La
Cumbre sobre el Cambio Climático (COP24) celebrada en la ciudad polaca de
Katowice se ha saldado con un sonoro fracaso. Una verdadera marcha atrás en
relación al Acuerdo de París firmado hace dos años. Un revés en el objetivo de reducir la emisión de gases
contaminantes para, a su vez, reducir el aumento de la temperatura media en el
planeta. Una agresión contra la humanidad, contraria a los propósitos marcados
por la ONU y al respeto de los derechos humanos.
Y en el centro de esa regresión, una vez más, EEUU, ahora con un negacionista del cambio climático en la presidencia. Y sus principales aliados: el estado feudal petrolero que representa Arabia Saudita, el Brasil que ha aupado al frente al fascista Balsonaro… O una tímida y dividida Unión Europea, incapaz de encontrar la cohesión necesaria para las cosas importantes que afectan a las personas, mientras dicta o permite medidas contrarias.
Queda
mucho por hacer. Pero son muchos lugares del mundo donde sus gentes no desisten
ante lo que más que un suicidio colectivo es un asesinato masivo que tiene
claros responsables.
Es
necesario tomara en valor que, “Dado que nuestros líderes se están comportando
como niños, nos toca a nosotros asumir la responsabilidad que deberían haber
asumido ellos hace mucho tiempo”, como apuntó ante el Secretario General de la
ONU, António Guterres, la joven activista sueca de 15 Greta Thunberg. La misma que acusó a los responsables de estar "robando el futuro a vuestros hijos".
Como
también lo es sumarse al llamamiento que centenares de organizaciones y cientos
de miles de personas pertenecientes a 129 países han hecho en pro de la justicia climática:
“aliarse
con las personas y pueblos de todo el mundo –no con los grandes contaminadores–
y tomar acciones inmediatas para abordar la crisis climática.
El
cambio climático es la crisis de nuestra época. Este diciembre, en la COP24,
ustedes establecerán las reglas para implementar el Acuerdo de París, cuyas
políticas afectarán la vida de billones de personas.
La
urgencia de la crisis climática requiere una respuesta justa centrada en los
derechos humanos, la equidad y la justicia”.