcar de Barrameda en honor de las víctimas mortales de la guerra y el franquismo, erigido en 2015. En él puede leerse lo siguiente:
"Cada uno de estos nombres es el alma de alguien que luchó por la justicia, la libertad y la II República. El fascismo les arrebató sus vidas en el golpe de estado de 1936. El pueblo de Sanlúcar de Barrameda rinde homenaje a estas personas, dignas representantes de los valores que nos humanizan. Vuestro recuerdo vence al silencio forzado. ¡Verdad, justicia y reparación!".
* La información que apareció en mi libro provenía en mayor medida de la obtenida en el expediente de depuración en el cuerpo de magisterio que sufrió Manuel Abel Romero entre 1937 y 1939, post mortem, por parte de la autoridades educativas del momento, cuyos documentos se encuentran en el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares. Así mismo, hay algunos documentos referidos a él en el Archivo Municipal de Vejer de la Frontera. Y en cuanto a la bibliografía, se recoge información de varias publicaciones: la ya referida de Hernández Navarro y Moreno Tello; El verano que trajo un largo invierno. La represión político-social durante el primer franquismo en Cádiz (1936-1945), de Alicia Domínguez Pérez (Cádiz, Quorum, 2004); La escuela derrotada. Depuración y represión del Magisterio en la Provincia
de Cádiz (1936-1945), de José Aquiles Pettenghi Lachambre (Cádiz, Quorum, 2005); "La aplicación de la Ley de Responsabilidades Políticas en Cádiz", de Diego Caro Cancelo, en El botín de guerra en Andalucía. Cultura represiva y víctimas de la Ley de Responsabilidades Políticas, 1936-1945 (Madrid, Biblioteca Nueva, 2015); Historia propedéutica de Zahara de los Atunes, de Francisco Javier Trujillo Guirola (Círculo Rojo, 2021); y "Aportaciones a la represión fascista en Vejer de la Frontera", de Alejandro Santos Silva (Diputación de Cádiz, 2021).
(Imágenes: las dos primeras fotografías han sido facilitadas por Francisco Javier Hernández Navarro, cedidas, a su vez, por familiares de Manuel Abel Romero; y la tercera se corresponde con el "Monumento a las Víctimas de la Guerra Civil y el Franquismo en Sanlúcar de Barrameda, obra de Emilio J. Rodríguez Posada, está publicada en la enciclopedia Wikipedia).
viernes, 2 de febrero de 2024
La presencia del PTE y la JGRE en la literatura
Hace casi dos décadas hice un repaso de la presencia en el mundo de la literatura del Partido del Trabajo de España y las organizaciones de su entorno (JGRE, CSUT, SOC, ADJ, ADM...) . Como tales o a través de sus militantes. En su mayoría se trata de novelas, pero no falta la poesía. Casi todas, escritas por plumas conocidas. Y en algunos casos, resultado de experiencias personales. Que hayan ido apareciendo constituye el reflejo de los años del tardofranquismo y la Transición, así como de lo que vino después. Ahora rescato lo que escribí entonces, aunque con algunas pequeñas modificaciones y un añadido.
Ha habido
militantes (exmilitantes, en realidad) que han hecho de sus novelas una
especie de purificación de su paso por la organización. Como el caso de Andrés Trapiello
en su novela El buque fantasma. Su título ya indica la naturaleza y el fin de la
empresa en la que se embarcó, y de la que, al parecer, según sus propias
palabras, supo salirse a tiempo.
También Mercedes Soriano se ha sumergido en
sus años de militancia a través de una trilogía compuesta por las novelas Historia
de no, Contra vosotros y ¿Quién conoce a Otto Weininger?
Resultan también una forma de autoexpurgación, personal y generacional, de sus
años de lucha política. Nos pinta un mosaico de
flaquezas personales y colectivas, que son para ella, en el fondo, las
de su generación. En sus obras asoman más las miserias que las grandezas,
porque las secuelas, es decir, el después,
llevaron, en ese “sálvese quien pueda” o “tonto el último”, a que cada
cual se asentara en lugar de la jerarquía social que le correspondía,
olvidándose de los ideales por los que lucharon.
Ha habido
también algún escritor que describe el desencanto de la generación joven que
lucha contra el franquismo en sus momentos finales, como hace Raimundo Castro
en La quema. En ese fresco de protagonistas de distintos grupos de
izquierda, se menciona en algunas ocasiones al partido (en forma de PCE(i) o de
PTE) y a su organización juvenil (JGR), desde la propia historicidad de los
acontecimientos y a través de un personaje, caracterizado por el oportunismo
político, que acaba haciendo lo que inicialmente criticaba.
Manuel
Vázquez Montalbán, en su excelente novela El pianista, donde plantea el
problema de la coherencia política de las personas en dos generaciones y en
tres momentos de sus vidas, también da paso en uno de sus escenarios al “PCI”.
En el más cercano en el tiempo, en pleno desencanto y victoria electoral del
PSOE, donde nos muestra un friso de travestismo político galopante, aparece un
Ventura en situación terminal, “ahora traductor gandul” y “escéptico”, al que
le piden que hable como “mi comisario político. Primero en el PSUC y luego en
el PCI”. O del que dicen que ha pasado por el “PSUC, la UER , el PCI, Bandera Roja y
otra vez al PSUC”. Luego aparece también un tal el Onírico, llamado por Ventura
el Sherpa, “que salió del partido, se hizo atracador del PCI, luego a budista y
llegó a Nepal más de una vez”. Y no falta un breve diálogo entre un socialista,
un antiguo “chino” y el mismísimo Javier Solana, recordando el segundo las octavillas
que lanzó porque “no teníais ni medio militante en la universidad”, pero
dejando claro que “yo ya no soy chino. Soy independiente y pragmático”. Del
mismo autor hay una breve referencia en su obra Los mares del sur,
cuando describe los muros de ladrillos de un barrio suburbano de Barcelona,
donde hay carteles de varios partidos y entre ellos uno del PTE: “Contra el
reformismo. Vota al Partido del Trabajo”.
Pedro Sevilla disecciona en su novela 1977 el microcosmos de un pueblo andaluz, gaditano para ser
más concreto, durante el año en que se celebraron las primeras elecciones
después de cuatro décadas de dictadura y se sucedieron varias acciones armadas
del GRAPO. El SOC y Paco Casero tienen su hueco en la novela, como abnegados
luchadores y soñadores, pero ajenos a una realidad que acabará por dejarlos
como reliquias del pasado.
José Ruiz
Mata, en El muro, nos lleva a los
recuerdos, en realidad reflexiones, de
una mujer madura que, después de haber criado a sus hijos, se ha sumido en una especie
de vacío vital. Con Jerez de la Frontera como ámbito reconocible. Siendo joven,
ella y su madre fueron desposeías del patrimonio familiar acumulado por el
abuelo (uno de tantos vencedores de la guerra), pero lograron sobrevivir con
cierta dignidad gracias a la solidaridad transgresora de la abuela. Su marido, militante
antifranquista (Unión Democrática de Soldados, el “Partido”, Sindicato de Obreros del Campo…), tras la
Transición acaba integrándose en el nuevo sistema como propietario de un
pequeño negocio. La novela es una reivindicación del papel de las mujeres: de
la abuela, de la madre, de las jornaleras y de ella misma, que, pese a ser
tratada con desprecio en el entorno en que ha vivido, fue la que sostuvo la
familia mientras el marido combatía la dictadura.
Ramón
Tamames no ha concedido al PTE ni a otros grupos similares un hueco a su Historia de Elio, una narración del
sueño de la ruptura democrática, en la que ha priorizado por encima de todo su
protagonismo personal.
Diferente
es el caso del escritor franquista Fernando Vizcaíno Casas, quien en su novela Y
al tercer año resucitó hace mención puntualmente en varias ocasiones al PTE
o la CSUT , a
través de varios militantes que son retratados dentro de los tópicos burdos
propios de su mentalidad franquista. Así, aparecen el tornero Sánchez,
sindicalista de la CSUT ,
que protagoniza un episodio tras su despido; el director de cine Jiménez, del
PTE, vinculado ahora a películas de sexo; o el militante anónimo del barrio
madrileño de Usera, al que califica de exaltado, protagonista de un intento de
querer hacer el amor en público con una militante de las juventudes
socialistas, que a su vez estaba participando en una campaña a favor del voto a
los 16 años. Incluso llega a mencionar a los maoístas de Granada que
radicalizan la lucha sindical, si bien sin nombrar a ningún partido en concreto.
Más vagas son las referencias que hace en una obra anterior, De “camisa
vieja” a chaqueta nueva. En este caso escribe sobre “las distintas
tendencias del maoísmo” dentro de los grupos unitarios de oposición o al propio
PT, participante en la reunión del hotel Eurobuilding en septiembre de 1976.
Incluso, para describir a la juventud “inconformista” de origen burgués durante
la Transición, habla de una habitación con los pósteres del Che, Mao tse Tung y
Marlon Brando.
En el mundo
de la poesía Gabriel Celaya dedicó un poema a la Asociación Democrática
de la Juventud ,
vinculada a la JGR ,
con el título “Palabras de un viejo gudari a los jóvenes vascos”.
Comparaba a los jóvenes luchadores del momento
con los gudaris de su tiempo, algo de lo que se enorgullecieron
quienes consiguieron que se los dedicara.
Y Rafael
Alberti hizo lo propio con Francisco Javier Verdejo, muerto en Almería durante
el verano de 1976, como consecuencia de los disparos de un guardia civil, cuando
pintaba el lema favorito de su partido: “Pan, Trabajo, Libertad”. Sus
“Coplas de Juan Panadero en la muerte de
Javier Verdejo”, llenas de la sencillez directa que caracteriza al poeta
gaditano en ese libro, estremecen a quien lee los versos.
José María
Carrillo, integrante del grupo musical Gente del Pueblo, le dedicó al mismo
militante en 1977 la canción “Pan, T(…rabajo y libertad)”, dentro del disco Sevillanas
democráticas.
Y ha habido
más recordatorios de Francisco Javier Verdejo, al que han dedicado numerosos
versos, algunos de los cuales han ido apareciendo por la red electrónica. Entre
tantos, en 2004 el de un antiguo compañero, Alonso de Molina, con su “Aquella madrugada”,
o el de Ángel Berenguer, también en el mismo año, y su
“A Javier Verdejo”. En 2011 el portal Archivo
de la Transición le dedicó la entrada “Acto-homenaje a Javier Verdejo en el 35
aniversario”, donde pueden leerse varios poemas.
Un antiguo militante
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