El pinar de la Breña, pequeño pulmón verde
Hace unos meses formé parte de una comisión que tenía como misión la elección de una bandera para el municipio. Sin entrar en el detalle de las propuestas que se presentaron, hubo una que me pareció la más adecuada. Motivos heráldicos aparte, que no considero sustanciales, los tres colores que la componían eran los que consideraba que mejor podían simbolizar la imagen del pueblo. Uno de ellos era el color verde, relacionado con el pinar que rodea al núcleo principal del municipio por el oeste y el noroeste. Razoné el porqué de su posible presencia, pero me topé con una mezcla de incomprensión y rechazo. Algo que no me resulta extraño. Una triste realidad que llevo percibiendo desde las casi tres décadas que llevó viviendo aquí. El pinar, catalogado como una de las partes del parque natural al que pertenece, sigue sin ser admitido por buena parte de la gente del lugar. Sigue siendo visto más como una rémora que como un valor de primer orden. Cuesta mucho que sea reconocido como un patrimonio que debe ser conservado. Sería injusto, empero, olvidarme de quienes piensan lo contrario y hacen todo lo posible por preservarlo y dignificarlo. Y es que disponer de este pequeño pulmón verde, bello en sí mismo, es un verdadero lujo. Como tantos otros bosques repartidos por el mundo, merece ser querido. De todos ellos depende nuestro futuro como una especie más que somos de la naturaleza. Ayer se recordaba esto como Día Mundial de los Bosques. Lástima que la bandera recién elegida no contemple el color que lo hubiera simbolizado. Una ocasión perdida.