La muerte de Maradona ha generado discrepancias a la hora de rendirle homenaje. Más allá de sus méritos deportivos, ha habido quienes han destacado que fuera un pederasta y un maltratador de mujeres. Y eso fue lo que llevó el sábado pasado a que Paula Dapena, jugadora del club Viajes Interrías FF, se negara a participar en el homenaje al jugador argentino llevado a cabo antes de un partido. Por ello decidió, como una forma de protesta, darse la vuelta y quedarse sentada sobre el césped durante el minuto de silencio. Sin menospreciar que las “habilidades y cualidades de Maradona futbolísticamente eran espectaculares”, la jugadora ha resaltado en unas declaraciones a los medios de comunicación que, "como feminista y después de haber celebrado un 25-N, mis ideales no me permitían homenajearlo". Una postura muy respetable y valiente, que, sin embargo, no ha sido respetada por determinada gente, que a través de las redes sociales se han dedicado a lanzarle mensajes misóginos e incluso hasta amenazas de muerte. En el derecho de Dapena estaba haber preferido poner el acento en un hecho real y muy grave que nunca debe dejarse pasar por alto, como tampoco olvidar.