En medios del facherío no están parando de echar culpas, en distinto grado, a Ada Colau por el atentado de Barcelona. La razón, que no se ha prestado a colocar bolardos en las zonas peatonales. Sin otro argumento, vienen a considerar que si hubiera habido más, no habría habido atentado. Un cura madrileño, Santiago Martín, al que apodan "el cura de la tele", se ha sumado a ello, proponiendo a las víctimas que denuncien a la alcaldesa de Barcelona "por cooperación". Ha extendido la acusación a la de Madrid, Manuela Carmena, que, según él, tampoco ha atendido a lo de poner esos obstáculos. Y, por supuesto, a modo de argamasa, la completa con el comunismo. Porque dice que las dos alcaldesas pertenecen a un partido "que es comunista", del que pone en boca la frase "tenemos que ser respetuosos con la libertad de los asesinos" y sobre los que concluye con una frase antológica: "como comunistas pueden hacer lo que quieran". Amén.
Post scriptum
El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, ha desautorizado al cura. Menos mal.