jueves, 12 de octubre de 2017

La rendición de Brenda, un alegato contra el poder y las guerras




























El Teatro Moderno de Chiclana sigue ofreciendo la posibilidad de ver teatro. La obra que nos ocupa, que vimos el pasado día 6, ha sido una muestra más y el resultado, pese a la crónica pobre asistencia de público, altamente satisfactorio. La rendición de Brenda es una pieza interesante, escrita y dirigida por Nacho Gómez, representada y puesta en escena de una forma excelente por Teatro Exiguo, un grupo sevillano de otros tantos que en esa ciudad nacen y trabajan para intentar ofrecer a la gente productos culturales donde se aúnan la crítica social y el buen hacer profesional. Tres actores -Almudena Ruiz, el propio Nacho Gómez y un versátil Mané Solano- y una figura, a modo de espectro, cuya voz de cante pone el acento al ambiente tenebroso dominante.


Quizás pueda parecer una obra pesimista, como el propio título indica y como finalmente Brenda y Brando acaban haciendo. Dos personas humildes, como tantas otras, que han de pasar por una sucesión de situaciones con las que se enfrentan impotentes ante el poder arbitrario del sistema que los oprime. Una sucesión también de diálogos, entre absurdos y surrealistas, que ponen al descubierto la hipocresía y el estado de corrupción de quienes detentan el poder en sus distintos ámbitos: político, militar, económico, judicial, religioso...

La guerra se convierte en el marco más propicio para que quienes detentan el poder se perpetúen en el mismo y quienes, como Brenda y Brando, poco puedan hacer. Ignoro si ese pesimismo expresado por el autor es consciente o si sólo se trata de una advertencia de lo que nos puede ocurrir si no tomamos carta en el asunto.