
La participación española no podemos calificarla como una acción humanitaria, que es como se designan desde hace unos años las intervenciones militares de los países imperialistas (¿o no lo son?), sino una guerra agresiva y cruel, por mucho que lo sean todas, en la que la población civil se está llevando una buena parte del horror.
La de Afganistán es una guerra que no ha merecido la movilización ciudadana, como ocurrió con la de Iraq. Es cierto que los talibanes no son dignos de simpatía. Por mi parte y por tanta gente, ninguna. Pero se olvida, queriendo o "sin querer queriendo", que fueron aupados por quienes acabaron demonizándolos y finalmente decidieron desalojarlos del poder en 2001, iniciando una ocupación que, lejos de haber arreglado la situación, la han empeorado.
Hoy he leído en Rebelión el artículo "30 años de guerra de EE.UU. contra Afganistán" (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=101672), de James A. Lucas. En él se dice que "la democracia se ha menoscabado en Afganistán, porque muchos de los dirigentes progresistas fueron eliminados o forzados al exilio por señores de la guerra apoyados por EE.UU. durante y después de la guerra contra los soviéticos. Este nuevo gobierno se formó en un proceso antidemocrático promovido por EE.UU. y ahora consiste en algunos de los señores de la guerra que fueron depuestos por los talibanes". ¿En que han cambiado las cosas?. En poco o en nada: las mujeres están peor que antes que finales de los 70; sigue habiendo millones de personas refugiadas en otros países; se calcula en unas 132.000 las desplazadas, y en 400.000 el número de huérfanos y huérfanas; el paro alcanza el 40%, la explotación laboral es elevada y el nivel de vida resulta misérrimo; la escolarización media es de 1,7 años, la sanidad prácticamente no existe y la esperanza de vida es de sólo 43 años; existe riesgo de hambre para siete millones de personas... Todo ello sin contar las muertes o las mutilaciones. Lejos de salvar a Afganistán, "EE.UU. ha hecho exactamente lo contrario: ha fomentado la destrucción de gran parte de esa nación".
Y medio de ese horror están actuando nuestras tropas. Allí las han enviado los gobiernos de Aznar y Zapatero, y allí actúan con el respaldo de la mayoría de los partidos parlamentarios.