Hay veces que las ciudades se identifican con hechos trascendentes a través de una canción. Ocurre con Grândola, pequeña por su tamaño, pero grande por lo que representa. Situada en la encrucijada que forman el Alentejo y la ciudad Setúbal, dos territorios heroicos en la lucha de sus habitantes por una sociedad mejor, fue escogida por el cantante y poeta José Afonso para homenajearla tras una visita suya en los años sesenta. Zeca, como lo llamaban cariñosamente, quiso mostrar su agradecimiento a la Sociedad Musical Fraternidad Operaria Grandolense y al ambiente de fraternidad que se vivía en la localidad, todavía en los años oscuros de la dictadura. Una isla de esperanza, como tantas otras, cuyos anhelos de libertad y justicia germinaron en 1974. En ese 25 de abril de soldados y gentes que dieron color con sus claveles rojos a las calles y plazas de Portugal. Una canción que de madrugada dio la señal de inicio de un proceso convertido en revolucionario, aunque después fuera reconducido hasta paralizarlo. Todo un símbolo, la canción. Y la ciudad que la contiene: "Grândola, vila morena":
Grândola,
vila morena
Terra da
fraternidade
O povo é
quem mais ordena
Dentro de
ti, ó cidade
Dentro de
ti, ó cidade
O povo é
quem mais ordena
Terra da
fraternidade
Grândola,
vila morena
Em cada
esquina um amigo
Em cada
rosto igualdade
Grândola,
vila morena
Terra da
fraternidade
Terra da
fraternidade
Grândola,
vila morena
Em cada
rosto igualdade
O povo é
quem mais ordena
À sombra
duma azinheira
Que já não
sabia a idade
Jurei ter
por companheira
Grândola a
tua vontade
Grândola a
tua vontade
Jurei ter
por companheira
À sombra
duma azinheira
Que já não
sabia a idade.