El verano pasado escuché de un conocido cómo justificaba el que tanta gente joven tenga que salir de España en busca de trabajo. Decía él que eso era bueno y recordaba cómo hace décadas tuvieron que emigrar muchas personas a otros países. Añadió también que era una manera de aprender otros idiomas. Lo que estaba haciendo era reproducir un discurso muy conocido, utilizado, entre otros, por una ministra del gobierno, que llegó a hablar de movilidad exterior para referirse a ello. Le repliqué a ese conocido que salir al extranjero es bueno cuando no te ves obligado a hacerlo, porque, de lo contrario, habría que pensar en un problema más grave, como es la falta de trabajo y, por tanto, de perspectivas. Se trataba de la misma persona que hace tres o cuatro años despreciaba que hubiera estudiantes que se fueran a otras universidades con las becas Erasmus. Esgrimía entonces que salir fuera era una tontería, que se perdía tiempo y que ya se aprendía suficiente en la universidad propia.
Anteayer leí en un periódico digital de la órbita (neo)liberal un artículo en el que su autor recordaba su año de "estudiante erasmus" en Roma hace un par de décadas. Aparte de la colección de tópicos que usó (que si "los erasmus" no hacen nada, que si sólo sirve para aprender idiomas por la vía del ligue, que si la fama...) y de salvarse, por supuesto, a sí mismo como estudiante destacado, vino a decir que lo que en realidad ocurre es que en esas becas europeas hay mucho derroche. En fin, un perfecto discurso neoliberal.
Y ayer salta la noticia: el recorte de las becas Erasmus por parte del ministerio de Educación, pero, atención, a posteriori. Es decir, ya concedidas y con la gente en sus respectivos destinos. José Ignacio Wert, fiel mercenario de sus jefes, ha matizado que eso no afectará a quienes en el curso anterior hayan tenido una beca, queriendo resaltar que sólo recibirán ayudas quienes tienen pocos recursos y hayan sido sacado buenas notas. El resto, si quiere seguir estudiando fuera, que se lo pague.
No sé qué número de estudiantes va a quedarse con el culo al aire, lo que conllevaría tener que volver a España o hacer un esfuerzo económico mayor para seguir en el destino. Pero no está de más recordar que las becas Erasmus sólo cubren una parte de los gastos de estancia, en torno a 300 euros. Que yo sepa, sólo dos comunidades -Cataluña y Andalucía- aportan una cantidad complementaria, que permite una mayor holgura, pero en todo caso resulta insuficiente para cubrir todos los gastos.
Acabo de leer que en Bruselas no caído bien la medida y que varias comunidades donde gobierna el PP han puesto el grito en el cielo.
Todo un cúmulo de despropósitos. Que siguen estando consentidos.
Post scriptum
Acabo de leer que Wert ha rectificado. No lo ha hecho por aquello de "rectificar es de sabios". Podría sustituirse de esta manera: "rectificar... por los votos". El próximo año hay elecciones y, además, europeas.