El Tribunal Supremo, (de hecho) contra el derecho de huelga
El Tribunal Supremo acaba de perpetrar un nuevo ataque a los derechos laborales. Esta vez ha sido el derecho de huelga, que a partir de ahora se va ver limitado, cuando no vaciado, tras la resolución que se ha hecho pública hoy: que la empresa cuya plantilla esté en huelga pueda contratar los servicios de otra. Un paso atrás más. Pese a otras sentencias judiciales que intentaban frenar esa deriva antisocial, como la emitida en 2015 por una sala de lo Social de la Audiencia Nacional, que dio la razón al sindicato CGT. El máximo tribunal de justicia, sin embargo, sigue en la línea de una justicia injusta que favorece descaradamente a quienes tienen más.
El Tribunal Supremo acaba de perpetrar un nuevo ataque a los derechos laborales. Esta vez ha sido el derecho de huelga, que a partir de ahora se va ver limitado, cuando no vaciado, tras la resolución que se ha hecho pública hoy: que la empresa cuya plantilla esté en huelga pueda contratar los servicios de otra. Un paso atrás más. Pese a otras sentencias judiciales que intentaban frenar esa deriva antisocial, como la emitida en 2015 por una sala de lo Social de la Audiencia Nacional, que dio la razón al sindicato CGT. El máximo tribunal de justicia, sin embargo, sigue en la línea de una justicia injusta que favorece descaradamente a quienes tienen más.
