martes, 3 de marzo de 2015

Sánchez Gordillo se siente hermano de Izquierda Unida

He accedido  través de laRepublica.es al discurso pronunciado por Juan Manuel Sánchez Gordillo el pasado viernes en Casares, el pueblo malagueño donde nació Blas Infante. Es breve, pero rico en matices e intenso en ideas. No tiene desperdicio. Ha hecho una demostración de coherencia, la misma que siempre le ha acompañado. Ha redundado en lo que lleva defendiendo desde mucho tiempo: la clase obrera, el pueblo andaluz, Andalucía, el poder andaluz... Ha dado un repaso a la derecha, a la que se dice como tal y a la que se llama de izquierdas, como el PSOE. Razón, esta última, por la que ha criticado la presencia de IU en el gobierno andaluz, de la que ha mencionado la traición en el último minuto "porque no tienen fidelidad con nadie ni con nada". No se ha olvidado de las nuevas fuerzas políticas, como Ciudadanos y Podemos, de las que dice que han nacido para frenar el nacionalismo y, en el caso de Podemos, ha aludido también a su indefinición ideológica. Considera que el nacionalismo es por extensión de izquierdas y que nunca puede ser de derechas, porque "la patria es el bien común y el capitalista no tiene más patria que la de sus bolsillos". Pero Sánchez Gordillo ha dicho algo muy importante sobre IU, que ha pasado desapercibido, si no conscientemente silenciado, en los medios de comunicación. Ha mostrado su fidelidad a "Izquierda Unida, de la que me siento hermano y de la que me sentiré hasta el día que me muera".