Las delegaciones del gobierno colombiano y las FARC-EP han llegado a un acuerdo que abre un horizonte esperanzador en el país sudamericano. En el comunicado firmado, que se hizo público ayer mismo, se resalta haber alcanzado "un acuerdo fundamental sobre el segundo punto de la Agenda contenida en el 'Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera', denominado Participación Política".
Más concretamente, las dos partes han llegado a tres acuerdos: sobre "derechos y garantías para el ejercicio de la Oposición política" tanto por las FARC como los movimientos que se quieran sumar al proceso de paz; sobre los "mecanismos democráticos de participación ciudadana"; y sobre "medidas efectivas para promover mayor participación en la política nacional, regional y local de todos los sectores, incluyendo la población más vulnerable, en igualdad de condiciones y con garantías de seguridad".
Se trata del paso más tangible desde que en el verano del año pasado se iniciaran en La Habana las conversaciones de paz. Cuba y Noruega están actuando como países garantes del proceso, a los que hay que unir Chile y Venezuela, que actúan como acompañantes. Hay que mencionar también la labor que está realizando la Oficina de Naciones Unidas en Colombia y el Centro de Pensamiento Para la paz de la Universidad Nacional, así como las aportaciones de las mesas regionales organizadas por las Comisiones de Paz del Senado y la Cámara de Representantes de Colombia.