Fuera del tono de las palabras, lo cierto es que la situación en que nos encontramos como habitantes del planeta no es nada halagüeña. El número y el carácter de guerras no es desdeñable, y en ellas siempre está presente EEUU directamente o a través de sus aliados. Pero no sólo, pues su poderío militar sigue creciendo y con él, su capacidad nuclear.
Hace unos días Noam Chomsky señaló el cambio climático y el riesgo de destrucción nuclear como los dos problemas más graves del mundo actual. Sobre esto último declaró que "Perry tiene razón al estar aterrorizado. Y todos deberíamos estarlo, sobre todo por la persona que tiene el dedo sobre el botón (nuclear) y sus socios surrealistas".
William Perry, que no es una persona cualquiera, pues ha sido jefe del Pentágono, en octubre pasado ya dijo que "el peligro de un desastre real con armas nucleares es mayor que durante la Guerra Fría debido a la amenaza del terrorismo nuclear y a las guerras regionales". Chomsky ha recordado también que, si bien ha aumentado el riesgo nuclear desde la llegada de Trump a la presidencia, fue durante el mandato de su antecesor, Barak Obama, cuando EEUU se dotó de un programa de modernización nuclear.
Hay quienes hablan demasiado y muestran un estilo de hacer las cosas entre chabacano y chulesco, como ocurre con Trump. Hay también quienes hablan menos y dan una apariencia de amabilidad y buen hacer, como es el caso de Obama, que llegó a ser nombrado Premio Nobel de la Paz. El primero, por ahora, no ha hecho sino seguir con lo que le dejó el anterior presidente. Otra cosa es que pueda hacer más y en mayor grado. Pero es que el segundo, además de no haber cesado en las guerras heredadas y haber iniciado las propias, ya hizo lo suficiente para que Trump lo tenga más fácil si quiere actuar yendo más allá. Y las consecuencias serían terribles.
Chomsky llama a la acción ciudadana como forma de cambiar el orden mundial. Y como forma de presionar para que las guerras no sigan siendo la forma de extorsionar al considerado enemigo. Debemos pensar más en estas cosas y menos en lo que uno sigue viendo en la parte del mundo donde vive por un lado y otro: panem et circenses.