José
Antonio Ortega Lara sufrió un cruel secuestro en los años 90. Era funcionario de prisiones y militante del PP, y ETA vio en él una
moneda de cambio con el gobierno que presidía José Mª Aznar para que llevara a
cabo la cercanía a las cárceles del País Vasco de sus militantes. Fue
finalmente rescatado por la Guardia Civil. Con el paso del tiempo mantuvo la
militancia política en el PP, siendo una de las voces más duras con todo lo
relacionado con ETA. hace poco participó en la fundación de Vox, formado por militantes del ala más
a la derecha del PP, y se ha convertido en uno de sus dirigentes.
El otro día
pronunció en Murcia unas palabras en un acto de su nuevo partido que han
resultado polémicas. Lanzando una dura crítica a la izquierda, por aquello de la memoria histórica y la tumba de Franco, dijo: “Provocaron
una guerra, la perdieron y 80 años después pretenden ganarla”. Un argumento muy
propio de la derecha, clave de su discurso sobre lo acaecido en los años 30. El
eje de la justificación que se hizo durante el franquismo y proseguido por quienes lo
han heredado políticamente, ocultando que hubo un golpe de estado contra un
gobierno legítimamente elegido y cargando la responsabilidad contra él y
quienes lo apoyaron.
Me pregunto
si el sentimiento de empatía que mucha gente tuvo cuando fue secuestrado, lo tiene Ortega Lara ahora con las víctimas de entonces. De esos “perdedores” y
esas “perdedoras” de la guerra, términos que en la derecha gusta recalcar para
defender de hecho el permanente estado de guerra que se mantiene en sus mentes.
Algo así como que “ganamos, por lo que os aguantáis”.
Así es la
derecha, con Vox como una de las expresiones que, en su caso, pretende ser
genuina. Su vídeo publicitario en la campaña electoral andaluza es una clara
muestra. Su lema, “Reconquistar Andalucía”, lo dice todo, como también las
imágenes que lo componen, un remedo de los señoritos andaluces. Esos que
quieren seguir siéndolo. Y ésos que sí que provocaron tanta miseria, explotación, incultura... y la guerra.