viernes, 30 de junio de 2017

El cabreo de Juan Carlos de Borbón

Su comportamiento llevó a la institución al momento más bajo de impopularidad. Hubo de improvisar la sucesión en la figura de su hijo para evitar males mayores. Mientras el nuevo Rey parece haber recuperado parte del prestigio perdido por la institución, el anterior, al que también se alude como rey emérito, se está dando una vidorra de órdago. Hace dos días no fue invitado a la ceremonia del cuarenta aniversario de la apertura de las Cortes. Se dice que le ha provocado una irritación y que se siente dolido por ello. Nadie ha dado una explicación oficial sobre su ausencia. Sólo se están haciendo conjeturas: que si el protocolo, que si no cabía... Y no están faltando las lamentaciones: que qué pena, que si sus méritos... El protocolo, como es lógico, no existe per se, sino que obedece a responsables. O bien del mismo jefe de esa función de lo que sea, llámese Casa Real o Congreso, o bien de alguna autoridad superior. ¿La Presidenta del Congreso? ¿El Rey? El padre debe de seguir sintiéndose importante. El hijo posiblemente haya pensado que la presencia de su padre puede hacerle perder lo ganado. ¿Sólo son asuntos de familia? ¡Lo que se hace para mantener una corona!   

jueves, 29 de junio de 2017

¿Te acuerdas de los muertos de Vitoria, Rodolfo?

Rodolfo Martín Villa era ministro de Relaciones Sindicales en marzo de 1976, cuando tuvo lugar la matanza del día 3 en Vitoria, con un balance final de cinco trabajadores muertos y más de cien heridos de bala. Uno era Romualdo Barroso y otro, Pedro María Martínez, hermanos, respectivamente de Eva y José Luis, presentes ayer en el aniversario de las primeras Cortes después de la dictadura. 

Eva y José Luis vieron a Martín Villa y hacia él se dirigieron. Querían decirle quiénes eran, que recordara lo ocurrido en Vitoria y que, al menos, pidiera perdón. El antiguo franquista (fue presidente del SEU, gobernador civil y ministro) y luego reconvertido a demócrata (a partir de 1977, ya como responsable de Interior) no huyó ni rehuyó la conversación, pero negó tener nada que ver con lo sucedido y dijo tener la conciencia tranquila. 

Martín Villa es uno de los pocos supervivientes del primer gobierno de la monarquía, formado tras la muerte de Francisco Franco y presidido por Carlos Arias Navarro. Es también uno de los considerados por la jueza argentina María Servini como responsables de lo sucedido en Vitoria, junto con Manuel Fraga Iribarne y el capitán Quintana, de la Policía Armada. Pero Martín Villa está protegido por el Tribunal Supremo español, que no reconoce el auto de busca y captura dictado por la jueza argentina por crímenes contra la humanidad. El alto tribunal español se ampara en la ley de amnistía de 1977, contraviniendo la justicia universal e impidiendo que responsables políticos y torturadores de la dictadura puedan ser juzgados. 

El momento de la conversación ha quedado inmortalizado en la foto que sacó Marian Beitialarrangoitia, diputada de EH Bildu. Fue ella quien invitó a Eva y José Luis al acto. Pero tuvieron que irse con la impotencia de quienes sienten que la impunidad sigue presente.

miércoles, 28 de junio de 2017

El "Faro del Trafalgar", de Joaquín Cort Basilio


Nuestra historia comienza con una fecha concreta muy poco clara. Su principal protagonista, Joaquín Cort Basilio (sí, el artista Tato Cort, dicho en nombre de profesor), la sitúa en el curso 1994-95. Pero lo importante aquí es el objeto, esto es, una escultura a la que se puso el nombre de "Faro de Trafalgar". Y, sobre todo, su proceso de construcción.


Teniendo en cuenta que nuestro instituto, el Trafalgar, hace referencia a un cabo famoso, en el que además está situado un faro, qué mejor que hacer uso de él como símbolo. Si un faro tiene la función primordial de servir de guía a los barcos que surcan los mares próximos a la costa, ¿cómo no ha de simbolizar lo que constituye la esencia de la cultura, cual es la luz que ilumina el saber y el crear? Los diferentes escudos que se han diseñado para ilustrar nuestro centro siempre han tenido como un elemento primordial, y lógico, un faro, en este caso el del cabo de Trafalgar.

Y desde ahí es donde Joaquín trenzó una idea original que, como iremos viendo, tenía como doble fin crear un símbolo tridimensional del instituto y estimular la creatividad de su alumnado. Como profesor de Dibujo, que es como se llamaba entonces la asignatura actual de Educación Plástica y Audiovisual, empezó una tarea consistente en levantar un faro hecho a base de elementos propios del mundo de la construcción (hormigón, piedra, hierro), restos marinos (cabos de barcos, restos de algún animal marino…) y aquello que, por cualquier circunstancia, se fue añadiendo (fragmentos de espejos, caras de cemento y alambres previamente modeladas en barro…). Sólo fue premeditada la intención y la estructura de la escultura. Lo demás fue surgiendo según pasaba el tiempo, la naturaleza ofrecía y la imaginación proponía.

Joaquín me ha contado varias veces lo bonito del trabajo realizado. Y la ilusión del alumnado participante. Fueron meses de aprendizaje de cómo cimentar un bloque vertical, cómo fraguar los elementos que componen una estructura de hormigón, cómo modelar con barro, vaciar en escayola y rellenar con cemento y alambres, cómo adosar fragmentos de espejo a modo de mosaico… Todo ello con un producto final que le llenó de orgullo a él, como director artístico, y a sus aprendices: el "Faro del Trafalgar".

Situado en el patio trasero del instituto, junto al pabellón por entonces recién construido, y en medio de un grupo de pinos, de los que tanto abundan en nuestro municipio, el Faro fue ubicado como si fuera uno más entre los elementos verticales que lo rodeaban. Pero con dos particularidades: su robustez, pese a su menor tamaño, y la luz que durante la mañana irradiaba desde los fragmentos de espejos.

Y allí estuvo durante varios años, hasta un fatídico otoño, quizás en noviembre, del año 2001, cuando una pala excavadora se lo llevó por delante. Previamente, unos días antes, alguien, anónimamente y con nocturnidad, se había dedicado a decorar la parte superior del Faro con un esprái, de modo que con los trazos de las líneas se transmutó en un falo. No sabemos la relación causa-efecto que hubo entre este hecho y la acción de la excavadora. Quienes tenían la responsabilidad administrativa del centro la negaron y dejaron caer que la excavadora actuó por iniciativa de quien la conducía o de quien dirigía las operaciones, ajenos al centro, pero demandados para hacer una limpieza del lugar.



Hubo quienes no aceptamos esa versión. No digo que el enfado fuera generalizado, pero sí lo fue amplio. Se enfadó, por supuesto, Joaquín. También, su compañero de departamento, Luis Valverde Luna. Y mucha más gente.


En diciembre la revista del centro Claustro-fobia, que tenía a Luis como editor, trató el problema. Se publicaron dos escritos, acompañados de cuatro fotografías. En dos se reflejaban sendos momentos del proceso de construcción del Faro y en las otras dos se podía ver su estado una vez arrancado y destruido. En cuando a los escritos, uno era del propio Joaquín, titulado “Canto a una escultura hecha con cariño y esfuerzo”. En él explica pormenorizadamente lo ocurrido, desde la gestación de la obra hasta su muerte y destrucción. El otro escrito era de Luis Valverde Luna, con el título “Talibanes en Barbate, en el IES Trafalgar…? Quizás”. Siendo más breve, el tono es muy crítico.

No faltó el correspondiente tratamiento en un claustro, que tuvo lugar en enero de 2002. En el acta se reproducen algunos aspectos de la discusión: las preguntas de algunos compañeros para saber lo sucedido, mi denuncia de la escasa sensibilidad artística y del tono jocoso con que se trató a veces el asunto por parte de quienes dirigían entonces el centro, la negativa de éstos de asumir su responsabilidad, el enfado del propio director por las palabras vertidas en la revista del centro…

Han pasado casi 16 años desde lo ocurrido. Hace unas semanas el amigo José Antonio Cabeza le dedicó un simpático escrito en esos breves suyos con los que se prodiga últimamente. También lo ha recordado Vicente Villar, otro compañero, ya jubilado. Por mi parte llevaba tiempo detrás de dedicarle una entrada en este cuaderno. De hecho estuve documentándome acerca de las fechas en que ocurrió la desgraciada destrucción. Cosa que logré localizando en el instituto un ejemplar perdido del número de Claustro-fobia donde se trató lo sucedido y consultando las actas del claustro. El mismo Joaquín me facilitó en su día varias fotos del Faro, a las que he unido otra más que me acaba de enviar. Por desgracia Luis ya no está y seguro que nos habría recordado más detalles. Hace unos días, hablando con Joaquín, me contó detalles del momento en que empezó todo. Me nombró a un antiguo alumno, Gildo, que participó en la aventura y que, por supuesto, lo recuerdo, cómo no.

A continuación ofrezco los dos escritos antes referidos, que tienen un gran interés por lo que dicen y como testimonio de un momento poco afortunado de la historia del instituto Trafalgar. El momento en que su luz se apagó momentáneamente. Porque, por lo que conozco después de casi tres décadas trabajando en él e indagando en sus tripas en forma de papeles, aún sigue irradiando luz. Claro que sí, porque, siguiendo al Unamuno -el de última hora que se horrorizó ante el fascismo-, el Trafalgar no deja de ser un templo del saber, uno de tantos, sí, pero necesario.


ANEXOS

Canto a una escultura hecha con cariño y esfuerzo

Ahora que la he visto sobre escombros en un descampado rota en dos pedazos, me invade un sentimiento nostálgico de las horas de trabajo pasadas con los que colaboraron en su realización, y nostalgia de los momentos que íbamos a verla o que hablábamos de ella. Ahora veo el vacío entre los pinos.

Nuestro propósito era decorar el instituto con formas y colores para alegrar la vista y la imaginación de los que aquí convivimos una buena parte de nuestras vidas. Aquella vez, fue una escultura el objeto de nuestra dedicación. Lo primero que hicimos fue elegir el lugar adecuado para su emplazamiento y resultó ser en medio de los pinos. Allí en lo alto, en el otro patio, se formaba un espacio recogido a modo de cripta con las columnas de los troncos alrededor de donde la íbamos a colocar, orientada al levante para que la calentara el sol de la mañanita y elevada para que pudiera iluminar muchas miradas.

Armados de un pico, una pala y una carretilla empezamos a cavar un hoyo cilíndrico de unos 40 cm. de profundidad, [pues] quer[í]amos una base firme para que el tiempo dejara su huella de hermosura.

En la clase siguiente rellenamos el agujero con una cimentación ciclópea a base hormigón, piedra y redondos de hierro que sobresalían del suelo.


Por aquellos días, paseando por la playa, me encontré con un cabo de nylon azul, grueso, largo, metido entre la arena y las algas, resto de algún naufragio de los que arrastran las mareas bravas en invierno.

Lo consideré como un regalo del océano para nuestra escultura, así que les propuse a los integrantes del grupo utilizarlo en la base de lo que sería el “Faro del Trafalgar”. Nuestro Faro estaría asentado sobre un cabo azul como otros faros. Enrollamos la cuerda en forma de hélice y empezamos a rellenar el hueco helicoidal con hormigón y trozos de g[r]avilla para armarlo fuertemente. Cuando fraguó, tenía algo de la Columna de Trajano, que también sube en hélice.


Lo siguiente fue recoger piedras de la playa que colocamos en orden “minimalista” sobre el cabo azul, las poníamos de forma que servían de encofrado y quedaban como revestimiento externo.


Poco a poco la escultura iba subiendo, [y] ya tenía un metro de altura.

Empezaron las lluvias y se hacía incómodo trabajar a la intemperie, por lo que decidimos continuar los trabajos en el aula de dibujo. Allí había barro y decidimos trabajarlo. Con la sensación de tocar la Tierra, fueron saliendo caras sin nombre. Luego hicimos los moldes, vaciando las caras con escayola que después rellenamos con una mezcla en cemento y alambres como armadura. Llegó el día de integrarlas en nuestro Faro, [y] las colocamos en círculo tribal mirando hacia fuera.


Hoy al reflexionar sobre lo sucedido me llena de emoción el recordar aquellas caras con sus miradas perdidas en el infinito, como los visitantes que suben a los faros y funden sus miradas con el horizonte. Quedó un racimo de vigías de mirada radial y circular alrededor del mirador-atalaya.

Un día de levantera me encontré la columna vertebral de un gran pez, junto a la orilla de la playa del Carmen, [y que] todavía tenía tejido blando uniendo los hueso, [por lo que] no pude resistirme a meter las piezas en una bolsa de plástico que sonaba al ritmo frenético del viento.

Como decía nuestro Pablo Picasso: hay que aprovechar lo que tienes a tu alrededor para la creación.

Cuando enseñé las vértebras a los alumnos se apartaron por el intenso olor a mar y a pejcao. Al colocar las vértebras sobre la columna del Faro, quedaban los huesos cónicos del centro de la columna del pez sobresaliendo hacia afuera. Tenían un color hueso amarillento que con el tiempo se fue aclarando y enmoheciendo. Un perro nos regaló también los huesos de su calavera para que acompañaran a los del pez.

Para la plataforma de la linterna buscamos piezas de hierro de los barcos anclados para siempre en los varaderos junto al río. Aparecieron: volantes, cadenas de transmisión, ruedas dentadas, parte de un carburador y tornillos viajeros de los mares.


La linterna se elevó majestuosa rematada con una cúpula semiesférica, cubierta con fragmentos de espejo incrustados en el cemento, que reflejaban los rayos del sol que parpadea por entre las ramas de los pinos y daban señales luminosas, como las que emiten los faros desde la costa. Aquellos espejillos también reflejaban nuestras caras y las de nuestros acompañantes en pequeños fragmentos, y el cielo azul, y los pinos…


Últimamente unos espráis anónimos lo habían transformado de faro en falo, en clave de humor. Nadie, que yo conozca, se había manifestado en contra de la metamorfosis sintáctica sufrida por nuestro monumento mutante. De todas formas iba a tomarme la libertad, previo permiso, de blanquearlo para devolverlo a su naturaleza original de Faro…

Me he quedado con las ganas.

Decía Picasso, cuando acabó la “cabeza de un toro” hecho con el sillín y manillar de una bicicleta: “Lo milagroso de esto es que algún día este sillín y manillar, podrán formar parte de otra bicicleta”, y a mí se me antoja que el gran cabo azul intenso como el mar, algún día pueda navegar de nuevo sobre la cubierta de un barco y que entre su trenzado lleve el aroma a resina de nuestros pinos del Trafalgar.

(Joaquín Cort Basilio, catedrático de Dibujo Técnico y Artístico).


¿Talibanes en Barbate, en el IES Trafalgar?... Quizás

Así como el gobierno Taliban fulminó, sin ninguna consideración, las estatuas gigantescas de Buda de aproximadamente 400 años de antigüedad (un tesoro para el patrimonio de toda la humanidad), e intentó borrar de la faz de la tierra los símbolos de sus amigos los americanos, lo sucedido con nuestro Faro lo recuerda mucho, aunque a otra escala. ¿No habrá también un “segundo paso” y dinamitarán cualquier otro símbolo “enemigo”…? Ahora, recibirían su merecido, eso seguro. ¡Talibanes infiltrados… y nosotros sin saberlo!

(Luis Valverde Luna, profesor numerario de Dibujo).


(Fotografías: Joaquín Cort Basilio y Taller de Imagen del Instituto Trafalgar)

martes, 27 de junio de 2017

El "Rompeolas de la Paz", de Luis Valverde Luna


Durante las semanas pasadas ha habido varias iniciativas que tenían como objetivo restaurar la pintura del monumento "Rompeolas de la Paz". Una de ellas partió del IES Trafalgar, el centro donde trabajó Luis Valverde Luna desde 1990 hasta 2011, año de su fallecimiento. Se tenía la intención de que participara alumnado del centro, como una de las actividades del proyecto "Escuela, Espacio de Paz". Como no pudo llevarse a cabo y ante la llegada de las vacaciones, un grupo de amigos y amigas del artista nos propusimos "ponernos el mono de trabajo" para que los bloques de hormigón recuperaran la intensidad de sus colores. Y hete aquí que la misma mañana del domingo pudimos ver cómo "se nos había adelantado" otro grupo de personas, capitaneadas por Juan Daza, que precisamente fueron quienes hace dos o tres años habían llevado a a cabo la misma tarea.

El contexto en que se hace

En junio de 2008 se inauguró el "Rompeolas de la Paz". En realidad la obra todavía estaba inconclusa y más concretamente la escultura que la nucleaba. Fue en el mes siguiente cuando quedó culminada.

El "Rompeolas de la Paz" es un monumento diseñado por Luis Valverde Luna e inscrito dentro del proyecto educativo que por aquellos años abarcaba a los distintos colegios e institutos de de Barbate: "Barbate: Escuela, Espacio de Paz". Luis Valverde Luna era su coordinador y como artista fue dejando su impronta con distintos trabajos, como el "Mural de la Coeducación" (2009), en el Centro Social situado junto a la barriada Blas Infante;



o el "Viento de la Paz" (2010), en La Chanca; el mismo blog del proyecto, donde fue dejando constancia de las numerosas actividades llevadas a cabo; la cartelería de los actos...


Algo sobre el artista

Este trabajo hay que entenderlo desde una perspectiva más amplia. Luis Valverde Luna tenía en su cabeza la idea de embellecer la ciudad mediante obras que tuvieran un claro contenido crítico y reivindicativo desde los valores de la paz, la solidaridad, la igualdad, etc. En este sentido, a él se le deben, entre otros, dos trabajos hoy en día desaparecidos: el "Mural de la Paz", realizado sobre una gran chapa metálica, que se instaló en febrero de 1998 en la entrada del casco urbano de Barbate con motivo de las movilizaciones contra la instalación de un polvorín en la Sierra del Retín; 



y su sustituto, el "Monumento a la Paz" (2006), en la rotonda de salida hacia la carretera de Zahara de los Atunes, cuyo arco-hornacina fue destruido y la escultura llevada en malas condiciones a un almacén municipal cuando se remodeló el lugar donde estaba ubicado. 


Cosas, en fin, del poco aprecio, si no desprecio, por la cultura y el arte que tenían las autoridades municipales de entonces (del PP y del PSOE, sucesivamente).

Su gestación y la progresiva construcción


Pero volvamos al "Rompeolas de la Paz", una obra que permanece casi intacta en su lugar de origen desde su instalación hace ya 9 años. Tenemos constancia de distintos pormenores del trabajo a través de dos blogs, ambos administrados por propio Luis Valverde Luna: el del proyecto "Barbate: Escuela, Espacio de Paz" (con entradas en los meses de junio y julio de 2008) y el suyo personal (con entradas en los meses de febrero, marzo, julio y agosto de 2008). En ellos se puede visualizar y conocer mejor el proceso de elaboración y de instalación de la obra, así como una información escrita por él mismo que nos ayuda a entenderla mejor.



El trabajo lo gestó e inició en 2007. Supuso la plasmación de un proyecto que tenía como eje central una escultura de grandes dimensiones, con una altura algo superior a los 2 metros, que la modeló en el taller de su casa. Fue en febrero de 2008 cuando se trasladó a su lugar definitivo de ubicación, en medio de los bloques de piedra y de hormigón del pequeño espigón situado entre el puerto y la playa del Carmen. Hasta allí fue trasladada por un grupo de operarios municipales, que tuvieron que hacer un gran esfuerzo en el tramo final que hay desde el muro del puerto y los bloques.


De inmediato se inició la labor de pintar los bloques de hormigón, donde participaron alumnos y alumnas de varios centros de primaria y secundaria. Poco a poco, entre febrero y junio, los bloques fueron ganando color, culminados por una escultura de color blanco, pero que se mantenía todavía incompleta.



El mes de junio fue el momento de su inauguración y como tal se reflejó en el periódico semanal Trafalgar Información. En el petril del muro del puerto se instaló una pequeña placa, donde se dejaba constancia del título y del proyecto en que se inscribía. 


En el blog del proyecto, en julio, dejaba escrito lo siguiente:



"Se trata de un torso femenino de 2 mts. todavía por acabar que remata un cubo de color violeta. Una intervención plástica en homenaje a los marineros ahogados del Nuevo Pepita Aurora y por extensión a todos los demás. El torso es también un homenaje a sus viudas y mujeres…".


Resultaba evidente que su obra aunaba dos aspectos: el que se derivaba de su título, coherente con el proyecto educativo; y el relacionado con un suceso acaecido en el mes de septiembre de 2007, cuando el naufragio de un barco pesquero se llevó la vida de ocho marineros, tres de ellos desaparecidos, logrando sobrevivir otros ocho. Aunaba, así, la paz con la solidaridad; el anhelo de un mundo más humano con el recuerdo de las víctimas y el apoyo a "sus viudas y mujeres".   

Los (re)toques finales

Teniendo en cuenta que la obra estaba todavía inconclusa, en las semanas siguientes  Luis Valverde Luna procedió a completarla mediante el recubrimiento con pequeños trozos de espejos yuxtapuestos, a modo de mosaico, y la aplicación de pintura en algunas partes. De esa manera se creaba unos efectos más llamativos, consecuencia del reflejo de la luz solar sobre los cristales, que lanzaban a su vez múltiples y pequeños rayos de luz.


En su blog personal, ya en el mes de agosto, quizás cuando puso término al trabajo, se extendió más sobre su obra, tanto en sus aspectos formales como en su contenido. Con el título "La melancolía" escribió lo siguiente:

"[Obra] De  210x120x80 cm. y 1200Kg.aprox.
Puede situarse dentro de un surrealismo de carácter expresionista.
Construida en cemento está texturada con trozos de espejo, teñida de azul y rojo y revestida con poliéster.
Los ritmos principales mimetizan los de la bahía: las olas, las ondas, los reflejos de la luz en el agua, la transparencia...
Con su hombro sostiene el peso del cielo, pero el cielo también es su ojo y con el contempla toda la bahía.
En su cara, su pecho, su estómago y su espalda, relucen trozos de espejo que reflejan la luz según el movimiento del sol y en los que podemos reflejarnos todos, son líneas de luz que nos recuerdan algo...
Sus caderas vacías hierven en rojo para fundirse suavemente con el azul cielo de su pelo agitado por el viento de levante.
Por delante su pierna avanza y con el movimiento de los hombros parece que fuera a iniciar un triste paso de baile...
Por detrás se abre al viento que la desgasta y consume, pero sobre su dorso reluce el sol en los trozos de espejo como en las escamas de un pez recién sacado del agua o como en el sudor después de un gran esfuerzo...
La tristeza y la esperanza se funden en el juego de los volúmenes y en la luz de la bahía...".


Palabras bellas, poéticas y llenas de sentimientos. Palabras que nos permiten entender con claridad no sólo la faceta más puramente formal de la obra, sino también el significado.  

El paso del tiempo

El monumento lleva ya 9 años en su lugar original. La escultura apenas se ha deteriorado, salvo la acción lógica de la naturaleza en un espacio tan expuesto a la humedad. La placa, que duró algún año, por desgracia ha desaparecido. Sería, no obstante, algo fácil de reparar. Y están los bloques de hormigón, que siguen manteniendo los colores, si bien necesitan que periódicamente sean repasados, para que mantengan la luminosidad necesaria. Eso es lo que se hizo hace dos o tres años, y acaba de volver a hacerse en estos días.


El "Rompeolas de la Paz" se ha convertido en un referente de la playa del Carmen, tan visitada a lo largo del año y, en mayor medida, durante los meses de verano. Le aporta personalidad y, por su colorido, la embellece. Hay gente que se ha referido a su escultura como la sirenita, lo que puede resultar simpático. Pero la mayoría ignora quién es su autor, el contexto en el que se realizó y su significado. 


Es necesario reivindicarla más, para protegerla, por supuesto, pero también para dar a conocer el sentido original de su creación y ubicación.



(Fotografías: Luis Valverde Luna, Debate Ciudadano de Barbate y Jesús María Montero Barrado)

lunes, 26 de junio de 2017

Echar la culpa al muerto (la última ocurrencia del PP)

Bueno, en realidad, más que echar la culpa al muerto, se trata de echársela al muerto viviente. Porque eso es lo que es Álvaro Lapuerta, extesorero del PP, ahora incapacitado para declarar y ser juzgado por demencia senil sobrevenida. Y es lo que están haciendo Luis Bárcenas y los dirigentes del PP procesados. Lo que inicialmente se resumió en la frase "sé fuerte", escrita en un mensaje de Mariano Rajoy, y luego pasó a ser un juego cruzado de acusaciones entre el propio Bárcenas y la dirigencia del PP, ahora se ha transformado un todo el mundo es bueno, menos el muerto viviente, que no puede abrir la boca. Todo un ejercicio de dialéctica hegeliana: tesis, antítesis y síntesis. Y es que esta gente del PP, además de sabérselas todas, tiene mucha, pero que mucha suerte.

Ardió Portugal, arde Doñana...
























Hace un par de semanas un incendio de grandes dimensiones asoló la provincia portuguesa de Leiria, en el centro del país. A la destrucción de la naturaleza se unió esta vez la muerte de decenas de personas, atrapadas en sus casas o en los coches por un fuego que arrasaba todo lo que encontraba, animado por el viento y por los efectos de la larga sequía. 


Ahora le está tocando a Doñana. Inicialmente a su entorno, pero ya al parque natural e incluso a su cogollo, lo que está calificado como parque nacional. La destrucción de masa vegetal y de fauna sigue su curso. A diferencia de Portugal, no se ha extendido por tanto territorio y tampoco ha dado lugar a ninguna muerte, aunque sí a la evacuación de miles de personas.

¿Qué está pasando? En efecto, las condiciones climáticas: el fuerte calor y la larga sequía. Pero así es nuestro clima y pese a que esos dos elementos se hayan extremado durante las últimas semanas. Ignoramos por ahora si han sido intencionados, como suele ocurrir en mayor medida, o fruto de negligencias, que tampoco faltan. Pero no podemos olvidar lo fundamental. De entrada, las secuelas del modelo de repoblación iniciado en la Península Ibérica en el siglo pasado a base especies exógenas, como el eucalipto o los pinos. Y, ante todo, el modelo económico de desarrollo y la implementación de medidas económicas de carácter neoliberal. Veamos.

El modelo de desarrollo y el modelo de funcionamiento del sistema económico tienen mucho que ver. Basado éste último en el consumo desaforado a costa de todo, supone destruir en la superficie todo lo necesario con tal de obtener recursos que sirvan para ese fin. Y, por supuesto, producir, para lo que se necesita recursos energéticos. La emisión de gases contaminantes procedentes de combustibles de origen fósil está en la base del calentamiento de la Tierra y derivado de ello, del cambio climático. Y el sistema que nos domina, ahora en su fase neoliberal, está conllevando la reducción al máximo de los gastos públicos, tanto sociales como, en este caso, los destinados a la protección de la naturaleza.

En el modelo de desarrollo actual la naturaleza cuenta poco. Interesa sólo lo que da de inmediato. Emplean técnicas de producción que permitan los máximos rendimientos. La agricultura, la ganadería y la explotación forestal se orientan a producir para optimizar al máximo los beneficios. Como se necesitan alimentos y materias primas, se busca lo más rentable, que en el caso de la masa forestal conlleva la generalización de especies exógenas de rápido crecimiento y pérdida de diversidad. Y con frecuencia, ni eso: simplemente se destruyen los bosques. Así funciona la cosa: crecer, destruyendo. 

El sistema económico en la fase neoliberal está agravando la situación. Porque la reducción de los gastos en materia de protección va en aumento. Cada vez más se reducen los recursos humanos y los recursos necesarios para proteger la naturaleza y prevenir los riesgos de catástrofes. Y mientras se privatizan cada vez más los servicios, se reduce lo que se considera superfluo.

El verano acaba de empezar y en cuanto al clima aún nos queda lo peor por llegar, teniendo en cuenta que julio y agosto son los meses de más calor y más sequía. Pero si eso pertenece a nuestras condiciones naturales, en las que hemos vivido durante siglos y siglos, lo que sí es nuestra responsabilidad es la forma que tenemos de actuar como especie. O mejor, cómo se actúa desde un sistema que incide negativamente. Y los incendios son una prueba más. 
  

viernes, 23 de junio de 2017

Del (sí al) CETA a la a(bstención)

El embrollo de ahora viene por el CETA. Primero votan que sí. Luego dicen que se van a abstener. Salen voces del felipismo/susanismo diciendo que eso es una locura. Acabo de leer que la nueva portavoz en el Congreso reconoce que lo de la abstención "ha sido un poco precipitado". Eso es el PSOE. Navegando a la deriva. Recordando al "OTAN de momento No". Buscando como sea recuperar electorado por la izquierda, declarándose de izquierda, radicalizando demagógicamente el discurso, dando una de cal y otra de arena. Engañando. Lo de siempre. El CETA. Ese tratado internacional de libre comercio entre la UE y Canadá que destila neoliberalismo en estado puro. El mismo que ha llevado a socialistas continentales y felipistas/susanistas a decir cosas como que la izquierda es internacionalista por naturaleza. Y lo dicen sin ninguna vergüenza, haciendo apología descarada y descarnada del internacionalismo capitalista. ¡Ay, si don Carlos levantara la cabeza! 

La justicia que suma y sigue...

Hace unos días la Audiencia de Madrid absolvió a las personas imputadas en el caso Guateque, una trama creada en el ayuntamiento de Madrid consistente en dar licencias con suma rapidez tras el cobro de las comisiones correspondientes. Ocupaba por entonces la alcaldía Alberto Ruiz Gallardón. La sentencia se ha basado en que la recogida de pruebas, llevada  a cabo  por la unidad de policía judicial dependiente de la Guardia Civil, se hizo mediante grabaciones que no contaron con la correspondiente autorización judicial. 

También hemos conocido la imputación de Carlos Sánchez Mato y Celia Mayer, miembros de Ahora Madrid, a quienes se acusa, entre otros delitos, de prevaricación y malversación de fondos públicos en relación a su actuación en el Open Tenis de Madrid. La querella presentada por el PP madrileño fue asumida por la fiscalía y finalmente un juez de instrucción ha decidido llamarlos a declarar en el mes de septiembre. Sánchez Mato y Mayer habían denunciado la existencia de, cuando menos, irregularidades en la concesión del evento deportivo, llevado a cabo durante el mandato anterior del PP. En la instrucción se admite que dicha denuncia provenía del encargo de dos auditorías externas, sin que hubiera habido ni consentimiento por parte de la alcaldía ni un concurso público para su adjudicación. La reacción de la derechona, el PSOE y distintos medios ha sido la petición de dimisión, teniendo en cuenta que la imputación contradice el código ético de Ahora Madrid. Sánchez Mato y Mayer, que tienen el apoyo de su grupo municipal, así como de Podemos e IU, han aducido que los servicios jurídicos municipales declinaron investigar la situación; que el gasto de 50.000 euros por auditoría no supera lo estipulado en ese tipo de actuaciones; que se ha realizado para investigar lo que se considera que contiene irregularidades graves (entre otras cosas, se ha llegado a multiplicar por diez el gasto desde 2006); y que, en todo caso, no se ha hecho con ánimo de lucro propio o a terceras personas. Otra cosa es la actuación de la alcaldesa, Manuel Carmena, que desautorizó en su día a Sánchez Mato y Mayer, llegando incluso a retirarles las competencias municipales que les había atribuido.


Anteayer, por último, se ha conocido otra sentencia judicial, esta vez en Sevilla y relacionada con el caso Mercasevilla. En él estaban inculpadas varias personas, incluidas un concejal del PSOE y otro de IU, Antonio Rodrigo Torrijos, a quienes se acusaba de haber vendido suelo público ilegalmente. La jueza Yolanda Sánchez ha decidido su absolución y, a la vez, ha sido muy clara a la hora de desautorizar a la jueza instructora, Mercedes Alaya, y a la fiscalía: no hubo amaños en la venta de suelo, Torrijos no intervino en las concesiones y no existen pruebas de que hubiera habido presiones para que se convocara un concurso con el fin de confabularse con otras personas acusadas. 


Dejo que se mastique bien cada caso, porque resultan muy jugosos.        


Post scriptum    

Acabo de leer unas declaraciones de Manuela Carmena. Recién llegada de un viaje a América Latina, ha dicho que está sorprendida por lo que se está diciendo sobre Sánchez Mato y Mayer. Entre otras cosas, porque, tras la lectura de la providencia judicial, no existe imputación, sino una llamada para declarar ante el juez. Carmena ha sido magistrada y me imagino que entenderá algo de esos formalismos jurídicos. 

Post data

Según informa eldiario.es, a fecha de 26 de junio, las tres asociaciones de la magistratura coinciden en que no existe una imputación formal de Sánchez Mato y Mayer. Lo que se ha hecho ha sido admitir a trámite la querella del PP. 

miércoles, 21 de junio de 2017

Macron y el futuro próximo de Francia

Después de lo ocurrido durante la recta final de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, el resultado final puede considerarse como sorprendente. Cuando parecía que el panorama estaba cambiando, con el desmoronamiento de los dos partidos que habían mantenido la Vª República, parece como si se hubiera vuelto a la normalidad. El doble triunfo de Emmanuel Macron ha vuelto a poner las cosas en su sitio. La Francia del europeísmo neoliberal, que se ha ido forjando desde la segunda mitad del primer mandato de François Mitterrand, sigue su curso. 

Pero el domingo pasado, en la segunda vuelta de las elecciones legislativas, ha ocurrido otra cosa que es en cierta medida insólita y que ya se vislumbró la semana anterior: una participación muy baja, de sólo el 43% del electorado, sin contar a un número de personas, de unos 9,5 millones, que ni siquiera están registradas en los censos electorales correspondientes.


El triunfo de Macron ha resultado inapelable desde el punto de vista legal, lo que le va a permitir poder gobernar y legislar, en un principio, a su antojo. Inapelable, sí, pero también débil, pues su apoyo real es sólo del 16% del electorado. Esto puede conllevar que la abstención acabe siendo el caldo de cultivo de reacciones de uno u otro signo que pongan en entredicho ese triunfo.  

La inhibición de tanta gente, esto es, de 6 de cada 10, puede interpretarse de muchas maneras. Detrás de ella hay una mezcla de resignación, indignación, frustración, impotencia, castigo... El peso de cada uno de esos aspectos está por ver, pero pueden aflorar en cualquier momento. 

Que en la primera vuelta de las presidenciales se apostara ya en mayor medida por Macron, indicaba que la opción del europeísmo neoliberal suponía para mucha gente menos riesgos de cara al futuro. Su victoria rotunda en la segunda vuelta lo certificó. Teniendo en cuenta que Francia no deja de ser uno de los pilares de la UE, alejarse de ésta puede ser vista por mucha gente como un riesgo innecesario. Otra cosa es el sesgo personal que Macron pueda dar a su mandato presidencial, intentando elevar el protagonismo de su país ante una Alemania hegemónica.


Otra de las cosas que ha resultado más sorprendente ha sido el escaso apoyo recibido por las candidaturas de izquierda. Es cierto que el sistema electoral francés es malvado para que se refleje una representación real de la sociedad en la Asamblea Nacional. También, que ha habido división entre esas candidaturas. Pero el caso es que el resultado ha supuesto un nivel de apoyo bastante por debajo del obtenido por Juan-Luc Melenchon en abril. Se ha cuantificado que las candidaturas de izquierda han perdido el 60% del electorado recibido por el candidato de la Francia Insumisa. No es un consuelo que los 27 escaños obtenidos, sobre un total de 577, hayan permitido formar un grupo parlamentario propia, cosa que no ha logrado el Frente Nacional.


El malestar social existente en Francia es evidente. Pero está fragmentado. Frente a una parte importante de la sociedad que se siente satisfecha o que no quiere estridencias, como lo demuestran los apoyos a Macron o a las candidaturas propiamente de la derecha de matriz gaullista, las otras opciones políticas o la misma inhibición esconden realidades diferentes. Por otro lado, los sindicatos están divididos en asuntos esenciales, como se reflejó en el apoyo de la CFDT a las medidas de carácter neoliberal introducidas por Manuel Valls. Los sectores populares se están expresando de muy diferente manera, atraídos en una parte por la demagogia del Frente Nacional.


Pero no debemos olvidar que Francia siempre ha dado sorpresas. Buenas y malas. Entre las buenas, a modo de ejemplo, estuvo el ciclo revolucionario iniciado en 1789, impensable meses antes, aunque a posteriori se haya podido explicar; también, aunque de menor dimensión, el mayo de 1968 o el rechazo en 2005 al Tratado de la Constitución de la UE. Entre las malas está la reacción en 1940 de una buena parte de la sociedad ante la ocupación alemana; o, por supuesto, el atractivo de la política colonial por buena parte de la sociedad, con el eco posterior de apoyo al intervencionismo francés como potencia internacional. 


Macron, por ahora, ha dado un respiro al sistema dominante. ¿Será capaz de construir resortes suficientes para mantenerse?

martes, 20 de junio de 2017

¿Es Pedro Sánchez la segunda versión de Zapatero?

José Luis Rodríguez Zapatero es un político poco conocido. No en su figura, claro, pero sí en lo que realmente hizo. Cuando ganó en 2000 el Congreso de su partido se rodeó de un grupo de gente joven con vistas a renovar la fachada del partido y algunos aspectos del programa que lo hiciera más atractivo para la gente más joven. Pero en lo económico se inscribió en los parámetros del social-liberalismo, en la línea ya iniciada por Felipe González y François Mitterrand desde los años 80 y que luego, a finales de los 90, desarrollaron Tony Blair y Gerhard Schröder. No en vano su responsable económico en la ejecutiva fue Jordi Sevilla, para incorporar más tarde entre sus asesores a Miguel Sebastián. Ambos provenían de los círculos  de Carlos Solchaga, el hombre fuerte del felipismo en materia económica. Cuando le llegó el momento de forma gobierno en 2004, Zapatero nombró como ministro de Economía a Pedro Solbes, otro de los hombres económicos de González y el artífice como ministro, por ejemplo, de los célebres, pero nefastos, contratos basura. 

Lo ocurrido en los años siguientes ha quedado como esfumado por un doble efecto: el de los años de bonanza de la burbuja, que Zapatero y su equipo económico mantuvieron; y el de las medidas avanzadas en materia de derechos sociales y civiles, como el matrimonio igualitario, la atención a la dependencia o la memoria histórica. Pero en lo fundamental todo siguió igual. En política exterior, más allá del discurso retórico de la alianza de las civilizaciones, la retirada de las tropas de Irak o el gesto de de no levantarse ante una bandera de EEUU en un desfile militar, siguió con la política atlantista, con el envío de tropas a Afganistán o el apoyo a intervenciones militares en países como Libia. Y en materia económica, favorecido por la coyuntura de crecimiento de base especulativa, no se separó un ápice de los cánones del neoliberalismo. Tanto fue así, que en 2009, ya en plena crisis, fue el gobierno que inició los recortes presupuestarios, afectando a los gastos sociales y a los salariales del sector público. También fue el que impulsó la reforma de la Constitución en su artículo 135 para garantizar el pago de la deuda exterior en beneficio de los bancos y las instituciones internacionales. 

Zapatero supo atraer a buena parte de los sectores de la izquierda. Mucha gente se dejó engatusar por su política entre demagógica y oportunista, que se justificaba en muchos casos con ese recurso tan pobre y rastrero del voto útil. Tuvo la suerte de aprovecharse del 11M de 2004, tras la burda manipulación del gobierno del PP, entonces con José Mª Aznar. Y digo suerte, porque mucha gente de izquierda votó al PSOE con la nariz tapada de "para evitar que gobierne la derecha". En 2008 lo tuvo más fácil, cuando se aprovechó de esa ola de prestigio barato por sus medidas progresistas, aderezadas del bienestar ficticio aportado por la burbuja especulativa. No importaba, sin embargo, que la ley de dependencia se financiara por debajo de las necesidades o que la ley de memoria histórica se hubiese quedado corta. 

Desde 2009 Zapatero pasó a ser un maldito: de la derecha, por supuesto, que lo vilipendió hasta el extremo y utilizó como excusa para aplicar un plan de medidas neoliberales sin parangón; pero también de la izquierda, de esa que se sintió defraudada por lo que hizo al final de su mandato, sin entender que era parte de un antes.

En la batalla por posicionar al PSOE tras elecciones de 2015 y 2016 Zapatero se alineó desde el primer momento en el espacio de las baronías y las viejas glorias del PSOE. Participó a su manera en el derrocamiento de Sánchez, en dejar gobernar al PP y, más recientemente, en la apuesta por Susana Díaz. Un vivo retrato de lo  que siempre fue: un social-liberal, que no deja de ser la versión "progresista" del neoliberalismo. 

Ahora estamos descubriendo quiénes son las personas que rodean a Sánchez y, en particular, en el área económica. Y, vaya, el nuevo responsable de este área en la ejecutiva federal es Jordi Sevilla. Lo que defendía cuando trabajaba para Zapatero, ya lo sabemos, como también sabemos qué ocurrió realmente durante sus dos mandatos. Por eso me pregunto si Sánchez es un Zapatero 2, si es, o será, una segunda versión de Zapatero.
 

lunes, 19 de junio de 2017

Memoria, demagogia sobre la memoria y antimemoria

El Parlamento de Andalucía aprobó hace tres meses la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, lo que, como ya apuntamos en su día, ha supuesto un logro sin precedentes. Se trata de un documento jurídico avanzado, que da satisfacción en gran medida a las demandas del movimiento memorialista, superando en mucho a la Ley de Memoria Histórica de 2007, aprobada por las Cortes durante el primer gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. La ley andaluza fue, además, la culminación de un trabajo iniciado a instancias de IU cuando formó parte del gobierno andaluz y que tuvo a Diego Valderas, vicepresidente de la Junta de Andalucía, como principal impulsor institucional.

Sin embargo, en estos últimos días saltó la noticia de que Susana Díaz había intentado nombrar al propio Valderas como Comisionado para la Memoria Histórica, un cargo que no aparece en el texto de la Ley, lo que llevó al coordinador de IU, Antonio Maíllo, con el apoyo de la dirección andaluza, a denunciar lo que consideraba una maniobra política tendente a perjudicar a su organización. En su intervención en el debate parlamentario Maíllo volvió a incidir en lo sucedido, dentro de una crítica general a la gestión de la Junta de Andalucía por parte del gobierno andaluz. Le recordaba a Díaz que su obligación es la de poner en marcha la Ley y, dentro de ella, su financiación y la formación de los órganos consultivos y de participación correspondientes. 


Y esto mismo es lo que acaba de hacer el grupo parlamentario de IU, que ha presentado una iniciativa por la que se pide impulsar el cumplimiento de la Ley mediante, otras cosas, una dotación presupuestaria adecuada, la conformación de los órganos colegiados e incluso la celebración del Día del recuerdo, fijado para el 14 de junio. No ha faltado una petición para que se reclame al gobierno central la documentación relacionada con la muerte de José Manuel García Caparrós, fallecido el 4 de diciembre de 1977 por la acción de las fuerzas policlales durante una de las manifestaciones habidas en demanda de la autonomía para Andalucía.

Y es que el problema principal que ahora tiene Andalucía relativo a la memoria histórica no consiste en la ausencia de instrumentos, en este caso jurídicos, sino en la falta de voluntad política de quienes tienen la responsabilidad de aplicar lo que se aprueba. Por ahora, no deja de ser una forma de demagogia, pues quienes así actúan se llenan la boca con vanaglorias sobre lo que dicen que hacen, cuando la realidad no deja de ser un incumplimiento de sus obligaciones.


Y en el caso del gobierno central lo que se hace es nada. Al margen de que ni impulsan la Ley de 2007 ni la dotan presupuestariamente, el mismo jefe de gobierno ha presumido varias veces de ello. El gobierno del PP y el propio partido están llevando a cabo una política de antimemoria, porque lo que quieren es que todo siga igual, es decir, no hacer o dificultar que se haga. Que las víctimas del fascismo no sean reconocidas ni reparadas, que quienes hayan desaparecido sigan en la misma situación, que no se pueda investigar en la localización de lugares de enterramiento, que los cuerpos aparecidos no puedan ser exhumados para su reconocimiento... Fomentar el olvido, que es una de las armas que utilizó el fascismo desde el primer momento para borrar la memoria sobre sus víctimas.


Y en ésas estamos: entre quienes defienden la memoria, quienes lo hacen demagógicamente y quienes ejercitan la antimemoria.