lunes, 13 de julio de 2020

Similitudes, diferencias y alguna conclusión en los resultados de las elecciones gallegas y vascas 2020

Espero que se me entienda lo que voy a decir sobre los resultados de las dos elecciones habidas ayer. Partiendo, eso sí, de dos realidades políticas bastante diferentes. Por un lado, hay importantes similitudes. Y por otro, diferencias notables. Voy a hacer un esfuerzo por explicarme.

En primer lugar ha sido el triunfo de la moderación. En Galicia, por parte de un PP o, más bien, de la marca Galicia/Feijóo (48%), que tiene poco que ver con el PP central y menos, con el de Pablo Casado y su gente. En el País Vasco, de ese PNV (39'1%) que sabe actuar con la habilidad suficiente para sacar tajada ayudando al gobierno central y dejándose ayudar en su comunidad para mantener la estabilidad necesaria.


En segundo lugar ha sido una derrota de los dos partidos que conforman el gobierno central, aunque menor en el PSOE que en Unidas Podemos. En el caso del PSOE, quedando en tercer lugar en las dos elecciones (19'4% en Galicia y 13,6% en el País Vasco). Y cuanto a las dos versiones territoriales de Unidas Podemos, una Galicia en Común (3'9%) que ha sufrido la pérdida de 15'2 puntos y se ha quedado sin representación parlamentaria; y un Elkarrekin Podemos (8%), que ha perdido 6'8 puntos y ha bajado ostensiblemente en escaños, pasando de 11 a 6.


En tercer lugar, se ha dado un triunfo relativo de las dos opciones nacionalistas/independentistas de izquierda. El BNG (23'8%), subiendo 15,5 puntos y multiplicando por 2'5 los votos. Y EH-Bildu (27'8%), subiendo 6,6 puntos.

En cuarto lugar, ha habido un batacazo de la derecha españolista en el País Vasco. La coalición PP-Ciudadanos (6'75%) ha reportado la pérdida de más de la mitad de los votos, de 5'5 puntos y de cuatro escaños (9 obtuvo el PP en 2016). Mientras tanto, Vox (1'96%) se ha quedado con uno de esos escaños gracias a sus mejores resultados en Álava (3'8%). 

¿Qué puede suponer todos esto? No creo conveniente hacer una extrapolación sobre el conjunto del estado, dada la naturaleza de los comicios y las peculiaridades de cada territorio. Pero sí hay algunos aspectos que llaman la atención. Veámoslos.

Un aviso para el gobierno central en general. La suma de votos entre los dos grupos que lo componen ha sido pobre: el 23'3%, en Galicia; y 21'6%, en el País Vasco. Es cierto que no son dos de los territorios más propicios, pero las debilidades apuntan hacia lo que tienen por sus dos flancos, el derecho y el izquierdo. 

El PSOE salva algo los muebles en el País Vasco, dado que con el PNV puede encontrar una vía de estabilidad mutua en el campo de la moderación. Peor es lo de Galicia, relegado a la tercera plaza, y más teniendo en cuenta lo que supone el potencial de Feijóo de cara a metas más ambiciosas fuera de su comunidad, mirando al conjunto del estado.

Unidas Podemos y sus coaliciones territoriales han salido bastante malparadas. Otra cosa es que sus pérdidas de votos se hayan quedado, con toda probabilidad, en la izquierda, aunque haya sido la nacionalista/independentista. Quizás síntoma de que determinadas dejaciones en la acción de gobierno hayan hecho que parte del electorado haya preferido opciones más radicales. No creo que las sentencias oportunistas expresada hoy por ex de Podemos, como Íñigo Errejón o  Ramón Espinar, sean la fórmula que lo explique.

Alberto Núñez Feijóo se ha impuesto en el PP. Su moderación le ha permitido una nueva mayoría absoluta y le catapulta como recambio de Pablo Casado. Lo suyo es una mezcla de regionalismo explícito (o nacionalismo gallego blando) y PP centrado. Por eso huye de partidos como Ciudadanos y Vox, o de los sectores centralistas de su partido.

Pablo Casado, su gente y sus mentores han fracasado. Lo de Galicia ha puesto de manifiesto que lo que habían deseado, les hubiera llevado al fracaso. Y sobre lo del País Vasco, sin palabras.

El nacionalismo vasco está fuerte: 66'9% de los votos. Y todavía están quienes (Vox) dicen que habría que ilegalizar al PNV y a EH-Bildu. O quienes (PP, Ciudadanos y Vox) siguen erre que erre con lo del terrorismo y demás. 

¿Y la izquierda? Si sumamos los grupos que están a la izquierda del PSOE: 27'9%, en Galicia, añadiendo Marea Galeguista; y 35'8%, en el País Vasco. Si sumamos los grupos que apoyaron o posibilitaron la conformación del actual gobierno central: 47'1%, en Galicia; y 49'4%, en el País Vasco. Si añadimos en este último territorio al PNV, que apoyó la investidura de Pedro Sánchez, la suma alcanza el 88'6%. 

Y en cuanto a la derecha españolista: en Galicia han sumado el 50'8%, pero la puramente centralista se ha quedado en un 2'75%; y en el País Vasco, el raquítico 8'5%.

Como conclusión: queda mucho por ver y por hacer. Y que Unidas Podemos y sus confluencias hermanas aprendan de los errores cometidos. En el gobierno, en la conformación de candidaturas, en la relación con otras fuerzas políticas, en la presencia en la calle...