Son los verbos que se utilizaron ayer por la mañana en la plaza de Catalunya de Barcelona. Designan las ideas más extendidas entre las mentes conservadoras y entre quienes gestionan el orden del capital. No son exclusivos de Barcelona, que ayer fue escenario de la orden dada por Felip Puig (CiU), consejero de Interior de la Generalitat. En Madrid ya llevan días pensando en cómo aplicar esos verbos. Ayer mismo lo aireó Ignacio Lario (PP), consejero de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, al hilo de lo ocurrido en Barcelona. Pidió que fuera Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE), el ministro del Interior, quien diera la orden al no tener la Comunidad competencias en esa materia. En la mente de los tres responsables políticos ha estado y sigue estando lo de limpiar, desalojar… Pero tienen que medir bien los pasos. Lo que empezó Puig acabó como un fracaso al no conseguir su objetivo. Para desalojar tuvo que cargar y el resultado fue que no consiguió limpiar. De inmediato la plaza de Catalunya volvió a llenarse de gente, como también la Puerta del Sol y otros espacios de otros lugares. Fue la respuesta ante un atropello sin piedad con los mossos d’esquadra repartiendo porrazos. Han dicho que sólo hubo decenas de personas con heridas leves. Y menos mal, porque la respuesta de la gente fue pacífica. Las imágenes difundidas son una muestra del horror. Lo que pidió Lario, que no ha tenido empacho en hablar de “poblado chabolista” para referirse a la movilización en la Puerta del Sol”, responde a la presión de quienes están sufriendo, dicen, pérdidas irreparables en sus negocios de los comercios de la zona. Lógico, pues, lo que pide. Pero, en cierta medida, fácil de decir. No tanto para Rubalcaba, que tienen una difícil papeleta. Ya fracasó hace semana y media cuando intentó de desalojo nocturno en la Puerta del Sol, que llevó a más gente a ocuparla durante la mañana y a extender las concentraciones y acampadas por todo el país. Después del resultado de las elecciones Rubalcaba teme que siga erosionándose la imagen de su partido. Como candidato in pectore a las próximas elecciones generales debe medir aun más cada decisión que tome. No sé por dónde saldrá la cosa. Tampoco conozco los ánimos de quienes siguen movilizándose y lo que tienen planeado quienes toman las decisiones ejecutivas. Estarán planeando la oportunidad de hacerlo. Usando un símil deportivo, la pelota está en el alero. Siempre lo está. Por de pronto, me hago eco de mensajes que no paran de llegarme: la retirada cuantas veces queramos de los bancos el próximo lunes, día 30, de la cantidad de 150 euros. Un acto de protesta masivo contra la columna vertebral del sistema económico, cuyos beneficios siguen creciendo en este tiempo de crisis: más de 8.000 millones el Santander, 4.600 millones el BBVA, 1.300 millones La Caixa, 256 millones Caja Madrid… ¿Para qué seguir? Lo del lunes puede ser una forma de trasmutar el significado de los verbos que encabezan este escrito, aplicándolos a quienes han causado todo el desaguisado.