Eso es lo que ha dicho un vocero de la derechona acerca de los diez asesinatos de mujeres habidos en lo que llevamos de año. No es un problema -o, a lo sumo, está sobredimensionado-, sólo una coincidencia de casos, ha argumentado. Ha añadido que es un asunto que la izquierda aprovecha para "hacer negocio político".
Sí, Arcadi Espada, que va de intelectual y más que sobrado, pero que, por lo que dice y escribe, no deja de dar muestras del bajo nivel en el rigor con que se expresa.
Militante del comunista PSUC durante sus años mozos, fue evolucionando hacia posiciones conservadoras. Nada nuevo en alguna gente (léase Federico Jiménez Losantos, Pilar del Castillo, Joan Juaristi...) que pasó de la radicalidad de izquierdas a la radicalidad de derechas. A principios de siglo se sumó a UPyD, luego lo hizo a Ciudadanos y no sé ahora cómo respira... si en el casadismo, en el abascalismo o en la síntesis de ambas cosas. Así lo parece, dadas sus posiciones políticas neoliberales, imperialistas, sionistas, centralistas, antifeministas, homófobas, negacionistas del cambio climático...
Y en el caso que nos ocupa, claro está, la lucha contra lo que llaman ideología de género resulta primordial. Lo está haciendo la Iglesia Católica, Vox y hasta ese que va de listillo que hace valer su primer apellido para lanzarse contra quienes denuncian la realidad mortífera del sistema patriarcal. La violencia que sufren las mujeres y los asesinatos que se cuentan anualmente por decenas, cercanas a la centena, son sólo una cuestión de números de azar o estadística, que es igual.