Que el sistema sanitario de EEUU es muy desigual, es cierto. Que los sectores sociales más humildes, donde abundan más las minorías raciales, son los más vulnerables, tampoco cabe duda. Que en sistema predominan los intereses de las grandes corporaciones privadas de la medicina y la farmacia, resulta evidente. Que los indicadores demográficos como la mortalidad infantil, la materna durante el parto o la esperanza de vida, donde se observa el grado de bienestar de los países, están por debajo de la mayor parte de los países europeos e incluso de la vecina Cuba, es también constatable. Que las estadísticas oficiales fallan estrepitosamente, consecuencia del abandono sistémico de la salud por el estado, es algo que quizás conozcamos menos, pero es real.
Acabo de leer el artículo "La verdadera tasa de mortalidad materna en EEUU", de Benjamin Mateus. Lo ha publicado traducido Rebelión desde la fuente original en inglés wsws.org. Los datos que reflejan la gráfica* son muy elocuentes: el aumento de la mortalidad materna desde 2004, que en el caso del estado de Texas resulta escandaloso. A ello hay que unir el recorte en recursos humanos sanitarios, en este caso en obstetricia y y ginecología, por lo que se prevé que siga incrementándose.
En un estudio del Centro para
el Control y la Prevención de Enfermedades se dicen cosas como ésta: "En términos
generales [se ha concluido] que la TMM ajustada para 48 estados y
[Washington] DC era 18.8 en 2000 y aumentó a 23.8 en 2014, un aumento del 26.6
%. Estos datos se basaban en 7.269 muertes maternas y 46.722.133 bebés nacidos
vivos en los años intermedios. Un 20 % del aumento observado en el aumento no
ajustado se debió a un aumento real de la mortalidad materna y un 79.9 % a una
mejora de la verificación".
*Tasas de
mortalidad materna para 48 estados de Estados Unidos, Washington DC (48+DC), Texas (TX) y
California (CA), a partir de datos publicados por Colegio de Obstetricias y
Ginecólogos estadounidense y TMM del Centro para el Control y la Prevención de
Enfermedades (CDC).