Eso de que “El 2015 será el año del despegue
definitivo de la economía”, como declaró anteayer Mariano Rajoy en rueda de prensa, supone una broma de mal gusto. Lo ha dicho el mismo que ha estado repitiendo -al unísono que sus colegas de gobierno, partido y medios- lo de los brotes verdes, las raíces profundas, la creación de empleo y demás falsedades. Este augurio triunfalista que nos abriría el camino de la felicidad es una nueva bofetada a quienes están sufriendo el paro, la precariedad, la emigración, los recortes de los servicios públicos, los desahucios, las dificultades del día a día... Si en vez de decirlo anteayer lo hubiera soltado hoy, hubiera sido más creíble, porque al menos se hubiera tomado como una de las inocentadas del día.
domingo, 28 de diciembre de 2014
No ha sido una inocentada
Eso de que “El 2015 será el año del despegue
definitivo de la economía”, como declaró anteayer Mariano Rajoy en rueda de prensa, supone una broma de mal gusto. Lo ha dicho el mismo que ha estado repitiendo -al unísono que sus colegas de gobierno, partido y medios- lo de los brotes verdes, las raíces profundas, la creación de empleo y demás falsedades. Este augurio triunfalista que nos abriría el camino de la felicidad es una nueva bofetada a quienes están sufriendo el paro, la precariedad, la emigración, los recortes de los servicios públicos, los desahucios, las dificultades del día a día... Si en vez de decirlo anteayer lo hubiera soltado hoy, hubiera sido más creíble, porque al menos se hubiera tomado como una de las inocentadas del día.
