Cosas de la vida. Estaba visitando el yacimiento arqueológico romano recién descubierto en la playa de Caños de Meca, en las cercanías del cabo de Trafalgar, y me encontré con un jinete montado en su caballo. Le hice una fotografía, aprovechando la estampa que el animal y el caballero describían en el paisaje. Es frecuente ver por estos parajes gente paseando sobre un équido y, en su caso, la estampa me llevó, salvando las distancias, a las imágenes que tantas veces hemos visto en las películas del oeste. De inmediato me indicó su nombre, que era Robert, y me pidió que si podía hacerle otra fotografía en la que aparecieran de fondo los restos arqueológicos. Quería que sus hijos pudieran verle en medio de algo que le parecía maravilloso. Entablamos una conversación, informándome, en un castellano más que entendible con acento inglés, que había nacido en Londres, que su padre era español y que vivía en California. No le faltó decir que pertenecía a una estirpe española de artistas: Vico, Molinero... Algo de esa estirpe, dedicada al cine, el teatro y la televisión, he visto por la red. ¡Quién iba a decir que la Roma Antigua y las más extremas tierras de lo que fue el mítico Oeste americano iban a estar presentes en las fotografías! Que él y su familia puedan disfrutarlas.