En medio de esa vorágine de mensajes, un capitán, apellidado Molina, escribió lo siguiente: "Me he levantado esta mañana totalmente convencido. No quiero que estos sinvergüenzas pierdan las elecciones. No. Quiero que se mueran todos y toda su estirpe. Eso es lo que quiero. Es mucho pedir?". A lo que el general de división Beca contestó: "Pero Curro para que mueran hay que fusilarlos y hacen falta 26 millones de balas!!!!!!!!!!". Para después añadir: "Creo que me quedo corto fusilando a 26 millones!!!!!!!!".
A tan distinguido caballero le ha salido también su alma de nostálgico del golpismo de otro tiempo: "las maniobras del 36 (...) proporcionaron unos cuantos años de progreso aunque algunos lo pasaron mal. España está llena de gente ingobernable y la única forma posible es culturizar a la gente cosa que es imposible con la izquierda. Es triste pero es la realidad española”. Y, claro está, ¿cómo no sentir esa nostalgia sin dar fe del más que afecto por quien denomina con el término "lrrepetible"?: "No fueron las únicas pero solo las de Primo de Rivera y la del Irrepetible trajeron paz y prosperidad a España".
Ayer por la tarde tuve la ocasión de escuchar en un programa de televisión al teniente coronel Domínguez, que ha formado parte de ese grupo hasta hace poco y del que se ha salido asqueado. Conocido por sus filias democráticas, declaró que ya desde marzo se fue acentuando la deriva golpista y franquista del grupo, haciendo suyo el discurso político de Vox buena parte de sus miembros. El mismo diario infoLibre ha publicado hoy una entrevista, que apunta en la misma dirección.
Con ocasión de la carta antes apuntada, un amigo me envió de inmediato un mensaje donde mezclaba la preocupación con el humor, a lo que ha seguido en días sucesivos el intercambio de varios mensajes. Y es que el fascismo, el mismo que resultó triunfante y acabó siendo protegido por EEUU durante décadas, sigue pululando en nuestras vidas. Al menos, en las de ese montón de millones de personas para las que, al decir del general Beca -dueño de un timbre de voz de tenor muy agudo, para quien "la muerte no es el final"-, necesita 26 millones de balas.