"Fue mito en
los años 70. Su imagen barbuda, ataviado con una gorra, vendió millones de
iconos en forma de póster e insignias por todo el mundo. Ha sido, posiblemente,
el guerrillero más famoso. Nació en Argentina (Rosario, 1928), donde estudió
medicina, y de allí no paró de viajar por toda América Latina. En Guatemala
luchó en 1954 a favor del régimen progresista de Arbenz y contra la invasión
estadounidense. En Méjico se unió en 1956 al grupo de cubanos, liderado por
Fidel Castro, que en el barco Granma partió para Cuba y desde Sierra Maestra
combatió la dictadura de Batista. Triunfante la revolución a principios de 1959
ocupó distintos puestos de responsabilidad, destacando el de ministro de
Industria desde 1961. Muy crítico con los errores propios y ajenos, optó por
impulsar entre la gente los incentivos morales frente a los materiales, en la
línea de lo que él llamó el hombre nuevo
("su imagen no está aún fijada, nunca lo podrá estar, ya que esta
evolución es paralela al desarrollo de las nuevas estructuras
económicas"). Sus viajes por distintos países del mundo le llevaron a una
posición crítica frente a los regímenes socialistas ("no tenemos que crear
asalariados sumisos al pensamiento oficial"), pero también a intensificar
su actitud antiimperialista ("crear dos, tres, muchos Vietnam").
Abandonó Cuba para seguir en su actividad guerrillera, primero en el Congo y
finalmente en Bolivia, donde llegó con la intención de crear un foco
guerrillero que pudiera extenderse por el resto del continente. Su vida fue
así, llena de una permanente consecuencia que le llevó incluso a la muerte en
la cordillera andina hace ahora 30 años cuando, tras ser capturado por el
ejército boliviano, fue fusilado por un oficial que hubo de emborracharse para
llevar a cabo su acción".
(Debate Ciudadano de Barbate, n. 20,
septiembre de 1997).