martes, 5 de enero de 2016

Día de Reyes, pero con lucha y con amor


Días pasados, quizás por las fechas en que nos encontramos, me vino a la memoria la canción "Día de Reyes" de Pablo Milanés. Siempre me encantó: por su música, su letra y, claro está, su interpretación. Pertenece al disco No me pidas, editado nada menos que en 1977 junto con otras canciones, todas ellas para mí preciosas y emotivas, entre las que se encuentran dos muy conocidas. "Años" y "Yo no te pido".  

La letra es impresionante. Tiene, además, una gran actualidad. La de un mundo donde la miseria sigue extendida por todos los rincones, incluidos los de los países ricos. Una letra dedicada a un día que llena de alegría e ilusión a muchos niños y muchas niñas, pero que para otra buena parte se queda en nada. 

Se trata de llenar de contenido real tantas proclamaciones, bellas en su enunciado, pero que no dejan de ser más que meras fachadas para que siga habiendo grandes desigualdades sociales. Cumplir con lo que más de dos siglos atrás, en plena revolución francesa, Luis le Pelletier dijo: "es necesario que las leyes y las costumbres tiendan a que desaparezca la desigualdad en el disfrute de los bienes". O con el mensaje que hace casi cuatro décadas Pablo Milanés nos dejó en su canción: "Sin magias y sin leyendas / Y con lucha y con amor / Vendrá la revolución / Sin santos llenos de estrellas".

He seleccionado el video que ofrezco, porque me ha gustado el montaje de imágenes que acompañan la canción, que es una reproducción de la versión original del disco. Y aquí, la letra:

Queriendo despertar pronto
Y buscar bajo la cama
Encuentras llorando a tu hermana
Y a tus zapatos viejos y rotos.

Así, aún con esa edad,
No te permitas soñar
Porque vas a despertar
Con tu triste realidad.

Quiero que cantes y juegues
Para lo que va a pasar,
Es algo que hay que buscar
Sin esperar a que llegue.

Sin magias y sin leyendas
Y con lucha y con amor
Vendrá la revolución
Sin santos llenos de estrellas.

Guarda tu risa para mañana
Y seca hoy tu llanto,
En tanto
Llega la libertad, sí.