Miguel Hernández se llama
quien escribió con bravura
versos de gran pureza
que hacen temblar la escritura.
Terca muerte que le alcanzó
en la cárcel tan odiada.
Inmortal voz infinita
que jamás fue amurallada
Miguel, de los toros y lunas,
del amor, del sufrimiento...,
los jóvenes de hoy te admiran,
también los niños y viejos.
(1975/1976)