Comenté hace pocos días que Olga Rendón, compañera del instituto, me había propuesto una colaboración en su Cuaderno del Trafalgar. El lunes estuvimos hablando sobre la forma que podría salir. Finalmente lo va a hacer en tres partes, pues el artículo que le envié, "El instituto Trafalgar, a través de sus 40 años", es largo. Ayer, 1 de diciembre, colocó ya la primera parte, que reproduzco en esta entrada, pero que podéis ver también a través del enlace (http://cuadernodeltrafalgar.blogspot.com/2009/12/el-instituto-trafalgar-traves-de-sus-40.html).
El instituto Trafalgar, a través de sus 40 años de vida (1ª parte)
Me ha pedido la compañera Olga un artículo para el blog Cuaderno del Trafalgar. Este año se cumple el cuarenta aniversario del instituto, desde que en 1969 se creara como una sección delegada del instituto Isla de León de San Fernando. Mucho ha llovido desde entonces y en ese devenir se han ido añadiendo algunas de las particularidades que le han conformado como un centro con una personalidad propia, si se quiere peculiar y ante todo (¡ay, madre!), poliédrica. Digo esto último, exclamación incluida, porque es muy común fijarse en las realidades presentes como si vinieran de un pasado estático, lo que lleva a creer que todo ha sido siempre igual y si el presente no gusta, se dice entonces que peor que ayer. Esta forma de pensar es lo que lleva a la deformación de la realidad, lo que ayuda muy poco a entender los cambios que se operan en el presente y los que sucesivamente se han ido produciendo en los años anteriores. Y para ello voy a extenderme un poco en lo ocurrido durante los 40 años de vida del Trafalgar, ilustrándolos con ejemplos.
El instituto hasta 1998: la etapa del alumnado seleccionado
238 estudiantes de Barbate y Vejer entre 1º y 4º, los niveles del Bachillerato Elemental, abrieron la vida del centro inaugurado en 1969. Era formalmente una sección delegada, pero para Barbate era el instituto. Estaba poblado de niños y niñas (¿o no eran así, cuando entonces se podía empezar a estudiar bachillerato elemental con 10 años?), y adolescentes. En 1º entraron quienes acababan de terminar sus estudios primarios y también quienes lo habían hecho en años anteriores. Las aulas de 2º, 3º y 4º las ocuparon sobre todo quienes habían estado estudiando en la modalidad Libre, casi siempre con la ayuda de alguna academia, pero también quienes dejaron los colegios donde habían iniciado el bachillerato. Después de sus primeros pasos, en el curso 1971-72 el nuevo centro consiguió empezar a funcionar como un instituto de bachillerato independiente. Sin nombre, todavía.
La primera promoción que acabó el Curso de Orientación Universitaria (COU) fue la del 72-73. Tres después, en el 75-76, empezó a aplicarse la Ley de Educación de 1970 (la conocida como “ley Villar Palasí”, por el ministro) y con ella se introdujo el Bachillerato Unificado y Polivalente, un nombre tan rimbombante que acabó quedándose con su acrónimo BUP. Fue el momento en que dejó de haber imberbes, para convertirse en un centro de adolescentes de 14 años en adelante.
El nombre de Trafalgar data de 1976, manteniéndolo hasta hoy. Ignoro el porqué de ese nombre, pero, a mi entender, es resultón, por apropiado, sonoro y conocido. Batallitas aparte, ¿si en Londres su Trafalgar Square es su centro urbano, acaso no merece nuestro pueblo (¿o ciudad?) tener ese nombre en su primer instituto, cuando el cabo de Trafalgar, un precioso tómbolo, pertenece a nuestro término municipal?
Ese mismo curso también fue el de la implantación del Bachillerato Nocturno, dirigido a mayores de 16 años y, teóricamente, que estuvieran trabajando. Era una clara señal de las ganas que había por aprender después de tantas décadas de olvido. Mientras tanto el instituto no dejó de crecer. Fue un crecimiento ininterrumpido desde 1977, que obligó a dos ampliaciones del edificio. La primera, en 1981, que se corresponde con el ala frontal izquierda que se ve mirando a la puerta principal. La segunda ampliación, hecha diez años después, con controversia incluida (“¿por qué ampliar más y no construir otro centro?”, nos preguntábamos), donde actualmente se encuentran la biblioteca y el salón de actos. En el curso 1988-89 se desvinculó el alumnado procedente de Vejer, cuando se creó una extensión del Trafalgar, que funcionó como tal hasta su fusión con el instituto de formación profesional de ese municipio en 1991. El momento de mayor número de estudiantes, mientras se aplicó la ley de 1970, fue precisamente el último de su existencia, es decir, el curso 1997-98, con 1.027 matriculaciones.
El instituto de la obligatoriedad de escolarizarse hasta los 16 años
El inicio de aplicación de la Ley Ordenación General del Sistema Educativo de 1990, llamada LOGSE, abrió una nueva etapa. Como todo lo nuevo, no estuvo exenta de polémica, sin que ésta haya desaparecido. Fue en el curso 1998-99 y vino acompañado de la escolarización generalizada, por obligatoria, con 3º de Educación Secundaria Obligatoria (¡la ESO!) y el cambio de denominación del antenombre del centro, que dejó de ser instituto de bachillerato para empezar a ser instituto de educación secundaria (IES). Durante unos años, ante la ausencia de más centros de secundaria, el Trafalgar conoció una situación de provisionalidad e incomodidad, al ser el único centro de secundaria del municipio o el núcleo de esa etapa educativa. Me explico. En el 98-99 acogió en tres turnos (mañana, tarde y nocturno) a todo el alumnado desde 3º de ESO. Los colegios, mientras tanto, siguieron manteniendo el primer ciclo de ESO, con los niveles de 1º y 2º. En el curso siguiente, el 99-00, se continuó con los mismos turnos, pero el colegio Vicente Aleixandre, como extensión del Trafalgar, acogió varios grupos de 3º de ESO junto a los que ya tenía del 1º ciclo. En el curso 2000-01, otro colegio, el Bahía de Barbate, hizo lo propio, mientras se mantenía el desdoble de ESO por la tarde.
Fue, por fin, en el 01-02 cuando se completó la actual red de centros, empezando a normalizarse la situación. Junto al Trafalgar, que le correspondió, como hasta ahora, ofrecer ESO, Bachillerato y ciclos formativos, empezaron a funcionar los institutos Vicente Aleixandre y Torre del Tajo, sólo con alumnado de ESO. El colegio Cervantes de Zahara de los Atunes, por su parte, mantenía, como sigue haciendo, el 1º ciclo de secundaria. El Trafalgar, a su vez, volvió a escolarizar por segunda vez alumnado menor de 14 años, después de la larga etapa de la ley de 1970. El curso 01-02 lo hizo con el alumnado de 2º de ESO, que tenía 13 años. El siguiente, el 02-03, ya empezó con 1º. Con el tiempo se convirtió en la primera promoción que pudo estudiar durante seis años las dos etapas completas de ESO y Bachillerato. La culminó el año pasado, el 2008.
Para la distribución del alumnado por los centros de secundaria se ha recurrido desde el principio al sistema de zonificar cada uno en relación a los centros de primaria. De esta manera, al Trafalgar le corresponde el alumnado del colegio Juan XXIII, mientras el colegio Cervantes de Zahara de los Atunes, que aporta alumnado del municipio de Tarifa proveniente de El Almarchal, La Zarzuela y Los Alemanes, envía el suyo desde 3º de ESO.
Un hecho puntual se produjo en el curso 2004-05, en que llegó por única vez el alumnado procedente del colegio Estrella del Mar (dependiente del ministerio de Trabajo). Coincide con la promoción que acaba 2º de Bachillerato el actual curso, de manera que en 2010 se pondrá fin a su presencia en el Trafalgar.