La primera es "Tempestad", incluida en el álbum Sobreviviente. Lo grabó junto a Silvio Rodríguez y la versión que ofrezco está editada en forma de "videoclip". Realizado por el director de cine Marcel Beltrán, se muestra una sucesión de imágenes a base de los héroes. las gentes y los logros de la revolución cubana.
“Valientes” es una preciosa canción que forma parte del álbum Carnal. Un canto a la solidaridad, entendida como desprendimiento de lo que se tiene, aunque sea poco. Un canto que alude a la solidaridad que ejerce por el mundo ese pequeño país, y valiente, que es Cuba. El mismo que envía sus profesionales de la medicina o de la educación a donde lo necesiten. O que acoge a la gente de los países pobres para curarla o para formarla. Que recibe, como ocurrió hace unas semanas, a esa gente que navegaba en un crucero británico y que nadie quería recoger por temor al coronavirus.
Pese a estar soportando desde hace casi seis décadas el bloqueo económico por parte del imperio más poderoso del mundo, Cuba es un país poderoso en humanidad que, como reza la canción, ha venido “a darle un beso al mundo y nada más”.
Invito a escuchar la canciones con detenimiento. Lo que también extiendo al resto de canciones del álbum Carnal.
Valientes
Tempestad
Grande
la tormenta que no se anima a escampar.
En
el suelo están los troncos más severos.
Anegada
la sabana, se hizo río el manantial.
Tanta
lluvia que ha borrado los senderos.
Viejo
mapa que no nos dirá cómo llegar,
adelante
solo reina un gran fanguero.
Se
adelanta un caminante y algunos salen detrás
tras
los pasos del añoso del sombrero.
¿Acaso
tú sabes la ruta?
¿Acaso
ya pasaste antes?
¿Sabes
de atajos y grutas?
Cuéntanos
todo lo importante,
cuéntanos
todo lo importante.
Cuéntanos
todo lo que sabes,
cuéntanos
todo lo que sabes.
Vengo
de un tiempo de plagas y sequías,
pero
a sangre y sudor se hizo cosecha
más
lo que se pudo que lo que se quería
y
heme aquí latiendo aún esta fecha.
No
me sé el camino, solo tiran de mí
Los
anhelos, de posibles maravillas
Salgo
a caminar, pues no aprendí a dormir
mientras
en el zurrón,
mientras
en el zurrón,
mientras
en el zurrón queden semillas
Dime
tú, cuéntame, cuéntame,
dime
del sueño que acunas
con
cuál fe llenarás tu templo
del
dulzor que tendrán tus uvas.
Cuenta
tú, que tendrás más tiempo,
cuéntame,
que tienes más tiempo.
El
naufragio se parece al capitán
y
el poeta se parece a su cantar.
Y
la rueda, a los caminos, la vela, a la oscuridad.
Haz
que se parezca a ti la tempestad.
Valientes
Antes que
todo sea himnos y vítores,
antes que
todo sea negociaciones,
hay un
preludio espeso, desafinado,
altísimos
silencios de sinrazones.
Y el miedo
va goteando de los valientes
antes que
los sudores y que la sangre.
El instinto
genuino que ya le advierte
permutar de
destino, se le hizo tarde.
¿Qué estoy
haciendo aquí?
Amando a
este país como a mí mismo.
No, qué va,
no hay heroísmo,
vine a
darle un beso al mundo y nada más.
Pandemonium,
capital de los infiernos,
sólo por los
temores se filtra el alma.
Restos de
quien al instante deshicieron.
Niños que,
tras el hambre, se irán con calma.
Viejos
jinetes del horror que han aprendido
con la
distancia a anestesiarnos los disensos,
con
sensación de no es aquí, no es a mí,
no son los míos,
cabalgan sobre nuestro tedio.
Después
será no es mi ciudad.
Luego será
no son mis hijos.
Somos la
misma humanidad,
todos frente
al mismo acertijo.
¿Pero qué
estoy haciendo aquí?
Amando a
este país como a mí mismo.
No, qué va,
no hay heroísmo,
vine a
darle un beso al mundo y nada más.