La investigación llevada a cabo por el Centro Universitario de Medicina Legal de Suiza acerca de la causa de la muerte de Yasir Arafat en 2004 ha concluido que murió como consecuencia de la presencia de polonio. Se trata de un elemento radiactivo letal, del que se han encontrado dosis muy elevadas en varias partes de su cuerpo. La investigación ha sido producto del empeño de su viuda, que siempre sospechó del complot contra su marido. Se han confirmado, así, las sospechas, resultando evidente que fue asesinado. ¿Quiénes lo organizaron? ¿Quienes lo ejecutaron? Una respuesta difícil, de la que por ahora sólo se pueden plantear hipótesis. Se ha hablado del estado de Israel y también de sectores palestinos del integrismo religioso radical.
Las sospechas principales, sin embargo, se centran en el estado de Israel, algunos de cuyos dirigentes anunciaron varias veces que Arafat era uno de sus objetivos. He leído que Ariel Sharon llegó a confesar que en 13 ocasiones. Lo dudo, y no porque me parezcan bastantes pocas, sino porque tuvo que soportar una amenaza permanente como líder de la OLP. El propio Arafat llegó a referirse a unos cuarenta intentos. De lo qué sí hay constancia clara es de algunos de esos intentos. Veamos tres de ellos, con el denominador común del ataque aéreo y de haber provocado numerosas víctimas.
Uno fue en el verano de 1982 durante el cerco sobre Beirut, la capital libanesa, cuando las fuerzas militares israelíes, comandadas por el propio Sharon, lanzaron un ataque sobre la sede principal de la OLP. Otro tuvo lugar en octubre de 1985 en Túnez, cuando la aviación israelí desarrolló una operación, entre osada e inaudita, atacando de nuevo la sede de la OLP, que se había desplazado por entonces a las cercanías de la capital tunecina. Y otro a finales de 2001 en Ramala, la capital de Cisjordania, cuando Arafat salió ileso de un ataque con helicópteros contra el palacio presidencial de la Autoridad Palestina.
Para Stephen Lendman no hay duda sobre quién lo hizo, como ha escrito en su artículo "Israel envenenó a Arafat", publicado hoy en Rebelión. En todo caso, aún no se ha demostrado. La única certeza por ahora es saber que el objetivo de matarlo se cumplió, aunque fuera por la vía del envenenamiento radiactivo.