Todo resulta muy extraño. Y oscuro. Salvo que las sospechas recaen en la CIA o sus anexos. El día 28 se inició la cumbre en Hanoi, la capital del Vietnam, entre Kim Yong-un y Donald Trump, pero la reunión se interrumpió al poco. Hay quienes han establecido una relación entre el asalto y el fin de la cumbre. Pero, en todo caso, el tratamiento informativo que se ha dado en los medios de comunicación españoles ha sido muy escaso. Como si existiera una cortina de silencio.
Hace unos días Rebelión publicó un artículo de Higinio Polo, "Corea del Norte: comandos paramilitares en Madrid", que resulta verosímil. En él se describe brevemente la forma como se perpetró el asalto y lo relaciona con otros tantos que EEUU lleva protagonizando por numerosos países desde hace años. Pero ante todo apunta a lo ocurrido en la cumbre de Hanoi, donde las pretensiones de EEUU suponían la imposición de condiciones inasumibles por parte de Corea del Norte.
Y en medio de este conflicto internacional, la violación de la soberanía territorial española. Digo yo. ¿O no?