“Es el inicio del inicio”. Así ha anunciado la vicepresidenta las medidas que el nuevo gobierno ha empezado a tomar y seguirá haciéndolo. Se han agarrado, dicen, a un error de cálculo en el déficit público -dos puntos por encima, hasta sumar un 8%- para tomar medidas excepcionales como la de subir impuestos. Muy cucamente dicen que progresivos. Serán sobre el “ierrepeefe”, lo que se concreta en que las rentas de trabajo sumen un tipo superior de gravamen, al que se denomina con el eufemismo "recargo temporal de solidaridad". A partir de 1285 euros brutos en catorce pagas (18.000 euros anuales), una cuota plus de 0,75%; para quienes se llevan al menos 300.000 anuales, el plus es del 7%. ¿Dónde está la justicia? Hablan de protección "a los más débiles" porque suben las pensiones ¡un 1%! y prorrogan la ayuda de 400 euros a las personas en paro que ya no tienen prestación. ¿Es acaso un favor el que les hacen? Continúa el acoso a quienes tienen un empleo en la administración pública, con aumento de jornada laboral y congelación salarial. ¿No es en la práctica una bajada de salarios por partida doble? Un paquete de medidas que no es el inicio, sino la continuación de lo que el gobierno anterior ya empezó. No se trata de un suma y sigue, sino de una resta descarada.