Los partidos gustan de líneas rojas. La república es una de ellas. Me estoy refiriendo a Podemos y al PSOE, pues IU no la ha trazado.
Podemos, sí. Dicen que no es algo prioritario. Mencionan, eso sí, de una forma permanente lo del régimen del 78. Y en ese régimen está la corona y todo lo que conlleva. ¿O acaso sus ocupantes no son parte sustancial de la casta y de la trama? Sin embargo, Podemos no reivindica la república y toma distancia de las banderas republicanas.
Ayer se intentó debatir en el Congreso del PSOE una propuesta de las Juventudes Socialistas sobre la república. Pero no fue posible, porque el ahora gran jefe ha dicho que no procede. Me imagino que para evitar asustar al electorado más moderado, del que, sin embargo, no temen que el Congreso esté aprobando cosas que suenan a radicalidad, poniendo el acento en la izquierda o reconociendo el estado como plurinacional. Esto último, claro, como devolución del favor que ha hecho el PSC. Y lo primero, como forma de disputar a Unidos Podemos su electorado.
La república sigue dando miedo. Quizás vergüenza. O las dos cosas. Cuando no deja de ser una expresión de democracia. Qué miedo las tienen. ¡Ay!