Un paso más en la anexión de Cisjordania por el estado de Israel. Pero más descarado, si se quiere. Permitiendo que el expansionismo israelí siga ubicando colonias, pero en mayor escala, a costa de la población palestina. Haciendo que quienes llevan siglos y siglos morando esa tierra se les reduzca a la condición de población residente, pero carentes de derechos. Violando, como en tantas otras ocasiones, el derecho internacional.
Qué triste resulta ver cómo se sigue perpetuando una injusticia y se pierde la ilusión de la esperanza. Es lo que reflejó en 2014 en su poema "Epílogo" el poeta iraquí Sinan Antoon, cuando Gaza fue bombardeada sin piedad por el ejército israelí:
¿Vamos
a volver a Jaffa, sidu?
(Sidu: abuelo; habibi: querido).
Pese a todo, tenemos que seguir denunciándolo.
(Imagen: "Noche estrellada en las montañas de Jericó", pintura de Vera Tamari).
No
podemos
¿Por
qué?
Estamos
muertos
Entonces
¿estamos en el cielo, sidu?
Estamos
en Palestina, habibi
y
Palestina es el cielo
y
el infierno
¿Qué
haremos ahora?
Esperaremos
¿Esperar
qué?
A
los demás,
a
que regresen. (Sidu: abuelo; habibi: querido).
Pese a todo, tenemos que seguir denunciándolo.
(Imagen: "Noche estrellada en las montañas de Jericó", pintura de Vera Tamari).