La portada del Google nos ofrece hoy la figura de Clara Campoamor por motivo de su natalicio. Hace años Debate Ciudadano (n. 7, abril 1997) publicó un breve escrito mío dedicado a ella, cuya acción en favor del voto de las mujeres no debe olvidarse nunca.
"La IIª República trajo el voto para las
mujeres. Y en la conquista de ese
derecho, reconocido por la constitución de 1931, jugó un papel primordial Clara
Campoamor (Madrid, 1888). Escritora y abogada, desde joven destacó como
luchadora por los derechos de las mujeres durante la monarquía. Fue elegida
diputada en 1931 por el partido Radical, destacando en el debate parlamentario
sobre el voto femenino. Mantuvo su coherencia -y defendió con ella la dignidad
de las mujeres- cuando se enfrentó a otra diputada, Victoria Kent (republicana
y feminista), quien consideraba que no era todavía el momento de hacer efectivo
ese derecho, temerosa (como la mayoría de sus compañeros varones de los
partidos republicanos) de que sus votos pudiesen ser aprovechados por los
partidos monárquicos (que, en esas paradojas de la vida y de la historia, la apoyaron).
Con palabras como éstas contestó a su compañera: "¡Las mujeres! ¿Cómo puede decirse que cuando las mujeres den
señales de vida por la
República se les concederá como premio el derecho a votar?
¿Es que no han luchado las mujeres por la República?... ¿Por qué el hombre, al advenimiento
de la República,
ha de tener sus derechos y ha de ponerse un lazareto a los de la mujer?".
En las elecciones de 1933 fue retirada de las listas de su partido, por la
osadía mostrada dos años antes y se llegó incluso a responsabilizarla de la
derrota electoral de los partidos de izquierda. Aparte de ser injusta la
acusación, ella misma declaró sentirse utilizada como un chivo expiatorio. Llegó
a ser delegada del Gobierno en la
Sociedad de las Naciones y directora general de Asistencia
Pública. En 1936 escribió dos libros (El
derecho femenino en España y El voto
femenino y yo. Mi pecado mortal), donde reflejó su pensamiento y sus
peripecias como diputada. La guerra civil la llevó al exilio por varios países,
muriendo en la ciudad de Lausana (Suiza) en 1972".