No mucho después, quizás de inmediato, me hice con el libro Inventario. Poesía completa. 1950-1980 (Madrid, Visor,1981), que me recomendó Alberto, compañero de estudios. Y devorarlo e iniciar un proceso de musicación de algunos de los poemas fue casi al unísono. El primero fue "Por qué cantamos" y así le siguieron otros tantos hasta un total de 10. En su día hice una grabación casera, que no hace mucho logré digitalizar, lo que me permite volver a escuchar las canciones de vez en cuando. A veces, después de tantos años transcurridos, con recuerdos que me van llegando y, claro está, con nostalgia.
Por los años 80 Benedetti fue uno de los escritores más "de moda". Contribuyó a ello su colaboración en el diario El País, para el que llegó a escribir una columna semanal, que dio lugar al posterior libro El desexilio y otras conjeturas (Madrid, El País, 1984). Por esos años también empecé a leer sus célebres relatos cortos, como Cuentos (Madrid, Alianza,1983), o algunas novelas, como La tregua (Madrid, Alianza,1983).
Pero, volviendo al mundo de las canciones, Benedetti fue también motivo de musicación por varios cantantes, además de lo ya aludido de Alberto Favero y Nacha Guevara. En 1982 Pablo Milanés incluyó en su disco Acto de fe la canción "Hombre preso que mira a su hijo". Tres años después, en 1985, Joan Manuel Serrat, sacó su álbum El sur también existe, en su totalidad con poemas del escritor uruguayo. Y en el mismo año se dio una colaboración entre el propio escritor y su compatriota Daniel Viglietti, que crearon el disco A dos voces y, a la vez, se dedicaron a recorrer varias ciudades actuando en recitales. Entre ellos, el habido en Salamanca, donde tuve la suerte de estar presente y degustar sus voces en directo: uno, declamando y el otro, cantando.
Lo que presento ahora son los poemas que fui musicando en los primeros años de la década de los 80. El orden se corresponde con la grabación casera a la que antes aludí. Tengo que hacer, no obstante, una apreciación sobre "Intimidad". Inicialmente la musiqué sobre el poema incluido en Poemas de otros, dentro del cual están Poemas de amor y desamor. Años después descubrí que otra versión del poema, con algunas variaciones, lo había incluido Benedetti en el poemario Contra los puentes levadizos. Eso me permitió que al final acabara cantando la canción con las dos versiones, empezando por la más antigua. Eso hice, por ejemplo, en un homenaje que dedicamos al escritor en junio de 2009 en Vejer (concretamente, en el bar "El Caballo"), en el que interpreté varias canciones junto a Montse, Juanjo y Felisa. ¡Qué tiempos tan tiernamente locos!
He aquí, pues, los poemas.
Estados de ánimo
A veces me siento
como un águila en el aire
(de una canción de Pablo Milanés)
Unas veces me siento
como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.
Unas veces me siento
como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.
A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme.
(De Poemas de otros, 1973-1974).
Los héroes
Resido en una región donde los héroes
suelen morir de lumbre y osadía
pero de todos modos esplenden fulgen
siguen reverberando
existen en los ojos de los niños
y desde las grandes vallas comparecen
transforman
aprueban
acompañan
en mi lejano país en cambio
los héroes
que también los hay
no pueden ser nombrados en voz alta
ni abrazados por una bandera
ni siquiera aludidos por el llanto
sencillamente no han sido autorizados
a existir como cadáveres
y menos aún
como cadáveres reverberantes
ah pero ¿quién podrá evitar
que desde su inexpugnable clandestinidad
esos muertos ilegales
conspiren?
(De Cotidianas, 1979).
No te salves
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
(De Poemas de otros, 1973-1974).
Cotidiana 5
Hay un día en que se nace
a la gloria y a la suerte
a la suerte y a la muerte
hay un día en que se nace
y en penumbra tan temprana
que no duele ni se nombra
la luz muere con la sombra
de la vida cotidiana
hay un sol que da sentido
a la gloria y a la suerte
a la suerte y a al muerte
hay un sol que da sentido
y en mitad de la mañana
abre rumbos y salidas
en las idas y venidas
de la vida cotidiana
hay un cielo que responde
a la gloria y a la suerte
a la suerte y a la muerte
hay un cielo que responde
y en la calma soberana
de un solemne mediodía
junta penas y alegría
de la vida cotidiana
hay un sueño que se acerca
a la gloria y a la suerte
a la suerte y a la muerte
hay un sueño que se acerca
y en la siesta y resolana
ponen lágrimas y besos
los convictos y confesos
de la vida cotidiana
hay crepúsculos que invocan
a la gloria y a la suerte
a la suerte y a la muerte
hay crepúsculos que invocan
y en la cumbre más lejana
el sol muere como un toro
con la sangre y con el oro
de la vida cotidiana
siempre hay una causa digna
de la gloria y de la suerte
de la suerte y de la muerte
siempre hay una causa digna
pero no es la lucha vana
de quien busca satanases
en las guerras y en las paces
de la vida cotidiana
hay por último un letargo
de la gloria y de la suerte
de la suerte y de la muerte
hay todo eso y sin embargo
en la noche veterana
del amor que es buena gente
va dejando la simiente
de otra vida cotidiana.
(De Cotidianas, 1979).
Te quiero
Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro
tu boca que es tuya y mía
tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos
y por tu rostro sincero
y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero
y porque amor no es aureola
ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola
te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente viva feliz
aunque no tenga permiso
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
(De Poemas de otros, 1973-1974).
Todavía
No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría
palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo
tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto
nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa
sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía
pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro
y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido
y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más
todavía.
(De Poemas de otros, 1973-1974).
José Martí Pregonero
Tu nombre es como el crisol
donde se funde la hazaña
tu nombre es como la caña
que endulza con lluvia y sol
de su destino naciente
sólo tu pueblo es el dueño
cual figuraban en tus sueño
por fin es libre tu gente
josé martí pregonero
no moriste en tu pregón
tus versos viven y son
pregones de un pueblo entero
tu isla exporta el verano
y hay flamboyán y justicia
la buena tierra nutricia
da frutos para el cubano
tu nombre es como el crisol
donde se funde la hazaña
tu nombre es como la caña
que endulza con lluvia y sol
tan sobrio y tan desbordante
tan bueno y tan orgulloso
tan firme y tan generoso
tan pequeño y tan gigante
tan profundamente isleño
tan claramente cubano
tan latinoamericano
en tu suelo y en tu sueño
siempre nos tienes despierto
con tu constante mirada
con tu suerte despejada
y con tu fe de ojos abiertos
tu nombre es como el crisol
donde se funde la hazaña
tu nombre es como la caña
que endulza con lluvia y sol.
(De Cotidianas, 1979).
Distancia
Pensar que en un antes neblinoso y remoto
tu adolescencia era cotidiana
y notabas en las yemas de los dedos
las variables superficies de vida
que ahora sentís a veces en las uñas
en aquel breve prólogo del duelo
te recordás empero como un náufrago
que jamás había estado en un navío
o asimismo como un reloj de arena
al que nadie se ocupó de subvertir
pero también te evocás como un presagio
con el que hoy tenés hondas diferencias.
(De Cotidianas, 1979).
Intimidad
Soñamos juntos
juntos despertamos
el tiempo
mientras tanto
hace o deshace
no le importan
tu sueño
ni mi sueño
somos dóciles
torpes
destructibles
pensamos que no cae
esa gaviota
que más allá del fin
hay otra orilla
que la batalla es nuestra
o de ninguno
vivimos juntos
juntos
nos destruimos
pero la destrucción es una broma
un detalle
una ráfaga
un instante
un abrir y cerrarse
de ojos ciegos
ah nuestra intimidad
es tan inmensa
que la muerte la esconde
en su vacío
(De Contra los puentes levadizos, 1965-1966).
Intimidad
Soñamos juntos
juntos despertamos
el tiempo hace o deshace
mientras tanto
no le importan tu sueño
ni mi sueño
somos torpes
o demasiado cautos
pensamos que no cae
esa gaviota
creemos que es eterno
este conjuro
que la batalla es nuestra
o de ninguno
juntos vivimos
sucumbimos juntos
pero esa destrucción
es una broma
un detalle una ráfaga
un vestigio
un abrirse y cerrarse
el paraíso
ya nuestra intimidad
es tan inmensa
que la muerte la esconde
en su vacío
quiero que me relates
el duelo que te callas
por mi parte te ofrezco
mi última confianza
estás sola
estoy solo
pero a veces
puede la soledad
ser
una llama.
(De Poemas de otros, 1973-1974).
Por qué cantamos
Si cada hora viene con su muerte
si el tiempo es una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires
la vida es nada más que un blanco móvil
usted preguntará por qué cantamos
si nuestros bravos quedan sin abrazo
la patria se nos muere de tristeza
y el corazón del hombre se hace añicos
antes aún que explote la vergüenza
usted preguntará por qué cantamos
si estamos lejos como un horizonte
si allá quedaron árboles y cielo
si cada noche es siempre alguna ausencia
y cada despertar un desencuentro
usted preguntará por que cantamos
cantamos por qué el río está sonando
y cuando suena el río / suena el río
cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino
cantamos por el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo
cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos
cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota
cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta
cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza.
(De Cotidianas, 1979).
(Imagen: ilustración de Justo Barboza, publicada en el diario El País, 1982).