sábado, 7 de diciembre de 2019

Cervantes y la libertad de las mujeres, un excelente libro de J. Francisco Peña

A principios de octubre tuvieron lugar en Zahara de los Atunes las II Jornadas sobre la Picaresca en Época Cervantina, organizadas por su Entidad Local Menor, que tiene al frente al entusiasta Agustín Conejo. Sólo pude asistir a las ponencias del primer día, entre las cuales me llamó mucho la atención la presentada por J. Francisco Peña, que se centró en el tema "Cervantes y la libertad de las mujeres". La disertación me sorprendió gratamente, tanto por el tema en sí como por la forma en que lo hizo el profesor Peña, docente ya jubilado, pero que continúa su labor al frente del Instituto Universitario de Investigación "Miguel de Cervantes", ligado a al Universidad de Alcalá.

Al final del acto adquirí gustoso el libro que precisamente lleva el mismo título de la ponencia. Y después de un par de meses ajetreado en idas y venidas he podido leerlo y hacerlo con el mismo deleite con que en su día seguí la disertación.


He sido lector de Cervantes desde mi juventud adolescente, cuando devoré sus Novelas ejemplares, hasta Don Quijote de la Mancha, que logré concluir, en una lectura continuada y después de varios intentos fallidos, hace una decena de años. Por entonces dediqué a la obra tres entradas en mi cuaderno y que titulé "El Quijote, por fin" (1, 2 y 3).       


Pero volviendo al principio, con Cervantes y la libertad de las mujeres (Madrid, 2018, UAH) estamos ante un libro que, aun no teniendo mucha extensión (133 páginas), nos introduce en las entrañas de un mundo, literario y real, que para mí, y creo que para mucha gente, resulta desconocido. Conocía la influencia del erasmismo en la obra de Cervantes. Encontré hace muchos años en "El tiempo del Quijote", de Pierre Vilar, un referente sobre el trasfondo histórico de una obra incrustada en el fin de una época de esplendor imperial y que sacaba a la luz sus contradicciones.


No siendo el profesor Peña pionero en la dimensión con que ha tratado en su libro el conjunto de la obra de Cervantes, ha sido capaz de sintetizar la lectura de cada una de las obras que la componen. Dentro del paradigma de la perspectiva de género, que no es otra cosa que una perspectiva feminista, pone de relieve que Cervantes aúna los principios del humanismo renacentista con una propuesta de actitud vital donde la identidad femenina cobra tal importancia, que nos presenta la idea de igualdad entre varones y mujeres.

Pero no sólo, pues entresaca de los personajes, sobre todo femeninos, las propias vivencias que el autor del Quijote tuvo y conoció, dentro de un entorno familiar lleno de mujeres libres, decididas y transgresoras, capaces de romper con los tabúes y los corsés sociales del momento. Fueron los actos y las vivencias de su tía, de su madre, de sus hermanas o de su sobrina las que le insuflaron ese espíritu libre. Eso, unido a lo que vivió como viajero permanente por Italia, el norte de África y las tierras peninsulares, hizo que la libertad de acción y de pensamiento y la igualdad al margen de jerarquías sociales y de género se erigieran en el centro de su vida y en las acciones de sus personajes. 

Es lo que explica, por ejemplo, que Preciosa, la protagonista de la novela ejemplar La gitanilla, pronunciara este alegato pleno de libertad: "Por la ley de mi voluntad, que es la más fuerte de todas". O que en la pieza de teatro La gran sultana el sultán turco tuviera que reconocer que se situaba en el mismo plano de igualdad que Catalina de Oviedo, una cautiva cristiana: "No eres mía, tuya eres". 

En definitiva, un libro que merece la pena leerlo. Hacerlo nos anima y ayuda a que podamos afrontar la lectura o relectura de las obras de Cervantes con otra mirada.