Así funcionan los dos sistemas. Uno, el de la separación de poderes, donde un poder le da candela a Aminatu con una multa y otro la marea con continuas propuestas... destructivas. Sólo falta que el gobierno envíe un proyecto de ley al primer poder, el que acoge el Congreso, para... ¿para qué? El otro sistema ya sabemos de qué va: un monarca que lo controla casi todo, que hace de gendarme del imperio y con nuestro gobierno de mamporrero.
Perdón por las irreverencias, pero me han salido de los adentros. Y a ti, Aminatu Haidar, ánimo. Te mereces un monumento a la dignidad.