Sigo observando lo que está ocurriendo en el País Vasco. Lo he hecho desde joven. He sentido siempre curiosidad, y algo más, por su historia y su cultura. He devorado montones de libros y quizás miles de artículos de periódicos. Conozco algo de lo ocurrido en las treguas de 1989, 1998 y 2006. Tengo esperanza –por qué voy a negarlo- en la actual. Existen riesgos, que cada día podemos verlos. Pero, siguiendo a John Paul Lederach, la construcción de la paz "en los conflictos actuales requiere un compromiso a largo plazo para establecer una infraestructura que abarque todos los niveles de la sociedad, permita potenciar los recursos de la propia sociedad para la reconciliación y rentabilice al máximo la contribución externa. En resumen, la construcción de la casa de la paz depende de unos cimientos constituidos por múltiples actores y actividades destinados a conseguir y preservar la reconciliación (Construyendo la paz. Reconciliación sostenible en sociedades divididas, 1998: 18).