Este sábado, día 15 de diciembre, se ha convocado en Madrid una manifestación con el lema #nohayjusticia. Lo han hecho más de cien colectivos y se ha elaborado para ello un manifiesto, en cuyo texto se deja constancia de las graves deficiencias existentes en la administración de justicia española:
"con
frecuencia, se están dictando distintas resoluciones del Tribunal Supremo, el
Constitucional y la Audiencia Nacional que, con una interpretación abusiva de
la ley, son una clara vulneración de los derechos civiles y políticos. Esta
dinámica genera indefensión en la ciudadanía, a la vez que alarma social producto
de la creciente falta de confianza en la tarea del Poder Judicial".
Una realidad tan evidente con desastrosas consecuencias que no podemos seguir permitiendo. Se requiere la movilización ciudadana para evitar que sea una justicia que beneficie a los detentadores del poder político y económico, mientras la mayoría de las personas se ven abocadas a tener que sufrir, cuando se da el caso, situaciones degradantes y, ante todo, injustas.
Es lo que se afirma con rotundidad al final manifiesto:
"Queremos
poner en evidencia que el poder judicial protege las élites y que la
judicialización de la vida política es un mecanismo que se aplica
sistemáticamente contra toda forma de discrepancia política que quiere ser
transformadora y que pretende actuar para superar el régimen de 1978. Por todo
esto, denunciamos que, ahora hace 40 años, se instauró una transición que
pretendía blindar la monarquía, perpetuar los privilegios de las oligarquías y
restringir los derechos civiles y políticos, tanto de la ciudadanía como de las
diversas Naciones del Estado español".