miércoles, 12 de febrero de 2014

Clara Campoamor







































La portada del Google nos ofrece hoy la figura de Clara Campoamor por motivo de su natalicio. Hace años Debate Ciudadano (n. 7, abril 1997) publicó un breve escrito mío dedicado a ella, cuya acción en favor del voto de las mujeres no debe olvidarse nunca.

"La IIª República trajo el voto para las mujeres. Y en la  conquista de ese derecho, reconocido por la constitución de 1931, jugó un papel primordial Clara Campoamor (Madrid, 1888). Escritora y abogada, desde joven destacó como luchadora por los derechos de las mujeres durante la monarquía. Fue elegida diputada en 1931 por el partido Radical, destacando en el debate parlamentario sobre el voto femenino. Mantuvo su coherencia -y defendió con ella la dignidad de las mujeres- cuando se enfrentó a otra diputada, Victoria Kent (republicana y feminista), quien consideraba que no era todavía el momento de hacer efectivo ese derecho, temerosa (como la mayoría de sus compañeros varones de los partidos republicanos) de que sus votos pudiesen ser aprovechados por los partidos monárquicos (que, en esas paradojas de la vida y de la historia, la apoyaron). Con palabras como éstas contestó a su compañera: "¡Las mujeres! ¿Cómo puede decirse que cuando las mujeres den señales de vida por la República se les concederá como premio el derecho a votar? ¿Es que no han luchado las mujeres por la República?... ¿Por qué el hombre, al advenimiento de la República, ha de tener sus derechos y ha de ponerse un lazareto a los de la mujer?". En las elecciones de 1933 fue retirada de las listas de su partido, por la osadía mostrada dos años antes y se llegó incluso a responsabilizarla de la derrota electoral de los partidos de izquierda. Aparte de ser injusta la acusación, ella misma declaró sentirse utilizada como un chivo expiatorio. Llegó a ser delegada del Gobierno en la Sociedad de las Naciones y directora general de Asistencia Pública. En 1936 escribió dos libros (El derecho femenino en España y El voto femenino y yo. Mi pecado mortal), donde reflejó su pensamiento y sus peripecias como diputada. La guerra civil la llevó al exilio por varios países, muriendo en la ciudad de Lausana (Suiza) en 1972".