viernes, 27 de abril de 2012

Convivencia y relaciones de género en un instituto de educación secundaria

El pasado mes de diciembre envié el artículo "Convivencia y relaciones de género en un instituto de educación secundaria" para el Congreso estatal sobre Convivencia Escolar celebrado en Jaén entre los días 15 y 17. He decidido publicarlo en este cuaderno, si bien puede también leerse en otros sitios de la red, como la página del propio Congreso (concretamente, la comunicación 34).


Resumen

El objetivo de la comunicación (1) es el acercamiento a la comprensión de los problemas de convivencia en un instituto de secundaria desde el estudio de las relaciones de género. Se han atendido dos aspectos: a) tipos de conflictos,  diferencias entre chicos y  chicas, y diferencias entre niveles académicos; b) percepción de la convivencia por el alumnado y el profesorado. Se inscribe dentro de la etnografía educativa, propia de la metodología de investigación cualitativa, que permite el análisis de la realidad desde su contexto natural. Se han utilizado técnicas e instrumentos de investigación desde diversas fuentes para obtener los datos objeto de tratamiento: 3 entrevistas al alumnado (2 alumnos y 3 alumnas) y 6 al profesorado (2 profesores y 3 profesoras); recursos documentales del centro (incidencias, actillas y actas de evaluación, planes y proyectos); trabajos, informes y encuestas sobre el centro y su entorno (sociológicos, escolarización, coeducación…); y recursos bibliográficos y electrónicos. Se puede concluir que las relaciones de género son un componente importante de la convivencia en los centros de educación, por lo que su consideración y tratamiento puede ayudar a mejorarla.

Introducción

Barbate es un municipio que lleva sufriendo desde hace varias décadas un progresivo desmantelamiento de la actividad pesquera, que había sido la base  sobre el que se había conformado con anterioridad su estructura social. A estos cambios no es ajeno el proceso de globalización de los mercados, que desde finales de los años 80 se inserta en la aplicación de la política pesquera comunitaria (Florido, 2002; y 2002 bis: 115). Esto ha dado lugar a un  proceso de desestructuración social con resultados altamente negativos. El nivel socioeconómico de su población se encuentra en unos  índices en general modestos o medio bajos (2), con algunas zonas del municipio donde existen bolsas de pobreza preocupantes (Ávila y Malia, 1998). Entre los deficits socioculturales (3), muchos heredados del pasado (Criado y Montero, 2005), se encuentran unos niveles de estudios de los padres y las madres alejados de la media del estado (Meil, 2006: 180), el absentismo, el abandono temprano de los estudios, etc.

El instituto Trafalgar, creado en 1969,  imparte todas las  enseñanzas y desde el curso 2008-09 es un centro bilingüe de español-inglés. Durante los últimos cursos académicos viene desarrollando varios planes y proyectos que tienen como objetivo mejorar la convivencia en el centro, lo que ha llevado a un grupo de profesores y profesoras a desarrollar actuaciones en esa dirección desde el Plan de Igualdad, el proyecto “Escuela, Espacio de Paz” y el proyecto de innovación educativa “Convivencia y Coeducación”, y dentro de este último, los programas “Alumnado Ayudante” y “Habilidades Sociales”.

1. Conflictos y disciplina

La convivencia es considerada como uno de los ejes de funcionamiento en los centros educativos. Suele tratarse más desde una vertiente negativa y con frecuencia relacionada con la violencia en cualquiera de sus formas, lo que lleva a justificar determinadas actuaciones punitivas. Defrance (2005: 105) ha señalado que “la pretendida crisis de valores sirve de pretexto para muchas dimisiones laxistas y para diversas crispaciones autoritarias”. Un análisis de los problemas de convivencia requiere situarlos en los contextos socioculturales donde se inscriben para poder diagnosticarlos y afrontar posibles soluciones. En el caso que nos ocupa el contexto sociocultural del centro tiene importantes, si no graves, deficits, que se encuentran en la base de buena parte de la gran cantidad y variedad de problemas de convivencia.

A la hora de analizar la dimensión total de las incidencias (4) debemos diferenciar los datos absolutos de los relativos. En el primer caso, el número total de incidencias ha sido el doble en el curso 2008-09 con respecto al siguiente, lo que nos puede llevar a creer que ha sido más conflictivo. Para el jefe de estudios (5) “[se] ha mejorado [en el curso 2009-10] y además notablemente. Si el año pasado tuvimos casi 120 expulsiones, este año hemos tenido 65, casi la mitad. En cuanto a partes, estuvimos hablando de 1.200, creo, el año pasado y este año hemos llegado a 800 y algo”. El descenso se ha debido más al número de partes leves, que se ha quedado en la tercera parte, pero no así en los graves, que han aumentado considerablemente y en concreto,  triplicado.

El alumnado implicado en los partes leves oscila entre el 57% del curso 2008-09 y el 48% del 2009-10, y el que tiene partes graves lo hace, respectivamente, entre el 11% y el 31%. Siendo la incidencia mayor en el primer ciclo, llama la atención que en el curso 2009-10 los partes graves afectaron en ese ciclo al doble del alumnado (41%) sobre el del segundo (21%). Entre las conductas negativas leves la más frecuente (35%) está relacionada con la perturbación del normal desarrollo de la clase. Suman  casi el 40% impedir o dificultar el estudio a sus compañeros, y realizar actuaciones incorrectas a algún miembro de la comunidad escolar. El que esta última sólo represente el 13% puede explicarse por que se puede tender a incluirla más en las conductas graves. En la relación entre las conductas negativas leves y las graves, las primeras son más numerosas, oscilando desde el abrumador 95% del curso 2008-09 hasta el 66% del 2009-10. La media andaluza es del 80%, coincidente con la media de los dos cursos estudiados en el centro.

Esas variaciones de un año a otro no se deben tanto a cambios en el comportamiento del alumnado, y con él el aumento de  los conflictos de carácter más grave, como a la acción del profesorado, que quizás ha optado por cambiar los criterios en la caracterización de las incidencias.

2.  Disrupción

Uruñuela (2009: 44) define la disrupción  como las “conductas que llevan a cabo los alumnos y alumnas (…) que tienen como consecuencia que el profesorado no pueda llevar a cabo de manera adecuada su tarea profesional de enseñanza, lo que le impide explicar los temas, realizar las actividades oportunas o aplicar las evaluaciones que considere necesarias”.

Se ha identificado el alumnado disruptivo con el que tiene un elevado número de incidencias, siempre alguna grave e incluso con expulsiones. Los partes graves los ha recibido entre el 11% (2008-09) y el 31% (2009-10) del alumnado, lo que supone un nivel bastante superior al 4% de Andalucía (Iguaz, 2006: 99 y ss.). Si nos quedamos con el alumnado que tiene mayor número de incidencias registradas, al menos diez, un 15% concentra algo más de las tres cuartas partes del total. En este alumnado existe una desadecuación entre la edad y el nivel de estudios. En Andalucía el alumnado de 14-15 años representa el 46,2% del total, acumulando el 52,7% de las conductas graves. En el centro las conductas negativas (leves y graves) se dan más en el primer ciclo que en el segundo en una proporción de al menos el doble. Al haber en el primer ciclo (sobre todo en 2º) un porcentaje significativo de alumnado repetidor, los resultados se encontrarían en la media andaluza.

Las incidencias del curso 2008-09 tuvieron un origen complejo. Una alumna que ese curso estaba en 1º ha llegado a hablar de gamberrismo (“partían taquillas, partían persianas…”) y otra, que estaba en 2º, ha resaltado que “había más gamberros que este año”. Para el jefe de estudios “ese año tuvimos un grupo malo, el 2º B, que centralizó demasiadas expulsiones”. Fue el curso en que se inició la modalidad bilingüe, por lo que la conflictividad se concentró en el grupo no bilingüe. Por sexos, la disrupción afecta en mayor grado a los chicos (82% de partes leves y 79% de graves), con una mayor homogeneidad entre los cursos y ciclos. En las chicas el nivel es bastante menor (40% de partes leves y  57% de graves), con diferencias muy acusadas entre los ciclos.

En todo caso los partes no reflejan toda la realidad, pues el profesorado no los pone en todas las ocasiones en que puede haber incidencias. En bastantes, sobre todo en el primer ciclo, existe un ambiente de clase difícil, como lo han reflejado algunas alumnas entrevistadas: “en algunas clases no se puede dar clase”. Los partes dependen del criterio de cada docente y también de las circunstancias de cada momento. Para el jefe de estudios se trata de “una estrategia que tiene el docente ante problemas o conflictos que ocurren en clase”.

3. Violencia

Siguiendo a Galtung (2004) en la diferenciación de tres tipos de violencia (directa, estructural y cultural),  entre el alumnado sólo se puede dar las violencias directa y cultural. La primera resulta más fácil de identificar, por ser la más visible, lo contrario que la cultural, camuflada en conductas rutinarias que se siguen entendiendo como normales.

En el centro las conductas violentas suponen la tercera parte del total de las incidencias registradas. En los chicos se reparten entre los cuatro tipos que señala la normativa, sin bien alcanzando las “injurias y ofensas” un mayor porcentaje que  los otros tres (“agresiones físicas”, “amenazas y coacciones”, y “vejaciones y humillaciones”). En las chicas sólo se dan las “injurias y ofensas”.  Por ciclos, en el primero las chicas (41%) superan a los chicos (35%), pero en el segundo la violencia es exclusiva de los chicos (28%). Es decir, una violencia más directa (más verbal que física) y simbólica en los chicos, y sobre todo verbal en las chicas. Siguiendo una encuesta realizada en 2006 en el centro (6), “insultar, empujar o pegar” a un compañero o una compañera fue respondido afirmativamente por el 28% de los chicos y el 10% de las chicas. Es un hecho que contiene un importante contenido de violencia, aunque sea de baja de intensidad, que además corrobora las diferencias entre sexos.
En las conductas violentas sobre el profesorado se han registrado tres de los cuatro tipos de conductas violentas (“injurias y ofensas”, “amenazas y coacciones”, y “vejaciones y humillaciones”), pero no se ha hecho con las “agresiones físicas”. Sí la hubo en el caso de la profesora agredida por un alumno de 1º, que antes había participado con la misma profesora en otro episodio de “vejaciones y humillaciones”. Estas conductas las han sufrido por igual profesores y profesoras, aunque con diferencias según el curso y el ciclo. El 42% ha provenido del alumnado de 1º, sumando un total del 65% en el primer ciclo, y en su mayoría se dirigieron sobre profesoras. En el segundo ciclo, por el contrario, las conductas violentas han afectado más a los profesores, procediendo las tres cuartas partes de los alumnos, aunque la cuarta parte las han hecho alumnos de 1º sobre profesoras. De las alumnas, por su parte, ha procedido la cuarta parte restante, en su mayoría del primer ciclo  afectando más a las profesoras (18%) que los profesores (7%), que además se focaliza en un solo profesor.   

Desde las mismas entrevistas se puede observar que los chicos más pequeños han aprendido a manifestarse con un mayor sentido de la jerarquía entre sí y sobre las chicas. Suelen  respetar a aquellos profesores que saben imponer el orden en clase, pero empiezan a perder el respeto a las profesoras, en mayor medida, y a los profesores que no cumplen el papel de los primeros. La expresión de un alumno de 1º es muy ilustrativa: “con PG estamos todo el mundo callados, pero con las maestras estamos todos más revolucionados”. En el segundo ciclo los chicos ya se atreven a responder a los profesores, que puede interpretarse como un acto de autoafirmación de lo que Lomas ha denominado como “hombres de verdad” (2007: 93).

4. Violencia de género, violencia sexual  y violencia sexista

Se puede hacer una diferenciación de los conceptos de  violencia de género, violencia sexual  y violencia sexista, que son a su vez manifestaciones del sistema patriarcal y la ideología androcéntrica (Guerra, 2006: 58-59; Barragán, 2006: 32-33; Lagarde, 1990).

En el centro se han detectado, en un principio, sólo manifestaciones de violencia de género, que son en su mayoría implícitas. Cuando lo han sido más explícitas, ha correspondido casi en exclusiva a los chicos, estando dirigidas en su mayoría sobre profesoras (“se toca los genitales e insulta a la profesora”; “hace gestos obscenos”; “es una loca”...), pero también sobre alumnas (“la llama puta”) y, en algún caso, sobre profesores y alumnos. El primero de esos casos se corresponde además con el del alumno que semanas después agredió en clase a la misma profesora. El incidente estuvo precedido de una provocación continua en clase y la quema posterior de una ficha de trabajo. Siendo esto un caso de conducta disruptiva,  la agresión física que se produjo al final es de conducta antisocial (Casamayor, 2009: 20-21).  En algunos casos la violencia de género ha sido más difusa o menos evidente, ejercida sobre profesoras (“levanta la mano a la profesora y justifica su acción violenta”, “se mofa y provoca a la profesora”; “la insulta”; “la amenaza”…) o chicas (“se mete con la compañera y la empuja”; “la amenaza”…).

No se han detectado casos de violencia sexual, aunque cabe preguntarse si determinadas prácticas, como los tocamientos, muchas veces reiterados, podrían caracterizarse como tales.  Y en cuanto a la violencia sexista, que para Guerra (2006) y Lagarde (1990) se refiere a la violencia entre mujeres desde su condición de inferiorizadas, resulta más difícil detectarla entre las propias alumnas. Quizás se pueda incluir en ella la expresión “que le den por el culo” que una chica de 1º profirió a una profesora.

5. La masculinidad tradicional de los “hombres de verdad”

El arquetipo de masculinidad tradicional al que se ha referido Lomas (2007: 93) está muy presente en buena parte de las conductas estudiadas, donde priman la manifestación de la fuerza y el ejercicio del poder. Suele estar relacionado con otras situaciones, como el absentismo escolar, lo que, unido al nivel más bajo de éxito académico de los chicos en relación a las chicas, se está resaltado como preocupante cuando se compararan los datos de España  con los de países de nuestro entorno (Rubio, 2009: 29 y 32). En Andalucía, por su parte, la diferencia entre chicas y chicos en la titulación en ESO estaba en el curso 2004-05 en el 7,4% a favor de las primeras  (I Plan de Igualdad, 2007: 8-9). 

Según Brannon el modelo de masculinidad tradicional se ha construido en oposición a las mujeres, exaltando el poder, la riqueza o el éxito, propugnando el control de las emociones… (Lomas, 2007: 92-93). Sus consecuencias, sin embargo, no las sufren sólo las mujeres. Kaufman (1999), por su parte, ha señalado que el poder patriarcal se manifiesta en una “tríada de la violencia de los hombres”, que se ejerce contra las mujeres, contra otros hombres y contra sí mismo, y que son “el resultado tanto del poder de los hombres como de la percepción de su derecho a los privilegios”.

La familia es cronológicamente el primer ámbito de aprendizaje de la ideología androcéntrica y del modelo de masculinidad tradicional, coexistiendo a lo largo de la vida con otros. Que haya agresiones a las profesoras puede ser expresión de los modelos que imitan en su casa (para el jefe de estudios, “cuando vemos a los niños porque se ha llamado a los padres, vemos que los niños son un espejo del padre”). Las madres, por el contrario, juegan un papel de subordinación (“dicen: ‘es que no podemos con nuestros hijos’ o ‘a ver si mi marido…’. Siempre recurren a la figura del padre, que es la figura dura de la familia”, según el jefe de estudios).

Las palabras, los gestos y las actividades de la vida cotidiana están impregnadas de los valores de la  ideología androcéntrica. Se refleja en las quejas de algunas alumnas en las actividades de ejercicio físico, donde sufren el menosprecio  de los chicos (“en deportes se creen superiores”), en la ocupación del tiempo y de los espacios (“cuando juegan al fútbol son un poco egoístas, porque… puede ser un día fútbol y otro día otra cosa, pero siempre fútbol”), en las esperas entre clase y clase (“empujones”; “tocar el culo”).
Buena parte de las conductas graves que han sido motivo de sanciones, también lo reflejan. Se dan dentro del alumnado, sobre todo desde los chicos hacia las chicas, pero también de unos chicos a chicos. En su mayoría ha sido  de baja intensidad, dentro de las relaciones rutinarias inconscientes (“nos hacemos bromas, nos empujamos, el cachondeo…”), pero no han faltado casos donde han adquirido una dimensión más amplia, como los de chicos sobre profesores (“chúpamela”; “hace el gesto de limpiarse el culo con el parte”…) o los insultos homófobos hacia un chico (“maricón”).

Esto último está relacionado con un caso de acoso,  cuyos rasgos se corresponden con los indicios que Olweus (2004: 74-75) señala sobre las víctimas (bromas, insultos o burlas permanentes; empujones y verse envuelto en continuas discusiones y  peleas; ver cómo le quitan objetos o le tiran cosas; no querer sentarse con él…); o con las apreciaciones de Rubio (2008: 86), para quien las personas que ejercen esa violencia son reconocidas en poder, valentía, fuerza o heroicidad, a la vez que se rechaza a las víctimas, que son consideradas como cobardes, pasivas o inseguras

6. Masculinidad y feminidad tradicionales

Cuando llega a la escuela los chicos y las chicas ya han interiorizado en su mayoría pautas de comportamiento discriminatorias (Moreno, 2000: 22-23), que además van aumentando con los años junto con los estereotipos (Arenas, 2006: 17). Una de las preocupaciones que mostraron las tres profesoras entrevistadas fue la actitud estereotipada de numerosas chicas del primer ciclo reproduciendo valores de la feminidad tradicional. Para una de ellas el comportamiento distorsionado de muchos chicos entroncaría con “el rol antiguo o negativo de lo que significa ser un macho”, mientras que muchas chicas reproducirían “el rol pasivo”, manifestado a través valores como “la educación a mí no me interesa como desarrollo personal, sino que estoy aquí esperando a ver si me caso” o “lo que me interesa es la pulserita, el color del pelo…”. Por eso otra profesora se preguntaba los riesgos que puede llevar no tener en cuenta en la educación los valores de género: “¿Para qué queremos llevar a niñas con un currículum brillante hasta la adolescencia, si después (…) lo echan a perder porque resulta que ya tienen una expectativa de vida distinta?” 

Según la encuesta de 2006 (7), en las chicas hay una mayor preferencia por la amistad, la inteligencia, la limpieza y el orden, mientras los chicos lo hacen por la valentía, el ser buen deportista y la inteligencia, ésta en un nivel inferior a ellas. Las chicas también disponen de mayores habilidades sociales, medidas  a través de la asertividad, aunque en este caso las diferencias son bastante acusadas en 1º, mientras que en 3º hay cierto equilibrio (8). No les falta tampoco un mayor sentido de la responsabilidad, como dos alumnas entrevistadas han resaltado. Por último, volviendo a la encuesta, la casi la totalidad de las chicas manifestó que no había igualdad en el centro, mientras que el 72% de los chicos contestó lo contrario. 

Estas diferencias en los valores y las habilidades según el sexo se pueden explicar desde lo que Gilligan ha denominado la ética del cuidado (Marín, 1993). De esta manera, las niñas han ido adquiriendo unos valores y unas habilidades con un mayor componente de empatía y de cuidado de los afectos, lo que se ha fortalecido durante la adolescencia. Los niños, por el contrario, han ido conociendo un progresivo desapego de los afectos, a la vez que individualizado sus relaciones. 

Poder soportar cotidianamente las secuelas de la masculinidad de “los hombres de verdad” requiere mucha fortaleza de ánimo y más cuando la situación es insistente. Las mujeres han sido socializadas en las pautas de comportamiento patriarcales de la sumisión, por lo que buscan estrategias de supervivencia, entre las que se encuentran la que aplican esas chicas de 2º que dicen que en situaciones de acoso hay que “pasar totalmente”. En otros casos, sobre todo cuando son mayores que los chicos, puede haber chicas a las que “no se les puede decir nada, porque si no…”. En este modelo de masculinidad, donde coexisten la violencia directa (verbal y física), la cultural y, por qué no, la estructural, no se admite ningún signo de debilidad, ni a las chicas ni a los chicos, en este último caso so riesgo de ser catalogados como “tontitos” o “maricones”. 


Notas

(1) Basada en el trabajo “Influencia de las relaciones de género en la convivencia escolar: estudio de un instituto de secundaria Barbate”, correspondiente al trabajo final  presentado en diciembre de 2010 dentro del máster “Cultura de Paz, Conflictos, Educación y Derechos Humanos” impartido por la Universidad de Cádiz.
(2) Montero, Jesús Mª (coord.):“El nivel socioeconómico del alumnado del instituto Trafalgar. Asignatura de Sociología, 2º de Bachillerato", Barbate, 2002, sin publicar; y Montero, Jesús Mª (coord.): “La estratificación social en Barbate. Encuesta basada en la procedencia social de las familias del alumnado del instituto Trafalgar de Barbate.  Asignatura de Sociología, 2º de Bachillerato”,  Barbate, 2003, sin publicar. 
(3) Además de los dos trabajos citados en la nota 2, se puede consultar otro del mismo autor,  “La realidad educativa de Barbate. Un informe urgente”. Barbate, 2002, sin publicar.
(4) Todos los datos de incidencias provienen de los resúmenes elaborados en la jefatura de estudios del centro. 
(5) Las citas que se ofrecen a lo largo del trabajo tanto del profesorado como del alumnado del centro se han obtenido de las entrevistas realizadas y grabadas por el autor en junio, julio y septiembre de 2010.
(6) García, Margarita: “Diagnóstico de coeducación en el instituto Trafalgar. Encuesta al profesorado,  alumnado, y padres y madres  (curso 2005-06)”, Barbate, 2006, sin publicar.
(7) Ibidem.
(8) Montero, Jesús Mª: “Nivel de asertividad. Programa ‘Competencias cognitivas y sociales, y crecimiento moral’ (curso 2007-08)”; Barbate, 2008, sin publicar; y Montero, Jesús Mª: “Nivel de asertividad. Programa ‘Competencias cognitivas y sociales, y crecimiento moral’ (curso 2008-09)”, Barbate, 2009, sin publicar.


Bibliografía

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Ávila, Estebana y  Malia, Francisca. “Estudio y análisis de la realidad. Barbate”. Ayuntamiento de Barbate/Delegación Municipal de Asuntos Sociales, 1998.
Barragán, Fernando. “Educación, adolescencia y violencia de género: les amours finissent un jour”, en Otras Miradas, v. 6, Universidad de los Andes, Mérida (Venezuela), 2006, junio, n. 1, pp. 31-53,  http://www.saber.ula.ve /bitstream/123456789/22850/1/articulo4.pdf (consultado el 12-07-2010).
Criado, Juan Antonio y Montero, Jesús Mª.  La educación en Barbate durante la época franquista. Política municipal y acción del estado (1938-1975). Tarifa, Tipografía La Nueva, 2005.
Defrance,  Bernard. Disciplina en la escuela. Madrid, Morata / Ministerio Educación y Ciencia, 2005.
Florido, David (a). Un siglo de política e instituciones pesqueras en Andalucía, Sevilla, Junta de Andalucía / Consejería de Agricultura y Pesca, 2002.
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Galtung, Johan. “Violencia, guerra y su impacto. Sobre los efectos visibles e invisibles de la violencia”, en Polylog. Foro para filosofía intercultural, 2004, n. 5, http://them.polylog.org/5/fgj-es.htm (consultado el 14-05-2010).
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Iguaz, Emilio (dir.). Informe sobre la convivencia en los centros educativos. Granada, Consejo Escolar de Andalucía / Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, 2006.
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Rubio, Ana Mª. “El abandono y la falta de éxito de los chicos en la escuela, un problema de género”, en Participación Educativa, Consejo Escolar del Estado, 2009, julio, n. 11, pp. 23-39.
Uruñuela, Pedro María. “¿Indisciplina? Disrupción”, monográfico Autoridad y disciplina, en Cuadernos de Pedagogía,  Praxis, Barcelona, 2008, diciembre, n. 396, pp. 43-49.

Una primera lectura de las elecciones presidenciales en Francia (2)

La lucha por conseguir votos en al segunda vuelta va a tener para Nicolas Sarkozy como principal objetivo normalizar la orientación del voto dentro de los bloques políticos de izquierda y de derecha. Mientras que el electorado de la izquierda parece ser más estable a la hora de decantarse por François Hollande, salvo una parte que se decantará por la abstención, Sarkozy ha de realizar un esfuerzo con el fin de poder recoger la parte del electorado de la derecha que antes del domingo se había manifestado contrario a votarle, bien dirigiéndose a Hollande o bien absteniéndose.

Teniendo en cuenta que los resultados el domingo han alterado en parte las previsiones de los sondeos -en favor de Sarkozy y en detrimento de Hollande-, el esfuerzo de los dos candidatos, como se está viendo, está siendo considerable. De partida, lo normal es que haya una tendencia a que se normalice el voto en cada bloque político. Lo que está por ver es el grado que alcance es normalización.

En esta batalla va a resultar crucial la disputa del voto del electorado de François Bayrou y de Marine Le Pen. El candidato centrista es el más europeísta de todos, pero está alejado de Sarkozy por la forma de gobernar de éste y por el mensaje más que ambiguo mostrado durante la campaña, con veleidades propias de la extrema derecha, como la xenofobia y el antieuropeísmo. El electorado centrista es políticamente moderado, con una composición social de los estratos más elevados de las clases medias y preferentemente ilustrados (1),  alejados de las estridencias de un extremo u otro. Si el domingo una parte de ese electorado acabó yéndose hacia Sarkozy, seguramente por su identificación con el neoliberalismo extremo, está por ver cuánto se puede ir en la segunda vuelta, siempre en la medida que Sarkozy se aproxime más o menos al electorado de extrema derecha. Por ahora las cosas no parecen ir bien para Sarkozy. Si los sondeos anteriores al domingo apuntaban una distribución por igual entre los dos candidatos y la abstención, uno más reciente de VSD et LCP (2) refleja un ligero decantamiento por Hollande (41%) frente a Sarkozy (36%). En todo caso, según Opinion Way (3) el 72% del electorado de Bayrou se opone a una alianza de la UMP de Sarkozy y el FN de Le Pen, lo cual ilustra lo que estamos diciendo.

Los votos de Le Pen van a ser los más importantes, por no decir decisivos. En primer lugar porque son más que los de Bayrou. Pero también por sus rasgos. Uno, el ideológico, es más homogéneo, con el nacionalismo extremo como su argamasa. El otro es la composición social. A grandes rasgos el voto a Le Pen se ha nutrido más de varones que de mujeres, de las edades maduras y de los sectores sociales ligados a la pequeña propiedad, la clase obrera y los pensionistas (4). Resulta evidente que por su naturaleza en estos grupos hay cierta heterogeneidad (propiedad versus trabajo asalariado), pero también proximidad por la posición que ocupan en la jerarquía social. Entre los distintos candidatos Le Pen ha sido la que más votos ha obtenido en la clase obrera, llegando casi a la tercera parte. Se trataría en este caso de los sectores más castigados con la crisis y, por lo tanto, más fácil de ganar, en su desesperación, con mensajes demagógicos de carácter xenófobo y nacionalista. En esto último es donde coinciden  buena parte de los electorados de la UMP de Sarkozy y el FN de Le Pen, que se han manifestado mayoritariamente por un acuerdo entre los dos grupos: en el primero, un 64%; y en el segundo, un 54% (5). Su antieuropeísmo resulta evidente, lo que le aleja de los mensajes que pueda lanzar Sarkozy en defensa de la Unión Europea o, por el contrario, le acerca cuando se muestra crítico con determinados aspectos de la UE, como ocurre con el acuerdo de Schengen.

Lo que no debe llevar a engaño es que en Francia ha habido un cambio de signo en el voto hacia la izquierda. Sí ha habido un recorte de las diferencias que se dieron en las presidenciales de hace cinco años, cuando los candidatos de la derecha y el centro superaron en la primera vuelta el 60% de los sufragios y Sarkozy derrotó en el ballotage a la candidata del PSF, Ségolène Royal, por una diferencia de 6 puntos. Los apoyos que pueden aupar a la victoria a Hollande provendrían del centro neoliberal y de la extrema derecha xenófoba. Unas frutas duras de pelar.


Notas

(1) “Análisis de la intención del voto”, El País, 23 de abril de 2012, cuyos datos se han extraído de una encuesta de IFOP hecha entre el 12 y el 14 de abril.
(2) Le Monde, 27 de abril de 2012.
(3) Le Monde, 24 de abril de 2012.
(4) “Análisis de la intención del voto”, El País, 23 de abril de 2012
(5) Le Monde, 24-04-2012.

lunes, 23 de abril de 2012

Una primera lectura de las elecciones presidenciales en Francia (1)

La primera vuelta de las elecciones en Francia ha puesto a François Hollande y Nicolas Sarkozy como los dos contrincantes que han de disputarse dentro de dos semanas la máxima institución del país. La diferencia entre ambos, de 1,5%, ha sido menor de lo esperado. También inesperados han sido los resultados obtenidos por la candidata de la extrema derecha, Marine Le Pen, que se ha situado, con el 18%, en tercera posición. Por otro lado, las previsiones del izquierdista Jean-Luc Mélenchon han estado por debajo del 11,1% obtenido, aunque siempre muy por encima de los primeros sondeos. El candidato centrista, François Bayrou, se ha quedado finalmente con el 9,13, lejos de sus resultados de 2007. El resto ha obtenido apoyos bastante modestos: la ecologista Eva Joly, 2,3%; el gaullista euroescéptico Nicolas Dupont, 1,8%; el trotskista Philippe Poutou, 1,1%: la también trotskista, Nathalie Althaud, 0,5%; y el gaullista Jacques Cheminade, 0,25%.

Si se hacen las sumas correspondientes por bloque político, nos da el 43,8% de votos para la izquierda y un 47,1% para la derecha, sin contar el 9,1% del centro. Sumando el centro y al derecha, el 56,3% resultante permite evaluar cómo es el sentir mayoritario de la población. Otra cosa es qué va a hacer la gente dentro de dos semanas. 

Los sondeos (1) que se han estado haciendo en días pasados no sólo se han dirigido hacia la primera vuelta, sino también la segunda, que es la decisiva. Según el sondeo de Logica Busines para RTF, RF, Le Monde y Le Point Hollande sumaría a sus propios apoyos (28,6%) y los del resto de grupos de izquierda (15%) aproximadamente un 6%, proveniente de Bayrou (3%) y Le Pen (3%). Sarkozy, por su parte, sumaría a los propios (27,1%) un 11% de Le Pen y otro 3% de Bayrou. En el caso del sondeo de CSA, Hollande podría recoger un 4% de Le Pen y otro 4% de Bayrou, mientras que Sarkozy haría lo propio con el 9% de Le Pen y el 2% de Bayrou. Un tercer sondeo, de TNS Sofres, permitiría sumar a Hollande 4% de Le Pen y 3% de Bayrou, y a Sarkozy, 8% de Le Pen y 3% de Bayrou. Las sumas  finales serían: Hollande oscilaría entre el 49% (Logica Busines y TNS Sotres) y el 51% (CSA); y Sarkozy, entre el 40% (CSA y TNS Sotres) y el 43% (Logica Busines). Teniendo en cuenta que parte del electorado de esos candidatos ha anunciado su abstención, la ponderación del voto daría vencedor a Hollande, oscilando entre el 53% (Logica Busines), el 55% (TNS Sotres) o el 56% (CSA); Sarkozy, por su parte, se quedaría con el 44% (CSA), el 45% (TNS Sotres) o el 47% (Logica Busines).       

¿Qué puede pasar finalmente? En primer lugar, resulta seguro que los votos de las otras opciones de izquierda irán en su mayor parte a Hollande y en menor medida a la abstención. Otra cosa es lo que ocurra con el electorado de las otras opciones de centro y derecha, que son las que hacen que no exista una correlación directa en los votos por bloque entre las dos vueltas. El desgaste sufrido por Sarkozy ha sido evidente, estando en uno de los niveles más bajos de popularidad habidos en Francia.

Y aunque este factor es importante tenerlo en cuenta, no debemos olvidar que los resultados del domingo han puesto de manifiesto dos cosas: que la ventaja de Hollande ha sido menor de lo esperado, pese a que por la izquierda su contrincante ha estado por debajo; y que Sarkozy se mantenido en el nivel esperado, pese a que por su derecha los resultados han estado por encima de las previsiones. Intentaré explicarme. Hollande puede haber ganado votos que hubieran ido hacia Mélenchon para consolidar su posición. A su vez puede haber perdido votos en el electorado más moderado que han acabado de nuevo en Sarkozy. Esto último, junto con votos que hubieran ido al centrista Bayrou, ha sido la forma de compensar las pérdidas que ha sufrido por la derecha en favor de Le Pen. 

Por lo ocurrido ayer, con cierta sorpresa en favor de Sarkozy y con  mayores apoyos a las opciones conservadoras, considero que Hollande lo tiene menos fácil, si no difícil. A su favor tiene el rechazo hacia la figura de Sarkozy, con un exceso de prepotencia y, ante todo, de imagen de supeditación hacia la política desarrollada por la cancillera alemana Angela Merkel. Los votos de Le Pen, Dupont y Cheminade, que suman el 20%, lo son fundamentalmente de euroescepticismo. Eso explicaría que haya gente que no quiera votar a Sarkozy, como una forma de castigarlo y, en el caso del Frente Nacional de Le Pen, buscando más fisuras en el partido del presidente a la espera de obtener futuros réditos electorales.

Por lo acontecido el domingo me preocupa más la orientación general del voto hacia la derecha y cierto escoramiento hacia la más extrema.  Conviene recordar que la campaña llevada a cabo por Sarkozy tuvo entre sus pilares buscar votos de la extrema derecha y del euroescepticismo. Mucho éxito no tuvo, pero sí sembró de cara al futuro si sale vencedor: una reorientación de la UE en algunos asuntos hacia las fronteras nacionales. Eso explica, por ejemplo, su propuesta de replantearse el acuerdo de Schengen. El otro pilar en que basó su campaña fue defender la política económica del eje franco-alemán llevada a cabo junto con Merkel (ya se sabe, el dúo Merkozy) y la consiguiente imposición de duras medidas de ajuste. El empeño por ilustrar los males de la gestión de los gobiernos de los partidos socialistas tuvo en la figura de Zapatero uno de los personajes más recurrentes. Ahí sí tuvo más éxito, recogiendo a última hora votos moderados que inicialmente parecía que iba a ir a parar a Bayrou o al propio Hollande.

Está por ver qué resultado tendrá esto último de cara a la segunda vuelta y el grado de influencia que tengan los mensajes que lancen los dos candidatos. Sarkozy ahondará en esa dirección que, en última instancia, tiene un fuerte componente nacionalista: reforzar la imagen de Francia como segunda potencia europea, ex aequo con Alemania, y de un país donde la crisis económica le ha afectado menos gracias a su gobierno. Hollande buscará, por el contrario, un mensaje más social y alejado de las medidas de ajuste tan duras como las que pregonan e imponen el dúo Merkozy. Y ahí es donde parte del electorado de Le Pen puede negar el voto a Sarkozy: importantes sectores populares la han apoyado (por ejemplo, el 32% de los obreros) (2). Pero eso es algo que analizaré en otra ocasión.      


Notas

(1) "Pour qui voteront les électeurs de Le Pen et Bayrou au second tour?, en Le Monde, 22 abril de 2012, http://www.lemonde.fr/election-presidentielle-2012/article/2012/04/22/le-pen-bayrou-quels-reports-de-voix-au-second-tour_1689530_1471069.html

(2) IFOP, Encuesta elaborada entre el 12 y el 14 de abril de 2012, resumen ofrecido en “Análisis de la intención de voto”, El País, 22 de abril de 2012.

sábado, 21 de abril de 2012

Repsol-YPF o la recuperación de la soberanía energética argentina

Publicado en www.rebelion.org el 23 de abril de 2012.


Al poco de la noticia relacionada con la cacería y el accidente del rey en Botsuana, saltó la noticia del anuncio por el gobierno argentino de la adquisición del 51% de las acciones de la filial en ese país de la empresa Repsol-YPF. La polémica abrió un nuevo frente informativo, que acabó nublando en parte el escándalo relacionado con el monarca, esta vez cargando la tinta los medios de comunicación en lo que denominaron la expropiación de una empresa española. No voy a entrar en los calificativos empleados, aun cuando la base principal de los argumentos ha sido el ataque contra los intereses españoles, concretado, en este caso, la empresa Repsol. Siendo el asunto más complejo de lo que nos han contado, voy a intentar explicar un poco lo que he ido averiguando, que no es poco. 

Los orígenes de Repsol y su expansión empresarial

En 1981 el Instituto Nacional de Hidrocarburos se hizo cargo de las distintas empresas estatales que operaban en el sector, como Hispanoil (exploración y producción), ENPETROL (refinado), REPESA (lubricantes), CAMPSA (combustibles), Petronor (combustibles) y Butano (gas), entre otras. Atrás había quedado un largo recorrido iniciado durante los años de la dictadura de Primo de Rivera, cuando se constituyó el monopolio estatal de CAMPSA. En 1987 se conformó un grupo empresarial, todavía en manos del estado, que pasó a denominarse Repsol, si bien, tres años después inició un proceso de privatización que culminó en 1997.

Paralelamente la empresa inició una política de expansión, lo que se concretó en el aumento de la participación de otras empresas e inversores privados, tanto españoles como extranjeros; la búsqueda de nuevas áreas de exploración y producción de hidrocarburos en otros países; la adquisición parcial o total de otras empresas; e incluso la puesta en práctica de nuevas estrategias empresariales, ligadas a la especulación financiera, siempre con el objetivo de optimizar los beneficios empresariales. Repsol está presente actualmente en 50 países de todos los continentes, siendo América Latina donde dispone, con 20, una presencia mayor.

Fue dentro de en este proceso de expansión como Repsol acabó adquiriendo la empresa argentina YPF. El origen de ésta data de 1922, cuando el gobierno argentino creó una empresa estatal con el objetivo de explotar sus yacimientos  petrolíferos del país. Bastantes años después, en plena vorágine neoliberal de los noventa, el gobierno argentino, con Carlos Menem como presidente del país, privatizó la empresa -como tantas otras-, que acabó siendo adquirida en 1999 por Repsol, creándose así la empresa Repsol-YPF como filial en ese país. No fue un caso único, pues durante el gobierno del PP presidido por José Mª Aznar nuestro país culminó el camino iniciado ya con Felipe González, cuando numerosas empresas se abrieron a los mercados internacionales, especialmente en América Latina. Por entonces las empresas originarias de España se convirtieron en el segundo inversor en ese continente, tras EEUU, con una presencia en distintos sectores: banca, energía, agua, líneas áreas, telecomunicaciones... Telefónica, Repsol, Banco Santander, BBVA, Iberia y tantas otras acabaron comprando y/o controlando áreas estratégicas de esos países. Un control que nunca repercutió en beneficio de sus poblaciones, sino todo lo contrario.

Repsol en Argentina a través de YPF

El precio de compra de YPF, según ODG, OMAL y Ecologistas en Acción, fue de 13.158 millones de dólares, prácticamente de saldo y por debajo de su valor real. Si nos atenemos a lo expresado por esos mismos grupos, han evaluado que, al cabo de más de una década, Repsol-YPF ha tenido un saldo favorable de 8.813 millones de dólares, sin contar lo que obtenga como compensación por la expropiación parcial aprobada por el gobierno argentimo. El éxito empresarial de la adquisición de YPF ha sido, pues, grande, en la medida que se ha apropiado de los recursos de un solo país, pues en otros sólo lo hacía de yacimientos concretos o de las licencias comerciales correspondientes. Según se informa en la página electrónica de Repsol, YPF de Argentina es la primera empresa privada del sector en América Latina. Según el diario Público la producción de petróleo argentino ha representado en los últimos momentos para el conjunto de Repsol el 60%. Resulta obvia su importancia y que se haya sido su país más preciado.

Las repercusiones de la presencia de esa empresa no han sido precisamente positivas. Las explotaciones petrolíferas han conllevado fuertes perjuicios sociales y medioambientales en las zonas afectadas. Se ha acusado a Repsol de llevar a cabo una práctica colonial despiadada, sin que le haya importado los costes. Ha habido una drástica pérdida en los empleos, que según los ODG, OMAL y Ecologistas en Acción han pasado de 55.000 a 6.000. Los salarios no han sido precisamente elevados, con un crecimiento muy por debajo de los beneficios empresariales y sobre todo por debajo del cosre de la vida.  La contaminación, en fin, ha generado enormes secuelas en la naturaleza y en las poblaciones afectadas.  

En cuanto a las cuentas económicas, dada la naturaleza multinacional de la empresa, no se hacen sobre la base del valor generado en ese país, sino dentro de balances generales que se manipulan según interesa. Lo que sí parece cierto es que existe una gran diferencia entre el 60% que aporta al conjunto de la empresa la producción argentina y el 26% que aporta a los activos. De los más de 6.000 millones de beneficios declarados por la empresa en 2010 en todo el mundo, 1.416 millones (el 21,4%) se han hecho en Argentina. Si se aplica el 35% de gravamen fiscal de ese país el estado habría obtenido 495,6 millones.

¿Una empresa española?

La composición del accionariado de Repsol es el que sigue: PEMEX, 9’5%; Caixa Bank, 12’8%; Sacyr, 10%; fondos de inversión extranjeros, 42%; fondos de inversión españoles, 9’9%; otros inversores españoles, 10’8%; autocartera, 5%. En una breve descripción de los principales grupos que participan en Repsol, PEMEX es la empresa pública mexicana que controla la producción y comercialización del petróleo en su país; Caixa Bank es la nueva denominación del grupo financiero creado en torno a La Caixa, el primero en activos financieros en España; y Sacyr Villahermoso es uno de los principales grupos inmobiliarios, presente también en la explotación de autopistas. Entre los inversores minoritarios se encuentran el BBVA, con un 3,9% de las acciones; y el grupo francés BNP Paribas, con el 3,3%.

De todo esto se desprenden dos cosas a primera vista: primero, que el capital de inversores españoles no es el mayoritario, siendo de al menos el 41,6%, pero lejos del 54,8% mínimo que está en manos extrajeras; y segundo, que la empresa tiene una clara naturaleza multinacional.

Esto último resulta altamente importante, porque no sólo su ámbito de actuación traspasa las fronteras de numerosos países, sino que las operaciones económicas se diversifican por doquier en sí mismas y por numerosos países. El que el 51,9% del capital provenga de fondos de inversión ya indica la naturaleza especulativa de esas actuaciones, en las que la producción y comercialización del petróleo no es su único objetivo, dando paso a su participación como un elemento más del entramado de economia financiarizada que rige en nuestros días. Para Juan Torres se trata de la commodity, que no es otra cosa que la conversión del petróleo en un activo financiero más. Mucha gente se pregunta por qué el precio de la gasolina no deja de subir. En esa práctica financiera especulativa se encuentra una de las claves, a las que hay que añadir el coste de las guerras imperialistas en las que se han embarcado las potencias (Iraq, Afganistán, Libia...), cuya factura pasa a pagarse a través del consumo de los carburantes. 

Esta participación activa y directa de Repsol en la economía financiarizada conlleva prácticas que acaban por desmontar la idea de que es una empresa española y, lo que es peor, la falacia de identificarla con España para intentar asociar la decisión del gobierno argentino a una agresión a nuestro país. Aquí Alberto Garzón nos da otra de las claves y es la relativa a los beneficios y el pago de impuestos. En el reparto de los beneficios declarados en 2010, que ascendieron a la suma de 6.613 millones de euros, el 24,8% (1.641 millones) los obtuvo en España y el 21,41% en Argentina, correspondiendo el resto, más de la mitad, a otros países. No obstante, la cantidad de 1.641 millones declarada en España fue aumentada  por las autoridades a 3.534 millones, por lo que el montante de impuestos debería haber sido de 1.060 millones si se hubiera aplicado el 30% de tipo impositivo que le correspondía. Pese a ello, Repsol acabó pagando 949 millones, es decir, el 26,85% del tipo impositivo. Ya se sabe, cosas de la ingeniería fiscal.

Las actividades de Repsol no reciben el mismo trato fiscal en cada uno de los países donde opera. Siguiendo a Garzón, la media que paga en el mundo es del 26,34% (curiosamente la misma que en España), pero los impuestos oscilan bastante: Libia, 65%; Venezuela, 50%; EEUU y Argentima 35%; Brasil, 34%; Bolivia y Ecuador, 25%... Para que la media sea del 26,34% tiene que haber otros países donde el nivel impositivo sea más bajo. Y ahí entran en juego los paraísos fiscales, esos lugares opacos donde obtienen pingües beneficios las empresas y las personas que luego, cuando hablan en sus países respectivos, llenan sus bocas de patriotismo.

Por último, hay otros dos aspectos importantes no deben olvidarse, cuales son el empleo y los salarios. Como Garzón ha puesto de relieve, los beneficios de Repsol, como lo de las grandes empresas españolas, no han parado de incrementarse en los últimos años, con una media para el periodo 1998-2007 del 12%, una vez descontados los impuestos. El empleo, por el contrario, ha tenido un crecimiento menor, representando sólo un 4’8%. Peor le han ido a los salarios, cuya media sólo ha subido un 1’7%, pese a que en ellos se incluyen también las retribuciones que reciben los directivos y que son millonarias en euros.

Resulta evidente a quién está beneficiando esta expansión empresarial que, en el caso que nos ocupa, se está vendiendo como un ejemplo de lo que llaman marca España. Desde luego que no beneficia a los países donde opera la empresa, ni al país a donde dicen que pertenece, ni a la mayor parte de las personas que trabajan en cualquiera de las divisiones o filiales del conglomerado empresarial. Lo que sí está resultando es muy rentable para quienes la dirigen en cualquirera de sus instancias y para quienes ponen su capital para hacer de la especulación pura y dura el medio de seguir enriqueciéndose.     

¿Qué está ocurriendo?

América Latina ha sufrido desde los años 70 duras agresiones contra sus poblaciones, siendo las políticas neoliberales el eje sobre las que se han vertebrado, sin que haya faltado, cuando lo han considerado necesario, la implantación de regímenes políticos dictatoriales y violadores de los derechos humanos en grado extremo. Las medidas de ajuste económico y las privatizaciones de empresas estatales que se aplicaron durante casi tres décadas tuvieron como consecuencia un grado mayor en la pérdida del control de las riquezas nacionales y yn mayor deterioro de las condiciones de vida de la mayor parte de la población.

Los datos que nos ofrece el CEPAL en su estudio sobre la situación social del contienente son ilustrativos de lo ocurrido en la década de los 90, cuando la ofensiva neoliberal fue más intensa. Las medidas tomadas por los gobiernos que actuaron bajo los arbitrios de los organismos internacionales del capitalismo y las potencias económicas dieron lugar a una regresión generalizada en la distribución de la riqueza, ya de por sí injusta con anterioridad. A lo largo del siglo XXI, sin embargo, se ha invertido la tendencia, de manera que esas diferencias han empezado a cortarse en casi todos los países sobre los que se ha hecho el estudio. A ello no son ajenos los cambios políticos que se han dado en numerosos países, que, aunque de distinto calado, han tendido a hacer uso de su soberanía frente a las injerencias exteriores.

Argentina no ha estado ajena a estos cambios, participando de la búsqueda de mayores espacios de soberanía y de una mayor redistribución de la riqueza. Así es como hay que entender la decisión tomada por el gobierno, y refrendada por el parlamento, sobre la empresa Repsol-YPF.   

La ofensiva lanzada por la mayoría de los medios de comunicación española ha hecho de la defensa a Repsol un asunto de estado. Sin entrar en lo que han escrito los propiamente de la derecha, donde los zafio y lo interesado han sido el territorio común, El País, que sigue siendo un referente para parte del electorado de la izquierda, ha vuelto a mostrar su verdadera faz. Hacia el continente latinoamericano su posición siempre ha sido muy nítida a favor de los intereses oligárquicos de aquí y allá, entre otras cosas porque sus accionistas principales participan de esos mismos intereses. Que hayan utilizado al catedrático Mariano Marzo para aportar algo de rigor a su línea informativa dice muy poco de esa persona. El propio líder del PSOE, Rubalcaba, se ha manifestado solidario con Repsol, lo que es congruente con el papel que los gobiernos de su partido, antaño con González y hasta ayer con Zapatero, han jugado en todo lo que se ha tratado con anterioridad. No hay nada nuevo.  

Como nada permanece y todo está en continuo cambio, toca ahora ver cómo se suceden las cosas tras, en este caso, la decisión argentina. Espero que lo que está ocurriendo en los distintos países de América Latina siga permitiendo que se renueven los aires.  De los buenos. Como el nombre de la capital del país que nos ha ocupado en estas líneas.
 

Documentación de referencia

*CEPAL (2011). Panorama social de América Latina 2011. CEPAL / Naciones Unidas, http://www.eclac.cl/publicaciones/xml/1/45171/2011-818-PSE-Sintesis-Lanzamiento-WEB.pdf
*Conocer Repsol, página electrónica de la empresa Repsol, 2012, http://www.repsol.com/es_es/corporacion/conocer-repsol
*Garzón, Alberto (2012). “Algunos datos sobre Repsol”, en Pijus Economicus, 13 de abril, http://www.agarzon.net/?p=180
*Garzón, Alberto (2012). “¿Cuánto paga Repsol en impuestos”, en Pijus Economicus, 13 de abril, http://www.agarzon.net/?p=1804
*Garzón, Alberto (2012). “La nacionalización de YPF, filial de Repsol, por el gobierno de Argentina”, en Pijus Economicus, 16 de abril, http://www.agarzon.net/?p=1804
*“Los motivos de Argentina para controlar YPF”, 16 de abril de 2012, en Público, http://www.publico.es/dinero/429345/los-motivos-de-argentina-para-controlar-ypf
*Marzo, Mariano (2012). “YPF: un hostigamiento por motivos políticos”, en El País, 5 de abril, http://elpais.com/elpais/2012/03/30/opinion/1333131464_260216.html
*ODG, OMAL y Ecologistas en Acción (2012). “¿Qué defiende el Gobierno del Estado español cuando defiende a Repsol?”, en Rebelión, 19 de abril, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=148236&titular=%BFqu%E9-defiende-el-gobierno-del-estado-espa%F1ol-cuando-defiende-a-repsol?-
*Pérez Navarro, César (2012). “¿Qué hay tras la demonización de la Argentina de Cristina Fernández de Kirchner en El País?”, 7 de abril, en Rebelión, http://www.rebelion.org/noticia.php?id=147629&titular=%BFqu%E9-hay-tras-la-demonizaci%F3n-de-la-argentina-de-cristina-fern%E1ndez-de-kirchner-en-el-
*Torres, Juan (2012). “Repsol no es España”, en Ganas de escribir, 17 de abril, http://juantorreslopez.com/impertinencias/repsol-no-es-espana/.

viernes, 20 de abril de 2012

Mi postura ante el acuerdo de gobierno en Andalucía

Conozco mucho a la militancia de IU. He sido uno más durante trece años. Muy intensos, además. Me tocó ir y venir por muchos lugares. En reuniones y movilizaciones. No envidio a quienes dirigen la organización. Es un agobio. Un no parar. Militar en un grupo político de la tradición de la que procede IU, no es ir a servirse personalmente, aunque alguien lo pretenda. Por supuesto que esa militancia me merece no sólo todos mis respetos, sino mi admiración.

El día 24 ha sido convocada en Andalucía para decidir sobre el acuerdo con el PSOE para el gobierno de Andalucía. He leído el texto. Me parece digno, con una gran carga de las propuestas programáticas de IU. Ignoro cómo se va a concretar, si sale adelante, la composición del gobierno. Se ha hablado de una vicepresidencia para IU, pero no de consejerías concretas, aunque quizás podrían ser tres.

IU está conformada por un grupo humano muy rico. Hay de todo, como en todas partes, pero dispone de personas muy valiosas para desarrollar de todo. Podría haber más. Desde que gente que lo ha dejado hasta quienes no han llegado a ella. Siempre por distintas razones. Percibo que va llegando gente nueva y joven a los cargos internos y públicos, quedando atrás la de otra generación. Es un relevo que puede ser bueno y gratificante.

No sé que se va a decidir en la consulta del día 24, pero lo que tenga que ser, lo será por voluntad propia. IU es una organización plural. Y mucho. Eso no es malo, sino todo lo contrario, aunque conlleve a veces más lentitud en la clarificación de ideas y toma de decisiones. La consulta del día 24 es una muestra de ello. Una prueba de democracia interna. Se habla de hegemonía del PCE. Es cierto que es la columna vertebral de IU, pero, dependiendo de cada ámbito, varía mucho. Es más, hasta en el propio PCE hay pluralidad. Y por supuesto discrepancias. 

No siendo ya militante de IU, personalmente votaría a favor del acuerdo. Entiendo la postura de quienes se oponen. Como la de Sánchez Gordillo. Me parece coherente lo que dice y hace. Hace un año, cuando lo de Extremadura, entendí la postura mayoritaria que se opuso a la investidura del candidato del PSOE. Posiblemente yo hubiera hecho lo mismo. No me gustaron, por supuesto, las presiones de dirigentes federales de IU para revocar esa decisión. No les correspondía ni estatutariamente ni siquiera políticamente. Contra  una decisión soberana no cabe otra cosa.

¿Por qué ese cambio en mi postura, ahora favorable a un acuerdo con el PSOE en Andalucía? Porque considero que la situación política ha cambiado. Porque la ofensiva neoliberal, ahora con el PP en el gobierno central y controlando la mayoría de las comunidades, es más fuerte. Porque considero que en Andalucía ha habido un voto hacia la izquierda para frenar a la derecha. Dentro de lo difícil que resulta interpretar lo que la gente tiene en la cabeza, considero que buena parte del electorado de izquierdas es partidaria de un gobierno conjunto. En el PSOE -los Bono- y su electorado hay gente que no quiere un pacto con IU. Están más cerca del PP en lo fundamental. También en IU y su electorado hay gente que no quiere pactar con el PSOE. Pero creo que mucha gente lo desea. Y creo que piensa así porque considera que IU tiene mucho que decir y, sobre todo, que hacer. 

Ya dije en otra ocasión que lo que ocurrió el 25 de marzo pasado puede ser un momento importante. Para que en Andalucía se pueda iniciar algo diferente. Resistiendo a la ofensiva neoliberal y aportando cosas nuevas desde la óptica de izquierda. Desde la transformación política y social. IU dispone de muchos votos y una representación digna. Dispone de ideas -el programa- y el texto del acuerdo está lleno de ellas. También tiene personas que lo pueden hacer. En política hay que atreverse. Aunque se cometan errores. Es el momento de dar un paso y prestar a la sociedad lo que se le ofreció. 

Todo lo que he escrito es sólo mi opinión. La que valdrá, desde luego, es la que el día 24 emita la mayoría de IU.


        

martes, 17 de abril de 2012

Con la salud no debe jugarse

La periodista Ana Pastor ("Los desayunos" de TVE, 12 de abril) se mostró sorprendida por la advertencia que Gaspar Llamazares lanzó sobre los riesgos de los recortes en el gasto sanitario que el PP ha iniciado y que concretó en el aumento de la morbilidad y la mortalidad. Fue una entrevista incómoda, pues la periodista basó la mayor parte de sus preguntas en los planteamientos que desde el gobierno y los medios neoliberales se utilizan para desarrollar su política. Así se entiende que la periodista dijera y repitiera frases como que "el gasto en sanidad es brutal" o "no hay dinero". El diputado de IU, que es médico y es especialista en salud pública, se refirió a los estudios de la OMS, entre otros, para validar su aseveración. Por mi parte voy a intentar apoyar la opinión de Llamazares, haciendo uso de datos de distintas fuentes.

Según la OMS (1), en 2008 el % del PIB dedicado a la sanidad representó en España el 9%, similar al del Reino Unido (8,7%), por debajo de Francia (11,2%) y bastante más por debajo de EEUU, donde alcanzó el 15,2%. Esto, de entrada, nos tendría que llevar a pensar que el nivel de salud de la población de EEUU debería estar por encima de los países europeos. Sin embargo, no es así. Veámoslo a través de dos indicadores de gran importancia: la esperanza de vida y la mortalidad infantil (menores de 1 año). 

Siguiendo con los datos de la OMS, la esperanza de vida de EEUU en 2009 es de 76 años (media de los dos sexos). España, Francia y Reino Unido la tienen en 78 años y Alemania, en 80. Si nos atenemos a los datos que ofrece la CIA World Factbook (2) (sí, de la Agencia de Inteligencia Americana) de ese mismo año, hay algunas variaciones que resultan llamativas: EEUU está en 78,11 años; Reino Unido, 79,01; Alemania, en 79,26; Francia, en 80,98; y España, en 81,71 (puesto 5 de la clasificación mundial). En cuanto a la mortalidad infantil, los datos de la OMS de 2009 son los que siguen: en Alemania, España y Francia es de 3 por cada mil; en el Reino Unido, de 5; y en EEUU, de 7.

Como puede observarse, en todos los casos los datos son más favorables a los países europeos que a EEUU. No está de más comparar a este país con dos vecinos, pero de distinto signo y nivel económico cada uno: Canadá, capitalista y rico; y Cuba, socialista y pobre. El gasto en sanidad sobre el PIB representa en el primer caso el 9,8% y en el segundo, el 12%. La esperanza de vida del primero es de 81 años (OMS) u 81,23 (CIA), y la del segundo, de 78 (OMS) o 77,45 (CIA). Y en cuanto a la mortalidad infantil, en Canadá es de 5 por cada mil y en Cuba, de 3. Se vuelve a repetir lo mismo: EEUU está por debajo en dos de los indicadores, mientras está a la cabeza del gasto sanitario sobre el PIB. 

Un aspecto que no debemos dejar de pasar es la relación entre el gasto público y el privado. EEUU es el país donde el segundo, con el 52,2%, supera al primero, con el 47,8%. En el resto de países, con ciertas oscilaciones, el gasto público es claramente el mayor. De menor a mayor es el que sigue: Canadá, 69,5%; España, 69,7%; Alemania, 74,6%; Francia, 75,9%; Reino Unido, 82,6%; y Cuba, 95,5%. 

¿Qué está ocurriendo? Hay una cosa que no debe llevarnos a engaño: el mayor gasto sanitario sobre el PIB en sí mismo no tiene por qué conllevar un mayor nivel de salud. Siendo tan elevado en EEUU, los indicadores de esperanza de vida  y mortalidad están por debajo de los existentes en países de su mismo nivel de desarrollo. Cuba, un país pobre, tiene una tasa de mortalidad infantil más baja, mientras su esperanza de vida es similar. El mismo presidente Obama ya reconoció, cuando intentaba sacar adelante en el Congreso su proyecto de sanidad universal, que en su país había 45 millones de personas sin cobertura sanitaria. Un hecho cruel, teniendo en cuenta que su país es la primera potencia económica mundial.

El modelo estadounidense es altamente beneficioso para las grandes corporaciones dedicadas al negocio de la salud: seguros médicos e industria farmacéutica. Entre quienes pueden costearse pagar un seguro médico, una buena parte debe dedicar numerosos recursos de sus ingresos. No existe el principio de solidaridad que predomina en los países europeos, donde el gasto sanitario sale de los impuestos. Si tenemos en cuenta, además, la progresividad fiscal (variable según los países, es cierto), en los países europeos occidentales aportan más quienes tienen más, de la misma manera que quienes enferman menos ayudan a la asistencia de quienes lo hacen más.           

Los recortes en sanidad anunciados por el gobierno del PP se dirigen, de entrada, a degradar la atención en los servicios públicos. Es en estos servicios donde, además, son atendidas las rentas más bajas. Cualquier recorte afectará  al nivel de salud de la población en general y de quienes tienen menos recursos particularmente. El siguiente paso sería ir dejando en manos de las empresas privadas la gestión de la sanidad. En este caso sólo las rentas más altas podrían permitírselo. El modelo neoliberal estadounidense sigue siendo el horizonte para quienes nos gobiernan, para quienes pueden beneficiarse y, tristemente, para quienes se lo creen ingenuamente. 

Más que nunca hay que hacer caso del dicho que dice: "con la salud no se juega". 
  

(1) Organización Mundial de la Salud. Estadísticas sanitarias mundiales 2011, en http://www.who.int/whosis/whostat/ES_WHS2011_Full.pdf 
(2) Países por esperanza de vida 2009, datos obtenidos de CIA World Factbook, en