La Alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, acaba de destituir a Carlos Sánchez Mato, edil de Economía y Hacienda, y miembro de IU. Mal asunto y mal síntoma. Lo primero, porque ha provocado una crisis en el gobierno municipal que no se sabe por dónde va a salir. Hay concejales que no están de acuerdo y pueden también dimitir. Lo segundo es lo más importante y supone, en realidad, la causa. Sánchez Mato está entre quienes no apoyan la postura de Carmena de obedecer la decisión del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que ha amenazado al ayuntamiento madrileño con intervenirlo si no cede en su plan de saneamiento económico. Como en su día ya me referí, un chantaje del ministro, que no soporta una gestión económica que ha disminuido la deuda municipal a la vez que aumentado el gasto social, porque quiere que éste se destine a pagar la deuda externa del conjunto del estado con los bancos especuladores. Y Carmena, ¡ay!, ha aceptado el chantaje. Como también lo han hecho más miembros del gobierno municipal.