Historia, política, sociología, arte, música, geografía, literatura, pensamiento...
domingo, 31 de mayo de 2015
La pitada de la discordia
Ayer volvió repetirse: las aficiones del Barça y el Athletic de Bilbao protagonizaron en el Camp Nou de Barcelona una sonora pitada cuando el "himno nacional", a la sazón el de la monarquía, empezó a emitirse antes del comienzo de la final de la Copa del Rey de fútbol. Desde semanas, e incluso meses, antes ya se había iniciado una polémica ante lo que se preveía que fuera a ocurrir, con declaraciones, como la de Esperanza Aguirre, que llamaba a suspender el encuentro si eso sucediera. Y al final, al igual que en la final de 2012 entre los mismos equipos, la pitada se dio. La prensa no para de recoger declaraciones de dirigentes político-deportivos pidiendo que se sancione a los dos clubes por lo que consideran un acto de violencia. La comisión dedicada a ello va a reunirse mañana y tendrá que emitir un veredicto. Lo que tanta gente se pregunta -nos preguntamos- es si lo ocurrido ayer fue un acto violento o de libertad de expresión. Orientarse por lo primero, es no entender nada. Hacerlo por lo segundo, es hacer un ejercicio de cordura. El que dos aficiones tan representativas de sus comunidades respectivas hayan manifestado su malestar ante el monarca y el himno que le simboliza, no deja de ser una forma pacífica de dejar constancia que todavía están pendientes por resolver importantes problemas políticos de larga trayectoria. Todo lo demás es añadir más leña al fuego.
Apuntes sueltos sobre las elecciones del 24 de mayo: 4, El bipartidismo
En las elecciones municipales PP y PSOE han perdido en relación a 2011 alrededor de 3.150.000 votos, repartidos entre los casi 2,5 millones del primero y los 675.000 del segundo. Porcentualmente suman el 52,1%, es decir, poco más de la mitad de los votos, frente al 65% de hace cuatro años, que suponía a su vez las dos terceras partes de los votos. Una pérdida de trece puntos, de los que el PP aporta algo más de diez y el PSOE casi tres.
En cuanto a las elecciones autonómicas, que no han afectado en esta ocasión a cuatro comunidades (Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía), la situación resulta algo más compleja. PP y PSOE ha sumado más del 70% en Extremadura (78,5) y Castilla-La Mancha (73,7), no habiendo alcanzado siquiera el 67% (esto es, los dos tercios) en La Rioja (65,2%), Castilla y León (63,8) y Murcia (61,4). Entre el 50 y 60% se encuentran Madrid (58,5) y Asturias (56,3, añadiendo también al FAC). Y por debajo del 50%, Aragón (48,9), Baleares (47,4%), País Valencia (46,6), Navarra (44,6, añadiendo a UPN), Cantabria (46,6) y Canarias (38,5). En estos últimos, salvo Aragón y Cantabria, llama la atención el elevado fraccionamiento de sus parlamentos, en parte por la presencia de grupos nacionalistas. En Cantabria, por su parte, sobresale la presencia del Partido Regionalista Cántabro (30%) ha quedado en segundo lugar.
En relación a 2011, las pérdidas han sido importantes, siempre con el PP como el partido más afectado y con cierta diversidad de situaciones. Las pérdidas más llamativas, por encima de veinte puntos, han sido las del País Valenciano (-29,4), La Rioja (-24), Asturias (-23,3) y Murcia (-22,2). En torno a veinte puntos se sitúan Baleares (-20,4), Aragón (-19,8), Madrid y (-19,5), seguidas de las dos Castillas (17,4, la del norte, y 17,8, la de sur), siendo Extremadura la menos afectada por las pérdidas (-11,2). Casos aparte son los de Cantabria (-15,9), Canarias (-15,3) y Navarra (-13), donde la concentración del voto de PP (más UPN en Navarra) y PSOE era menor por la presencia de grupos regionalistas (Cantabria) o nacionalistas (Navarra, con dos, y Canarias).
Si añadimos a estos resultados los de las elecciones andaluzas de marzo, en que PP y PSOE sumaron el 62,2%, perdiendo 18 puntos sobre 2012, la cosa se refuerza. En el caso de Cataluña, las previsiones de cara a la convocatoria de septiembre llevan a una bajada importante del PP y el PSC, cuya suma estaría en torno al 25%. En el caso de Galicia (62,1%) y el País Vasco (24), si extrapoláramos los resultados de las municipales, la caída también sería llamativa: de unos nueve puntos, en la primera, y de unas seis, en la segunda.
El bipartidismo, pues, ha salido tocado tanto en las elecciones municipales como en las autonómicas y va camino de seguir erosionándose.
En cuanto a las elecciones autonómicas, que no han afectado en esta ocasión a cuatro comunidades (Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía), la situación resulta algo más compleja. PP y PSOE ha sumado más del 70% en Extremadura (78,5) y Castilla-La Mancha (73,7), no habiendo alcanzado siquiera el 67% (esto es, los dos tercios) en La Rioja (65,2%), Castilla y León (63,8) y Murcia (61,4). Entre el 50 y 60% se encuentran Madrid (58,5) y Asturias (56,3, añadiendo también al FAC). Y por debajo del 50%, Aragón (48,9), Baleares (47,4%), País Valencia (46,6), Navarra (44,6, añadiendo a UPN), Cantabria (46,6) y Canarias (38,5). En estos últimos, salvo Aragón y Cantabria, llama la atención el elevado fraccionamiento de sus parlamentos, en parte por la presencia de grupos nacionalistas. En Cantabria, por su parte, sobresale la presencia del Partido Regionalista Cántabro (30%) ha quedado en segundo lugar.
En relación a 2011, las pérdidas han sido importantes, siempre con el PP como el partido más afectado y con cierta diversidad de situaciones. Las pérdidas más llamativas, por encima de veinte puntos, han sido las del País Valenciano (-29,4), La Rioja (-24), Asturias (-23,3) y Murcia (-22,2). En torno a veinte puntos se sitúan Baleares (-20,4), Aragón (-19,8), Madrid y (-19,5), seguidas de las dos Castillas (17,4, la del norte, y 17,8, la de sur), siendo Extremadura la menos afectada por las pérdidas (-11,2). Casos aparte son los de Cantabria (-15,9), Canarias (-15,3) y Navarra (-13), donde la concentración del voto de PP (más UPN en Navarra) y PSOE era menor por la presencia de grupos regionalistas (Cantabria) o nacionalistas (Navarra, con dos, y Canarias).
Si añadimos a estos resultados los de las elecciones andaluzas de marzo, en que PP y PSOE sumaron el 62,2%, perdiendo 18 puntos sobre 2012, la cosa se refuerza. En el caso de Cataluña, las previsiones de cara a la convocatoria de septiembre llevan a una bajada importante del PP y el PSC, cuya suma estaría en torno al 25%. En el caso de Galicia (62,1%) y el País Vasco (24), si extrapoláramos los resultados de las municipales, la caída también sería llamativa: de unos nueve puntos, en la primera, y de unas seis, en la segunda.
El bipartidismo, pues, ha salido tocado tanto en las elecciones municipales como en las autonómicas y va camino de seguir erosionándose.
viernes, 29 de mayo de 2015
Apuntes sueltos sobre las elecciones del 24 de mayo: 3, IU en Cádiz
En la provincia de Cádiz IU ha obtenido el 10,7%, lo que ha supuesto la pérdida de 1,7 puntos sobre 2011. En general no ha habido grandes cambios, si bien, como ha ocurrido en otras provincias, la competencia de Podemos se ha dejado sentir en las principales ciudades.
IU ha estado por encima de su media en 24 municipios, se ha situado por debajo en 18 y en dos (Setenil y Grazalema) no ha llegado a presentar candidaturas.
En seis municipios ha alcanzado mayoría suficiente para gobernar, con porcentajes cercanos o que superan el 50% de los votos: Alcalá del Valle, Bornos, Conil, Espera, Medina Sidonia y Trebujena. En Castellar, Puerto Serrano y Olvera han estado a muy pocos votos de ser la primera fuerza, que en el caso de Olvera ha sido por un solo voto*. En casi todos los casos se trata de lugares con un fuerte arraigo, donde IU lleva gobernando varias legislaturas, siendo la sorpresa negativa la de Puerto Serrano y la positiva, la de Bornos. En todos los casos el partido con el que ha competido IU es el PSOE.
Otros municipios donde IU ha obtenido buenos resultados han sido Sanlúcar de Barrameda (16,3%), Chipiona (20,8%), Alcalá de los Gazules (13,7%), Tarifa (13,7%), Benalup (15,9%), Torre Alháquime (18,7%) o Villaluenga del Rosario (16,6%).
Salvo Sanlúcar y Chiclana o El Puerto (en la media), en las principales ciudades (Cádiz, Jerez, Algeciras, La Línea o Puerto Real) IU ha tenido resultados discretos, por debajo de la media provincial, que en el caso de San Fernando ha supuesto la pérdida de la representación municipal. En todo caso, ha sido la consecuencia de la competencia de las candidaturas auspiciadas por Podemos. Llama la atención el caso de la capital, donde la candidatura de Podemos ha tenido resultados excelentes, pero con una digna representación de IU, que ha sabido articular a su alrededor colectivos ciudadanos muy activos.
Ha mantenido la representación en la Diputación Provincial, aunque cambiando la procedencia: ha perdido la del partido de la Sierra, pero ha recuperado la de La Janda litoral, donde están Chiclana, Conil, Vejer y Barbate.
*He leído esta mañana que IU ha presentado un recurso ante la Junta Electoral Central con el fin de que se validen dos votos por correo, procedentes del extranjero, que la junta electoral de zona no ha reconocido.
IU ha estado por encima de su media en 24 municipios, se ha situado por debajo en 18 y en dos (Setenil y Grazalema) no ha llegado a presentar candidaturas.
En seis municipios ha alcanzado mayoría suficiente para gobernar, con porcentajes cercanos o que superan el 50% de los votos: Alcalá del Valle, Bornos, Conil, Espera, Medina Sidonia y Trebujena. En Castellar, Puerto Serrano y Olvera han estado a muy pocos votos de ser la primera fuerza, que en el caso de Olvera ha sido por un solo voto*. En casi todos los casos se trata de lugares con un fuerte arraigo, donde IU lleva gobernando varias legislaturas, siendo la sorpresa negativa la de Puerto Serrano y la positiva, la de Bornos. En todos los casos el partido con el que ha competido IU es el PSOE.
Otros municipios donde IU ha obtenido buenos resultados han sido Sanlúcar de Barrameda (16,3%), Chipiona (20,8%), Alcalá de los Gazules (13,7%), Tarifa (13,7%), Benalup (15,9%), Torre Alháquime (18,7%) o Villaluenga del Rosario (16,6%).
Salvo Sanlúcar y Chiclana o El Puerto (en la media), en las principales ciudades (Cádiz, Jerez, Algeciras, La Línea o Puerto Real) IU ha tenido resultados discretos, por debajo de la media provincial, que en el caso de San Fernando ha supuesto la pérdida de la representación municipal. En todo caso, ha sido la consecuencia de la competencia de las candidaturas auspiciadas por Podemos. Llama la atención el caso de la capital, donde la candidatura de Podemos ha tenido resultados excelentes, pero con una digna representación de IU, que ha sabido articular a su alrededor colectivos ciudadanos muy activos.
Ha mantenido la representación en la Diputación Provincial, aunque cambiando la procedencia: ha perdido la del partido de la Sierra, pero ha recuperado la de La Janda litoral, donde están Chiclana, Conil, Vejer y Barbate.
*He leído esta mañana que IU ha presentado un recurso ante la Junta Electoral Central con el fin de que se validen dos votos por correo, procedentes del extranjero, que la junta electoral de zona no ha reconocido.
Compañero de equipo hace años, hoy concejal
Estudió bachillerato en lo que fue mi colegio durante cinco años. Nunca coincidimos en el mismo nivel, porque él iba un curso adelantado. Ni siquiera coincidimos en los equipos con los que competíamos en el deporte rey. Luego, ya fuera yo del colegio, sí lo hicimos en un equipo juvenil de campanillas en el que nos jugábamos cada año ser los mejores de la ciudad, aunque siempre acabáramos quedando segundos o terceros en la liga y con el consuelo de algún campeonato menor. Era un buen defensor, zurdo y con buena planta para su función. Pese a haber tenido destinada la suplencia al principio, sorprendió el primer año, ganándose por ello el puesto en cada momento.
Nos llevábamos bien, en parte por el nexo común del centro donde habíamos coincidido y después porque nos descubrimos mutuamente que ir contra Franco y su régimen era una forma legítima de plantear la vida. Eso sí, él desde un movimiento incipiente entre autónomo y libertario, y yo desde una heterodoxia de la ortodoxia comunista. En su caso, además, tendió más a la conversación que a la acción, lo que le separaba de mí, amigo de lo primero, por supuesto, pero practicante hasta la extenuación de lo segundo. Fue quien me habló de cosas (no tan) raras -tapadas por los jerarcas de la Iglesia durante tanto tiempo, que están saliendo a la luz cada vez más y combatidas recientemente por la actual cabeza de Roma- que hacía en el colegio algún cura con casi imberbes. En cierta ocasión llegó a plantearme hacer una denuncia.
En la universidad se dedicó al estudio de las leyes, mientras yo opté por aprender del paso del tiempo, las creaciones humanas y los espacios donde habitamos. Luego, poco a poco, fuimos distanciándonos, hasta que hace unos meses supe que estaba integrado en mi ciudad de origen en un grupo político donde la naturaleza se sitúa en el centro. Después pude verlo en una lista municipal donde se han aunado distintas tradiciones y sensibilidades, por la que ha salido flamante representante de la ciudadanía. A ver cómo le va.
miércoles, 27 de mayo de 2015
Apuntes sueltos sobre las elecciones del 24 de mayo. 2, IU en Andalucía
Los resultados de IU en Andalucía se han situado en el 11%, un punto menos que 2012. Si tenemos en cuenta una mayor competencia electoral, por la presencia de las candidaturas auspiciadas por Podemos, no se pueden considerar malos, sino todo lo contrario. En algunos medios andaluces se ha aludido a que "IU resiste" y desde la propia dirección política se ha resaltado que sigue siendo la tercera fuerza política.
Por provincias, destacan Córdoba (15,4%) y Sevilla (13,1%), mientras que Huelva (8,8%), Jaén (8,8%) y Almería (6,2%) se han quedado más lejos de la media. Las que más han perdido sobre 2011 han sido Málaga (-1,8%), Cádiz (-1,7%) y Córdoba (-1,6%), habiéndose mantenido Sevilla.
Entre las ciudades mayores de 100.000 habitantes, ha bajado en todas, oscilando desde los mejores resultados de Málaga (12%) y Huelva (10%) hasta los peores de San Fernando (4,7%) y Jaén (4,1%), donde no ha obtenido representación. Sólo Córdoba se sitúa por encima de la media andaluza, pero por debajo de la de su provincia.
Haciendo una comparación entre IU y Podemos, ésta ha obtenido mejores resultados en las principales ciudades, pero no así en las ciudades pequeñas y el medio rural, donde IU ha hecho valer su arraigo social y su experiencia en la gestión de los asuntos locales.
Entre las 34 ciudades más pobladas, IU ha sido más votada en siete (Huelva, entre ellas) y en otras seis no ha tenido competencia (como Almería); en cuatro han obtenido resultados similares (el caso de Córdoba); y en las restantes diecisiete Podemos ha sido más votada (destacando Cádiz y Puerto Real, donde puede alcanzar las alcaldías, y Jerez).
En las ciudades pequeñas y el medio rural la cosa cambia bastante. En 58 municipios ha conseguido ser la fuerza más votada, en la mayoría de los cuales podrá gobernar en solitario*. Por provincias se reparten de la siguiente manera: Cádiz, 6, destacando Conil y Medina Sidonia; Córdoba, 11, con Fernán Núñez y Almodóvar del Río; Granada, 3, con Trevélez; Huelva, 5; Jaén, 6; Málaga, 13, con Casares; y Sevilla, 14, con Los Palacios, El Arahal, Aznalcóllar, Santiponce o Marinaleda.
En Andalucía no han estado presentes candidaturas unitarias populares con todos los grupos (como en Barcelona, Zaragoza, A Coruña o Santiago), tendiendo a nuclearse en torno a IU o Podemos. IU ha tendido a presentar listas propias y en bastantes casos en coalición con otros grupos, pero nunca con Podemos. A modo de ejemplo, ha sido el caso de Cádiz, Málaga, Granada o Marinaleda. En Jaén se ha producido una división de la asamblea, entre quienes han mantenido las siglas y quienes han optado por una candidatura unitaria. Llama la atención el caso de Sevilla capital, donde la izquierda ha concurrido dividida en cuatro candidaturas, de las que sólo Participa (Podemos) e IU han obtenido representación, quedando fuera Ganemos (4,1%) y Equo (1%).
*Desde IU se ha informado que el número de municipios donde IU ha sido la fuerza más votada es de 69, de los cuales en 47 ha conseguido la mayoría absoluta.
Por provincias, destacan Córdoba (15,4%) y Sevilla (13,1%), mientras que Huelva (8,8%), Jaén (8,8%) y Almería (6,2%) se han quedado más lejos de la media. Las que más han perdido sobre 2011 han sido Málaga (-1,8%), Cádiz (-1,7%) y Córdoba (-1,6%), habiéndose mantenido Sevilla.
Entre las ciudades mayores de 100.000 habitantes, ha bajado en todas, oscilando desde los mejores resultados de Málaga (12%) y Huelva (10%) hasta los peores de San Fernando (4,7%) y Jaén (4,1%), donde no ha obtenido representación. Sólo Córdoba se sitúa por encima de la media andaluza, pero por debajo de la de su provincia.
Haciendo una comparación entre IU y Podemos, ésta ha obtenido mejores resultados en las principales ciudades, pero no así en las ciudades pequeñas y el medio rural, donde IU ha hecho valer su arraigo social y su experiencia en la gestión de los asuntos locales.
Entre las 34 ciudades más pobladas, IU ha sido más votada en siete (Huelva, entre ellas) y en otras seis no ha tenido competencia (como Almería); en cuatro han obtenido resultados similares (el caso de Córdoba); y en las restantes diecisiete Podemos ha sido más votada (destacando Cádiz y Puerto Real, donde puede alcanzar las alcaldías, y Jerez).
En las ciudades pequeñas y el medio rural la cosa cambia bastante. En 58 municipios ha conseguido ser la fuerza más votada, en la mayoría de los cuales podrá gobernar en solitario*. Por provincias se reparten de la siguiente manera: Cádiz, 6, destacando Conil y Medina Sidonia; Córdoba, 11, con Fernán Núñez y Almodóvar del Río; Granada, 3, con Trevélez; Huelva, 5; Jaén, 6; Málaga, 13, con Casares; y Sevilla, 14, con Los Palacios, El Arahal, Aznalcóllar, Santiponce o Marinaleda.
En Andalucía no han estado presentes candidaturas unitarias populares con todos los grupos (como en Barcelona, Zaragoza, A Coruña o Santiago), tendiendo a nuclearse en torno a IU o Podemos. IU ha tendido a presentar listas propias y en bastantes casos en coalición con otros grupos, pero nunca con Podemos. A modo de ejemplo, ha sido el caso de Cádiz, Málaga, Granada o Marinaleda. En Jaén se ha producido una división de la asamblea, entre quienes han mantenido las siglas y quienes han optado por una candidatura unitaria. Llama la atención el caso de Sevilla capital, donde la izquierda ha concurrido dividida en cuatro candidaturas, de las que sólo Participa (Podemos) e IU han obtenido representación, quedando fuera Ganemos (4,1%) y Equo (1%).
*Desde IU se ha informado que el número de municipios donde IU ha sido la fuerza más votada es de 69, de los cuales en 47 ha conseguido la mayoría absoluta.
martes, 26 de mayo de 2015
Apuntes sueltos sobre las elecciones del 24 de mayo: 1, Situación general
El PP ha sido el gran derrotado, perdiendo varias comunidades y numerosos ayuntamientos, incluidos lugares emblemáticos como Madrid y Valencia, y con el riesgo de perder más.
Ciudadanos ha visto frenadas las previsiones de su crecimiento y tiene ahora la llave de gobiernos en bastantes lugares, inclinando la balanza hacia el PP o hacia la izquierda.
El nacionalismo conservador ha tenido resultados desiguales: CiU y CC han bajado, pero ésta se sitúa al frente de su comunidad, y el PNV ha subido en el País Vasco.
La izquierda nacionalista también ha tenido resultados desiguales: han subido ERC (en las municipales), Compromís, Bildu (en Navarra) y las CUP, mientras que han bajado Bildu (en al comunidad vasca), BNG y Cha.
El PSOE ha reducido su número de votos en general, pero en las autonómicas vuelve a ganar en Extremadura, se ha recuperado en Castilla-La Mancha y es previsible que presida con apoyos la Comunidad Valenciana, Baleares y Aragón, quedando pendiente de lo que haga Ciudadanos en Madrid, Castilla y León, La Rioja y Murcia.
Podemos ha conocido una situación compleja, dado que formalmente sólo se presentaba en las autonómicas, donde ha tenido resultados por debajo de las previsiones de meses atrás, no situándose en ningún caso como primera o segunda fuerza; los mejores los ha tenido en Aragón, Asturias y Madrid; en Cádiz puede alcanzar la alcaldía, previo acuerdo con PSOE e IU.
IU ha tenido resultados desiguales: malos en general en las autonómicas, destacando la salida de los parlamentos de Madrid y País Valenciano, aunque en Asturias ha mantenido su representación; en las municipales, allí donde se ha presentado como tal o nucleando las candidaturas unitarias, ha tendido a mantenerse, salvo Madrid, donde ha sufrido un fuerte varapalo.
Lo más sobresaliente ha sido el surgimiento de candidaturas unitarias populares, que han obtenido resultados bastante buenos como Ahora Madrid, Barcelona en Comú, Zaragoza en Común, Marea Atlántica de A Coruña, Guanyar Alacant, Ganemos Salamanca, Compostela Aberta...
Ciudadanos ha visto frenadas las previsiones de su crecimiento y tiene ahora la llave de gobiernos en bastantes lugares, inclinando la balanza hacia el PP o hacia la izquierda.
El nacionalismo conservador ha tenido resultados desiguales: CiU y CC han bajado, pero ésta se sitúa al frente de su comunidad, y el PNV ha subido en el País Vasco.
La izquierda nacionalista también ha tenido resultados desiguales: han subido ERC (en las municipales), Compromís, Bildu (en Navarra) y las CUP, mientras que han bajado Bildu (en al comunidad vasca), BNG y Cha.
El PSOE ha reducido su número de votos en general, pero en las autonómicas vuelve a ganar en Extremadura, se ha recuperado en Castilla-La Mancha y es previsible que presida con apoyos la Comunidad Valenciana, Baleares y Aragón, quedando pendiente de lo que haga Ciudadanos en Madrid, Castilla y León, La Rioja y Murcia.
Podemos ha conocido una situación compleja, dado que formalmente sólo se presentaba en las autonómicas, donde ha tenido resultados por debajo de las previsiones de meses atrás, no situándose en ningún caso como primera o segunda fuerza; los mejores los ha tenido en Aragón, Asturias y Madrid; en Cádiz puede alcanzar la alcaldía, previo acuerdo con PSOE e IU.
IU ha tenido resultados desiguales: malos en general en las autonómicas, destacando la salida de los parlamentos de Madrid y País Valenciano, aunque en Asturias ha mantenido su representación; en las municipales, allí donde se ha presentado como tal o nucleando las candidaturas unitarias, ha tendido a mantenerse, salvo Madrid, donde ha sufrido un fuerte varapalo.
Lo más sobresaliente ha sido el surgimiento de candidaturas unitarias populares, que han obtenido resultados bastante buenos como Ahora Madrid, Barcelona en Comú, Zaragoza en Común, Marea Atlántica de A Coruña, Guanyar Alacant, Ganemos Salamanca, Compostela Aberta...
Un Tribunal Constitucional antisocial
Es lo que se desprende de la resolución que ha hecho pública esta mañana el máximo órgano jurisdiccional sobre el decreto-ley de Función Social de la Vivienda, conocido como antidesahucios, que en 2013 aprobó el gobierno andaluz. El objetivo que buscaba la Consejería de Fomento y Vivienda, entonces en manos de IU, era permitir que pudiera hacerse uso de viviendas vacías en manos de empresas financieras (bancos, aseguradoras) para, a cambo de un alquiler social, no desalojar a las personas desahuciadas. En su día el gobierno del PP presentó un recurso ante el citado tribunal, como también a la ley que meses después el Parlamento de Andalucía aprobó. Sin embargo, una mayoría de 7 frente a 4 del Tribunal Constitucional ha considerado que dicho decreto invade las competencias de la administración central, a la vez que ha considerado que un decreto no puede estar por encima de una ley. Después de esto, el futuro que le espera a la ley recurrida tampoco es halagüeño. Contrariamente a la posición de la mayoría, ha habido votos particulares donde se razona que el decreto no vulnera la Constitución ni el ordenamiento jurídico, y en el caso de la vicepresidenta se añade que la resolución rompe con la doctrina del propio tribunal. Lo dicho, el máximo órgano jurisdiccional ha emitido una sentencia con un claro contenido antisocial.
sábado, 23 de mayo de 2015
Montevideo azul
Hace unos días acabé de leer Raúl Sendic. Por la huella de Artigas, una biografía del célebre revolucionario uruguayo escrita por Daniel Chavarría y editada por Txalaparta. Mientras leía el libro me vino a la memoria un breve escrito que hace 30 años dediqué a ese país, surgido de varias circunstancias personales. Ahora he decidido reproducirlo, con algunas ligeras correcciones de estilo.
(Salamanca, 6 de junio de 1985)
viernes, 22 de mayo de 2015
Neoliberalismo, corrupción y perspectivas electorales
Hay gente que sorprende de los apoyos que mantienen los partidos que están ligados a la corrupción. A mí, no. Y voy a intentar explicar por qué. Durante los años de los pelotazos, la especulación, el ladrillo, la burbuja inmobiliaria o cualquiera otro término que queramos utilizar de esa naturaleza ha habido un consenso muy extendido en amplios sectores de la población acerca de que todo valía. Era la manifestación más clara de la mentalidad capitalista inserta en el actual modelo neoliberal, que está llevando a sus últimas consecuencias lo de la obtención del beneficio individual por encima de todo y a costa de lo que sea y de quien sea. Es cierto que la crisis está llevando de una forma creciente a la precarización laboral, la movilidad social descendente, el empobrecimiento de algunas capas sociales, la pérdida de derechos, el deterioro de los servicios públicos... y que por ello mucha gente está sufriendo una situación difícil dentro de la diversidad. Pero también es cierto que mucha gente sigue teniendo la esperanza de que la situación se puede revertir dentro de los parámetros del sistema capitalista, con la ilusión de que lo que han considerado como una época dorada pueda volver. Resulta evidente de que los valores del capitalismo neoliberal persisten. Es un sistema perverso, intrínsicamente corrupto y criminal por las secuelas que genera en aquellos lugares y sectores de población que se sitúan en su periferia y que por ello se ven desprovistos de las supuestas ventajas que presentan. En su fantasía ideológica se defiende la idea de que todo el mundo puede alcanzar lo que se proponga desde la iniciativa individual. Se defiende la aspiración a un mundo donde pueda haber cuanta gente rica logre serlo y que a su vez pueda desaparecer la pobreza. Y si ésta última se mantiene, es por la desidia e inoperancia de quienes no han sido capaces de salir adelante. Se culpabiliza, así, a las víctimas, a las que humillan doblemente, por la situación que sufren y por el sentimiento de fracaso al que les abocan. En sus valores no existen la solidaridad, la cooperación social, el reparto igualitario de la cosas... A lo sumo lo trastocan en la simple caridad o el trabajo en equipo competitivo. Se olvida, en suma, que cuando hay riqueza, siempre existe pobreza. Y eso explica que el PP siga manteniendo importantes apoyos, incluso en las zonas donde la corrupción ha llegado a extremos inauditos; que sus pérdidas tiendan a ser recogidas por Ciudadanos; que el PSOE esté recuperando algo de pulso, después de las previsiones de una fuerte debacle, y que Andalucía siga siendo su principal granero de votos; que CiU, maniobras políticas soberanistas aparte, siga situándose a la cabeza de intención de voto...
jueves, 21 de mayo de 2015
Antonio Maíllo estuvo en Barbate
El lunes visitó Barbate Antonio Maíllo, coordinador de IU de
Andalucía. Para la gente de este municipio que está en IU, como militantes o
simpatizantes, fue un hecho de gran importancia. Supuso el reconocimiento a una
labor abnegada, después de unas circunstancias muy difíciles, que está haciendo
que se vuelva a notar la presencia de IU entre la sociedad
barbateña. Atrás quedaron los años de ser la segunda fuerza en el
ayuntamiento, representando durante tres legislaturas al 25% de electorado,
pero hay que actuar desde la nueva realidad.
Desde mi humilde posición de un simpatizante -también, cerrando testimonialmente la lista- que ayuda en lo que puede, percibo que hay mucha ilusión entre las personas que desde hace algo más de un año se reúnen en la sede y despliegan numerosas actividades, desde las propiamente políticas de IU hasta las ligadas a distintos colectivos sociales y movimientos ciudadanos, pasando por las que impulsan a través de colectivos que se dedican a la recuperación de la memoria histórica, la literatura...
El acto del lunes resultó bonito y emotivo, resaltado por el aforo completo y más del Salón Multiusos. Después de la presentación de Gema Martín, intervinieron Manolo Cárdenas (coordinador provincial y alcalde de Trebujena durante 18 años), el propio Maíllo y Luis García Perulles, que está manteniendo una lucidez y una entereza envidiables como candidato a la alcaldía. Durante varios minutos Maíllo estuvo hablando con la gente, que en bastantes casos se hicieron las fotos de rigor con él, siempre como una forma de manifestar su afecto y orgullo.
Cada día se lanza por las calles y pedanías del municipio una pequeña tropa de entusiastas, repartiendo propaganda, colocando carteles y pancartas, organizando actos... Siempre desinteresadamente, pero con la confianza de que lo que están haciendo servirá para algo.
No sé qué ocurrirá el domingo. Prometen ser unas elecciones reñidas. Aquí, en Barbate, y en el resto de los municipios y comunidades donde se celebran también elecciones autonómicas. Confío en que la gente sepa apreciar que en IU hay personas muy valiosas en lo político y en lo personal. Quienes han gobernado este municipio desde tantos años, en forma de PP, PSOE u otros aledaños, poco han hecho, salvo llevar al ayuntamiento a la quiebra financiera y la corrupción en distintas formas, y generar entre la población un sentimiento de pasividad, resignación y conformismo.
Estoy seguro que IU puede aportar mucho, pero para eso hay que confiar en ella
y atreverse a votar a la candidatura que
presenta, con Luis, Amor, Antonio, Gema, José Manuel,
Mª Ángeles, Salvador, Lola, Miguel Ángel, Maribel... Merecer, se lo merece, porque
a sus componentes les sobra ilusión y capacidad. El domingo, pues, hay que
dejar constancia de que sí pueden cambiar las cosas.
sábado, 16 de mayo de 2015
Los temores de Monedero
Juan Carlos Monedero ha vuelto a salir a la palestra. Esta vez como adalid de las esencias de Podemos. Después de un tiempo en silencio, derivado de los duros ataques que sufrió por cobros recibidos por algunos gobiernos y organismos latinoamericanos, el otro día se arrancó con una advertencia del riesgo de la pérdida de protagonismo de los círculos de base de su partido y de la deriva moderada de los últimos meses, que acabó de inmediato con una renuncia en sus cargos orgánicos. Ésta fue escenificada por el propio Pablo Iglesias, que la hizo pública con un tono de voz lleno de preocupación, disimulado con una referencia a la amistad que les unía.
Los medios de comunicación interpretaron esto como una fisura en Podemos entre radicalidad y moderación. Monedero sería la expresión de la primera, Íñigo Errejón y Carolina Bescansa, de la segunda. Iglesias, a su vez, estaría nadando entre dos aguas, algo así como con corazón radical y un cerebro moderado.
Hace cinco días La Tuerka, el embrión televisivo del núcleo duro de Podemos, fue escenario de una entrevista de Iglesias a Monedero, donde profundizaron sobre lo ocurrido, volviendo a escenificar, esta vez en clave de viejos amigos, la dimensión y los límites de las diferencias políticas. Monedero hizo gala de sus dotes como politólogo y profesor, aderezando sus declaraciones desde la teoría aprendida y la experiencia adquirida.
Por mi parte, dos matizaciones. La primera: la existencia de dos tendencias o almas en Podemos no es nueva, como pudo verse en octubre durante las votaciones al equipo dirigente, donde la candidatura encabezada por Iglesias, con el apoyo de Monedero, Errejón o Bescansa, ganó abrumadoramente; la candidatura derrotada fue la nucleada en torno a la antigua Izquierda Anticapitalista, con Pablo Echenique, Teresa Rodríguez y Miguel Urbán como principales referentes. La segunda: Monedero ha sido desde el principio quien defendió la idea de que la noción política de izquierda y derecha estaba superada, propugnando la transversalidad; se basaba en la traición a sus principios por parte de la izquierda, en la que incluía tanto a la de tradición socialdemócrata como a la comunista, y en este último caso con el añadido de que no ha sabido leer el signo de los nuevos tiempos.
Y por último, una -arriesgada- opinión: la postura de Monedero obedece a la constatación de que las previsiones iniciales de "tomar el cielo por asalto" no se han cumplido; Andalucía fue el primer aviso; los sondeos están mostrando un fuerte retroceso de Podemos, que ya no disputaría la primacía al PP; el sistema ha lanzado el recurso de Ciudadanos, que le estaría taponando el crecimiento por el centro; el PSOE está tomando algo de aire; e IU no acaba de desaparecer.
He dicho, por ahora.
Los medios de comunicación interpretaron esto como una fisura en Podemos entre radicalidad y moderación. Monedero sería la expresión de la primera, Íñigo Errejón y Carolina Bescansa, de la segunda. Iglesias, a su vez, estaría nadando entre dos aguas, algo así como con corazón radical y un cerebro moderado.
Hace cinco días La Tuerka, el embrión televisivo del núcleo duro de Podemos, fue escenario de una entrevista de Iglesias a Monedero, donde profundizaron sobre lo ocurrido, volviendo a escenificar, esta vez en clave de viejos amigos, la dimensión y los límites de las diferencias políticas. Monedero hizo gala de sus dotes como politólogo y profesor, aderezando sus declaraciones desde la teoría aprendida y la experiencia adquirida.
Por mi parte, dos matizaciones. La primera: la existencia de dos tendencias o almas en Podemos no es nueva, como pudo verse en octubre durante las votaciones al equipo dirigente, donde la candidatura encabezada por Iglesias, con el apoyo de Monedero, Errejón o Bescansa, ganó abrumadoramente; la candidatura derrotada fue la nucleada en torno a la antigua Izquierda Anticapitalista, con Pablo Echenique, Teresa Rodríguez y Miguel Urbán como principales referentes. La segunda: Monedero ha sido desde el principio quien defendió la idea de que la noción política de izquierda y derecha estaba superada, propugnando la transversalidad; se basaba en la traición a sus principios por parte de la izquierda, en la que incluía tanto a la de tradición socialdemócrata como a la comunista, y en este último caso con el añadido de que no ha sabido leer el signo de los nuevos tiempos.
Y por último, una -arriesgada- opinión: la postura de Monedero obedece a la constatación de que las previsiones iniciales de "tomar el cielo por asalto" no se han cumplido; Andalucía fue el primer aviso; los sondeos están mostrando un fuerte retroceso de Podemos, que ya no disputaría la primacía al PP; el sistema ha lanzado el recurso de Ciudadanos, que le estaría taponando el crecimiento por el centro; el PSOE está tomando algo de aire; e IU no acaba de desaparecer.
He dicho, por ahora.
viernes, 15 de mayo de 2015
Susana Díaz debe irse
Sí, así lo digo. Susana Díaz, presidenta en funciones de la Junta de Andalucía, debe dimitir. Es la principal responsable de la crisis política que está viviendo Andalucía, después que en enero tomara la decisión de romper el pacto de gobierno que su partido tenía con IU y convocara elecciones. Se inventó excusas peregrinas para justificar su decisión, porque, como buena voz de su amo, no podía decir la razón de fondo. Se sentía fuerte e imprescindible, y por ello hizo gala de una actitud muy arrogante. Apeló a "los andaluces", de la que dijo ser su expresión. Por eso su campaña fue tan personalista, hasta el punto de evitar al máximo el nombre de su partido y, sobre todo, de su secretario general, Pedro Sánchez. Todo ello utilizando un poderoso aparato mediático, que la tuvo a todas las horas en primera plana.
Es cierto que el PSOE fue la fuerza más votada en marzo, pero perdió votos y representación en relación a 2012, no teniendo los apoyos necesarios para gobernar en solitario. Su éxito fue relativo y consistió en una debacle del PP, el freno de Podemos y la pérdida de apoyos de IU. Apostó fuerte, porque se sintió fuerte e imprescindible. Supo atraer a mucha gente que sigue viendo al PSOE como el partido de la estabilidad. Mucha gente sigue sujeta al paternalismo neocaciquil puesto en práctica por el PSOE desde 1982. Es lo que ha permitido que apenas haya tenido en cuenta los casos de corrupción que van saliendo a la luz. Pero son los grupos de poder económico, en su mayoría externos, los que siguen viendo en el PSOE la garantía para el mantenimiento de sus intereses. Los mismos poderes que en diciembre presionaron a Díaz para que rompiera el pacto con IU y que desde el principio maniobraron para que el acuerdo de gobierno pudiera aplicarse.
Pese a sus contradicciones y al coste político pagado por IU, el acuerdo conllevaba importantes medidas populares y antineoliberales, a la vez que fue una garantía control de la corrupción. A lo largo de las conversaciones para garantizar su investidura Díaz y su partido no han sido capaces de atraer a ningún grupo, con vagas promesas de luchar contra corrupción y sin decir nada sobre el reforzamiento de lo público.
Los resultados de las urnas y de las tres votaciones habidas en la cámara parlamentaria para su investidura como presidenta la han llevado, pues, al fracaso. Y ahora le viene lo de la adjudicación llena de irregularidades de la mina de Aznalcóllar, que huele mucho a corrupción. Su respuesta, por ahora, está siendo la del victimismo. Responsabiliza a los demás grupos de la provisionalidad política, cuando es ella la que la ha generado. Mayor desfachatez, imposible. Que Susana Díaz se vaya, sería lo mejor para Andalucía.
Es cierto que el PSOE fue la fuerza más votada en marzo, pero perdió votos y representación en relación a 2012, no teniendo los apoyos necesarios para gobernar en solitario. Su éxito fue relativo y consistió en una debacle del PP, el freno de Podemos y la pérdida de apoyos de IU. Apostó fuerte, porque se sintió fuerte e imprescindible. Supo atraer a mucha gente que sigue viendo al PSOE como el partido de la estabilidad. Mucha gente sigue sujeta al paternalismo neocaciquil puesto en práctica por el PSOE desde 1982. Es lo que ha permitido que apenas haya tenido en cuenta los casos de corrupción que van saliendo a la luz. Pero son los grupos de poder económico, en su mayoría externos, los que siguen viendo en el PSOE la garantía para el mantenimiento de sus intereses. Los mismos poderes que en diciembre presionaron a Díaz para que rompiera el pacto con IU y que desde el principio maniobraron para que el acuerdo de gobierno pudiera aplicarse.
Pese a sus contradicciones y al coste político pagado por IU, el acuerdo conllevaba importantes medidas populares y antineoliberales, a la vez que fue una garantía control de la corrupción. A lo largo de las conversaciones para garantizar su investidura Díaz y su partido no han sido capaces de atraer a ningún grupo, con vagas promesas de luchar contra corrupción y sin decir nada sobre el reforzamiento de lo público.
Los resultados de las urnas y de las tres votaciones habidas en la cámara parlamentaria para su investidura como presidenta la han llevado, pues, al fracaso. Y ahora le viene lo de la adjudicación llena de irregularidades de la mina de Aznalcóllar, que huele mucho a corrupción. Su respuesta, por ahora, está siendo la del victimismo. Responsabiliza a los demás grupos de la provisionalidad política, cuando es ella la que la ha generado. Mayor desfachatez, imposible. Que Susana Díaz se vaya, sería lo mejor para Andalucía.
jueves, 14 de mayo de 2015
El tufo de la mina de Aznalcóllar
Una jueza sevillana ha abierto un auto por las irregularidades habidas en la concesión de la explotación de la mina de Aznalcóllar a la empresa mexicana Monorbis. Son varios los delitos apuntados (prevaricación, cohecho, falsedad documental...), lo que ha llevado a la presidenta en funciones de la Junta de Andalucía a suspender temporalmente dicha adjudicación. Sorprende que esta decisión la haya tomado ayer, cuando el auto judicial tiene fecha de 7 de mayo.
Pero no debemos olvidar la denuncia que ya hizo IU en el mes de febrero. Antonio Maíllo advirtió de las cosas raras que había, como la rapidez con que se tomó la decisión y la provisionalidad del gobierno andaluz en esos momentos, lo que explicaba por el claro sesgo electoralista. Llamaba la atención el coordinador andaluz de IU también sobre la responsabilidad de la empresa beneficiaria en lo que se ha considerado como el mayor desastre medioambiental en el sector minero habido en México, después que en 2014 unos vertidos de sulfato de cobre produjeran daños cuantiosos en cultivos, ganado y la población de la zona. No olvidaba tampoco Maíllo la existencia de una "puerta giratoria" en favor de anteriores altos cargos de la administración autonómica, ahora directivos de la empresa pública andaluza Magtel, que a su vez está vinculada a Monorbis.
Pero no debemos olvidar la denuncia que ya hizo IU en el mes de febrero. Antonio Maíllo advirtió de las cosas raras que había, como la rapidez con que se tomó la decisión y la provisionalidad del gobierno andaluz en esos momentos, lo que explicaba por el claro sesgo electoralista. Llamaba la atención el coordinador andaluz de IU también sobre la responsabilidad de la empresa beneficiaria en lo que se ha considerado como el mayor desastre medioambiental en el sector minero habido en México, después que en 2014 unos vertidos de sulfato de cobre produjeran daños cuantiosos en cultivos, ganado y la población de la zona. No olvidaba tampoco Maíllo la existencia de una "puerta giratoria" en favor de anteriores altos cargos de la administración autonómica, ahora directivos de la empresa pública andaluza Magtel, que a su vez está vinculada a Monorbis.
domingo, 10 de mayo de 2015
En el Reino Unido ha ganado la gente rica y quien así se siente
El Reino Unido fue la punta de lanza lo que antaño se denominó como revolución conservadora. En el fondo,
la ofensiva neoliberal. Fue en un ya lejano 1979 cuando Margaret Thatcher ganó las elecciones e inició un camino que por ahora no ha tenido retorno. Los cambios económicos, sociales y políticos que conoció fueron incluso más llamativos que los habidos en EEUU, que le siguió en ese camino con las presidencias de Ronald Reagan y quienes le siguieron. La diferencia principal, que en este último país no se había conformado un estado tan protector de servicios sociales como en los países europeos occidentales. Thatchet arrasó con todo, incluida la clase obrera a la que derrotó primero y luego, en el proceso de transformaciones sociales posteriores, acabó diluida en una amalgama de sectores sociales inconexos y desideologizados. Fue el fin de una tradición de luchas e identidad de clase secular. Y como contrapartida el inicio de lo que por aquellos años empezó a denominarse como la sociedad de los tres tercios: el rico, el intermedio y el pobre.
La clave de los triunfos consecutivos de Thatcher y su sucesor, John Major, estuvo en ganarse a los sectores sociales intermedios, fuertemente impregnados de la ideología neoliberal que les prometía enriquecerse -el capitalismo popular- y desechar sin tapujos al vulgo pobre, que además se iba nutriendo cada vez más de la inmigración foránea, que era recluida en guetos urbanos.
La travesía en el desierto del Partido Laborista fue cortada por Tony Blair, que se erigió en el paladín de lo que se llamó el Nuevo Laborismo -la versión británica del social-liberalismo de los González, Schroder y demás-, que de lo segundo poco o nada tenía y ante todo se nutrió de ideología y praxis neoliberal. Sus triunfos fueron posibles gracias a la atracción de una buena parte de los sectores intermedios, a la que garantizó dinero y status. Se alejó, a la vez, de quienes habían sustentado electoralmente a su partido, ya mermados en pleno proceso de transformación social, pero también huyendo de la participación política hacia la abstención. La derrota laborista de 2010, esta vez con John Brown, estuvo relacionada con el desvío de parte de los votos hacia el Partido Liberal-Demócrata, que acabó pactando con el triunfante Partido Conservador liderado por David Cameron.
Los resultados de las recientes elecciones, sistema electoral aparte, no dejan de reflejar más de lo que estamos diciendo, con algunas novedades que, sin ser decisivas, no son desdeñables. Parecía que el laborismo podía recuperar el gobierno, teniendo en cuenta el malestar social derivado de la crisis económica. Las encuestas apuntaban a un empate, pero los resultados finales, no siendo muy distantes en porcentajes de votos (5%), han situado al Partido Conservador, gracias al sistema electoral, con mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes. ¿Qué ha pasado, pues, si además el Partido Liberal-Demócrata ha sufrido un fuerte varapalo? Veámoslo.
En el mapa político británico han ganado peso dos partidos: el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), de extrema derecha, eurófobo y xenófobo; y el Partido Nacionalista Escocés (SNP), escorado hacia la izquierda. En la batalla electoral el Partido Conservador ha buscado evitar fugas de votos hacia el UKIP, que en las europeas de 2014 consiguió unos resultados más que aceptables. Y a primera vista parece que ha tenido éxito, pues han dejado al UKIP desactivado parcialmente, con el 13% de los votos y solo un escaño.
El Partido Laborista, por su parte, ha jugado la baza de una mayor radicalidad, con una identidad de izquierda más explícita. Según los analistas del sistema esta postura ha asustado a parte de los sectores sociales intermedios, la misma que votó a Blair en su día y hace cinco años a los liberal-demócratas. Puede que sea así, al menos en parte, pero olvidan que el UKIP, con su 13%, se nutre tanto de los sectores intermedios como de los más bajos socialmente. Su discurso xenófobo, como en otros países, cala en los sectores más humildes, que identifican sus problemas con quienes creen que son rivales porque los ven diariamente. El laborismo ha tenido, además, un competidor en el SNP, que ha ganado en todas las circunscripciones de Escocia, menos en tres. Se sabe que el soberanismo y/o independentismo sigue ganando adhesiones en ese país y, dentro de él, en los sectores populares, antaño votantes laboristas. Y que ese movimiento socio-político, que estuvo a punto de ganar el referéndum en otoño de 2014, responde en gran mediada a un distanciamiento con el neoliberalismo. Que la participación electoral haya sido mayor que en los otros territorios británicos debe tenerse en cuenta.
Lo ocurrido el pasado jueves responde, pues, al modelo de país que se empezó a construir desde 1979 y que todavía se mantiene. El país de los tres tercios aún persiste, pero, por supuesto, con cambios en lo social y en lo político. Está por ver el alcance de lo que llaman la isla británica en medio tantas economías en crisis. Entre otras cosas porque esa isla próspera sólo es la de la City y quienes merodean a su alrededor. Por todas las ciudades y pueblos existen bolsas de precariedad y pobreza que crecen. Persiste como dominante, eso sí, la idea de que la riqueza es el objetivo a conseguir. Por eso tenerla o aspirar a ella atrae tanto. Por eso ha vuelto a ganar el Partido Conservador.
la ofensiva neoliberal. Fue en un ya lejano 1979 cuando Margaret Thatcher ganó las elecciones e inició un camino que por ahora no ha tenido retorno. Los cambios económicos, sociales y políticos que conoció fueron incluso más llamativos que los habidos en EEUU, que le siguió en ese camino con las presidencias de Ronald Reagan y quienes le siguieron. La diferencia principal, que en este último país no se había conformado un estado tan protector de servicios sociales como en los países europeos occidentales. Thatchet arrasó con todo, incluida la clase obrera a la que derrotó primero y luego, en el proceso de transformaciones sociales posteriores, acabó diluida en una amalgama de sectores sociales inconexos y desideologizados. Fue el fin de una tradición de luchas e identidad de clase secular. Y como contrapartida el inicio de lo que por aquellos años empezó a denominarse como la sociedad de los tres tercios: el rico, el intermedio y el pobre.
La clave de los triunfos consecutivos de Thatcher y su sucesor, John Major, estuvo en ganarse a los sectores sociales intermedios, fuertemente impregnados de la ideología neoliberal que les prometía enriquecerse -el capitalismo popular- y desechar sin tapujos al vulgo pobre, que además se iba nutriendo cada vez más de la inmigración foránea, que era recluida en guetos urbanos.
La travesía en el desierto del Partido Laborista fue cortada por Tony Blair, que se erigió en el paladín de lo que se llamó el Nuevo Laborismo -la versión británica del social-liberalismo de los González, Schroder y demás-, que de lo segundo poco o nada tenía y ante todo se nutrió de ideología y praxis neoliberal. Sus triunfos fueron posibles gracias a la atracción de una buena parte de los sectores intermedios, a la que garantizó dinero y status. Se alejó, a la vez, de quienes habían sustentado electoralmente a su partido, ya mermados en pleno proceso de transformación social, pero también huyendo de la participación política hacia la abstención. La derrota laborista de 2010, esta vez con John Brown, estuvo relacionada con el desvío de parte de los votos hacia el Partido Liberal-Demócrata, que acabó pactando con el triunfante Partido Conservador liderado por David Cameron.
Los resultados de las recientes elecciones, sistema electoral aparte, no dejan de reflejar más de lo que estamos diciendo, con algunas novedades que, sin ser decisivas, no son desdeñables. Parecía que el laborismo podía recuperar el gobierno, teniendo en cuenta el malestar social derivado de la crisis económica. Las encuestas apuntaban a un empate, pero los resultados finales, no siendo muy distantes en porcentajes de votos (5%), han situado al Partido Conservador, gracias al sistema electoral, con mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes. ¿Qué ha pasado, pues, si además el Partido Liberal-Demócrata ha sufrido un fuerte varapalo? Veámoslo.
En el mapa político británico han ganado peso dos partidos: el Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), de extrema derecha, eurófobo y xenófobo; y el Partido Nacionalista Escocés (SNP), escorado hacia la izquierda. En la batalla electoral el Partido Conservador ha buscado evitar fugas de votos hacia el UKIP, que en las europeas de 2014 consiguió unos resultados más que aceptables. Y a primera vista parece que ha tenido éxito, pues han dejado al UKIP desactivado parcialmente, con el 13% de los votos y solo un escaño.
El Partido Laborista, por su parte, ha jugado la baza de una mayor radicalidad, con una identidad de izquierda más explícita. Según los analistas del sistema esta postura ha asustado a parte de los sectores sociales intermedios, la misma que votó a Blair en su día y hace cinco años a los liberal-demócratas. Puede que sea así, al menos en parte, pero olvidan que el UKIP, con su 13%, se nutre tanto de los sectores intermedios como de los más bajos socialmente. Su discurso xenófobo, como en otros países, cala en los sectores más humildes, que identifican sus problemas con quienes creen que son rivales porque los ven diariamente. El laborismo ha tenido, además, un competidor en el SNP, que ha ganado en todas las circunscripciones de Escocia, menos en tres. Se sabe que el soberanismo y/o independentismo sigue ganando adhesiones en ese país y, dentro de él, en los sectores populares, antaño votantes laboristas. Y que ese movimiento socio-político, que estuvo a punto de ganar el referéndum en otoño de 2014, responde en gran mediada a un distanciamiento con el neoliberalismo. Que la participación electoral haya sido mayor que en los otros territorios británicos debe tenerse en cuenta.
Lo ocurrido el pasado jueves responde, pues, al modelo de país que se empezó a construir desde 1979 y que todavía se mantiene. El país de los tres tercios aún persiste, pero, por supuesto, con cambios en lo social y en lo político. Está por ver el alcance de lo que llaman la isla británica en medio tantas economías en crisis. Entre otras cosas porque esa isla próspera sólo es la de la City y quienes merodean a su alrededor. Por todas las ciudades y pueblos existen bolsas de precariedad y pobreza que crecen. Persiste como dominante, eso sí, la idea de que la riqueza es el objetivo a conseguir. Por eso tenerla o aspirar a ella atrae tanto. Por eso ha vuelto a ganar el Partido Conservador.
viernes, 8 de mayo de 2015
Con razón y con corazón
Lleva tiempo IU ofreciendo estupendos vídeos publicitarios, bien sean para campañas electorales o bien por otros motivos. En esta ocasión, de cara a las próximas elecciones municipales y autonómicas, presenta Con la razón y con el corazón, dirigido por Guillermo Benet*. El trabajo es un reconocimiento, ante todo, de quienes combaten y resisten la ofensiva neoliberal que está degradando cada vez más la vida de la mayoría de la gente. Una llamada de atención a quienes no confían en la movilización y la solidaridad con medios de hacer frente a tanto desatino. y también un homenaje a Eduardo Galeano, en quien está inspirado el título del vídeo, basado en uno de sus aforismos del Libro de los abrazos: "¿Para qué escribe uno, si no es para juntar sus pedazos?
Desde que entramos en la escuela o en la iglesia, la educación nos descuartiza:
nos enseña a divorciar el alma del cuerpo y la razón del corazón".
*El trabajo se ha basado en la idea original de Felipe Vara de
Rey, ha sido puesto en escena por las bailarinas Itsaso A. Cano y Nalia
Palmero, bajo la dirección coreográfica de Itsaso A. Cano y Zukdance Cía, y la
composición musical ha sido realizada por Víctor Magro.
Accesibles y accesorias, un alegato contra el sexismo en la publicidad
Yolanda Domínguez ha ideado, puesto en práctica y editado un vídeo, que ha titulado Accesibles y accesorias, donde denuncia las prácticas publicitarias sexistas que ponen a la mujer como objeto para el consumo. La publicidad de la cadena Multiópticas "Ten esta sensación. Todas las veces que quieras" resulta ofensiva para las mujeres, desde el momento en que hace una identificación de éstas, ataviadas como prostitutas en un salón del lejano oeste americano, con las gafas: tanto unas como otras se pueden conseguir mediante una simple relación comercial.
La acción, atrevida y original, ha consistido en la filmación de un grupo de mujeres que, vestidas a la manera que aparecen en el anuncio, se presentan en una tienda de la cadena de productos ópticos. Sorprende ver las reacciones dispares que se suscitan desde el personal empleado a la clientela, pasando por la gente que pasaba por la calle. Según ha manifestado la propia directora, se llegó a llamar a la policía. En todo caso, se trata de un duro golpe al sexismo en la publicidad.
La acción, atrevida y original, ha consistido en la filmación de un grupo de mujeres que, vestidas a la manera que aparecen en el anuncio, se presentan en una tienda de la cadena de productos ópticos. Sorprende ver las reacciones dispares que se suscitan desde el personal empleado a la clientela, pasando por la gente que pasaba por la calle. Según ha manifestado la propia directora, se llegó a llamar a la policía. En todo caso, se trata de un duro golpe al sexismo en la publicidad.
jueves, 7 de mayo de 2015
¿De qué se queja Susana Díaz?
Se oye y se lee en algunos medios de comunicación afines al PSOE que Susana Díaz está cabreada porque no la dejan gobernar. En el primer debate de investidura, el pasado martes, rogó a Ciudadanos y Podemos que le permitieran formar gobierno para así demostrar que puede cumplir lo que prometió a última hora. Olvida, sin embargo, que en enero justificó la ruptura del pacto de gobierno con IU por falta de estabilidad. Lo que resulta evidente es que la jugada no le ha salido perfecta. Al menos por ahora. Y es que uno de los problemas lo tiene en que ahora la situación política sí que es claramente inestable. Y con visos de prolongarse en el tiempo, mientras no se resuelvan las elecciones que faltan por celebrar en lo que queda de año. Díaz quiere responsabilizar a los otros grupos de lo que ella misma ha generado. Sumisa a quienes la dirigen por detrás, hizo lo que hizo para evitar que no se pudieran aplicar medidas de calado social. Y encima se queja.
El desamor al arte de la señora Barberá
Rita Barberá, y lo que representa, la tiene tomada con el barrio valenciano del Cabanyal. En vez de rehabilitarlo, para que quienes viven en él puedan mejorar sus condiciones de vida, está obsesionada por convertirlo en una vía que conecte el centro de la ciudad con el mar y de paso en erigir un nuevo monumento a la especulación. La resistencia ciudadana lleva tiempo, empero, dificultando que eso ocurra. Y en medio de ello se suceden muestras de solidaridad, en las que no falta la expresión artística. Una ha sido la exposición fotográfica al aire libre que el artista Jorge López montó a base de retratos de gran tamaño de la gente del barrio, como una forma de poner caras humanas frente a la deshumanización del capitalismo depredador. El trabajo está inserto en el proyecto “Inside Out” que desarrollo el artista francés JR. Pero ni esto le gusta a la señora alcaldesa, que días pasados dio la orden de destruir el mural fotográfico: un pelotón de empleados de la limpieza, portando mangueras a presión y espátulas como armas, se lanzó a ejecutar la operación. ¡Qué pena!
(Fotos: http://www.makma.net/tag/jose-luis-perez-pont/)
(Fotos: http://www.makma.net/tag/jose-luis-perez-pont/)
miércoles, 6 de mayo de 2015
La caja B del Partido Popular Sociedad Anónima
Sí, PPSA, antes APSA. No es que me sorprenda lo que cada día sale acerca de este partido. Lo que ocurre es que las sospechas se van corroborando de qué manera. La última, la salida a luz de los "papeles de Naseiro" (ver eldiario.es), con los que buscó blindarse el que fue Tesorero en los años de tránsito de AP hacia el PP. El mismo que se salvó en 1992 de una condena porque el Tribunal Supremo consideró que las pruebas que lo inculpaban, junto a otros popes del partido, se habían obtenido irregularmente (ver, por ejemplo, en este cuaderno "Maestros y alumnos en el PP"). Listo él, para evitar ser utilizado como chivo expiatorio se fue a un notario y le entregó documentación comprometida que demuestra lo de la caja B del partido y la responsabilidad de quienes dirigían el partido, con José Mª Aznar a la cabeza. Como al final salieron de rositas él y su partido, lo que le siguió es lo que cada vez vamos conociendo más: comisiones, tramas de corrupción..., desde donde el partido ha pagado campañas electorales, sobresueldos o sedes, y desde donde mucha gente se ha enriquecido particularmente. Todo a costa del dinero público con que se han costeado tantas obras públicas, del suelo público y privado que se ha recalificado para la especulación, la ocultación de dinero a Hacienda o incluso el fraude a las arcas de la Seguridad Social.
martes, 5 de mayo de 2015
La línea del fascismo en la familia Le Pen
Tres generaciones y el mismo apellido: Le Pen. Y hasta ayer, el mismo partido: Front National, el Frente Nacional. Marie, la hija, se ha enfadado con el patriarca, el abuelo-padre, porque no ha admitido que haya dicho que la ocupación alemana entre 1940 y 1944 no fue tan mala. No ha hecho más que recordar sus simpatías por el nazismo y el régimen de Vichy que presidió el mariscal Petain, a la vez que su adscripción a lo que en Francia se conoce como negacionismo.
Es algo que Jean-Marie lleva defendiendo desde hace mucho tiempo, por no decir que desde sus orígenes políticos, que a la vez ha conformado uno de los componentes del partido que fundó hace más de cuatro décadas, cuando recogió los restos de lo que quedaba de los años del colaboracionismo y el malestar de quienes sintieron la independencia argelina como una traición. Fueron los primeros años de una travesía por el desierto político, no así en lo personal, pues fue el momento en que Jean-Marie se dotó de una fortuna pecuniaria nada desdeñable.
La cosa cambió en los años ochenta -dicen que con la ayuda de François Mitterrand, deseoso de dividir el voto de la derecha-, cuando el FN empezó un crecimiento que no ha parado hasta ahora. Para ello se ha alimentado de una fuerte xenofobia, un nacionalismo exacerbado y un antieuropeísmo feroz. Un discurso que ha ido calando en los medios más vulnerables de la sociedad francesa no inmigrante y entre las clases medias basadas en la pequeña propiedad, enlazando en parte con la tradición de los movimientos fascistas.
Con Marie llevando las riendas del partido se han ido enterrando aquellos aspectos del discurso que estorban al crecimiento electoral. Atrás han ido dejando el rancio antisemitismo, sustituido por una islamofobia más eficaz, y, por supuesto, el recuerdo de un colaboracionismo que poco tiene de patriota. Para ello Marie cuenta con el apoyo de la tercera generación familiar, la que representa Marion, su sobrina y, a la vez, nieta de Jean-Marie. Está por ver cómo queda la cosa, pero por de pronto el viejo cascarrabias, lejos de callarse, sigue queriendo hacer valer su orgullo personal y ascendiente político.
Es algo que Jean-Marie lleva defendiendo desde hace mucho tiempo, por no decir que desde sus orígenes políticos, que a la vez ha conformado uno de los componentes del partido que fundó hace más de cuatro décadas, cuando recogió los restos de lo que quedaba de los años del colaboracionismo y el malestar de quienes sintieron la independencia argelina como una traición. Fueron los primeros años de una travesía por el desierto político, no así en lo personal, pues fue el momento en que Jean-Marie se dotó de una fortuna pecuniaria nada desdeñable.
La cosa cambió en los años ochenta -dicen que con la ayuda de François Mitterrand, deseoso de dividir el voto de la derecha-, cuando el FN empezó un crecimiento que no ha parado hasta ahora. Para ello se ha alimentado de una fuerte xenofobia, un nacionalismo exacerbado y un antieuropeísmo feroz. Un discurso que ha ido calando en los medios más vulnerables de la sociedad francesa no inmigrante y entre las clases medias basadas en la pequeña propiedad, enlazando en parte con la tradición de los movimientos fascistas.
Con Marie llevando las riendas del partido se han ido enterrando aquellos aspectos del discurso que estorban al crecimiento electoral. Atrás han ido dejando el rancio antisemitismo, sustituido por una islamofobia más eficaz, y, por supuesto, el recuerdo de un colaboracionismo que poco tiene de patriota. Para ello Marie cuenta con el apoyo de la tercera generación familiar, la que representa Marion, su sobrina y, a la vez, nieta de Jean-Marie. Está por ver cómo queda la cosa, pero por de pronto el viejo cascarrabias, lejos de callarse, sigue queriendo hacer valer su orgullo personal y ascendiente político.
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